EL VIAJE INFORMÁTICO (II)
Eduardo del Pozo García

Estamos acostumbrados a conocer un lugar cuando estamos materialmente presentes en él, pero con el surgimiento de la realidad virtual se tiene la posibilidad de percibir con gran lujo de detalles y con movilidad propia, complejos escenarios muy distantes del lugar donde nos encontramos, como museos por ejemplo. Incluso se pueden visitar dos museos a la vez y ver simultáneamente piezas que se deseen comparar. Es decir, podemos viajar casi simultáneamente a varios lugares muy distantes, lo que es imposible en el viaje material.

Esto nos permite considerar la posibilidad de poder teletransportar a la Tierra escenarios cósmicos, pudiéndose así viajar informáticamente hacia ellos tal como si los estuviéramos visitando materialmente. Sin complicaciones de subsistencia, sin peligros y sin tener que separarnos de la familia y de nuestro ambiente social.

Probablemente primero se logre sondear en tiempo operativo un escenario cósmico con sondas informáticas, mientras que efectuar una interacción con ese escenario desde el nuestro será una tarea mucho más compleja, y como fase final se llegue a realizar el viaje informático teleproyectando la imagen tridimensional del viajero y su propio escenario.

Quizás mucho más difícil sea teleproyectar informáticamente nuestras imágenes, o las imágenes de escenarios cósmicos completos y presentarlos adecuadamente tal y como vemos un escenario real a gran distancia.

Esto es equivalente a condensar una cantidad de energía en el lugar deseado, y controlarla de forma tal que se emita la luz en todas direcciones como si el objeto teleproyectado estuviese físicamente allí. Lo que conllevaría un alto nivel tecnológico y probablemente, la representación del escenario teleproyectado, sólo será posible con un apoyo material y energético en el segundo escenario, sí se dispone de la tecnología adecuada.

Recordemos que la radio comenzó con el uso de audífonos, por lo que podemos pensar que las técnicas de realidad virtual pudieran perfeccionarse tanto en los próximos años que sería difícil distinguir entre objetos virtuales e imágenes reales. Podemos imaginar el viaje informático como la presentación de dibujos animados en los escenarios reales que incluyen algunos filmes.

No sabemos si en el futuro las técnicas de la teleproyección a distancia de imágenes tridimensionales pueden llegar a lograr, en tiempo operativo, una tecnología de teleproyección de la información no a través de ondas de radio, sino a través de otros canales de la propia naturaleza, que aún están fuera de nuestro dominio tecnológico.

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