Volver al Observatorio de
Conflictos
Anterior Siguiente
India
Contemporánea:
Saqueo
Colonial y lucha por la Independencia
Luis
César Bou
3. Las primeras relaciones con Europa.
La India estableció una relación continua
con Europa desde inicios del siglo XVI. Esta relación fue, en un principio, muy
ventajosa y estimulante para la economía india. Las mercancías, objeto
fundamental del comercio entre ambas, eran los textiles de alta calidad
(muselinas, calicut) que la India, en consecuencia, produjo en escala cada vez
mayor. Por el lado europeo, la diferencia se cubría con metálico,
fundamentalmente plata americana.(Vilar, 1982) (Panikkar, 1966).
Esto llevó a que, para el siglo XVIII, en
la India existieran grandes manufacturas textiles artesanales, que algunos
historiadores indios contemporáneos consideran el umbral de una revolución
industrial. (Chesneaux, 1976) En realidad, la alta calidad de los textiles
indios era lo que los hacía apetecibles para el consumidor europeo. Esa calidad
era intrínseca a la producción artesanal y fue inimitable por la industria
hasta bien entrado el siglo XIX, momento en el cual el carácter de este
comercio cambió rotundamente.
Al igual que en otras regiones, los
comerciantes europeos no pasaron, en principio, mucho más allá de las costas,
donde se instalaron factorías dedicadas al intercambio. La secuencia va a ser:
portugueses, holandeses, ingleses y franceses. A partir del siglo XVII, el
grueso del comercio quedó a cargo de compañías monopólicas, que obtenían de sus
respectivos gobiernos la exclusividad de las rutas orientales. Las compañías
inglesa y holandesa fueron fundadas en torno al 1600, la francesa 50 años
después.
En principio, era inimaginable otro tipo
de presencia que no fuera la comercial. Los europeos estaban muy lejos de sus
bases como para intentar algún tipo de conquista. Además, no se daba aquí la
situación americana: los indios de la India conocían la pólvora, la artillería
y las tácticas militares. El desnivel tecnológico entre las dos partes, si
existía, no era abrumador.
Por otra parte, la India de ese entonces
era, excepto el extremo Sur, un imperio centralizado. Se trataba del imperio
Mogol, surgido a partir de la invasión a la India por Tamerlán y sus sucesores
en el 1405. Era un estado mucho mayor, y que podía movilizar más recursos, que
cualquier país europeo de ese entonces. El avance del poder mogol aparece
ligado a la expansión de la religión musulmana. El Islam tuvo presencia en la
India a partir del siglo VIII, sobre todo en la región Norte. Su éxito tiene
mucho que ver, aún hoy, con el hecho de representar una ruptura con el sistema
de castas. De allí que sea adoptado fundamentalmente por individuos
provenientes de las castas más oprimidas o por intocables. Esa presencia fue el
sustrato que permitió el asentamiento de un poder político musulmán que, con la
invasión timúrida, alcanza una hegemonía inigualada históricamente. Por
supuesto que el Islam mogol adquirió prontamente características que no podemos
dejar de considerar sincréticas, tales como la propia tolerancia hacia las
creencias hinduistas y la aceptación de la dimensión económica del sistema de
castas.
Anterior Siguiente
© Luis César Bou