El se�or Gillenormand que se manten�a vivito y coleando all� por el a�o de 1831, era uno de esos hombres que se han convertido en una curiosidad �nicamente a causa de que han vivido largo tiempo, y que son singulares porque habi�ndose parecido anta�o a todo el mundo, ahora ya no se parecen a nadie. Era un viejo muy particular, y realmente hombre de otra �poca, el verdadero burgu�s cabal y un poco altanero del siglo XVIII, que ostentaba su antigua y limpia estirpe con el mismo porte con que el marqu�s ostenta su marquesado. Pasaba ya de los noventa a�os y caminaba erguido, hablaba alto, ve�a claro, beb�a de firme, com�a, dorm�a y roncaba .... Montaba en c�lera por cualquier cosa, generalmente sin raz�n; y cuando le contradec�an, levantaba el bast�n y vapuleaba a la gente... ten�a una hija de m�s de cincuenta a�os, soltera que a la que apaleaba muy duramente cuando se enfadaba, y a la que de buena gana habr�a azotado con el l�tigo.... hab�a adem�s en la casa, entre aquella solterona y aquel anciano, un ni�o siempre tembloroso y mudo ante el se�or Gillenormand, quien no le hablaba jam�s sino con voz severa, y a veces con el bast�n levantado.... Y lo idolatraba ..era su nieto. (Victor Hugo, Los Miserables)
Actor, director, guionista, argumentista y productor. Su nombre real fue Fernando D�az Pav�a y naci� en Saltillo, Coahuila, el 24 de mayo de 1896. Sus padres fueron DOmingo D�az Garc�a e Irene Pavia Soler. Hermano de los actores Domingo, Andr�s y Juli�n Soler. Casado con la actriz Sagra del R�o. En 1926 Fernando encabez� una compa��a de teatro acompa�ado por la gran actriz Mar�a Tereza Montoya. En 1934 forma otra compa��a al aldo de otra gran actriz de teatro, Virginia F�bregas. Despu�s de hacer algunos trabajos como actor en Hollywood, se incorpor� al cine sonoro mexicano al protagonizar Chucho el Roto (1934), al inicio de una carrera de m�s de cuatro d�cadas, en las que brill� como uno de los actores m�s s�lidos, solventes y dotados del cine nacional. Ello ser�a as� al punto que, seg�n muchos especialistas y cr�ticos, numerosas pel�culas en las que particip� se sostienen s�lo gracias al talento y la presencia de este actor que, en la pantalla, fue arquetipo reiterado del padre de familia, del pilar social, del hombre probo, en pel�culas como La casa del ogro (1938), Cuando los hijos se van (1941) y Una familia de tantas (1948), si bien la versatilidad se cont� como otra de sus virtudes. As�, bajo las �rdenes de muchos de los realizadores m�s relevantes del cine mexicano, entre ellos Alejandro Galindo, Luis Bu�uel, Ismael Rodr�guez, Arturo Ripstein, Emilio Indio Fern�ndez, Juan Bustillo Oro y Alberto Gout, alcanz� incluso el virtuosismo histri�nico y su filmograf�a rebas� el centenar de t�tulos. Tambi�n, fue realizador de m�s de una veintena de pel�culas, varias de ellas disfrutables comedias como Mama In�s (1945), Cuide a su marido (1949) y Los enredos de una gallega (1951), y tambi�n escribi� los guiones o los argumentos de catorce cintas e incursion� en la producci�n en cuatro t�tulos. En televisi�n, don Fernando Soler particip� en varios teleteatros, cuando se inici� la televisi�n mexicana, en los a�os 50 y 60, y s�lo en una telenovela: Los Miserables. Falleci� en la Ciudad de M�xico, el 24 de octubre de 1979.
