SADELAS
Sociedad Amigos de la Salud
Tiempos bíblicos en tiempos modernos
Manuel C. Martínez M.
Cuando la enardecida muchedumbre quiso lapidar a la pecaminosa Ma. Magdalena, el agradecido Jesús revolucionariamente salió en su auxilio: Le bastó para ello recordarles a sus paisanitos que todos ellos eran semejantemente pecadores, religiosamente hablando, tal como en nuestros tiempos, al parecer, la mayoría es políticamente corrupta.
Y nos preguntamos. ¿cual es el corolario de este comparativo estado?; y nos respondemos: que no puede haber justicia mientras los acusadores estén potencial y efectivamente incursos en delitos y demás transgresiones. Y nos repreguntamos: ¿ para qué y por qué existe un Estado de Derecho? ¿quiénes y a quiénes encomiendan y se les encomienda su respeto? y nos birrespondemos: se trata de reminiscencias, de antiquísimas formas jurídicas surgidas, instauradas y aplicadas en aquellas embrionarias sociedades donde el ejercicio de la justicia corrió a cargo de los poderosos de marras, ciudadanos éstos que no tenían por qué ni para qué robar, ni sobornar, ni adular, ni medicar; ni por qué ni para qué forjar, ni trampear ni escamotear; ni por qué ni para qué burlar ni engañar, ni amañar ni forjar, ni engatusar ni ningunear; ni por qué ni para qué pisotear ni humillar a quienes de partidas socialmente se hallaban humillados y pisoteados, y ninguneados y engatusados, y forjados y amañados, y engañados y burlados, y trampeados y adulados, mendicados, sobornados y robados.
De resultas: Tiempos modernos en tiempos bíblicos , y viceversa.
867_10_03_1998 (93_18_02_KK3)