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i. Se ha creado y
utiliza para la representación de las diferentes clases
de sonidos lingüísticos un alfabeto fonético,
sobretodo el llamado Alfabeto Fonético Internacional o
AFI (en inglés IPA de International Phonetic Alphabet).
Para crear este alfabeto se ha usado el alfabeto cursivo derivado
del latino más algunos otros signos.
ii. Otra opción,
hubiera sido intentar crear un alfabeto en que cada característica
articulatoria y, o, acústica pertinente para el lenguaje
fuese representada por una misma grafía. Esto, a decir verdad,
en parte ocurre con los diacríticos del alfabeto fonético
internacional, los cuales señalan características
acústicas concretas.
iii. Una opción
más original, hubiera sido intentar crear un alfabeto
en que las grafías recordaran los rasgos de las imágenes
en un sonograma que proporciona cada fono; o una abstracción
de esos rasgos en el caso de los fonemas. Con esto, se reduciría
un tanto la arbitrariedad del signo y facilitaría tanto
el aprendizaje, como el uso de los grafemas fonéticos y fonológicos.
iv. Por último,
lo mejor hubiera sido intentar crear un alfabeto en que las
grafías reflejaran por sí mismas las características
articulatorias y, o, acústicas pertinentes para el
reconocimiento del fono o definición del fonema, según
el caso, que simbolicen. Si bien lo mejor, esto supone un
mayor esfuerzo de investigación para encontrar y decidir
cuales son las mejores o más pertinentes asociaciones entre
las características articulatorias y sonoras de fonos y fonemas
con las características gráficas para los grafemas
a diseñar .
Existe un alfabeto, el han-gul o alfabeto coreano,
inventado de manera científica cuyos grafemas poseen esta
clase de simbolismo, así, por ejemplo: el rasgo velar k se representa con la figura
de un ángulo recto que simboliza la lengua retraída
contra la garganta; el rasgo bilabial m con el contorno
de los labios de una boca; el sonido dental se representa con una
figura en ángulo recto que simboliza la lengua levantándose
contra los dientes; el rasgo alveolar s con la figura de una cúspide
dental y el rasgo faringeo ng con un círculo que bien puede representar
el interior del tubo faringeo.
Digamos que el han-gul es un alfabeto
rigurosamente no ambiguo, cada grafema representa un fonema y cada
fonema un grafema. Añadamos que su inventor, el rey Sejong,
siglo XV, tenía como objetivo hacer accesible la cultura
a todo el pueblo, para que así pudiera participar de las
cosas del estado.
El
autor del presente ensayo, además de haber aprendido japonés
e inglés, también, como muchos otros ha pensado en
cómo pudiere ser una reforma del alfabeto español,
y leído acerca de diferentes posibilidades: Correa, Andrés
Bello, el alfabeto sefaradí y otros. Con ocasión de
adquirir cierto conocimiento de fonética, fonología
e interpretación de sonogramas, esto último ayudado
de la posibilidad de obtener sonogramas mediante un programa informático,
comenzó a pensar en la anteúltima posibilidad arriba
explicada, la iii, para un alfabeto español.
La idea era valerse de las formas características
de los fonos en los sonogramas como base para los rasgos de los
grafemas. Así, uno de los rasgos más evidentes a tener
en cuenta era la barra del fin de la oclusión en los
oclusivos o explosivos; en los fricativos el rasgo común
sería el de las ondulaciones; en las vocales los rasgos tenían
que ser sin duda la posición relativa de los dos primeros
formantes... e intenté una representación de las vocales
como sigue:
Pero
cuanto más trataba de abstraer la forma y de facilitar
su dibujo tal y como se haría en la escritura, más me
acercaba a las formas que conocemos del alfabeto. Al comprobar,
que, además, en efecto, resulta que la mayoría de
la letras que representan sonidos explosivos tienen un palo vertical
en su grafía y que las letras que representan sonidos fricativos
puede considerarse que comparten rasgos gráficos asemejables
a formas de ondas, desestimé mis pretensiones de hacer un
alfabeto nuevo y me concentré en comprender mejor la relación
entre las características articulatorias y, o, acústicas
con las características gráficas de los grafemas.
Esto lo explico en Las letras se conforman según los fonémas.
Como
resumen de las conclusiones a las que sin mayor dificultad se
puede llegar podemos hacer el siguiente cuadro para las consonantes:
trazo |
representa |
largo y vertical |
oclusión/explosión |
ondulado |
fricación |
redondo bajo |
sonoridad |
En
cuanto a las vocales, se caracterizarían por la ausencia
de rasgos por encima o por debajo de las líneas
interiores de la escritura y por señalar con su forma,
por ejemplo, las alturas relativas de sus frecuencias sonoras características
o, y, la apertura y forma de los labios.
Junto a los
rasgos que representan sonidos, un tipo diferente de rasgos
que debe considerarse en las letras son los rasgos necesarios para
que el grafema sea visible, es decir, para que se pueda distinguir.
Digamos que un grafema no podría consistir en un simple trazo
horizontal, o en un trazo ligeramente más largo que otro,
porque estos se confundiría con facilidad. Un ejemplo de rasgo
necesario para la visualización de otro son los trazos verticales
de los grafemas de nasales <m>, <n> y el del
vocal <u>.
Por ultimo están
los trazos adicionales de unión entre grafemas al
escribir palabras.
Del alfabeto español podemos decir que en los grafemas
no ambiguos se cumplen con gran claridad las características
señaladas. Los grafemas sin ambigüedad son:
|
de sordos |
redondeados de sonoros |
barra de oclusivo/explosivo |
<t> <p> <k> |
<d> <b> |
ondulados de fricativos |
<s> <z> <f>
<j> |
redondeados de nasales |
<m> <n> |
ambivalentes de líquidos |
<l> <r> |
redondeados de vocálicos |
<i> <e> <a>
<o> <u> |
Como se puede apreciar, la introducción
del grafema <j> en lugar del <x> para representar el
fricativo -lo cuál fue el único éxito de la
reforma chilena de la ortografía- fue un gran acierto, dado
que el <j> posee un trazo ondulado análogo a los de
los otros grafemas de fricativos, que no posee <x>. Nótese,
quien sepa de las propuestas de reforma del alfabeto español
que en más de una de ellas se cometería error al proponer
volver al <x>, si lo afirmado aquí es tan cierto
como se argumenta.
Los
grafemas con ambigüedad son:
<g> |
de oclusivo/explosivo |
y |
de fricativo |
<c> |
de oclusivo/explosivo |
y |
de fricativo |
<y> |
de fricativo |
y |
vocálico |
De estos grafemas se puede decir que:
a) <g> tiene los rasgos gráficos pertinentes
para acomodarse como representante de /g/ oclusivo/explosivo-sonoro,
no obstante, hay que decir que <q> parece ajustarse
aún mejor a este fonema.
b) <c> carece de rasgos gráficos que con claridad
se puedan asignar a fonema consonántico alguno. Añadamos
que semeja más representar un fonema vocálico.
c) <y> tiene rásgos gráficos que se pueden
relacionar con un fonema consonántico y no con uno vocálico.
El resto son los
grafemas <ñ> y <h> y los dígrafos <qu>
<gu> <ch> <ll>.
Si
al autor se le propusiera hacer un alfabeto con mayor
plenitud de simbolización gráfica propondría el
siguiente:
<a>, <b>, <d>, <e>, <f>,
<g> ó <q>, <i>, <j>, <k>,
<l>, <ll>, <m>, <n>, <ñ>,
<o>, <p>, <r>, <s>, <t>,
<u>, <x>, <y>, <z>
El
dígrafo <ch> se sustituiría por <ts> que,
de hecho, representa mejor la africación. El uso del
<y> se debe reorganizar para que no represente el /i/. La representación
de la vibrante múltiple se haría como hasta ahora,
no sería conveniente generalizar un uso del dígrafo
<rr> ya que la duplicación en español parece
relacionarse, también, con los fonemas palatales.
Nótese que queda
como problema el que el fricativo <z> para la mayoría
de hispanohablantes sería redundante del <s>, pero,
cabe considerar, que inclusive con relación a este
asunto resultaría de mayor simbolismo gráfico <z>
que <c>. Un problema más, es la decisión de si
sería mejor el grafema <g> o el <q> para la
representación del la oclusión/explosión mas sonoridad
del fonema /g/.
Tal alfabeto representaría los fonemas de acuerdo
a los siguientes cuadros:
grafemas consonantes |
|
de
sordos |
de sonoros |
de oclusivos |
|
|
de fricativos |
|
|
de africado |
|
|
de palatales |
|
|
de nasales |
|
|
de líquidos |
|
|
grafemas vocales |
|
de anteriores |
de central |
de posteriores |
de altos |
|
|
|
|
|
de medios |
|
|
|
|
|
de bajo |
|
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En estos cuadros no se ha pretendido
dar cuenta de los fonemas, sino de los grafemas que se sugieren
de acuerdo a las característica fonéticas con que
se definen los fonemas que parecen estar representadas en sus rasgos
gráficos.
Esta es una sugerencia,
considero que sería interesante profundizar en la comprensión
psicofísica (ciencia de la percepción) de la relación
entre grafemas y los sonidos con que se asocian. Lo expuesto puede
tomarse como un primer paso, pues es posible, además, de
precisar mejor, que se puedan apreciar otras relaciones
no consideradas.
Referencias
David Crystal (1987): Enciclopedia del Lenguaje.
Versión de Juan Carlos Moreno Cabrera. Taurus 1994.
Madrid. (página 174)
Gregorio Salvador Caja y Juan
Ramón Lodares Marrodán: Historia de las
Letras. Espasa 1996. Madrid.
Kang Shin-hang: «La Creación del
Alfabeto Coreano.» Koreana. El Arte y la Cultura de Corea.
tomo 8, nº3, otoño 1997.
Mariano de Vierna y Carles-Tolrá.
Las letras se conforman según los fonémas. Páginas personales del autor. marzo
de 2000.
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