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Carlos von der Becke - Biolog�a 27

MODULO II UNIDAD 1 CAPITULO 2

2. HIPOTESIS DEL ORIGEN DE LA VIDA.

Acerca del origen de la vida, podemos clasificar dos puntos de vista no inconciliables:

1. Hip�tesis creacionistas

2. Hip�tesis explicativas en t�rminos de causas microsc�picas materiales y f�sicas, de las posibles etapas iniciales de la vida

No son inconciliables para un creyente que reconoce que Dios est� en todas partes, incluso en los biotopos donde se concretar�an las hip�tesis explicativas.

Las hip�tesis creacionistas no podr�an ser cient�ficas en este sentido: se exigir�a duplicar experimentalmente las condiciones del origen de la vida en presencia de Dios y en ausencia de Dios (tratamiento y blanco, respectivamente); para el creyente, como queda dicho, el ensayo en blanco ser�a imposible de configurarse, ya que Dios tambien estar�a en �l.

Nota: por simetr�a, para el ateo el ensayo con tratamiento ser�a imposible de realizar, porque no cree que Dios pueda estar en �l.

El resto de las hip�tesis sobre la biopoyesis u origen de la vida quedan casi en el l�mite entre lo aceptable y lo inaceptable por la ciencia, en tanto en cuanto que se puedan hacer ensayos confirmatorios con un blanco no criticable. Esto a�n no se ha logrado.

Un tipo de hip�tesis explicativas reside en afirmar que la vida viene del espacio (panespermia) o de un planeta favorable para las reacciones autorreplicantes donde surgieron seres vivos de otra configuraci�n con laboratorios de exobiolog�a muy avanzados (panespermia dirigida, hip�tesis de Cricks y Orgel).

Otro tipo de hip�tesis explicativas alega que la vida de nuestro planeta tierra se caracteriza por tener los elementos C H O N S y P que tambien abundan tanto en la corteza como en los gases volc�nicos emitidos en el fondo del oc�ano. Si la vida surgi� en la corteza, G�nter W�cht�rh�user propone que sean las piritas ("piritas gen�ticas") en plena formaci�n

(que es una bater�a energ�tica) las que permitieron la formaci�n de un chicle org�nico en su superficie, mientras que Cairns - Smith propone a las arcillas ("arcillas gen�ticas") como candidatas para que en sus fallas se autocatalicen nuevas arcillas de parecida configuraci�n y la misma falla, o sea con el mismo genotipo aunque pudieran tener diferentes fenotipos. La ventaja de las explicaciones de W�cht�rh�user y de Cairns-Smith reside en que son mecanismos que se realizan sin agua, en ambiente seco, de tal manera que el agua, que es producto de las reacciones vitales, pueda producirse sin freno natural. En la hip�tesis de las arcillas falta la componente energ�tica que est� presente en el caso de las piritas.

Si en cambio la vida surgi� cerca de los escapes de gases volc�nicos, tambien all� debe ser condici�n necesaria que se produzcan compuestos que desarrollen su capacidad de autorreplicarse. Una vez fijado ese fenotipo, por fuerza se debieron producir errores heredables, que ocasionalmente originaban generaciones de mol�culas que se replicaban m�s eficientemente que sus predecesores (regla 33). Si alguna vez esas generaciones de mol�culas, en simbiosis con otras, lograban entre todas ubicarse en el borde entre el orden y el caos (lectura 16), la condici�n suficiente ya estar�a dada y con el tiempo se llegar�a a la vida del RNA.

Por caldo primordial entendemos un medio acuoso localizado en algunas regiones a�n no identificadas, con sustancias org�nicas sintetizadas por alguna combinaci�n del sol, los gases volc�nicos y los rayos el�ctricos, acumuladas durante siglos y siglos. Por ejemplo di�xido de carbono y luz solar generando �cido f�rmico que se acumula. El viento moja con ese caldo a la pirita o arcilla, que luego seca el sol. All� pueden aparecer reacciones con agua como producto final. La reacci�n ocurre con las mol�culas antes disueltas adheridas ahora a la pirita o arcilla. En esa interfase, la pirita o arcilla gen�tica, con las fallas superficiales y los defectos puntuales que la caracterizar�an, podr�a generar productos derivados tanto de la pirita o arcilla como de las sustancias org�nicas, parecidos al patr�n que lo gener�, esto es, con esos defectos y fallas. Se puede as� incluso especular que en esa interfase se llegar�an a establecer presiones de selecci�n, esto es, condiciones ambientales para que suceda con mayor rapidez un tipo de mecanismo que otro. Esas presiones se concretar�an al encontrar alguna estructura defectuosa o mutante que tenga el tama�o y la forma convenientes como para sorber mejor algunas sustancias org�nicas del caldo adaptadas para una duplicaci�n y con ello prevalecer en velocidad de autoproducci�n frente a otras estructuras algo diferentes (tambien mutantes). Asimismo esas mutantes pueden llegar a adquirir un borde o una saliente tales que el producto autorreplicado sea m�s veloz en aparecer all� que en otras zonas. Estamos pidiendo aqu� que las piritas o arcillas gen�ticas se vuelvan a producir espontaneamente sobre la base de piritas o arcillas preexistentes. Esto describe un proceso no-lineal de autocat�lisis a la manera de un �ster en ausencia de agua + un �cido como catalizador, que genera ese mismo catalizador, que ahora es producto y catalizador a la vez + agua. Entonces algunos "�steres secos" (alimento abi�tico fabricado por el sol o los rayos) + una "pirita o arcilla gen�tica", propaga esa misma pirita o arcilla gen�tica que ahora es producto y catalizador a la vez + agua. Esto es, E en presencia de A genera m�s A y el subproducto W a descartar proveniente de la reacci�n. E es uno de los componentes del caldo primordial que el viento dej� como espuma viscosa a secar al sol sobre la interfase de A, la pirita o arcilla gen�tica. En la medida que W no abunde (por evaporaci�n) la pirita o arcilla gen�tica puede crecer cada vez que el viento le aporte m�s espuma. Es imposible imaginar algun origen de la vida sin alguna no- linealidad primigenia o ancestral

      A
E------->A + W

El material (la pirita o arcilla apta para duplicar su estructura) presentar�a entonces caracter�sticas fisicamente manifiestas (en una palabra, un fenotipo) con las que modificar al ambiente cercano y autoduplicarse parcial y lentamente. En ambiente favorable su fenotipo se podr�a ir volviendo poco a poco m�s complejo. En un momento dado apareci� un nuevo tipo de genes gracias a que dentro de ese nicho modificado por el fenotipo se podr�an acumular compuestos favorables, m�s concentrados que en otros sitios alternativos. Si esos nuevos genes pasaban de 0 a 1, de apagado a encendido, m�s r�pido, entonces resultaban ser m�s eficaces que los fenotipos primitivos. Por presi�n selectiva pod�an ir controlando lentamente a dicho fenotipo y en un momento dado pasar a dominar la constituci�n del entorno. De esta manera podr�amos explicar, penosamente (porque los intentos de imitarlo en el laboratorio no son f�ciles), c�mo un sistema menos complejo da origen a un sistema m�s complejo. Necesitamos postular la autoorganizaci�n de un sistema que sea, como se�ala la teor�a, un sistema abierto provisto de fuentes externas de energ�a qu�mica (resultante en parte por siglos de energ�a solar concentrada) que lo alejen de las condiciones de equilibrio. La "transici�n de fase" desde un sistema autorreplicante menos complejo a otro m�s complejo no se podr�a justificar si no hubiese un real apartamiento del equilibrio. El orden se trueca con energ�a aprovechable, que nunca puede estar en el equilibrio si la suponemos disponible. En el equilibrio hay muerte, pero no orden biol�gico. En las figuras siguientes se esquematizan algunas de estas ideas.

Fig 1. Los nuevos genes que se pudieron formar en presencia de un fenotipo ancestral lo fueron controlando gradualmente hasta dominarlo. Llegamos as� a la posibilidad de desarmar, por in�til, el subsistema primitivo que permiti� el armado de un nuevo sistema algo m�s complejo, con una autoorganizaci�n superior. El "andamio de pirita o arcilla y de espuma" ya no se encuentra, ya que es peso muerto ineficiente. Ver figuras ABB. Fig ABB Piedras con una coordinaci�n extraordinaria que caen "fortuitamente" en una zona Fig ABC Arco de piedra formado por piedras de la fig ABB Fig ABD Andamio de piedras que sirve para armar encima un arco de piedras que forma un puente "de mayor complejidad" Fig ABE El andamio se ha retirado, ver fig ABA. Interpretemos las figuras. El sistema no-lineal que caracteriza a la vida en el planeta surgi�, no por casualidad como en la figura ABC, sino por una etapa, que result� intermedia, de una vida autorreplicante de muy baja complejidad. A su amparo (y con suficiente energ�a aprovechable para pagar el orden generado) se fue perfeccionando, por presiones de selecci�n, otro sistema m�s avanzado en su complejidad, hasta llegar a posibilidad final de independencia y autosuficiencia. Se necesitaron centenares de millones de a�os. Abundan las razones para que las mol�culas org�nicas y entre ellas los polinucle�tidos se hayan introducido en el peque�o sistema coloidal autorreplicante. Algunos amino�cidos y �cidos como los di y tricarbox�licos consiguen aumentar la solubilidad de los iones de aluminio de la arcilla. Algo similar se puede proponer tambien para la pirita. Actuar�an como catalizadores para formar nuevas arcillas o piritas. Hay que aclarar que una vida basada en piritas o en arcillas tiene muy poca versatilidad y delicadeza, ya que los compuestos del carbono las superan en posibilidades. La oxidaci�n de los compuestos del carbono puede suceder por etapas y no solamente de un golpe.

�C�mo se introdujeron los compuestos org�nicos en medios aptos para recibirlos? Se puede decir, como ya se ha se�alado, que mol�culas org�nicas simples se pueden sintetizar con el sol o con los rayos durante las tormentas.

Pero hemos dicho simples (por ejemplo �cido f�rmico a partir de di�xido de carbono y luz) y con ellas y sin las enzimas, que surgieron much�simo despu�s, falta un tramo dif�cil de explicar. Porque se necesitan mol�culas muy complejas para la vida actual. Las s�ntesis de algunas de esas mol�culas a partir de otras simples que algunos qu�micos imaginativos han postulado, rayan en lo incre�ble (por ejemplo un choque qu�ntuple) y para la mayor�a ni siquiera hay pistas imaginativas propuestas.

VIDA DEL RNA - Si estos chicles de piritas, o estas arcillas, o estas regiones cercanas al escape de gases volc�nicos en el agua (que tambien se podr�an visualizar como alimentando en forma de olas que enseguida se retiran, a rocas basicamente secas), son el origen de las formas primitivas de vida, los cient�ficos no las encuentran.

Fueron los andamios para una construcci�n m�s definitiva, construcci�n o forma de vida basada en una rara biomol�cula, la del RNA. Esta s� se encuentra y sigue actuando, con funciones amplificadas. La idea es sencilla de entender siguiendo los ideogramas presentados por Cairns - Smith.

Fig

Un puente no se construye con piedras ca�das desde la monta�a por casualidad, sino primero exige la preparaci�n de un andamio que permite su misi�n auxiliar de sost�n y que luego no tiene raz�n de seguir estando, por lo que desaparece sin dejar rastros. En la vida del planeta, el andamio podr�a haber sido la pirita (primero mojada, por ejemplo, por gas volc�nico disuelto en agua y luego seca), con lo cual evitamos frenar la reacci�n prebi�tica autorreplicante por el exceso de agua. El RNA pudo haber servido casi como un organelo de sost�n de la protoc�lula,

Fig

que por sus posibilidades propias de autorreplicaci�n pudo haber eliminado el andamio al cual se incorpor� en un dado momento. El RNA como explicaci�n de las etapas primeras de la vida, tiene sus adversarios: Joyce y Orgel escriben de ella:

Aunque es bastante cierto, en los laboratorios se va juntando paulatinamente mayor evidencia de su versatilidad en condiciones especiales.

ETAPAS DE LA VIDA DEL RNA.

Esquematicamente existir�a primordialmente algun chicle que ser�a luego el andamio de la vida.

El RNA es una de las tantas mol�culas que se producir�an en el chicle, para lo cual la qu�mica involucrada no es nada sencilla ni facil de explicar por peque�os pasos materiales.

El RNA aprender�a a autocopiarse, como se est� autocopiando el chicle-andamio.

Pasar�a a ser un organelo de ese andamio, ayud�ndolo en su estabilidad mec�nica, como a veces se lo encuentra haciendo hoy en d�a en algunas formas biol�gicas.

El RNA con la ayuda de una prote�na genera esa prote�na que reconstruye a otra mol�cula de RNA. Entre el r-RNA y la RNA- polimerasa, con bases pur�nicas y pirimid�nicas, con amino-�cidos y pentosas, juntan los ingredientes para armar un sistema autorreplicante.

El organelo autoduplicante no necesita m�s del andamio que le di� origen y entonces forma su propio complemento de mol�culas (protometabolismo). En esta transici�n de fase el sistema se ubicar�a quiz�s en el borde entre el orden y el caos y generar�a mol�culas de complejidad y capacidad catal�tica creciente.

El RNA tiene una sola cadena desde su parte superior hasta su parte inferior: se dice que es monocatenaria. con ayuda de una prote�na y en presencia de otro tipo de pentosas, genera otra tercera prote�na con la cual se retrotranscribe a s� misma como DNA inicialmente monocatenario y luego bicatenario. Es la ruta que va del RNA al DNA, a contramano de la que hoy utiliza la vida, que comienza con el DNA y sigue por etapas intermedias de RNA.

DNA es �cido desoxirribonucleico y RNA es �cido ribonucleico.

FIN DE LA VIDA DEL RNA Y COMIENZO DE LA VIDA DEL DNA bicatenario autorreplicante.

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Comienzo | DNA en su versi�n monocatenaria -<<------ RNA ------- -->> Prote�na | | | | | | | <<-------------------------------------- --------- | DNA en su versi�n bicatenaria - Fin

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NOMBRE DE LAS PROTEINAS de izquierda a derecha

DNA-replicasas y ligasas, DNA-polimerasas y maturasas, histona IV en eucariontes

Retrotranscriptasa o transcriptasa reversa

RNA-polimerasa

Amino-acil RNA-t sintetasas (un alto n�mero de ellas)

Corresponde se�alar que el flujo de informaci�n de este diagrama evolutivo comienza con el RNA, genera primero el ramal derecho y luego revierte hacia el ramal izquierdo, volviendo a usar el RNA como trampol�n. Esto no coincide con el flujo en un diagrama actual, que es

Si la evoluci�n hubiese seguido ese camino, las dificultades a superar crecer�an fuertemente en la primera etapa frente a las de este otro camino biologicamente m�s f�cil.

Informaci�n de diferentes fuentes, especialmente de JOHN HORGAN, En el principio, Investigaci�n y Ciencia, abril 1991, No 175, pag 80.

CAIRNS-SMITH

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