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INTRODUCCIÓN Un mutágeno o genotóxico es cualquier agente capaz de afectar el ADN, material genético, de un ser vivo (Álvarez 2001). El efecto de estas sustancias, por lo general es lento, progresivo y en ocasiones puede ser irreversible. El cuerpo humano está ligado a los hábitos de la vida: trabajo, hogar y medio ambiente. Es por ello que cuando el ambiente y el entorno en el que nos desarrollamos se ven amenazados por contaminantes físicos, químicos o biológicos nuestro organismo se puede ver afectado (Álvarez 2001). Se calcula que un ser humano común puede estar expuesto de manera cotidiana a un promedio de 35,000 agentes químicos diferentes (Albert 1990). Muchos han sido descritos como mutagénicos. Estos llegan a nuestras manos formando parte de una gran cantidad de productos. Existen varios grupos de sustancias potencialmente peligrosas desde al punto de vista genético, por mencionar solo algunas: a) Farmacéuticos b) Plaguicidas c) Productos de limpieza d) Emisiones gaseosas
Algunos de los peligros para la salud por la exposición a largo plazo de sustancias genotóxicas son el cáncer y los efectos teratogénicos (Montesano y Tomatitis 1977).
Existen diversas pruebas diseñadas para detectar y evaluar daño genético inducido por agentes químicos, físicos y biológicos. Se han desarrollado bioensayos en plantas, insectos y bacterias, cada prueba posee diferentes ventajas en cuanto a su costo, duración y sensibilidad (Grant y Salamone, 1994: Ichikawa, 1992; Grant et al. 1992; Graf y Singer, 1992; Graf et al. 1984; Ames et al. 1973).
CÁNCER Y MEDIOAMBIENTE Se ha calculado que un 80% de los cánceres tienen un origen ambiental (Álvarez 2001). Cada año se invierten miles de millones de dólares en la atención de enfermos de cáncer, y en la mayoría de las veces las consecuencias finales son fatales.
Debemos de tomar en cuenta que cada año se gastan millones y millones de dólares en la búsqueda de una cura milagrosa contra el cáncer. Otra solución más obvia para intentar disminuir las incidencias podría ser el acabar con ese porcentaje ambiental que puede causar el cáncer, es decir, conocer aquello que puede estar afectándonos en nuestra vida cotidiana para protegernos. Buscar alternativas que se encuentran en nuestras manos. Por lo tanto, es necesario el desarrollar eficientes metodologías que se puedan utilizar para detectar agentes genéticamente peligrosos al hombre y a otros seres vivos.
VINCULACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN CON LOS USUARIOS. Dependencias como la Secretaria del Medio Ambiente y Ecología deberían de establecer la detección de los genotóxicos ambientales como una prueba de rutina. En los Estados Unidos todo producto que sale al mercado es evaluado desde el punto de vista genotóxico. En México este tipo de pruebas no son requeridas aunque si están legisladas. En lo que se refiere a la salud humana, estos estudios pueden contribuir fuertemente en al diagnostico de personas expuestas a estas sustancias y así prevenir daños posteriores. El diseño de nuevos sistemas de prueba permiten evaluar la peligrosidad de los agentes químicos o físicos. Debemos tomar en cuenta que el efecto genotóxico puede presentarse a largo plazo, de tal manera que el detectar a tiempo estas sustancias puede evitar problemas en la salud y por lo tanto perdidas económicas a la sociedad en general.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
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