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CUBANOS
Enrique
Arias
La nube rara
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Durante
el Año Geofísico Internacional, 1956, salimos un día
de marzo a la pesca del bonito, en la goleta "El Pinero",
matrícula de Guanabo, de vela y motor. Mi padre, Enrique
Arias Soto, Manuel Arias, Maximino Arias, dos sobrinos de mi padre
y yo.
Cuando
dejábamos a nuestras espaldas la punta de la chimenea del
central "Hershey" (Camilo Cienfuegos) al NNE distingo
a medio cable del barco, una gran nube blanca, pegada al mar, flotando
sobre ella (ver figura 4).
Le
pregunto a mi padre la razón de ese fenómeno, y me
contesta que la nube "estaba cogiendo agua", para después
lloverla.
Intrigado,
aceleré los 300 HP. El piso del "Pinero" trepidó
y comencé a estrechar la distancia entre nosotros y el barco.
Faltándonos
menos de 200 metros, PUFF, la nube desaparece, y oh maravilla, atónitos
nos quedamos cuando observamos suspendido sobre la superficie del
mar a unos cuatro metros de altura sobre el océano una estructura
metálica, con escotillas, de submarinos del tipo segunda
guerra mundial horizontales, sin superestructuras ni castillos,
sólo de unos seis metros de grosor y unos 80 metros de longitud,
quizás más (ver figura 5).
Al
viejo se le cayó el tabaco de la boca.
En
la cubierta de la nave miles de hilos de agua caían con finos
chorros de agua.
Detuve
el barco y me mantuve al pairo. No se veía nadie a bordo.
Cesó el agua, y subió unos 300 metros de altura, paró
en seco y sin ruido y horizontalmente se movió hacia arriba
nuestro; en el diámetro central tenía un orificio
oscuro, por donde salieron pequeñas llamas de candela, como
en una cocina de gas (ver figura 3).
Papá
sacó de la cabina una Thompson, y apuntó. Le dije:
"Deja eso viejo, que esa gente, si hubieran querido, hace rato
nos hubieran desaparecido del mapa".
De
repente y después de permanecer como 20 minutos sobre nosotros,
y a una velocidad extraordinaria, dejando su propio diámetro
(hueco; N. del E.) por el vacío entre las nubes, se perdieron
sobre el zenit nuestro.
Papá
dijo: "Cuando lleguemos al puerto de Guanabo ni una palabra
a la Marina de Guerra". Y así fue.
Continuará...
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