Boletín
del Centro de Estudios Interplanetarios
Número 23-24. Noviembre-Diciembre
1.995
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Editorial
El carácter mediterráneo propende al apasionamiento y, en algunos casos, a la desmesura. Esta actitud se refleja en todos los ambientes sociales y profesionales de nuestro país y, si no se atraviesa esa fina línea que separa el comentario o la discusión de la maledicencia o el insulto, puede llegar a ser un sano ejercicio mental y una forma como otra cualquiera de sacar los demonios del cuerpo.
Por ello, no ha de sorprender que en el campo del estudio del fenómeno OVNI también se produzcan estas actitudes. Lo penoso es que, en el caso que nos ocupa, la discusión ha adquirido con los años un tinte cada vez más virulento y la fina línea a la que antes aludíamos se ha atravesado en numerosas ocasiones, produciendo con ello insultos, provocaciones y, por que no decirlo, calumnias.
Apuntamos todo esto en relación con lo que últimamente viene comentándose sobre nuestro compañero y Director de Investigaciones del CEI, Vicente-Juan Ballester Olmos, al que se acusa, ni más ni menos, de pertenecer a la Central de Inteligencia norteamericana (vulgo CIA).
Esto no es nuevo para el CEI, ya que desde el inicio de la segunda etapa de nuestra asociación, en 1968, siempre se ha acusado a alguno de nuestros miembros de pertenecer a la CIA.
Al principio se acusó al entonces Secretario General (alma de la nueva puesta en marcha de nuestra entidad); más adelante y públicamente, el tristemente desaparecido Andreas Faber Kaiser, inició su exposición en el Congreso de Ufología de 1977 diciendo que -en las primeras filas estaba viendo a un miembro de la CIA...- ¿se refería a personas del CEI que ocupaban esas butacas?.
Verdaderamente, también se me ha acusado a mí, quizás porque mi actividad profesional está en parte relacionada con temas de la Defensa. Y ahora le toca el turno a Vicente Juan. El motivo, bien claro, es el proceso de desclasificación que el CEI y él personalmente han promovido. También ha contado nuestro escepticismo frente a ciertas actitudes sensacionalistas dentro del mundo de la ufología. Esta mezcla no ha sido debidamente interpretada y el resultado está a la vista.
Calumnia, que algo queda es frase que recoge el refranero y, según el diccionario, explica lo difícil que es demostrar la inocencia del calumniado. Así que, basándose en el aserto de que es bien sabido que un miembro de la CIA (o cualquier servicio de inteligencia) jamás reconocerá que trabaja para la misma, la indefensión de la presunta víctima es evidente y las puertas para la calumnia quedan siempre abiertas para los desaprensivos.
Y el que se atreva a defenderlo... ¡a la hoguera también con él!. Gajes del oficio, dicen. Pero es penoso y desmoralizante.
El CEI no comparte necesariamente las opiniones expresadas en las
páginas de esta publicación.
El uso de artículos originales aparecidos en
Papers d'OVNIS es libre, siempre que se cite su procedencia. Este boletín está
abierto a la colaboración de miembros del CEI, y a todos los interesados por el
Fenómeno OVNI.
Papers d'OVNIS conserva su nombre en lengua catalana en
memoria de su creador Joan Crexell i Playá
Roswell es el gran engaño de la ufología. El timo, el fraude, la burla al intelecto se manifiesta de forma cuádruple. Primero las Fuerzas Aéreas para encubrir su proyecto secreto. El globo meteorológico era una respuesta insatisfactoria para lo que había sido observado en Roswell, algo suficientemente extraño para que en un primer comunicado la base aérea que recogió los restos comunicara la evidencia de un accidente de un plato volador. La actitud de la USAF no hizo sino certificar que una realidad muy diferente se escondía detrás de la cortina de humo.
Después llegaron los cuentistas de los alienígenas. Los narradores profesionales de ciencia ficción que sin el talento literario suficiente buscan el éxito comercial con el sello de lo auténtico. Sus pruebas irrefutables incluyen documentos oficiales tan fiables como el Majestic-12.
Vino después la película de la autopsia de los alienígenas de Ray Santilli, una
aceptable mascarada de efectos especiales, a saber si el prólogo de una
futurible producción de Spielberg, o el epílogo de la publicitación
internacional. Lo que sí queda claro es que no es el final de los engaños sobre
Roswell, puesto que en la misma localidad los hay que, aprovechando a los
turistas que acuden tras la popularidad, relatan lo que place a sus intereses
crematísticos, sin que les detenga para nada el uso de la mentira y la
contradicción. Y es que en realidad ¿a quién le importa lo que ocurrió
verídicamente hace casi cincuenta años?
Un poco de historia. 
Apenas una semana después del "nacimiento" de la ufología
contemporánea, una noticia empezó a reverberar en todas direcciones, primero en
los medios locales de comunicación, para no tardar en lanzarse más allá de las
fronteras de Estados Unidos: el 2 de julio de 1947 un objeto no identificado se
había estrellado en la granja de Bessle Brazel, en las afueras de Roswell, Nuevo
México. La base aérea del mismo lugar, el Grupo de Bombarderos 509 de la 8ª
Fuerza Aérea (famoso por llevar a cabo los bombardeos atómicos de Hiroshima y
Nagasaki), se encargaron de las investigaciones. Y si en un primer comunicado de
la oficina de prensa de dicha base se hablaba claramente de platillo volante
estrellado, pocas horas después llegaba el desmentido desde Fort Worth,Texas:
era solamente un globo meteorológico.
Del plato volador al globo y de éste al silencio. Once años después el físico nuclear Stanton Friedman dejaba colar sin demasiada precisión el tema de los OVNIs estrellados en unas conferencias ufológicas celebradas en la Universidad de Lousiana. Y, en enero, 1978 se convertiría en el año de la reapertura del caso Roswell. En 1980 William L. Moore y Charles Berlitz cabalgan de nuevo juntos y escriben The Roswell Incident, que traducido a numerosos idiomas, extiende por doquier el mito del ovni tripulado accidentado en Nuevo México.
Después confusión, escritos, videos, programas y entrevistas televisivas. Luego los supuestos documentos del Majestic-12 divulgados en 1987 por Moore y otros asociados como Friedman, que de ser auténticos certificarían la intervención del gobierno en el incidente de Roswell Dos años después el escéptico del CSICOP Philips Klass demuestra de forma muy convincente la falsificación del informe.
Poco antes Moore ha hecho unas declaraciones autoinculpatorias de manipulación informativa que no permiten creer en su honestidad y valores éticos. Es el escándalo. Para terminar, en 1991 se publica el libro de Donald R. Schmitt y Kevin D. Randle, The Truth about the UFO crash at Roswell, donde se manifiesta que fueron dos los OVNIs estrellados en aquel Julio de 1947, y en el segundo se rescataron diversos cuerpos de alienígenas, incluido uno aún con vida. Autopsias, testigos silenciados bajo amenazas por el servicio secreto militar, nuevos elementos que vinieron a calentar el caso.
Y por fin hizo acto de presencia el congresista republicano Steven Schiff, solicitando, en enero de 1994,información sobre todo este asunto al GAO (General Accounting Office). La iniciativa es de suponer que vino a través de Mary Martinek, miembro del staff del senador y esposa del ufólogo Karl T.Pflock, quien años atrás había apuntado la posibilidad de que el OVNI de Roswell pudiera ser un globo.
El GAO respondió en julio de 1995 con un informe firmado por el coronel de la USAF Richard L. Weawer donde se afirma que el incidente Roswell no fue otra cosa que una tapadera para mantener en secreto el accidente de un globo del proyecto Mogul. El informe citaba una quincena de agencias gubernativas y de la defensa, incluyéndose datos sobre Majestic-12. La polémica estaba servida. Luego vendría la película.
Como recordará el lector los informes Majestic-12 (MJ-12), estaban formados por tres documentos. El primero lo constituye un memorándum enviado por el presidente de EE.UU. Harry Truman a su Secretario de Defensa el 24 de septiembre de 1947 que le autorizaba a crear un grupo de investigación secreto denominado "Majestic-12" para estudiar la aeronave estrellada en Roswell y los cuerpos de sus tripulantes.
Otro documento es un informe preliminar preparado por el presidente con los resultados del estudio del platillo y sus ocupantes caído el 7 de julio de l947 determinando un origen extraterrestre, mencionando además un segundo objeto cuyo origen se estima probable sea el mismo, estrellado en el Indio Guerrero (Texas) el 6 de diciembre de l950.
Por último, el tercero es un memorándum de un asistente del presidente Eisenhower del 12 de julio de 1954 dirigido al Jefe del Estado Mayor del aire de la USAF, en el que se cita una reunión en la Casa Blanca que tendrá lugar dos días después entre miembros del National Security Council y del equipo Majestic-12.
Este dossier tan importante fue dado a conocer por William Moore y otros investigadores asociados en 1987. Tras diversas pesquisas el gran investigador escéptico Philip Klass demostró en 1989 que la firma del documento de Truman era exactamente igual que la que contenía una carta auténtica con fecha del l de octubre de l947. Esta misiva no tenía relación alguna con los ovnis.
Como la existencia de dos firmas idénticas es materialmente imposible, y puesto que aún no existían las fotocopias de calidad suficiente, ni las autoestampas con el sello de la firma, la prueba del fraude era irrefutable. Las sospechas recayeron sobre Moore, quien además había reunido muchos otros méritos para la total desconfianza.
Fuentes recomendadas
Vicente-Juan Ballester. "Encuesta sobre Majestic-12" en "Cuadernos de
Ufología" nº9, Septiembre-1990, p.86-90.
Barry Greenwood."MJ-12: una Valoración negativa", en "Cuadernos de Ufología"
nº9, Septiembre-1990, p.51-67.
José Juan Montejo. "El clan de los pájaros", en "Cuadernos de Ufología", nº9,
Septiembre-1990, p.79-85.
El "incidente ROSWELL", así denominado por algunas partes interesadas en la creación de misterios, es un caso que, con una base inicial real, se ha ido transformando y adulterando hasta límites insospechados, llegando a convertirse hoy en día en el mito por antonomasia del OVNI estrellado y de la captura de sus tripulantes extraterrestres.
Parece conveniente situar el tema en sus justas proporciones para que nadie se lleve a engaño, aportando una fuente realista de información que compense la literatura-basura que brindan los medios sensacionalistas.
Papers d'OVNIS me ha encargado que revise la amplia literatura publicada, así como los recientes informes oficiales, y redacte un artículo que resuma el tema para información de socios y lectores. Este artículo cumple ese cometido.
Después de algunas pruebas fallidas en Abril, durante el mes de Junio y principios de Julio del año de gracia de 1947, la aviación del Ejército de los Estados Unidos desarrolló un programa experimental supersecreto. Se llamaba Proyecto Mogul. Realizado en colaboración con científicos de la Universidad de Nueva York, consistía en el lanzamiento desde el campo de aviación de Alamogordo (Nuevo México) de globos que alcanzaban gran altura, los cuales iban dotados con micrófonos acústicos de baja frecuencia para medir detonaciones de posibles bombas atómicas en la Unión Soviética.
El vuelo Mogul número 4, soltado el 4 de Junio de 1947, era un "tren" formado por más de veinte globos de neopreno que sostenía varios reflectores para seguimiento del radar y el instrumental de sensores de cambios súbitos en la presión atmosférica. Su longitud total excedía los doscientos metros. Este complejo aéreo fue seguido por el radar de tierra hasta unos 30 Km del rancho propiedad de Mac Brazel (a continuación explicaré por qué doy este rancho como punto de referencia), que se hallaba a unos 140 Km al noroeste del pueblo de Roswell, también en el estado de Nuevo México. Los restos nunca fueron encontrados.
Según informó la edición del 9 de Julio del Roswell Daily Record, el 14 de Junio el vaquero Brazel había encontrado unos extraños residuos en sus tierras. La descripción de los restos mencionaban cosas como material similar al papel de estaño, varillas de madera de balsa, goma gris ahumada, piezas octaédricas de aluminio, pequeños anillos de aluminio, cinta adhesiva con diseños abstractos parecidos a flores de color pastel rosa-púrpura y una caja negra. Todo ello es compatible con los materiales usados en la construcción de los artilugios de la serie Mogul, con la caja negra portadora de la sonoboya del experimento.
El 7 de Julio, Mn Brazel fue a la localidad de Roswell e informó de su descubrimiento al sheriff el cual puso sobre aviso a la cercana base aérea, comandada por el Coronel William Blanchard.
El día 8 de Julio, el Mayor Jesse Marcel, del Campo de Aviación del Ejército de
Roswell (donde operaba el 509 Grupo de Bombarderos), procedió a retirar los
restos. La Oficina de Prensa de la base lanzó una apresurada nota a los medios
de comunicación en la que se decía -ni más ni menos- que se había encontrado un
disco volante (aunque aparentemente alguna pieza tenía esta
forma, lo bien cierto es que esa expresión era equivalente a platillo volante).
Ese mismo día, los restos fueron transportados a la 8ª División de la Fuerza
Aérea en Fort Worth (Texas).
El General de Brigada Roger Ramey, Comandante en Jefe del Cuartel General de la
División, a la vista de los restos, cree que se trata de los de un globo sonda y
manda llamar al Oficial Meteorólogo, Irving Newton. Este confirma las sospechas
de su General y afirma que son remanentes de un globo meteorológico y
los paneles para seguimiento por radar. De la División sale una nota
de prensa al respecto, que, rectificando la más provinciana de Roswell,
identifica los restos como los de un globo meteorológico. Si el General Ramey
expuso la tesis del globo sonda normal por su convencimiento personal o bien
para evitar hablar del proyecto Mogul, es algo que no sabemos (la información
sobre este proyecto no se desclasificó hasta 1994 y el General podía no tener lo
que los militares llaman need to knowsobre el
proyecto.
Lo cierto es que los materiales recogidos jamás se consideraron como algo especial. El mismo 8 de Julio, la Oficina de FBI de Dallas (Texas) remitió un teletipo al director de Bureau en Washington, D. C., comunicando la recuperación de un disco en forma hexagonal, suspendido de un globo por un cable... el objeto parece un globo meteorológico de gran altitud con un reflector de radar.
Estos fueron los datos básicos del problema. Desde entonces acá, se han publicado libros y se han hecho muchos documentales de televisión sobre el tema, llegando a surgir varios "testigos de primera mano" que narran haber visto hace cincuenta años cómo se estrellaba un platillo volante o sus ocupantes, tejiéndose el mito que no habrá lector que desconozca. Algunos de esos testigos se ha logrado demostrar ya que mentían descaradamente. Otros, niños en la época, mantienen unos recuerdos sobre las piezas recobradas y las circunstancias generales del suceso que se aprecia han sido retocadas por lo visto y leído en los medios de comunicación.
Sigamos con datos objetivos, más cercanos a nuestros días. En Febrero de 1994, el Tribunal de Cuentas del Congreso de los Estados Unidos (General Accounting Office, GAO), espoleado por el honorable miembro de la Cámara de Representantes Steven Schiff, Senador Demócrata por Nuevo México, inicia una investigación buscando registros oficiales, militares y gubernamentales, sobre este incidente ocurrido en Roswell en 1947.
La GAO solicita toda la información que pueda existir al Ministerio de Defensa. A raíz de ello, el Ejército del Aire de los Estados Unidos promueve su propia investigación exhaustiva interna.
En Julio de 1994, la USAF hace público un informe de 23 páginas, con 33 anexos que alcanzan las 300 páginas. La investigación sólo encontró una referencia inédita, un documento hasta entonces clasificado, titulado Historia combinada del Grupo de Bombarderos 509 y del Campo de Aviación del Ejército de Roswell, fechado en Julio de 1947.
Allí se lee este párrafo: La Oficina de Información Pública estuvo muy ocupada durante este mes respondiendo a preguntas sobre el disco volante que se informó estar en posesión del Grupo 509. El objeto se trató de un globo para seguimiento del radar.
El equipo de investigación histórica desplegado por la Fuerza Aérea americana, con amplia experiencia en revisión de archivos y con capacidad para examinar documentación clasificada, buceó en multitud de archivos militares, aeroespaciales, científicos y gubernamentales del país. Este equipo se topó con los habituales problemas de documentos traspapelados o perdidos, papeles mal archivados o mal codificados, incluyendo la falta de varios archivos del 509 Grupo de Bombarderos de Roswell que cubrían los años 1945 a 1949 y que habían sido destruidos.
Las anomalías o discrepancias observadas eran de carácter menor y consistentes con las que inevitablemente se encuentran normalmente cuando se trabaja en la revisión de registros antiguos.
De especial importancia fue la localización y entrevista a dos verdaderos testigos de primera mano de los hechos. El Teniente Coronel Sheridan Cavitt, hoy en la reserva, que acompañó al Mayor Marcel al rancho de Brazel para la retirada de los restos. Cavitt manifestó inequívocamente que el material recogido consistió en material reflectante tipo aluminio, varias maderas delgadas como de bambú y una caja negra que pensó era un radiosonda. Este testigo ocular afirmó que siempre ha creído que se trató de un globo sonda, como ha dicho a todos aquellos ufólogos que le han entrevistado desde principios de los años ochenta.
Igualmente se le tomó la declaración a Irwing Newton, actualmente retirado de la Fuerza Aérea con el empleo de Mayor. Newton confirmó que el material que examinó en Fort Worth, en compañía del General Ramey, eran los restos originales hallados en Roswell y se trataba de partes de un globo con elementos para el seguimiento del radar. El oficial aportó algo de especial interés acerca de la credulidad humana: el Mayor Marcel intentó convencerle de que las anotaciones y marcas de color rosado que llevaban las maderas eran escritura extraterrestre (las figuras semejantes a flores, ajadas por los elementos, que estampaban la cinta adhesiva se tomaron por alguna forma de escritura jeroglífica...).
La conclusión definitiva a la que llega la encuesta de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, en el informe firmado por el Coronel Richard Weaver, Director de Seguridad y Vigilancia de Proyectos Especiales, es que la investigación no encontró ninguna información de que el incidente de Roswell fuese un suceso OVNI; toda la evidencia oficial existente indica que la fuente más probable de los despojos rescatados del rancho Brazel corresponde a uno de los trenes de globos del proyecto Mogul.
Por su parte, en Julio de 1995, la GAO da a conocer su informe sobre Archivos gubernamentales: Resultados de una búsqueda de registros relativos al choque en 1947 cerca de Roswell, Nuevo México. Dieciséis meses de investigación dan lugar a un informe de 20 páginas. ¿Se ha encontrado algún vestigio de documentación sobre un OVNI estrellado?. Nada en absoluto que no hubiera aportado el informe de la USAF. Por ejemplo, el informe de la GAO también señala, anecdóticamente, la destrucción de alguna documentación del ya citado Grupo 509, pero ésta cubre un periodo de cinco años y se refiere a asuntos tan domésticos como compras, finanzas, terrenos y edificios; en suma, nada de naturaleza vital.
La amplia búsqueda realizada por la GAO en los
archivos gubernamentales, desde Julio de 1947 hasta los años cincuenta, incluyó
al FBI, la CIA y el Consejo de Seguridad Nacional, las tres agencias de
inteligencia de los Estados Unidos.
Asimismo se investigó a la Oficina de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca, al Ministerio de Energía y al Ministerio de Defensa. La profunda auditoría desarrollada por el Tribunal de Cuentas no halló constancia de la existencia de registros de otros accidentes aéreos fuera de los comunes. Los documentos gubernamentales revisados -dice el informe GAO- incluyendo aquellos previamente ocultados al público por su clasificación de seguridad, no mencionan la caída o recuperación de ningún objeto aéreo cerca de Roswell en Julio de 1947.
La credibilidad de los testigos principales del caso Roswell se divide según el criterio del autor del libro que Vd. escoja. A su vez, cada autor nos dice que los del otro no son del todo fiables. El soporte principal para Stanton Friedman, físico nuclear reconvertido a conferenciante profesional, es Gerald Anderson, que está archiprobado que es un falsario.
Uno de los testimonios base de Kevin Randle y Don Schmitt es Jim Ragsdale, que dice haber estado acampado con su novia a 65 Km al norte de Roswell el 4 de Julio de 1947, cuando vio caer el OVNI y hasta llegó a ver a distancia a sus ocupantes. Más tarde modificó su relato contando que llegó a acercarse al platillo volante e intentó quitar la escafandra que portaba uno de los humanoides. Lo que es peor, recientemente ha cambiado el lugar de acampada y de descenso del OVNI ¡a 93 Km al oeste de Roswell!.
¿Cuál es la razón de tan súbita mejoría de memória?. Una sociedad de Roswell, participada por algunos testigos de la época, pretende comprar el terreno donde se estrelló el OVNI. Como esa zona no estaba en venta -quieren construir moteles en la población para los peregrinos ufológicos-, al bueno del anciano Mr.Ragsdale no se le ha ocurrido otra cosa que cambiar el punto del impacto.
Disponemos de un documento de la sociedad Roswell's International UFO Museum and Research Center muy revelador: Jim Ragsdale disfrutará del 25% de los beneficios que genere la explotación de este nuevo Lourdes de los platillos.
Otra testigo, especializada en lloriquear ante las cámaras de televisión cincuenta años después de los hechos, dice que su padre, bombero de profesión, le contó que fue requerido para ir al lugar donde estaba el OVNI estrellado. Sin embargo, ninguno de los demás testigos cuenta que hubo fuego por ningún lado.
Glenn Dennis, que fuera empleado de un negocio de pompas fúnebres de Roswell, ha narrado que una enfermera le contó que participó en la autopsia a uno de estos seres. La tal enfermera no existe. Por cierto, Walter Haut, el antiguo Jefe de Prensa del campo de aviación de Roswell que dio la noticia fantasma del disco volante y el citado ex-embalsamador son Presidente y Vicepresidente, respectivamente, de ese Museo OVNI Internacional creado para el desarrollo de la industria turística local en tomo a la historia del OVNI estrellado.
VICENTE-JUAN BALLESTER OLMOS
Director de
Investigaciones, CEI
Bibliografía de Roswell pro-alienígena
Berlitz,C. y Moore,W. "El incidente", Barcelona:
Plaza&Janes,l981.
Friedman, S. y Berliner,D. "Crash at Corona", New York:
Paragon House,1992.
Randle, K. y Schmitt,D. "The Truth about the UFO crash al
Roswell", New York: M.Evans Company,1994.
Justo antes de hacerse público el informe del GAO sonó la noticia de que cierto personaje vinculado al mundo de los videos de música rock se había hecho con unos rollos de película que mostraban la supuesta autopsia a los alienígenas de Roswell.
El 5 de mayo de 1995, Ray Santilli convocó en el Museo Británico a ufólogos, periodistas, productores de televisión y miembros de los ministerios de defensa europeos para darles la gran noticia: un ex-oficial de la USAF, llamado Jack Bamett, autor de las filmaciones, se las había vendido.
Después de Londres, vino el congreso ufológico de San Marino (el 21 y 22 del mísmo mes), donde, en medio de unas medidas de seguridad excesivas, algunos especialistas y periodistas muy escogidos, -entre ellos el español Javier Sierra-, pudieron visualizar las imágenes. Luego vendrían los pases en las televisiones europeas de algunos fragmentos de los diversos rollos que componen la producción, las entrevistas a Santilli y sus declaraciones sobre la trama secreta: Majestic 12 volvía a estar en el tapete. En agosto se presentó en la universidad de Sheffíeld. Era el primer paso en público. La segunda exhibición no se haría hasta principios de octubre en Marsella.
Las sospechas, las dudas, sobre la autenticidad se han disparado. Pero, hoy por hoy, mientras unos no se lo piensan dos veces en tildarlo de montaje fraudulento, otros sólo precisan maniobra oscurantista de los servicios secretos.
Existen diversos motivos en contra de la veracidad de la película. Por una parte, los especíalistas,en efectos especiales convienen que se trata de un truco, aunque de cierta calidad. Por otro lado, Ray Santilli no ha entregado los rollos de la película para su análisis. Unicamente remitió algunos fotogramas en blanco que efectivamente fueron identificados como procedentes de 1947. Pero podían proceder de cualquier otra película.
Ray Santilli ha desechado los ofrecimientos de Kodak -fabricante supuesta de la película- y de Hasan Shah para el análisis de la película. Y aun en el caso de que se demostrara que la película efectivamente corresponde a aquellas fechas, hoy en día es posible filmar con ella, usando un proceso químico específico.
Pero si esto no es suficiente, resulta que el supuesto autor de la película, Jack Bamett, no aparece por ninguna parte. Solamante Ray Santilli ha podido hablar con el viejo operador que habría realizado la grabación trasladándose desde Washington a Roswell a instancias del general Mac Mulien. Ningún investigador o medio de comunicación ha conseguido dar con él. Para colmo, según Stanton Friedman,Kevin Randle y Don Schmitt, los principales defensores de los "Ufo-crash", la morfología de los seres que aparecen en la película no se correspondería con las descripciones de los testigos de Roswell que realizaron en su día. Ni tampoco la fecha, al situarse en junio la grabación. ¡Ya es el colmo!. Luego dijeron que igual era un caso un poco anterior acaecido en la cercana Socorro ...
Con todo esto, detalles como el tipo de cable telefónico que se observa en la película, al decir de muchos no comercializado en aquello días, queda como una simple anécdota.
A finales de agosto las redacciones de la revista Fortean Times, de Channel 4 - la que elaboró el documental sobre Roswell emitido en España por Antena 3 -, y de la Union Pictures, recibieron tres curiosas fatografias en un sobre que podía leerse -Morgana Productions-. Curiosamente la productora de Santilli se llama Merlín, nombre del mago antagonista de Morgana en el ciclo de aventuras de Arturo.
En las imágenes recibidas podía verse la cabeza de un muñeco
con aspecto de alienígena siendo maquillada para un rodaje. Y aunque no se trata
del mismo muñeco, la semejanza es notable, y el anónimo envío -Morgana
Productions no la conoce nadie- ha sumado interrogantes a la vez que aumenta
más, si es posible, las suspicacias contra Santilli. Y es que la progresiva y
dosificada entrega de elementos por su parte para aumentar la coherencia interna
de la historia ha sido muy sospechosa. ¿Por qué no se facilitaron al
principio?.
Primero fue la historia del cámara, y su último aporte ha sido las etiquetas que supuestamente se encontraban en las fundas originales de la película con anotaciones y un sello militar. Todo apunta a que fabrica las evidencias según se presentan los acontecimientos. Hay intereses económicos en juego...
Contemplando el extraterrestre estrellado que nos ha visitado este verano de la
mano -nada desinteresada- del productor de televisión Ray Santilli, se me ocurre
que es una buena ocasión para recordar quiénes fueron los bisabuelos del
infortunado, de dónde provenían y donde se estrellaron. En medios ufológicos de
habla inglesa suele señalarse el caso de Aurora (Texas, Estados Unidos) de 1897
como el primer caso conocido de astronave estrellada, es decir como el
precedente del caso Roswell de 1947 y de otros presuntos incidentes similares
posteriores.
No obstante, en círculos de habla hispana se suele tener presente un caso anterior que ya contenía elementos afines: el aerolito que se estrelló en Carcarañá (Argentina), con marciano incluido, según publicó el diario La Capital en 1877.
Nigel Watson , en un artículo aparecido en la revista Magonia (n' 43, Julio 1992) titulado -Down to Earth-, repasaba los orígenes del asunto. Según Watson, una historia parecida a la de Carcarañá fue publicada más tarde en el South Pacific Times de Callo (Perú) en 1878 (al parecer, el New York Times reprodujo a su vez la noticia de este incidente peruano sin otorgarle el mas mínimo crédito).
Pero la historia de Carcarañá no sólo tuvo secuelas, sino que habría tenido también un precedente. Watson menciona que la misma historia apareció en la edición del 17 de junio de 1864 de La Pay. ¡Los mismos Paxton y Davis que aparecen mencionados en el caso de Carcarañá, habrían descubierto el mismo aerolito con marciano en la provincia de los Arrapahays, en las proximidades del pico James (Estados Unidos)!.
En su artículo, Watson da por referencia la traducción española del libro Archivos de Otros Mundos, de Robert Charroux. En realidad, este último hace referencia a L'Année scientifìque, revista editada por la Librería L.Hachette et Cie, 1865, que se hizo eco del extraño descubrimiento dado a conocer previamente por el diario le Pays del 17 de junio de 1864. La fuente original sería pues un diario (¿francés?) llamado le Pays y no La Pay como indica Watson.
Marc Hallet, en Critique Historique et Scientifìque du Phénomène OVNI (ed.del autor, Liège, 1989) menciona una información que tiene relación con el tema. En 1862, vio la luz en Francia el libro La Pluralité des Mondes Habités de Camille Flammarion.
En 1865, en París, se publicó un libro firmado por Henri de Parville titulado Un Habitant de la Planète Mars. El libro contenía un relato de ficción referente a un aerolito caído en América con los restos de un marciano, relato que servía de punto de partida a una discusión sobre la pluralidad de los mundos. Al parecer, dicha historia fue mencionada después por Flammarion en dos de sus obras más conocidas. Hallet señala que la historia en cuestión pudo estar en el origen de ciertas -mistificaciones ufológicas-.
Mi información no da para más de sí. Espero que algún lector esté mejor informado al respecto y pueda despejarnos algunas de las dudas y lagunas que quedan en el aire. ¿Qué contaba exactamente Henri de Parville en su libro? ¿Hacía referencia a la noticia publicada en el periódico le Pays? ¿Dónde se publicaba dicho periódico? ¿Dónde se encuentra el pico James en cuestión -he sido incapaz de ubicarlo-? ¿Existen referencias a casos anteriores?.
Lo que parece claro es que la historia del marciano estrellado se remonta por lo menos a una docena de años antes de que se oyera hablar del aerolito "descubierto" en Carcarañá. Si esta particular historia tuvo un origen en "informaciones periodísticas" (como los datos anteriores dan a entender) o en un relato literario, no sabría decirlo de cierto.
Eran unos años en que el tema de la -pluralidad de los mundos habitados- gozaba de una cierta popularidad, aunque las fuentes de inspiración habría que buscarlas en especulaciones y corrientes de pensamiento muy anteriores.
Octubre 1995
Nota de la redacción: cualquier información sobre la cuestión que el lector nos haga llegar será entregada directamente al autor, sin perjuicio de su posterior publicación si se estima oportuno.
A riesgo de parecer escasamente novedoso, que se me acuse de reitaración, que se me recuerde cuantos y con que gracia han escrito sobre antecedentes literarios del fenómeno OVNI, no me resisto a dejar de citar algunas obras que considero esenciales.
Le debemos al norteamericano Edgar Allan Poe (1809-1849) en su novela corta Aventuras de Arthur Gordon Pym (1837) la referencia a criaturas extrañas a la Tierra, que surgidas desde otro espacio o tiempo, aparecen en nuestro Mundo -en este caso en la Antártida-, siendo inspiración de H. P. Lovecraft (1890-1937) y a otros muchos autores posteriores de ciencia ficción.
Pero si la importancia del escrito de Poe radica en su anticipación, no menos significativo resulta el relato del británico Herbert G. Wells (1 866-1946) La Guerra de los Mundos, porque significó la popularización y extensión entre el gran público del mito del posible contacto con los extraterrestres, máxime en territorio inglés, cuando la edición original de esta obra se realizó por entregas en Pearson's Magazine en 1987, según la costumbre de la época- y ya en 1988 en forma de libro en Londres. H. G. Wells había ya escrito con anterioridad La Máquina del Tiempo (1896) que le había lanzado al éxito.
Junto a Poe y H. G Wells, el tercer padre de la ciencia ficción es el francés Jules Verne (1828-1905) quien en Viaje al Centro de la Tierra (1864) recrea la posibilidad de vida en el interior del orbe, lo que en tiempos más modernos se ha identificado como "intraterrestres".
Reconocemos así en los tres grandes literatos, el origen de los protagonistas de las narraciones posteriores del fenómeno OVNI: extraterrestres (Wells, representados por inarcianos); seres cuya procedencia es indefinida -ahora dirán otras dimensiones, fuera ddel tiempo, otros planos, etc- (Poe); intraterrestres (Verne), y por último humanos del futuro (Wells y su Máquina del Tiempo).
Evidentemente podríamos citar otros autores, a veces científicos, que han contribuido en la gestación de estos mitos, incluso antes que Poe, Verne y Wells. No nos parece necesario hacerlo por una razón trivial: por si mismos, los autores y obras citados son suficientes para explicar casi todo el Imaginario OVNI.
Posteriormente se han completado con numerosísimos relatos de ciencia ficción sobre alienígenas que sistemáticamente se han adelantado a los hechos referidos por los testigos de supuestos avistamientos y contactos. Queda claro que el mito de las naves ultramundanas se ha forjado con independencia de su realidad física. Por tanto, en espera de poder medir y escrutar un plato volador en lugar público, la existencia de tales naves es sólo un objeto de creencia.
Según la Red Argentina de Ovniología (RAO), durante los ocho primeros meses de este año se habían contabilizado un total de 25 sucesos calificables de ovni, incluido el de Bariloche y sobre él se hizo extenso eco el pasado número de Papers de OVNIs.
La RAO, abierta partidaria del origen extraterrestre del fenómeno ufológico, sostiene que las naves eligen el interior de Argentina para sus aterrizajes debido a las vastas superficies despobladas que ofrece.
Señalamos algunos de estos casos:
6 de Enero, Lamadrid (Tucumán). Julio Tejada, su esposa y cinco hijos observaron una luz brillante de color anaranjado suspendida a unos cinco metros del suelo.
4 de Abril, Mar de Plata. Daniel Dauro observó a medianoche lo que parecía una formación de 20 luces dispuestas en forma triangular.
5 de Mayo, Pilcaniyeu (Río Negro). Carlos Arriesgada y Antonio Vergara fueron seguidos por luces verdes y anaranjadas. En el campo aparecieron quemaduras importantes después de que el objeto emitiera rayos luminosos hacia el suelo.
14 de Mayo, Córdoba. Tres testigos observaron el seguimiento de un ovni a un avión.
Junio, Lobos. Dos testigos contemplaron hacia las cuatro de la mañana a tres ovnis durante una hora.
19 de Julio, Potrerillos (Mendoza). Un equipo de hockey femenino divisó una forma alargada que al parecer aterrizó.
31 de julio, Garibaldi (Tierra de Fuego). Un matrimonio contempló lo que identificaron como un ovni luminoso.
31 de Julio, Bariloche. Un avión de Aerolíneas Argentinas fue interceptado por un objeto luminoso. Observación desde la torre de control y desde otro avión.
11 de Agosto, Cultral-Col (Neuqué, Patagonia). Un ovni se detuvo a escasa distancia de varias viviendas y desató fuertes vientos. Diversos testimonios.
LA REDACCIÓN
Para conseguir información meteorológica (temperaturas, humedad, presión atmosférica, velocidad y dirección del viento, etc.) a altitudes superiores a los 3.000 metros, suelen utilizarse unos cohetes llamados radiosondas de incidencia vertical, que transportan instrumentos que luego descienden lentamente en paracaídas, mientras de forma simultánea transmiten la información a tierra.
Dichos cohetes tienen varios metros de longitud y sólo unos centímetros de diámetro. Actualmente se usan desde más de 2.000 estaciones meteorológicas, incluidos buques que navegan por los mares de todo el mundo, que recogen datos de 2 a 4 veces al día por medio de este tipo de cohetes radiosonda que llegan a 100 ó 200 km de altura. La visión del lanzamiento de estos cohetes puede inducir a equívocos.
La mayoría de aviones militares especializados en reconocimiento aerofotográfico, para los casos en que existe un ambiente de escasa o nula luminosidad (horas nocturnas o baja visibilidad), lo que impide el uso en condiciones favorables de los equipos fotográficos, disponen en la parte trasera del fuselaje de unos receptáculos que contienen varias decenas de bengalas que son lanzadas al exterior por medio de un dispositivo eyector.
Estas bengalas iluminan con un gran flash la zona sobrevolada por el avión, y ello permite la realización de las fotografías. La observación lejana de esta clase de hechos es descrita como una serie de destellos regulares en el tiempo.
En Julio de 1990 la NASA norteamericana lanzó al espacio el satélite CRRS para el estudio de los campos eléctricos y magnéticos que rodean la Tierra, y con ello evitar las interferencias que se producen en las telecomunicaciones.
En los años siguientes, el satélite realizó experimentos para crear auroras artificiales por medio del lanzamiento de bario y litio, a más de 350 Km de altura, que originaron nubes luminosas brillantes de tamaño similar al de la Luna, siempre durante la noche en horas anteriores al amanecer, y que fueron visibles desde distintos puntos de la Tierra. Algunas de las nubes artificiales, por su espectacularidad, fueron tomadas por OVNIS e incluso causaron cierta alarma.
Una empresa francesa ha construido para actividades civiles nocturnas un globo cautivo provisto de un sistema de iluminación interna halógena de gran potencia.
El globo, denominado Lunix, tiene de 1,5 a 2 metros de diámetro, se infla en cinco minutos con helio y puede llegar hasta 6 metros de altura sobre el suelo. Se conecta por medio de un cable a un grupo electrógeno o a una toma eléctrica, pudiendo iluminar una superficie de 1.000 a 3.000 metros cuadrados.
A determinadas distancias, dichos globos luminosos pueden parecer un OVNI esférico que se halla inmóvil cerca del suelo.
La salida de gases incandescentes por las toberas de un avión reactor militar son claramente visibles durante el anochecer y la propia noche, especialmente durante el despegue y ascenso del avión. Al observarse las toberas desde la perspectiva posterior del avión, dan la sensación óptica de esferas luminosas de color azulado-anaranjado.
Cuando, además, se utilizan los postquemadores (inyección de combustible en los gases de salida o escape) de los reactores, ello produce una llamarada en forma de soplete de distintas tonalidades luminosas azuladas, que es visible a gran distancia. Al pararse el postquemador, puede dar sensación de desaparición brusca.
Aviones militares maniobrando en combate nocturno y usando postquemadores, durante variaciones de altura y las diferentes posiciones y cambios de rumbo que adoptan, pueden originar efectos visuales que podrían confundirse con OVNIS.
En los últimos meses de 1986 y primeros de 1987, y por cuenta del Instituto Geográfico Nacional (IGN), un avión de una compañía británica especializada en aeromagnetismo sobrevoló todo el territorio peninsular español para efectuar el mapa de anomalías magnéticas. El mencionado avión, para desarrollar su labor, arrastraba tras de sí con un cable de 60 metros de longitud, un magnetómetro de forma fusiforme.
En alguna ocasión, durante vuelos a baja altura, se confundió al magnetómetro con un OVNI que estaba siguiendo al avión.
Durante 1994 se desarrolló un sistema para la detección de la contaminación atmosférica. Se trata de un equipo móvil que detecta los elementos contaminantes y aerosoles atmosféricos en tiempo real mediante un rayo láser.
El sistema recibe la denominación Lidar-Dial y está formado por un láser sintonizable de estado sólido que emite hacia la atmósfera; al alcanzar los 5 Km de distancia, el láser rebota en las capas de contaminación y un sistema telescópico-espectroscópico capta la luz difundida por la capa contaminada. Luego se analiza la luz rebotada para conocer la contanunación existente. El sistema Lidar-Dial debe utilizarse en la ciudad de Valladolid desde finales de la primavera de 1995.
Un sistema láser de estas características puede provocar fenómenos luminosos en el cielo que podrían ser interceptados erróneamente por algunos testigos, al igual que sucede con los rayos láser publicitarios usados por numerosas discotecas y salas de fiesta como reclamo.
En varias ocasiones la prensa ha informado sobre colisiones de submarinos con
buques, o de submarinos que quedaron atrapados en las redes de barcos de pesca.
En evitación de sucesos desagradables de esta clase, algunos países (Francia es
uno de ellos) han dotado a sus submarinos militares de un sistema para alertar
de su presencia, cuando van a emerger, a los posibles buques que se hallen en la
superficie.
Poco antes de que el submarino ascienda a la superficie del mar es lanzada una bengala luminosa, normalmente de color verde, para que sirva de aviso al tráfico marítimo que pueda encontrarse en la zona. Por lo general este tipo de bengalas se utiliza durante la noche o cuando la visibilidad es escasa.
A cierta distancia tales bengalas pueden ser tomadas por OVNIs al ser avistadas por testigos en buques o desde las costas.
El CEI está investigando un caso OVNI ocurrido cerca del monte Paní, municipio de Roses (Girona), a las 04,15 horas del 13 de Septiembre de 1991.
Se refiere al avistamiento de un círculo luminoso haciendo un recorrido circular periódicamente por un tiempo superior a los 5 minutos.Rogamos a los lectores que puedan consultar los diarios de esta fecha en las hemerotecas, que busquen cualquier referencia a este avistamiento.
También es importante averiguar si alguna discoteca, exhibición o acto
especial, desarrollado en las cercanías, utilizó focos o lásers que iluminan las
nubes causando un efecto semejante al descrito.
Cualquier información debe
enviarse al:
C.E.I.
Balmes 86, entlo. 2a
08008-Barcelona
SPAIN
A mediados de noviembre del año pasado, nuestro director de investigaciones, Vicente Juan Ballester Olmos, recibió una carta del Ministerio de Defensa británico. Ballester había sostenido correspondencia anteriormente con Nick Pope, de la Secretaría del Ejército del Aire (Estado Mayor), encontrándole muy receptivo a tratar abiertamente los temas relativos al fenómeno de los objetos volantes no identificados, incluso en su vertiente no estrictamente británica.
Con motivo de la visita que giró a Londres a finales del mes de noviembre de 1994, Ballester escribió a Pope proponiendo visitarle. La respuesta indicaba que éste había sido ascendido recientemente, que no estaba desde julio en ese departamento y que había sido sustituido por K. Philpott.
Lo interesante de la comunicación, y por esta
razón nos hacemos eco de la misma, es que en dicha carta Miss Philpott aprovecha
para indicar cual es la participación institucional del Ministerio de Defensa
del Reino Unido en cuanto a esta materia de los OVNIS.
Creemos que los lectores estarán interesados en leerlo de primera mano. Acotamos directamente de la carta, que de forma facsímil, incluimos aquí parcialmente:
Quizá debería en primer lugar clarificar el papel y responsabilidades de esta oficina con respecto al tema de los fenómenos aéreos inexplicados, u "OVNIS", como se les llama frecuentemente.
El Ministerio de Defensa y Las Fuerzas Armadas del Reino Unido se preocupan únicamente de la seguridad del R. U. y de la identificación de cualquier amenaza potencial a la seguridad del R.U.
Dentro de este contexto, esta oficina actúa como punto céntrico de los informes sobre cualquier fenómeno aéreo que no pueda identificarse inmediatamente, para que podamos averiguar si lo que se vio representa una amenaza de alguna clase al Reino Unido.
Si determinamos que lo que se vio no tiene ninguna significación desde el punto de vista de la Defensa, no hacemos ninguna gestión ulterior para establecer lo que se vio y nuestro interés termina ahí
Resulta útil y lógico comprobar cómo los objetivos del Ministerio de Defensa británico coinciden con los del Ejército del Aire español (y, entendemos, con los del resto de las Fuerzas Armadas de otros paises), lo cual explica el bajo interés por los asuntos OVNIS, una vez que se demuestra (como así ha sido siempre hasta el presente) que éstos no representan ningún problema para la seguridad del territorio nacional.
Pere Joan Socies Suau, un joven de 26 añosde edad y natural de Buñola (Mallorca)
perdió la vida el pasado 14 de mayo cuando navegaba en un ferry hacia Alcudia,
huyendo del líder de un pequeño grupo sectario relacionado con los
Ovnis.
El joven se había interesado por a ufología recientemente, a través de una amiga, pese a que muchos años atrás había contemplado un ovni cuando viajaba con su familia hacia Santa Eugenia, acontecimiento que fue recogido en su día por la prensa.
Pere Socies había conocido a un grupo de personas que practicaba la magia, y cuyo líder era un tal Daniel quien, según su propio relato, había sufrido un terrible accidente que lo había llevado a las puertas de la muerte, y que en su regreso se había armado de poderes sobrenaturales.
Este individuo, que al parecer era ya conocido por sus tendencias manipuladoras, -fue apartado de un equipo de fútbol de Ciutadella al que entrenaba por malas influencias sobre los niños-, ejecutaba algún tipo de ilusión puesto que el propio Socies sostenía haber contemplado sus facultades de naturaleza presuntamente paranormal.
Las relaciones en el seno eran cordiales al parecer, hasta que Daniel forzó al joven a que se casara con una joven virgen con la que tener una niña en a cual pensaba reencarnarse.
Socies no aceptó, pero la influencia era de Daniel era tan fuerte, que huyó aterrorizado en un ferry desde Ciutadella en Menorca, donde residía, hacia Alcudia, para reunirse con su familia. Pero parece ser que el pánico le obligó a lanzarse al agua antes de alcanzar el puerto, por miedo a que Daniel le impidiera la entrada con sus extrañas dotes, sin lograr alcanzar la costa.
Y el nuevo profeta Daniel explico a sus discípulos que Pere Joan Socies, lejos de hallarse difunto, estaba en un ovni, y que pronto se reuniría con ellos.
Acontecimientos como los de Socies no son nuevos en la ufología hispana. Recordemos los llamados suicidios de Terrassa, en lo que se vio envuelto de forma involuntaria Marius Lleget (1917-1988) uno de los fundadores del CEI.
El lamentable suceso se conoció en la madrugada del 20 de junio de 1972, cuando unos empleados ferroviarios descubrieron los cuerpos decapitados de José Félix Rodríguez (47 años) y Juan Turú Vallés (21 años) en el kilómetro 335,95 de la línea férrea Barcelona-Zaragoza vía Lérida, en los aledaños del apeadero de Torrebonica.
Se habían suicidado dejando una nota en la que explicaban que Los extraterrestres nos llaman, pertenecemos al infínito. El mismo día 20 Marius Lleget recibía una carta suya escrita el 19, dándole explicaciones, junto a una segunda para dirigir la al secretario general de la ONU.
La primera firmada por -W.K.T.S. 88- y la segunda -W.K.D.K.- por medio de -W.K.T.S. 88-. En la misiva le -informaaban- de que habían sido mutados por los extraterrestres y que ya eran suficientemente diferentes como para marcharse de la tierra ...
A Lleget los autos le comnocionaron de forma extraordinaria. El se consideraba responsable. ¿Lo somos todos los interesados en la ufotogía a caso?.
Bibliografía:
Carvalial, M. & Guijarro J. «Tren mortal hacia Júpiter». Año Cero nº9
(199l), p65.
M. Lleget «Ovnis y agujeros negros, El caso de Terrassa: dos
ufólogos se suicidan». Plaza & Janes (Col. Otros Mundos), Barcelona 1981,
p211-218.
A. Planas «El joven desaparecido cuando navegaba en
ferry a Alcúdia quería dejar una secta» [sic], en: Ultima
Hora, (16 de junio de 1995), p.12.
Durante los día 19 y 20 del pasado agosto se celebró en la Universidad de Sileffield (Inglaterra, U.K.), un congreso internacional sobre OVNIS organizado por BUFORA, la asociación dedicada a la ufología más importante del Reino Unido.
Además de los especialistas del reino anfitrión, se dieron cita otros venidos de Alemania, España, Estados Unidos, Italia, Noruega, Rusia y Zinbawue.
El representante español fue nuestro director de investigaciones, Vicente Juan Ballester Olmos, con una conferencia dedicada al balance de los tres años de desclasificación de documentos OVNI del Ejército del Aire Español, que calificó de muy positivo. Como se sabe, Ballester Olmos, y otro de nuestros consocios, Joan Plana, han jugado un papel decisivo en la decisión en 1992 del Estado Mayor del Aire de desclasifícar los informes de OVNIS oficiales.
La naturaleza de la conferencia de Ballester,Informes Oficiales, atrajo el interés de la prensa cuya presencia era muy numerosa, pese a que tuvo que competir con el verdadero protagonista del congreso: la proyección de una película de más de veinte minútos mostrando la supuesta autopsia a un extraterrestre hallado en el interior del OVNI estrellado en Roswell en 1947.
Entre el millar de personas que asistieron al congreso ocupó un lugar destacado otro integrante del CEI, Luis R. González Manso, quien decidió acompañar de forma informal a Ballester Olmos en esta singladura británica.
Melchor Prieto Dosal de sesenta años, vecino del Concejo de Aller en Cantabria, vivió el pasado mes de junio una experiencia extraordinaria mientras cabalgaba por un monte del valle de Cervigao al avistar un extrañísimo ser.
Los sucesos se produjeron cuando se dirigía a dar de comer al ganado y observó a unos cien metros más abajo, una silueta que inicialmente consideró pertenecía a un globo aerostático, hasta que, cuando lo vio a unos cuatro metros de distancia y escasos cinco de altura, comprobó que poseía un aspecto antropomorfo: ochenta centímetros de estatura, cabeza desproporcionadamente grande, orejas, ojos, nariz y cuello casi inexistentes. Según el testigo, parecía un muñeco.
Después de observarse durante unos minutos, el extraño ser sobrevoló repentinamente la cabeza de Melchor Prieto, intentando éste capturarlo con las manos, pero su caballería se asustó, viéndose obligado a desmontar de forma violenta. Eran la una y media de la tarde y el testigo, minero jubilado, recorrió los aledaños en busca de más testigos.
Ahora en la comarca algunos hablan de extraterrestres, otros aseguran
haber presenciado fenómenos extraños en la zona, y por último se evocan antiguas
historias similares que hablan del demonio y otros númenes.
(Fuente: La Nueva
España, 23-IX-951).
Durante varias semanas el cielo de Chile se ha visto invadido por una plaga de objetos vlantes no identificados. Uno de estos sucesos tuvo lugar el pasado jueves 19 de octubre en el altiplano chileno, según informó en su edición del día 21 el rotativo Las Últimas Noticias.
Centenares de habitantes de la ciudad de Arica, situada a 2.050 kilómetros
al norte de Santiago, fronteriza con la polis peruana de Tacna, observaron un
objeto que no producía ruido y emitía una luz intensa que cambiaba
constantemente de color.
(Fuente: La Voz de Galicia, 22-X-95).
El pasado mes de octubre fue desclasificada la documentación en posesión
del Ejército del Aire correspondiente al avistamiento OVNI del 5 de marzo de
1979 en Canarias, conocido como el caso de los Misiles. El volumen del papel
sobrepasa las doscientas páginas.
(Fuente: Joan Plana)
Las Fuerzas de Defensa Aérea de Bielorrusia llevaron a cabo el 12 de septiembre una de las misiones más arriesgadas para salvaguardar su país y al resto de la humanidad.
Un Objeto Volador No Identificado penetró en su espacio aéreo sin responder aparentemente a los controles; ante la inminente amenaza fue abatido inexorablemente.
Claro que el peligroso OVNI era en realidad sólo un globo aerostático que participaba en la Copa Gordon Bennett con autorización.
El globo abatido iba equipado con todos los aparatos de comunicación necesarios, era grande y llevaba identificativos visuales claros. Durante dos horas permaneció dentro del espacio aéreo antes de ser abatido, lo que daba tiempo de sobras para su identificación.
Otro globo competidor fue obligado a aterrizar por un helicóptero. Todo pasaría por una ridícula muestra de la ineptitud de las autoridades bielorusas, si no fuera por la trágica pérdida de la vida de los dos tripulantes.
(Fuentes: ABC, 14-IX-95 y nota de prensa de la Federación Aeronáutica Internacional).