OVNIS:
¿SON GALGOS O SON PODENCOS? (IV)
Eduardo del Pozo García
El
tema OVNIS se trata como refleja la famosa frase "¿son
galgos o son podencos?", pues no se arriba a conclusiones o
a criterios que permitan avanzar hacia el establecimiento de contacto
con inteligencias extraterrestres.
En
ocasiones el análisis sobre el tema deriva en una "discusión
de sordos": de una parte se llega al fanatismo de que toda
conjetura o duda sobre un hecho es una prueba irrefutable del contacto
o de la presencia de extraterrestres. Se llega a posiciones exigentes:
A)
¿Si están aquí por que no se dejan ver y no
tratan con nosotros?
B) ¿Por qué no nos ayudan a salir de los problemas
que tenemos?
Se parte de la idealización de supercivilizaciones muy desarrolladas
con seres que viven en un ambiente energético puro en vez
de biológico como el nuestro:
A
la interrogante "A" se le puede responder que tampoco
nosotros dedicamos esfuerzos a incorporar a nuestra civilización
a las tribus de indígenas.
A
la "B", se le puede responder que no es objetivo de nuestra
civilización facilitarle mutaciones a los chimpancés,
para humanizarlos, e incorporarlos a nuestra civilización.
Por
otra parte se llega a la posición estéril de negarlo
todo, limitándose a enumerar los resultados del proyecto
CETI y otros esfuerzos hasta ahora infructuosos sin aportar elementos
nuevos.
El objetivo principal no es investigar todo lo que no es, no debe
ser un problema detectivesco sino científico.
En
realidad, no es necesario ver ningún OVNI para pensar que
puedan existir otras civilizaciones, verdaderas civiliza-ciones
sin salvajismos de guerras, rapiña y poder egoísta.
Civilizaciones que además pudieran estar interesadas en contactar
con nosotros.
Necesitamos
conocer los fenómenos naturales que ocurren en la atmósfera,
el espacio circunsterrestre y las zonas centrales del Sistema Solar.
Lo más importante es prepararnos para acometer las investigaciones
de los fenómenos naturales o posiblemente artificiales que
pueden estar relacionados con la intención de propiciar un
contacto, es decir plantearnos la parte científica del problema.
Es
necesario diseñar una investigación desde satélites
haciendo uso de las cámaras multiespectrales como las utilizadas
para la teledetección de recursos naturales u otros instrumentos.
En
un proyecto de este tipo a la vez que se investigue la atmósfera,
el medio ambiente y el espacio circunsterrestre; debe estar considerado
en el plan de observaciones el registro de todas las características
espectrales de cualquier fenómeno atmosférico desconocido,
así como de cualquier indicio de lo que pudiera denominarse
un intento de establecer contacto por alguna otra civilización,
una posible señalización para contacto infor-mático:
una "boya informática". Esta boya indicaría
el puerto de acceso a un canal de flujo informático con todo
lo necesario para generar un conjunto de imágenes tridimensionales,
un escenario de primer contacto.
De
hecho existen imágenes de vídeo que presentan la imagen
de un OVNI tembloroso y no bien definido, mientras que objetos más
lejanos están bien definidos. Si se comprueba la veracidad
de alguna de estas imágenes, se puede considerar como la
imagen de una posible boya informática.
No
obstante, puede considerarse la posibilidad que se valgan de un
objeto natural que sea llamativo, como un cometa por ejemplo, para
utilizarlo como señalizador informático.
¿QUE
HACER SI SE DETECTA TAL REPRESENTACIÓN?
Si
se descifran sus emisiones y/o posibles códigos, no debemos
olvidar que la clave para iniciar ó establecer el contacto
puede estar fundamentado en algo muy simple: "El Principio
del Saludo". Es decir responder con las mismas señales
y con el mismo código y, si fuese posible, con una representación
espacial idéntica. No obstante podemos preguntarnos:
¿COMO
PUEDE ESTABLECERSE EL CONTACTO?
Imaginemos
como se pudiese acceder mediante la interacción con la "boya"
al contacto informático:
Supongamos que la boya emite una débil señal en una
determinada frecuencia en forma intermitente.
Por nuestra parte utilizamos el principio del saludo, respondiendo
con una señal idéntica, lo que nos pudiese dar el
acceso inicial, pero de no ser así.
El
canal informático puede necesitar mucha más energía
para poder representar un pre-escenario extraterrestre.
Una respuesta posible sería un aumento de intensidad y/o
de frecuencia, indicándonos cuanto más en energía
debemos transmitir, lo que puede repetirse. Otra respuesta puede
consistir en el aumento del número de frecuencias a transmitir
hasta que suministremos la energía necesaria hasta alcanzar
el acceso completo a un escenario extraterrestre.
Ante
nosotros se conformaría un escenario de presentación
dando a conocer los datos generales sobre la civilización
que transmite, algo así como una página Web extraterrestre,
indicando los pasos a seguir en los siguientes contactos. De esa
forma iniciaríamos nuestra participación en EXTERNET.
¿COMO
PREPARARNOS PARA EL CONTACTO INFORMATICO?
Mientras
no se cuente con una idea más clara de como detectar una
posible boya informática y como acceder a ella, al menos
podemos prever la necesidad de ir preparando nuestra página
Web, la página Web de la civilización de la Tierra
algo parecido a lo que se hizo en la placa a a bordo de la Voyager,
con toda la simbología necesaria para diferentes tipos de
acceso (Figura 6).
¿QUE
PODEMOS ENCONTRARNOS AL ESTABLECER CONTACTO?
No
sabemos cuantas sorpresas nos deparan en el primer contacto con
una civilización más desarrollada, incluso puede que
contactemos con un sistema galáctico de comunicaciones y
de viaje informático, es decir, nos ocurriría como
a los hipotéticos seres de la isla que sólo utilizaban
las microondas, que al detectar un satélite geoestacionario,
no sólo contactarían con un país, sino un grupo
de países que utilizan esa vía de comunicación.
Si
además el contacto informático puede realizarse por
los métodos de realidad virtual, como en el caso del visitante
informático al museo, podemos pensar que un contacto informático
con otra civilización puede conformarse mediante el intercambio
de sus respectivos escenarios cósmicos en forma de realidad
virtual, teleproyectando a la vez las imágenes de los representantes
de ambas civilizaciones en el referido contacto.
Podemos
llegar a tener de un golpe ante nosotros todo un conjunto de escenarios
cósmicos, asociados a diferentes civilizaciones, culturas
e historias, lo que además implica diferentes sistemas planetarios,
estaciones climáticas [Datos Astronómicos 1993, p.
53, Tribuna de Astronomía No 169, Septiembre 1996, pag 12],
biosferas, evolución de la vida, diferentes especies de animales.
Además estaría presente el esplendor de sus conceptos
sobre la vida inteligente civilizada y la forma de realizarlas cotidianamente,
toda una riqueza de belleza, rareza y diversidad.
¿Quién
sabe cuanta buena impresión y/o sorpresas nos van a causar?.
Hasta puede ocurrir que tengamos un reencuentro con nuestro pasado
que pudo haber sido sondeado informáticamente por alguna
otra civilización.
Con
la ventaja adicional de un contacto sin peligros para la vida de
los viajeros, que no está afectado por intereses materiales,
sólo queda el posible carácter positivo o negativo
de la acción informática.
Por
ejemplo, uno de los efectos que sobre nosotros tendría la
tecnología de una civilización altamente desarrollada,
suficiente para controlar los campos gravitacionales y con alto
desarrollo en materiales de construcción, etc. Con la capacidad
de construir estructuras a gran escala tales como "Planetas",
donde la vida cotidiana haga un uso amplio a las tres dimensiones
espaciales, un gran ecosistema super-controlado para el confort
y el máximo disfrute de la civilización: "Un
Paraíso".
Por
otra parte estructuras de este tipo pueden ser muy grandes, pero
de baja densidad sin perder la solidez y la estabilidad necesarias,
y si no son muy masivas no están al alcance de nuestros métodos
actuales de detección de planetas. El método que es
aplicado con éxito a las estrellas cercanas, se basa en la
detección de variaciones en la velocidad radial de la estrella,
debido a esto sólo son detectables planetas de gran masa.
continuar...
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