Sección EVENTOS, índice:

ENTRE ABDUCCIONES Y EXPEDIENTES OFICIALES:
Encuentro Internacional
OVNIS: ¿QUIENES OCULTAN LA VERDAD?

El miércoles 7 de febrero de 2001, se realizó en el Bar Temático La Forja, de la Ciudad de Buenos Aires, un apasionado debate del que participó un auditorio que incluyó a público interesado, periodistas y entusiastas de los OVNIs de todas las tendencias, había buscadores tenaces del contacto cósmico, ufólogos cientificistas y también escépticos militantes. La heterogénea concurrencia generó un intercambio de ideas esclarecedor, más allá de las previsibles diferencias de opinión que generaron encendidos diálogos, pero la honestidad indiscutible con que fueron abordados los más diversos temas, hicieron que los asistentes despidieran a los panelistas con un cerrado aplauso.
La coordinación de Alejandro Agostinelli (periodista) y Rubén Morales (psicólogo social) se centró en facilitar la comunicación entre los disertantes y el público local.
El selecto panel de oradores extranjeros estuvo integrado por el Lic. Luis R. González (Málaga, España), colaborador de las revistas "Cuadernos de Ufología" y de la legendaria "Stendek", autor de importantes trabajos sobre el fenómeno de las abducciones además de haber traducido numerosos artiículos sobre el tema. Es patrono de la Fundación Anomalía, organización que participó decisivamente en la desclasificación de los archivos secretos sobre OVNIs del Ejército del Aire español.


Los panelistas de La Forja: De izq. a der.: Rubén Morales, Alejandro Agostinelli, Jorge Alfonso Ramírez, Diego Zúñiga y Luis R. González Manso
Desde Santiago de Chile nos acompañó el investigador Diego Zúñiga, que estudia periodismo y ciencias de la comunicación en la Universidad de Chile. Apasionado difusor de la ufología crítica en el país trasandino, publica sus trabajos en la revista especializada "La Nave de los Locos".Y el tercer integrante del panel fue Jorge Alfonso Ramírez, de Paraguay, representante en su país de la Mutual UFO Network (MUFON - EE.UU.). Condujo el programa radial "Contacto" y, desde hace algunos años, es referente obligado de los medios paraguayos a la hora de recabar una voz crítica sobre la temática paranormal, así como colabora con una decena de publicaciones especializadas.

Como muestra, reproducimos a continuación los conceptos básicos que manifestaron los tres panelistas acerca de dos temas candentes dentro de la temática OVNI: La verdad sobre los expedientes oficiales en cada uno de sus países y el intrigante fenómeno de las abducciones:

 

LOS X FILES DE PARAGUAY, CHILE Y ESPAÑA

Jorge Alfonso Ramírez (Paraguay):
-Fui el primero en tener acceso a un documento oficial, del Ministerio de Defensa del Paraguay, que hacía referencia a un hecho ocurrido en 1991 en el aeropuerto, del cual fueron testigos: pilotos, controladores de tránsito, operadores de radar. En Paraguay no existe una estructura oficial que oculte información. Sabemos sí de militares que en forma "underground" tienen mucho interés en la temática.

Diego Zúñiga (Chile)
-En Chile existe un ente que aglutina los casos ovni que ocurren. Fue creado en 1996, como respuesta a un caso planteado en el norte, en la frontera con Perú. Este caso, que no fue explicado en su momento por la Dirección General de Aeronáutica, implicó a varios generales en retiro de la Fuerza Aérea y entonces se creó el Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos (CEFAA). El CEFAA estudia el tema OVNI ante la presunta posibilidad de que éste pudiera ser peligroso para la seguridad del país. Los archivos son abiertos a quien quiera verlos y según su presidente, el Gral. Ricardo Bermúdez, solo un 2% de los casos no ha sido explicado hasta hoy pero están aún en proceso de investigación.
El ejército no oculta información sobre naves extraterrestres, sino que oculta la información que pudiera ser de interés para la seguridad nacional. Y no hay elementos para afirmar que haya naves extraterrestres en los hangares de Chile

Luis Reynaldo González Manso (España):
-Los expedientes militares en España se remontan a unos 20 años. Hay casos más antiguos, pero el gran interés sobre el asunto nació a través de J. J. Benítez, quien tuvo acceso a las altas jerarquías del ejército y pudo obtener una serie de documentos. Cuando publicó esos documentos se creó un cierto malestar en el ejército y hubo una declaración de secreto.
Con el paso de los años, ciertos ufólogos de prestigio del Centro de Estudios Interplanetarios ­grupo decano en la península- y, fundamentalmente, Vicente-Juan Ballester Olmos, consiguieron ganar la confianza del ejército. Después de múltiples reuniones, lograron que los militares confiaran en la ufología civil que hace una investigación seria y que les aportó a ellos algunos conocimientos que los ufólogos hemos adquirido a través de todos estos años, conocimientos que los propios militares desconocían.
Un caso paradigmático fue, el 5/3/79, la observación de un OVNI en las islas Canarias. Circuló por todo el mundo la fotografía del objeto, pero recién el año pasado se pudo lograr la confirmación definitiva de que habían sido cohetes intercontinentales lanzados desde submarinos americanos.
Finalmente, gracias a la labor de estos ufólogos, se logró que los expedientes militares salieran a la luz, y al día de hoy están disponibles para cualquiera que los desee consultar.
Tras el análisis de los mismos, solamente un caso de aterrizaje todavía queda como inexplicado. El resto son avistamientos de pilotos, que en su mayoría son confusiones con estrellas o con Venus. Hay casos todavía inexplicados en el nivel actual de la investigación.
Al día de hoy en España no hay ningún organismo oficial encargado de la investigación del fenómeno OVNI.
También pudieron haber investigado casos la Guardia Civil o la Policía, quienes pueden tener informaciones que estamos tratando de que salgan a la luz.


De izq. a der.: Jorge Alfonso Ramírez, Luis R. González Manso y Diego Zúñiga.

EL FENOMENO DE LAS ABDUCCIONES

Luis Reynaldo González Manso (España):
Mi especialidad es el tema de las abducciones, que me ha interesado desde siempre. Y me ha llamado la atención que las investigaciones que se hacen en Estados Unidos están centradas en el punto de vista de que son extraterrestres.
Se habla de "abducción" cuando unos supuestos seres extraterrestres secuestran a una persona y la someten a distintas torturas, últimamente se han puesto de moda los contactos sexuales que van dando lugar al nacimiento de hijos híbridos.
En los años'70, cuando comenzaban las abducciones clásicas de la ufología, su aparición parecía ser un paso al que yo mismo le di la bienvenida. Era el evidente final de un proceso: Primero se veían las naves, después las naves aterrizaban, luego se veía al humanoide, eran humanoides que cavaban y tomaban muestras de tierra, y luego pasaban tomar muestras de las personas. ¡Era lógico! ¡Era admisible!.
Pero a partir de la década de 1980, el fenómeno decayó mucho y apareció la segunda fase de las abducciones. Ya no se trataba de un señor conduciendo por la carretera que veía un OVNI, luego no recordaba lo que había pasado, y con hipnosis le hacían recordar cosas.
Ahora la nueva moda de las abducciones es que estás en tu casa tan tranquilo, y sucede algo en la noche, tras lo cual te despiertas sangrando por la nariz u otra cosa extraña. Te someten a hipnosis ¡y descubres que te habían raptado en tu propia casa!.
Ahí me quedó claro que lo que hoy se llama abducciones prácticamente no tiene nada que ver con los OVNIs. Son dos fenómenos completamente distintos. Lo que es evidente con respecto a éstos "visitantes de dormitorio" es que no existen pruebas, son experiencias donde los propios abducidos dicen haber salido de la habitación atravesando las paredes para llegar al OVNI, y no es como antes, que se trataba de casos que ocurrían una vez en la vida. ¡Ahora cada semana los están secuestrando para alguna cosa distinta!.
Desde el punto de vista científico, una explicación de estos casos es la "parálisis del sueño" que todos hemos sufrido alguna vez. A mi mismo me ha sucedido, eso de despertarte en la noche pero incapaz de moverte. Algunas personas pueden llegar a pensar que esa experiencia significa que han sido abducidas y luego terminan inventando una serie de cosas. En todo caso, se trataría de una experiencia interior de la persona y no objetiva, exterior.
Buscando refutar esta hipótesis, los ufólogos más creyentes en la hipótesis alienígena han tratado de estudiar casos donde hubiera varios testigos. El más famoso es el de Linda Cortile o Linda Napolitano, que fue secuestrada en medio de Nueva York, de un departamento en un rascacielos, al lado del famoso puente sobre el Hudson. Otros testigos externos, que jamás fueron identificados, habrían asistido a aquella abducción e incluso también habría sido secuestrado el entonces Secretario de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar. Este caso fue difundido por Budd Hopkins, un famoso investigador norteamericano. Pero cuando uno entra a analizarlo, se da cuenta de que nadie habló con los supuestos testigos: Solo se han recibido cartas, alguna grabación, pero la única entrevistada en persona es Linda Napolitano. Y de lo único que se acuerda concientemente Linda, es que se acostó, estaba rezando y cuando miró hacia el pie de la cama vio un extraterrestre. Todo lo demás ha sido obtenido bajo hipnosis, que no es un método fiable para descubrir la verdad: Es imposible distinguir qué es real y qué es imaginario en lo que relata una persona bajo hipnosis.
La última novedad en estos temas viene de Australia, donde el pelo de una extraterrestre fue sometido a un análisis por ADN. Luego del análisis, el pelo podría pertenecer a una persona humana de cierta región de Taiwan, con características genéticas muy peculiares pero perfectamente humanas.
¿Cómo aparece ese pelo? Un señor se encontraba durmiendo, su esposa no estaba con él esa noche, se despierta en su dormitorio, y al despertar descubre dos mujeres en su cama, una rubia y otra morena. Una tenía rasgos orientales y la otra con aspecto "híbrido" entre "gris" y humana, con ojos no tan grandes como los de los famosos "grises", esos característicos extraterrestres de piel gris, una gran cabeza y negros ojos sesgados.
Entonces ve que la rubia parece estar tratando de enseñarle a la morena la forma de hacer el amor con un hombre, así que aproxima la cabeza del hombre a sus pechos y al hombre no se le ocurre otra cosa que ¡morderle el pezón y arrancárselo!. Y la extraterrestre ni se inmuta.
Entonces el hombre se atraganta con el pezón y se lo traga, le viene un ataque de tos que le hace apartar la mirada, y cuando vuelve a levantar la vista ya las dos mujeres habían desaparecido.
Luego va al cuarto de baño y descubre que alrededor de su pene tenía un pelo enrollado, y ese es el pelo que se analiza
Y ya que por fin se encuentra una evidencia, cualquiera haya sido, me parece bien que se la estudie.
Por fin, quiero dejar en claro que tengo el máximo respeto por las personas que dicen haber sido abducidas, no creo que se estén inventando todo, salvo algún caso concreto, que también los hay, claro.

Diego Zúñiga (Chile):
-Los relatos de abducciones nos dan la maravillosa posibilidad de preguntarnos sobre el verdadero origen del tema de los OVNIs y cuales son los elementos que lo cohesionan. ¿Qué cosa une a una abducción con el avistamiento de un alienígena, con una huella en la tierra, con una marca tatuada en un brazo? ¡El componente mítico de los OVNIs aglutina todo ésto!
Podemos preguntarnos, por ejemplo ¿por qué unos seres que se suponen con una tecnología súper-avanzada, deambulan por el espacio para clavarle una vulgar aguja a un ser humano? ¿una nave interplanetaria necesita bajar una rudimentaria escalerilla para tocar tierra? ¿una nave que no evita quemar el pasto cuando aterriza?. Por favor, esos comportamientos son ¡totalmente humanos!.

Jorge Alfonso Ramírez (Paraguay):
Personalmente, suelo poner mis reparos acerca de la "subcultura" que se mueve alrededor de estas historias de abducciones.
Para investigar un caso, siempre es preciso buscar elementos que permitan objetivar un testimonio, como lo son la detección por radar o múltiples observaciones por testigos independientes.
Porque en este tema existe una subcultura que tiende a aceptar el testimonio de una persona como si fuera una evidencia. ¡Y desde ese enfoque estamos perdidos para cualquier investigación!. Para la ciencia, un testimonio en sí no es una evidencia, apenas es una pista.
Las abducciones merecen abordarse desde un enfoque psicosocial, viendo cómo reaccionan las personas ante una "cultura platillista" influida por las películas y la literatura de ciencia ficción. Por ejemplo, si a cualquier chico le pides que dibuje a un extraterrestre, dibujará un típico cabezón con ojos alargados porque ha estado mamando esa imagen desde el principio. A partir de allí, todo testimonio está contaminado por esta subcultura.
Creo que hay que abordar estos casos con un "escepticismo moderado", es decir, el investigador por propia definición, no puede tratar de encontrar aquello que está buscando, sino que cuando busca algo, no sabe lo que va a encontrar.
La mayoría de los "abduccionistas" hacen lo contrario. Budd Hopkins, por ejemplo, cada vez que somete a hipnosis a alguien, persigue encontrar pruebas que confirmen su propia teoría, esto es, que se trata de extraterrestres secuestrando gente, lo que siempre es bueno para escribir libros y ganar derechos de autor.

VOLVER A INDICE DE EVENTOS


BACK-STAGE DE UNA TERTULIA UFOLÓGICA PORTEÑA

HISTORIAS DE FOGATA
A LA LUZ DEL PLATILLO

Actas clandestinas de una reunión donde se habló de ufólogos ausentes. De una temeraria expedición al Carcarañá a fines de los 70. De un encuentro con el espanto en la estancia La Aurora, en Salto. Del audaz experimento donde una hormiga negra sobrevive ilesa a las leyes de la física alienígena. Y del silencio de un amigo cósmico que se guarda el Gran Secreto.

Nada mejor que despedirse del Milenio reuniéndose con amigos. De manera que el último mes de diciembre del siglo XX me puse de acuerdo con mis incondicionales de siempre: Heri, Juan y Gurú. Los cuatro -mejor dicho, los cinco- compartimos pequeñas utopías en los años dorados de la Comisión de Investigaciones Ufológicas (CIU), con nuestro querido y extrañado Guillermo Roncoroni. A la reunión se sumó Fedhar, otro amigo incondicional. A diferencia de los ufólogos, mi unión con Fedhar viene de otras historias. De otras encarnaciones. Él es un artista visionario. Un místico puro, inteligente y creativo. A su manera, un nuevo crítico del viejo misticismo. Al llegar, nos sirve en bandeja el deseo del brindis con la noticia de que va a ser papá.
Estábamos en el patio de mi casa. Isabel, Beatriz y Gilda -esposas de Heri, Juan y Gurú- seguían con sus abrigos puestos. Mirta, el amor de mi vida que ahora además es mi mujer, notó que estaban ateridas por el frío e insistió en hacernos pasar al living. Juan trataba de explicarme que iba a sacar una cuenta en hotmail, pero, mientras tanto, no sabía cómo sacarse de encima a mi hijita Chiara, que lo arrastraba para que fuera a ver a su Santa Claus eléctrico. Gurú le preguntaba a Fedhar en qué andaba y él respondía que estaba viajando seguido a Capilla del Monte. La misión de sus visitas a la ciudad del Uritorco obedece a razones misteriosas. Nadie insistió al respecto, y si alguien lo hubiera hecho él seguramente se le iba a quedar mirándolo con una sonrisa. Fedhar no da explicaciones a menos que se le presenten buenas razones.

CARCARAÑA, TOMA 1. Sin decir agua va, pasamos al comedor a atacar las empanadas. No tengo idea de cómo desembocamos en aquella conversación. Quizás todo comenzó cuando mencioné que Gurú, allá por el año '79, había armado un collage sonoro mezclando tangos de Gardel y Lepera con su relato en off donde resumía con su inconfundible estilo biografía y desventuras de algunos notables ufólogos locales. Así, mientras él explicaba el sentido platillista de El día que me quieras ("La noche que me quieras/desde el azul del cielo/las estrellas celosas/nos mirarán pasar/y un rayo misterioso/hará nido en tu pelo ..." y el de otras letras que aludían a chantapufis de arrabal, me transporté al remoto origen de la secreta admiración que siempre profesé por Gurú. Es que aquellas grabaciones eran pequeñas obras de arte. Pedazos de vidrio que se me antojaban diamantes porque sólo algunos disfrutábamos del privilegio de su comprensión. Eran de una rara y exclusiva genialidad, ininteligible para el profano.

La cosa es que nos subimos al tren de las anécdotas cómicas. Todas relacionadas con nuestra afición común, claro. Y todas, seguramente, corregidas con remiendos que suelen mejorar el efecto humorístico. Pensándolo de nuevo, creo que empezó Heri, aprovechando que atesora un repertorio francamente desopilante. Evocó, por ejemplo, su viaje con Adalberto Ujvari, Analberto Alcaráz y Martha González a Carcarañá, Santa Fe, donde ­según les confió Amado Escándar, ex comisario y ufólogo- en el río solían verse luces misteriosas. "Y fuimos dispuestos a pasar una noche de vigilia. Adal, pertechado con el último grito de la tecnología, llevaba una batería eléctrica de coche con una guirnalda de luces de Navidad para iluminar la carpa, cámaras de fotos y hasta woquitokis. Es decir, iba preparado como para escalar el Aconcagua. La idea era llegar hasta el río Carcaraña por el Club Náutico de Casilda. Así, nos internamos en un campo lleno de maleza cerrada y salvaje, escoltados por cinco perros que se nos pegaron hasta que nos fuimos". Heri los azuzó: "¡Juira, picho! ¡Juira!". Pero Martha, amante absoluta de los cuadrúpedos, les acariciaba la cabecita y les convidaba latas de paté de foie y sardinas. Adal seguía enfrascado en la aventura. Estaba demasiado ocupado abriendo el sendero, que zanjaba a golpes de hoz con la fiereza de Indiana Jones. En eso, con las ropas tachonadas de abrojos y embarrados hasta el alma, llegaron a una casita donde cogoteó un paisano.

- ¿Aquí no suelen ver luces raras por las noches? -preguntó Adalberto.
- No.
- ¿Y objetos luminosos saliendo del río?
- No.
- ¿Y gente extraña o cosas por el estilo?
- Y no, la verdad que no.

Los interrogatorios de Adal, dice Heri, se parecían a los de Fox Mulder. Adalberto, claro, corría con 15 años de ventaja. "En ese momento -continúa- decidimos largarnos de ahí, meternos otra vez en la maleza y volver al mundo civilizado".

- ¡Oiga, don! -gritó el paisano. ¿Por qué no van por el camino de tierra?

El camino de tierra quedaba a diez metros de aquella maleza cerrada e impenetrable.

La expedición duró cuatro días. Heri aclara que no estuvieron subalimentados, pero casi: Martha había priorizado desayuno, almuerzo y cena de los mastines, a quienes sirvió hasta la última lata de comida. Una de las últimas noches se metieron en un matorral para indagar: uno de la expedición advirtió movimientos inusuales en el pastizal. "De pronto -recuerda Heri-, vimos dos ojos brillando en la oscuridad. Martha pegó un alarido de terror. Pero los ojos no eran de un extraterrestre sino de una vaca, que rumiaba lo más pancha."

SALTO, TOMA 2. Casi todos los ufólogos guardan historias de fogata sobre alguna jornada de vigilancia nocturna. De la búsqueda exaltada de algún brillo raro en el cielo, en campos ajenos y, en lo posible, lejanos. Heri me hizo acordar de la vez que llegamos con Alex Chionetti hasta el campo de Angel María Tonna, en Salto, Uruguay. En aquel crudo invierno de 1980, la estancia La Aurora aún no era popular. Todavía no era la romería extraterrestre en que se convirtió años después, cuando el caso le dio letra a Triguerinho, el contactado brasileño, inspirando a uno de sus populares recetarios de experiencias esotéricas. Por entonces, La Aurora era, apenas, un paraje inhóspito donde vivía el estanciero que, en marzo de 1976, declaró haber visto un platillo que -rayo misterioso mediante- se había cargado parte de un bosque y calcinado a dos ombúes gemelos y a un perro. Dentro de uno de los árboles se había formado un agujero. A su sombra había un cartel: "Peligro. Aléjese. Fenómeno", se leía. La advertencia se refería a la posible presencia de radiación. Lo cierto es que asomarse a ese pozo daba náuseas: el ombú se había convertido en tumba de culebras, comadrejas, gallinas y sapos disecados. Según Tonna, animal que caía por el hueco, sucumbía momificado.

Pero el atractivo de La Aurora -donde habían comenzado a peregrinar algunos grupos contactistas, como el de "la capitana" Perla Perviú o "Madre Isis"- era la facilidad con que se aparecían las naves. Para los contactados, Salto era un "vórtice magnético". Para los ufólogos, una "área ventana". Otros no le llamaban de ninguna manera: sólo acudían a bañarse a sus espejos de agua, a la que creían curativa.

- No lleven la cámara de fotos. Si la llevan, "ellos" no se dejarán ver ­advirtió Tonna.

Durante el día, el dueño de la estancia nos había mostrado unas piedras de colores de presunto origen extraterrestre, su álbum de visitas célebres (en una de ellas se veía a Bob Pratt, cronista estrella del National Inquirer) y... decenas de fotografías de naves romboidales. Debían tratarse de reflejos en la lente de la cámara, pero no nos inclinamos por esa opinión porque fuéramos escépticos sino porque el mismo Tonna pregonaba que las naves rehuían de todo afán de notoriedad.

Pero, al caer la noche, Tonna nos mostró las luces.

- Ahí están ¿ven?
- ¿Dónde? ¿Dónde? ­desesperamos.
- Ahisíto nomás, se aparecen a estas horas -comentó el gaucho, fingiendo un trato cotidiano con lo extraodinario.

Era cierto: un par de focos rojos parpadeaba sobre el horizonte.

Habíamos llegado a Montevideo para entrevistar a Juan Froche, protagonista de un encuentro el 14 de junio de ese año con sendos humanoides (uno de los cuales le había quemado la palma de la mano), y a conocer a la gente de la CRIDOVNI, la comisión oficial uruguaya de investigación OVNI. La decisión de subir hasta Salto, previo paso por Concordia para localizar unas fotografías obtenidas el mismo día del caso Froche, había sido espontánea. Ni siquiera habíamos llevado el abrigo apropiado. Pero ya estábamos jugados y ni lo discutimos: cuando Tonna dijo que las luces aparecían por ahí, decidimos salirles al cruce. Habíamos avanzado unos 500 metros salteando bosta y alambrados y las malditas luces seguían fijas ahí. Por momentos titilaban, se apagaban o reaparecían en otro lugar. El único recuerdo que mantengo indeleble es el frío. Temblábamos de frío. Alex, completamente imbuído en la filosofía de Jacques Vallée, recitaba como poseído: "Somos piezas del juego de ajedrez cósmico. Estamos perdidos. ¡La inteligencia del fenómeno nos manipula!". Le faltaba soltar una risotada como la del profesor Neurus. En algo tenía razón: estábamos perdidos. Esa caminata eterna no acortaba la distancia que nos separaba de las luces. Aún así, yo me imaginaba que aquella nave, o lo que diablos fuera, se nos iba a tirar encima en cualquier momento. Estábamos por cruzar el enésimo alambrado de púa cuando pego un salto hacia atrás: el metal había comenzado a vibrar violentamente.

- ¿Viste eso? -le grité a Alex.
- ¿Si ví qué? -contestó. El humanoide de mi amigo llevaba los binoculares y parecía enfrascado en otra cosa.
- ¡Que el alambrado se movió! -insistí.
- ¡Qué se va a mover!

El alambrado volvió a temblar, esta vez con más fuerza. Disparé de ahí con tanta convicción que mi mente aceleró más que mis piernas. Alex me siguió el tranco con su pata coja y me explicó que me había hecho una broma inocente. Yo apenas tenía 17 años. Ya era tarde. Hacía frío. Tenía hambre. Y el miserable casco de la estancia que no aparecía por ninguna parte. "¡Mamáááá! ¡Quiero ir con mi Mamá!", debí murmurar.

Ya en el patio de la estancia, descubrimos con desilusión que Tonna había traicionado su proclamada solidaridad cósmica: pese a que le habíamos suplicado que nos prestara algo con qué taparnos, no nos dejó ni una frazada rotosa. Todavía no me explico cómo pudimos conciliar el sueño abrasados por ese frío polar.

Al amanecer, le pedimos que nos llevara con su jeep a la zona donde habíamos visto las luces. El tour incluyó una parada en el área de los "asentamientos": el luego famoso ovnídromo de Salto. "Siempre estacionan acá, usan las mismas huellas", explicó Tonna. Pese a que estábamos dispuestos a sorprendernos, las marcas no eran nada del otro mundo: parecían hechas como si alguien se hubiera tomado el trabajo de ir empotrando sobre el barro una cacerola cargada con algo pesado.

Debo aclarar que mis recuerdos están tamizados por el malhumor. Es decir: yo no confiaría mucho en ellos. Aún así, retengo que por la zona donde vimos las luces había una ruta bastante transitada. En nuestra visión quizá se mezclaron los faros de los automóviles, la sugestión que nos infundió Tonna con sus historias, el vívido encuentro cercano que Don Froche nos había relatado el día anterior y las teorías paranoicas de Vallée, mediadas por el bueno de Alex. También pudo ser la prosaica luz de un farol, eclipsada por ropa tendida movida por el viento. O una genuina nave extraterrestre, vaya uno a saber.

LA HORMIGA ATÓMICA, TOMA 3. Esta otra la contó Heri. Empezó por reivindicar a Carlos Demaría, el primer ufólogo argentino que admiró en su vida. Heri había heredado su buena disposición a partir de un comentario de Oscar Galíndez, gurú de la ufología seria de la época, quien desde la revista Ovnis, un desafío a la ciencia había elogiado a su boletín, Extraterrestre. Por aquellos años, Demaría, presidente del CAIFE (Centro Argentino Investigador de Fenómenos Extraterrestres), era toda una celebridad: lo había entrevistado hasta el mismo Clarín y parecía mucho más creíble que Fabio Zerpa. Yo enseguida suscribí su opinión: a la salida de una de sus conferencias, Demaría me habló como de colega a colega, a pesar de yo era un borrego de 15 años. "¿Se acuerdan cuando los sábados a la mañana pasaban en Canal 7 el programa 'El hombre en el espacio'"?, se avalanza Heri. "Bueno, Demaría apareció una vez explicando una teoría de propulsión OVNI. Para demostrar que ningún ser humano es capaz de resisitir la violenta aceleración de un plato volador, llevó un trompo y una hormiga negra. Pegó el bicho sobre el juguete con una cinta scotch y lo hizo girar, bombeándolo por el eje". Heri imita la voz de Carlos a la perfección. "Ahora -dijo Carlos-, la hormiga morirá aplastada por el efecto de la desaceleración". Al cabo de unos segundos de tensión, detuvo bruscamente el prototipo. Demaría despegó a la ufonauta del trompo y la puso cuidadosamente sobre la mesa. Tambaleó un poco, pero salió caminando. 'Bueno, la hormiga sobrevivió. Pero, como verán, quedó bastante mareada'".

Al llegar a su casa Carlos quizás se zambulló en un tratado de Entomología para investigar la tolerancia de las hormigas a condiciones físicas extremas. Nobleza obliga: que esta anécdota no empañe los afectos: Demaría -coincidimos todos- es uno de los raros habitantes honrados, bondadosos y desinteresados del Platillo-Circus local.

El burbujeante show de recuerdos ufológicos siguió. Y no paramos de reirnos hasta altas horas de la madrugada. Fedhar también estaba muerto de risa. Cuando alguno de nosotros hablaba, él escuchaba con atención, guardando un silencio expectante. Sólo intercaló un truculento paréntesis al comentar -no sin cierto tono profético- que el Uritorco había comenzado a recibir un aluvión de nazis esotéricos, algunos de ellos discípulos del difunto Herr Professor Guillermo Terrera.Yo, mientras tanto, pensaba: para él debe ser fuerte participar de una reunión de veteranos ufólogos cientificistas evocando sus nostalgias heréticas. Por momentos, me preocupaba que alguna humorada lo pudiera incomodar. Sólo me tranquilizaba el hecho de saber que él, a estas alturas, estaba más allá del bien y del mal: siempre quise creer que, si los extraterrestres son criaturas bienhechoras capaces de infiltrarse entre nosotros, deberían ser como el Fedhar. Me divirtió imaginar que, mientras recordábamos locuras platillistas propias y ajenas, mi amigo místico -que en general no pierde ocasión para desgranar su sabiduría estelar- prefirió el silencio para no arruinar la fiesta.

Intuyo que esa noche, por nuestro bien, se guardó el gran secreto.

QUIÉN ES QUIÉN

Heri es Heriberto Janosch (psicólogo). Gurú, Rubén Omar Morales (psicólogo social, publicitario, webmaster de Mitos del Milenio). Juan es Juan Eduardo Faillá (periodista, productor radial y representante de la MUFON en la Argentina). Y Fedhar es el apodo artístico de Fernando Ginaca. A ellos, y a Adalberto Ujvari, Alejandro Chionetti, y Guillermo Roncoroni, dedico estos apuntes sobre aquella noche y aquellos tiempos. Ellos, mis primeros y mejores amigos, están entre los más preciados regalos que me hicieron los platillos voladores. Si finalmente no existen, ¿alguien me puede decir a quién o a qué se lo debo agradecer?

Alejandro Agostinelli*

(*) Alejandro Agostinelli es periodista. Tras dejar a la ufología a fines de los 80, cofundó el CAIRP (Centro Argentino para la Investigación y Refutación de la Pseudociencia). Pasó por diversos medios y desde 1997 fue secretario de redacción de la revista Descubrir. Hoy se desempeña en el área Coleccionables y Multimedia de la Editorial Perfil.

VOLVER A MENU DE EVENTOS

LAS REUNIONES DEL CLUB DEL OVNI EN BUENOS AIRES

A mediados del 2000, el periodista Jorge Iglesias, director del suplemento OVNI del diario Crónica, tuvo la original iniciativa de crear el "Club del OVNI" en Buenos Aires con el propósito de compartir información y formar una asociación que edite un boletín con las ideas del grupo.
En total se realizaron tres reuniones en ese año, la primera convocatoria había sido en el aristocrático ambiente del Club El Progreso, y las dos restantes en la amable bodega del tradicional Café Tortoni, antiguo lugar de tertulia de la intelectualidad ciudadana que también forma parte de la historia ufológica local: Recordemos que allí, a mediados de los años '70 se realizaban conferencias sobre OVNIs (dictadas Francisco Checchi y Gustavo Fernández, entre otros), y años más tarde tuvieron lugar las enriquecedoras reuniones de investigadores coordinadas con maestría por Jesús Roberto Róvere.
El Club del OVNI, con Iglesias como presidente, Asdrúbal (Tito) Acosta como vicepresidente y Javier Stagnaro como secretario, fue el punto de encuentro de una interesante concurrencia de público y ufólogos locales, citemos entre otros a Juan Faillá, José Tunich, Carlos Iurchuk, Guido Miranda, Pablo Warmkraut, Rubén Morales, Sigfrido Cechowsky, Roberto Banchs, Alejandro Agostinelli, Osvaldo Billordo y el periodista Eduardo Marrazzi quien brindó una charla sobre sus experiencias personales con los OVNIs en la tercera y última reunión del 2000.
Un clima de amistoso respeto primó en los apasionados debates, destacando lo importante que es la comunicación entre personas que se interesan por temas similares pero que han abrevado en fuentes muy diversas y necesitan compartir conocimientos para estar más cerca de su propia verdad.
Para marzo de 2001 había programada una cuarta reunión, según nos había anunciado su secretario Javier Stagnaro, pero fue suspendida luego que Jorge Iglesias, por diversos motivos, manifestó no tener la disponibilidad de tiempo para ejercer la titularidad de la presidencia, aunque continuará como presidente honorario del Club y seguirá brindando todo su apoyo a la iniciativa así como difundirá sus actividades desde el suplemento "Crónica OVNI", pero delegando la función ejecutiva en Asdrúbal "Tito" Acosta, hasta ahora vicepresidente de la entidad. Desde entonces "El Club del OVNI" está buscando lugares en Capital o Gran Buenos Aires donde continuar realizando sus reuniones ufológicas, y pueden enviarse sugerencias al e-mail de Javier Stagnaro [email protected] o bien al teléfono de Tito: 4661-1345. Todo aporte será bienvenido.

R.M.

VOLVER A INDICE DE EVENTOS


Exclusivo: HABLA DANTE FRANCH SOBRE CONGRESO CONTACTISTA


El contactado Dante Franch, en entrevista exclusiva de Mitos del Milenio, comentó el encuentro contactista que se realizó en Buenos Aires los días 19 al 21 de enero de 2001 y habló del mundillo ufológico dando nombres y apellidos. Se desvivió en elogios acerca de Alejandro Agostinelli, expresó su respeto por lo que hace Luis Burgos y despotricó contra Jorge Suárez, quien se opuso a que el congreso se hiciera en Capilla del Monte.

El congreso de "CONTACTO Y MENSAJE EXTRATERRESTRE", organizado por Dante Franch, se realizó sin tropiezos en el Salón Embajador del Hotel Bauen de Buenos Aires durante los días 19, 20 y 21 de enero de 2001.
Las aproximadamente 200 personas que integraban el público debieron ver compensada su platea de U$S 40 tras haber visto pasar por el escenario a diversos conferencistas de latinoamérica vinculados o simpatizantes con los llamados grupos de contacto telepático extraterrestre.


Un Dante Franch distendido que se explayó sin reticencias sobre diversos temas

Inicialmente, el evento iba a realizarse en la villa cordobesa de Capilla del Monte, famosa por su mítico Cerro Uritorco. Pero Jorge Suárez, ex Secretario de Gobierno de Capilla, se adelantó a presentar una denuncia policial por estafa contra el "Centro Para El Hombre Nuevo" (ALFA) de Francisco Checchi y la "Fundación Para El Encuentro Cósmico".(FUPEC) que dirige Dante Franch, según sumario N° 195/00 expedido por el Oficial sumariante Principal Juan Ceballos, tal lo expresado en un comunicado que el propio Suárez se esmeró en difundir.
Franch resolvió ahorrarse problemas y trasladar la convocatoria al Hotel Bauen de Buenos Aires, en los mismos días, contando con el auspicio de la revista española Año Cero dirigida por Enrique De Vicente.

Dante Franch, entrevistado por Mitos Del Milenio, dio a conocer sus enfoques sobre los diversos matices que tuvo el tan traído y llevado congreso contactista, así como manifestó sus opiniones personales sobre diversos integrantes del mundillo ufológico y no eludió contestar sobre la polémica iniciada por Jorge Suárez, con algunos conceptos que no tienen desperdicio.

-Dante, ¿que nos podés decir sobre este congreso?

-Es un congreso muy lindo, con una buena cantidad de gente y conferencistas de altísimo nivel, cinco vinieron de México, entre ellos el piloto Alex France de la lista Alción, el periodista de Televisa Reyes, el investigador Carlos Guzmán, Paco Vaca de Contacto OVNI y Rose Mary Paz Wells de Perú.
Y de acá, Jorge Iglesias y Eduardo Marrazzi de Crónica, Coco Laborde, Quique Mario del Proyecto Cóndor de La Pampa. También está Luis Burgos de la fundación de ovnilogía.
Cada uno de nosotros, desde todos los sectores involucrados en esta investigación contribuimos con una parte de una gran verdad. Todas las ópticas son importantes, desde la escéptica racional (no la fanática) hasta la contactista racional y no la delirante que también hay.

-¿Qué sería el "contactismo racional"?

-Son aquellos que saben que hay un acercamiento de un sector de seres extraterrestres que están tratando de contactar a la humanidad, que lo han hecho históricamente y en determinados lugares donde estos seres aparecen con mayor asiduidad, como Victoria, Concepción del Uruguay, el Valle de Punilla, Ushuaia...

-¿Por qué no se pudo hacer este congreso en Capilla?

-Por factores a nivel organizativo y además allá hay un personaje de apellido Suárez que cree que es el dueño de la ufología de Capilla del Monte y de la huella del Pajarillo. Su hijo es secretario de la gobernación y se opuso. Y a mí no me gusta entrar en polémicas

-Suárez ha difundido un comunicado con palabras muy duras respecto a tu persona y tu grupo, y eso me llamó la atención porque él siempre había permitido este tipo de congresos en Capilla.

-No, él se opuso siempre. Tengo grabaciones de él, en su radio, en 1986, por lo cual estoy haciendo una demanda penal por injurias, calumnias, etc., etc. Ya me cansó.

-¿Tu grupo de contacto sigue siendo FUPEC?

-No, FUPEC no existe y nunca existió como organización. Porque para eso tenés que tener personería jurídica, hacer una asociación civil, y todo eso nunca lo tuve.

-Es decir que el grupo se mantiene en la informalidad...

-Sí, pero sin nombres, los nombres tienden al descrédito, se los utiliza para sectarizar. Y los utilizan justamente los sectarios.

-¿Y te llevás bien con Checchi?

-Yo me llevo bien con Checchi y con cualquiera. Me llevo bien con Agostinelli que lo quiero mucho realmente, y lo digo siempre en conferencias, porque es un tipo derecho, que va de frente, que no anda de atrás con la puñalada. Y el gordo es un buen tipo. Lo mismo con Burgos, porque puedo no coincidir pero respeto la investigación que se hace con seriedad.

_Claro, este es un tema dónde cada cual tiene una formación distinta, no hay una universidad de esto, y es lógico que haya muy diferentes posiciones. A propósito, ¿hubo algo que haya llamado la atención en este congreso? ¿alguna cosa nueva?

-Es un congreso donde cada participante muestra lo que considera su verdad. Yo no se si hay algo nuevo. Pero creo que todo suma. He tratado de armar un congreso que muestra las tres vertientes que hay sobre el fenómeno OVNI: la investigación, la experiencia de contacto, y la óptica periodística.

VOLVER A INDICE DE EVENTOS


 

CUARTA JORNADA SOBRE UFOLOGIA RACIONAL, ULTIMA JORNADA DEL MILENIO

El sábado 11 de diciembre de 1999, se realizó en Buenos Aires la "4° Jornada de Ufología Racional", que tuvo a Juan Acevedo y Luis A. Pacheco del CIFO-Rosario como "autores intelectuales y materiales", en "complicidad necesaria" con quien escribe y mi esposa Gilda oficiando de anfitriones.
Asistieron además (por orden de llegada): Carlos Vales, Claudio Mizca, Carlos Ingaramo, Ruth Gerstel, Juan Faillá, Miguel A. Gómez, Claudio Rodríguez, Roberto Banchs, Gustavo Cia, Alejandro Agostinelli, Alejandro Parra, Javier Stagnaro, Guido Miranda, Carlos Turus y Claudio Scarcella.
Por diversos motivos ­sobre todo familiares- no pudieron concurrir pero expresaron su adhesión Carlos Iurchuck, Carlos Demaría, Oscar Uriondo, Daniel Folcini y Néstor Berlanda, entre otros.


La "perla" de la jornada fue la reaparición pública de Ruth Gerstel, luego de un accidente sufrido hace dos años que le dejó diversas secuelas de las que aún se está rehabilitando. Ruth, una de las pocas mujeres que hicieron historia en la ufología argentina, a sus 79 años relató con serena humildad los hitos de su trayectoria, retrotrayéndose a su infancia cuando vio una luz que cruzaba el cielo, observación que revivió con lujo de detalles.
Se la homenajeó con un ramo de flores y un espontáneo aplauso, y su presencia de algún modo marcó el clima emotivo del encuentro.

 

El grupo reunido era heterogéneo en edades y más aún en posiciones intelectuales frente al tema OVNI. En tiempos más cercanos o más remotos, varios de los presentes habían sostenido agrias discusiones. Pero por esas cosas mágicas que pocas veces se dan, en vez de continuar las disputas, se oyeron voces de aceptación de los errores cometidos, de arrepentimiento por las ofensas, de reconocimiento a la labor realizada por quienes antes fueran considerados adversarios, convocatorias a la amistad y a la tolerancia, todo dicho honestamente desde el corazón, sin "careteo", en la certeza de que si los ufólogos existimos en los últimos cincuenta años, seguiremos habiendo ufólogos en los próximos cincuenta, sean lo que sean los OVNIs.
El eje de conversación se centró en el tema de "nosotros como ufólogos" antes que en el tema de los OVNIs, tomando como punto de partida las polémicas palabras del fallecido Guillermo Roncoroni, quien llegó a sostener que en realidad "los OVNIs existen porque hay tipos que los investigan".

La Jornada se transformó en una charla de amigos, plena de reveladoras confesiones en un tono íntimo, sincero, -repito- raras veces visto en la ufología, tal es así que si alguien reprodujera esos conceptos en forma parcial y fuera de contexto, invariablemente daría lugar a malentendidos.
Por supuesto, no faltó un brindis para despedir el año, acompañado de una torta decorada con el rostro de un simpático "gris".
Al final de la reunión se sortearon diversos "objetos ufológicos" que los asistentes aportaron masivamente para tal fin, entre ellos tres "Diccionarios ufológicos" autografiados por Ruth Gerstel, libros de Banchs, revistas viejas y recientes de todo pelaje (Más Allá, OVNIs ­las editadas por Galíndez-, Umbral Cero, Exo, Ufo Press, Ufología, Conozca Más, Cuarta Dimensión, Gaceta Ovni, UFO Journal, Enigmas -las editadas por F.Checchi-, Los Enigmas ­las editadas por A. Las Heras-, Cíclope, Atom, etc.) y souvenires varios como stickers, un puntero láser y miniaturas "aliens".
Los asistentes también trajeron para exhibir algunos elementos de interés, como fotos viejas o investigaciones. Destaco especialmente los aportes de Roberto Banchs: Unos documentos desclasificados de la USAF que demuestran que los EE.UU. investigan los casos OVNI ocurridos en Argentina en fechas bastante recientes, en este caso relacionados con reentrada de satélites a la atmósfera. Además mostró dos trabajos de recopilación histórica que está realizando, uno de ellos es un "quien es quien" de la ufología argentina y el otro es una cronología, que parte en 1947, de los acontecimientos ufológicos argentinos más relevantes.

Con entusiasmo unánime se determinó realizar otra Jornada en el mismo lugar a mediados del 2000.

Aquí termina mi escasa contribución al relato de lo sucedido, dejando expreso que me faltan las palabras para describirlo como quisiera, sólo agregaré que el clima de la reunión tuvo momentos en que nos emocionamos casi hasta las lágrimas.
Si no me creen, pregúntenle a otro participante.

Gracias a todos.

R.M.

VOLVER A INDICE DE EVENTOS

 

VOLVER A PRINCIPAL

Hosted by www.Geocities.ws

1