EL AQU� Y EL AHORA
El tipo audaz de personalidad confiere una gran libertad, desconocida para otros tipos. Seg�n el grado de audacia dentro del perfil general, estos individuos no suelen preocuparse demasiado por las consecuencias. Viven la vida seg�n se les presenta. No planean el futuro ni piensan en el pasado. Experimentan con intensidad el impulso del momento, y son capaces de seguir ese impulso m�s f�cilmente que otros, preocupados por lo que habr� de venir o arrepentidos de cosas ya ocurridas.

Por vivir el momento tal como lo hacen, los audaces consideran que el miedo es m�s emocionante que aterrador. El peligro supone desaf�o, no miedo a lo que vendr�. As�, pueden parecer temerarios pues salen a navegar en medio de la tormenta, conducen a alta velocidad en curvas de monta�a o especulan en un asunto econ�mico incierto. Se dejan guiar por su astucia, su ingenio o simplemente su coraje. El miedo les proporciona m�s emoci�n, les hace concentrarse m�s y agudiza sus sentidos.

Puesto que viven para el presente sin inquietarse demasiado por el futuro, estas personas no se inclinan por la planificaci�n, no prev�n cursos de orientaci�n hacia objetivos futuros. No toleran la frustraci�n y no resisten la disciplina, especialmente la que imponen los dem�s y la sociedad. (Pero pueden llegar a ser sumamente disciplinados en las obras audaces que emprenden). No se anticipan a nada: les basta con enfrentarse a las cosas a medida que van sucediendo.

Como no les preocupa arruinarse, son muy ligeros manejando el dinero. Invertirlo, arriesgarlo en la mesa de juego, gastarlo, incluso regalarlo, todo les resulta estimulante, les hace sentirse poderosos. Para ellos, eso es vida, y con un poco de descaro pueden llegar a ganar millones. O pueden perderlo todo, pero ya se las ingeniar�n para volver al ruedo. Alg�n d�a saldar�n las deudas que tienen con la tarjeta de cr�dito; por qu� preocuparse ahora.


DONDE LOS LLEVE EL ESP�RITU
No hay personas m�s divertidas, que aprovechen m�s las posibilidades del momento, que estos eternos optimistas.


NO SE PUEDE GANAR SIEMPRE
La vida puede llegar a ser muy plena y emocionante si uno piensa s�lo en el presente, se abandona a los impulsos y adopta una actitud inconformista y sin restricciones. Sin embargo, tambi�n puede costar un alto precio. El hecho de vivir sin autodominio, sin pensar en las consecuencias, r�pidamente lleva al audaz, m�s que a ning�n otro temperamento, salvo el vivaz, por la senda que desemboca en las drogas, los problemas econ�micos, las enfermedades de transmisi�n sexual y las heridas producidas por accidentes.

El individuo con un esquema mixto de personalidad que incluya el estilo audaz puede en definitiva estar protegido por los rasgos de los otros estilos. Por ejemplo, las inclinaciones concienzudas, seguras de s� mismas y vigilantes, traen aparejada prudencia para calcular los riesgos. El temperamento fiel confiere sensibilidad frente a lo que sienten o piensan los seres queridos. Sin embargo, pese a ese resguardo, puede sufrir da�os, p�rdidas sustanciales e incluso muerte a consecuencia de la pr�ctica de deportes peligrosos o de la audacia pol�tica.


LAS EMOCIONES: �PREOCUPARME YO?
Los audaces no ocultan sus sentimientos. Uno se da cuenta en seguida de cu�ndo sienten deseos sexuales, cu�ndo est�n entusiasmados con algo o enojados. Como no se caracterizan precisamente por reprimirse, si un audaz tiene alg�n motivo de queja contra usted, prep�rese.

Casi siempre se muestran alegres y ansiosos por disfrutar de la vida, y suelen canalizar los sentimientos negativos hacia la acci�n y las proezas. No padecen mucho estr�s, salvo cuando hay algo que les impide actuar. Entonces se vuelven inquietos y nerviosos, como un animal enjaulado. Sin embargo, tienen la capacidad de reponerse pronto y recuperar su natural optimismo.

La edad tiene un modo particular de insinuarse en los muy audaces. Ellos se sienten adolescentes en el fondo del coraz�n, pero, lamentablemente, a medida que envejecen, la brecha que los separa de los realmente j�venes se ahonda cada vez m�s. Se vuelven menos atractivos. Les cuesta much�simo aceptar los achaques de la vejez. Si bien en las d�cadas de los treinta y los cuarenta a�os casi todos los hombres empiezan a constatar la realidad de su mortalidad y la disminuci�n de su omnipotencia, los audaces comienzan tarde a pensar que la vida tiene un l�mite. De pronto les sobrevienen pensamientos deprimentes sobre el futuro. �Y si la vida no es ese juego apasionante y eterno que siempre supusieron que era? A pesar de haberse pasado la existencia desafiando a fuerzas superiores, hasta ese momento jam�s se les hab�a cruzado por la mente que la muerte siempre gana.

Sin embargo, la mayor�a de los audaces se sobreponen y casi siempre caen de pie. Alguna manera de sobrevivir encuentran. Puede ser que entonces empiecen a llevar un ritmo m�s sereno, y algunos hasta se casen o por primera vez en la vida se comprometan en serio.

No ser�a raro que llegaran a depositar su vieja osamenta en un sill�n de ruedas y se largaran a participar en un marat�n... despu�s de todo, s�lo se vive una vez.

UNA ETAPA AVENTURERA
Como se ha dicho antes, los rasgos del temperamento tienden a suavizarse con el paso del tiempo. Esto es as� sobre todo en el tipo audaz de personalidad, que es mucho m�s com�n, apropiado y aceptado culturalmente en las personas j�venes.

Muchos adultos de personalidad audaz fueron rebeldes y belicosos cuando eran j�venes. A los padres les habr� costado mucho manejarlos, pero no eran delincuentes sino, apenas muchachos llenos de br�os y energ�as.
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