EL
CONTACTO INFORMATICO (III)
Eduardo del Pozo García
Las
ondas electromagnéticas sólo necesitan 1,3 segundos
para llegar a la Luna, unas horas para remontar el Sistema Solar,
pero necesitan años y decenas de años para alcanzar
las estrellas más cercanas. Pero al viajar por toda la Galaxia,
en la Tierra transcurrirían cientos de miles de años.
Por
otra parte desconocemos si de alguna forma se pueda transmitir información
evadiendo el límite de la velocidad de la luz. Quizás
civilizaciones más avanzadas lo han logrado y por tanto,
este sería el medio idóneo para establecer contacto
entre civiliza-ciones y no las lentas ondas de radio y TV.
Si
esto último fuera cierto, pudiéramos esperar que una
civilización de ese nivel que conozca de la existencia de
nuestra civilización, no se proponga transportar hasta nosotros
nada material. No obstante, tal civilización pudiera intentar
proyectar algo que pudiéramos conceptuar como una "burbuja
de información" a la que nosotros deberíamos
acceder para establecer el contacto informático.
Llegar
a esta idea es muy importante, pues mientras esperemos un contacto
por transmisión de radio directa, o material y ver llegar
una gigantesca nave cósmica con sus tripulantes a bordo,
probablemente estén pasando inadvertidas las verdaderas señales
que se pudiesen estar teleproyectando sobre nuestro Sistema Solar
para establecer contacto con otras civilizaciones.
Es
decir estamos buscando señales de humo y no nos preparamos
para identificar las posibles "burbujas informáticas",
y como acceder a un posible flujo informático extraterrestre
que ha sido proyectado hacia nosotros con la intención de
establecer contacto informático.
Como
ya se mencionó puede que sea más difícil teleproyectar
informáticamente imágenes y presentarlas como si fuesen
objetos reales a gran distancia, lo que es imprescindible para lograr
el contacto informático, lo cual requeriría de un
apoyo tecnológico desde el segundo escenario.
Supongamos
que el viaje informático de una persona a un museo se realiza
en tiempo operativo, para que el contacto informático tenga
lugar, tendrían que ver en los salones de exposición
al visitante haciendo su recorrido en el museo. En este caso el
museo es el segundo escenario, tendría que poseer la tecnología
adecuada para suministrar el soporte material y energético,
y así ver en sus salones de exposición la imagen tridimensional
del visitante informático, tal como si estuviese materialmente
presente.
Quizás en nuestras intenciones por establecer contacto, este-mos
en una situación parecida a la de unos indígenas pobladores
de una isla, que lanzan y a la vez buscan señales de humo
en el horizonte para establecer contacto con otras tribus de un
posible continente lejano. Mientras que en el continente, nadie
se interesa en rastrear señales de humo en el horizonte,
y se transmiten regularmente señales de radio en busca de
con-tacto con una posible isla habitada; pero los habitantes de
la isla no disponen de receptores ni de transmisores de radio.
Esto
no quiere decir que sea infructuoso plantearse el problema de establecer
contacto con otra civilización. Quizás nuestro caso
este más cercano al de un grupo humano con tecnología,
que habita en una isla apartada, que fuese zona de silencio para
la onda corta decimétrica, por lo que no captan las transmisiones
normales de onda corta, ni las consideran viables para las comunicaciones.
Este grupo humano utilizaría las técnicas de las microondas
para las transmisiones internas en la isla. Por otra parte, si sus
conocimientos son suficientes, pudieran concebir la posibilidad
de realizar transmisiones a gran distancia mediante satélites
artificiales en órbitas geoestacionarias. Si además
hacen la hipótesis de que grupos humanos más desarrollados
deberían usar esta vía para comuni-carse, entonces
estarían en el camino de detectarlas y lograr el contacto,
al rastrear el ecuador celeste con sus ante-nas parabólicas.
Y
si en nuestro caso establecemos la hipótesis de que es posible
la comunicación y el viaje informático evadiendo el
límite de la velocidad de la luz, podemos preguntarnos:
¿COMO
DEBEMOS PREPARARNOS PARA ESTABLECER CONTACTO? ¿QUE DEBEMOS
ESPERAR VER ANTE NOSOTROS?
Si
otra civilización más desarrollada a miles o millones
de años-luz de distancia analiza las emisiones del Sistema
Solar puede detectar la existencia de un planeta con condiciones
para la vida por las emisiones que nuestro planeta ha hecho en todas
direcciones del espacio por los elementos químicos asociados
a la vida durante miles de millones de años.
Si
por otra parte esta posible civilización domina ampliamente
la técnica del viaje informático, es posible que puedan
sondear a distancia nuestro planeta generando algún tipo
de "canal informático" y construir para ellos nuestro
escenario planetario. Incluso se puede pensar que lo vengan haciendo
hace mucho tiempo y tengan registrado parte de nuestro pasado.
Esta
actividad de sondeo puede que produzca algún tipo de fenómeno
visible en la atmósfera. Si tratan de establecer contacto
informático con nosotros, además del canal informático
deben tratar de generar en su extremo un señalizador algo
así como una "boya informática". Tal señalizador
puede parecer un objeto poco común, no bien definido, neblinoso
y de aparente superficie brillante para llamar la atención;
así como de fácil detección por radares y otros
medios.
continuar...
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