SADELAS

 Sociedad Amigos de la Salud

Acerca del vehículo parovoideo

Manuel C. Martínez M.

Observación de partida: Se agradece citar expresamente esta fuente, en caso de ser utilizada con fines pragmáticos, total o parcialmente, en razón del debido respeto a la autoría intelectual que nos asiste. 

Suele tenerse como cierto,  decir que el vacío horroriza la materia. De esto deducimos que los vehículos ora terrestres, ora aéreos o acuáticos bien podrían ser adaptados arquitectónicamente a la forma de un huevo plano, cuya punta delantera sería la parte más achatada o de cierre.

Las aves ponen sus huevos de tal manera que la parte aguda sale adelante; como la cáscara se halla aún blanda, así se cristaliza, y moldea su parte final con una convexidad mayor.

Bien, vengo considerando que, por ejemplo, los vehículos terrestres de pasajeros pueden adoptar una forma parecida, pero, de tal manera que su frente sea más ancho que su cola. Así, la carrera emprendida por ellos en su marcha iría provocando, a su paso y por detrás,  una columna tridimensional de vacío, justamente del ancho del eje menor. Con esto, se provocaría un empuje eólico, de atrás hacia adelante, que ayudaría en mucho la velocidad del caso, y con las consecuenciales economías energéticas que esto llevaría consigo.

Inferimos, además, que las coleaduras quedarían igual y notablemente minimizadas.

La figura siguiente da cuenta de este proyecto:

Fig. única

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