S A D E L A S
Sociedad Amigos de la Salud
La Historia, histórica también
Manuel C. Martínez M.
El fin de la Historia, las historias del pasado, la historia de cada ser, de cada cosa; en fin, muchas versiones sobre lo mismo, pero, en común una sola intención: Seguir dominando, continuar reinando, seguir imperando, continuar gobernando.
Esto vale para los historiados e historiadores. Se ha historiado mucho las superficialidades y respetado su trasfondo. Es la vieja conseja bíblica del Pacto Edénico. No recoge la H. ningún cambio trascendente: Sólo muertes, seguidas de muertes, modas, seguidas de m.; aparaticos técnicos, seguidos de otros, pero con las principales constantes e inconmovibles disponibilidades vitales: comida, calzado, vestidos y divertimentos; armas metálicas y discursos políticos; súbditos y gobernantes.
No se conoce ninguna interpretación del mundo que no haya sido filtrada con el tamiz de la más estricta censura clasista. Esto incluye la historia escrita o narrada de los propios historiadores revolucionarios, porque, al fin y al cabo, todavía ninguno de ellos ha tenido jamás acceso a las verdaderas fuentes bibliográficas, ni a los principales centros de producción informativa.
Pudiera darse el paradójico caso de una historia contada por un innovador apoyada en los mismos elementos y fundamentos que el grupo dominante le permita acceder. Retomando a Carlos Marx: Sólo cuando la sociedad haya dejado de ser historiada, y partamos de cero renglones, saldremos de la mendaz Prehistoria. Esto significa que todo el acervo cultural, histórico y antropológico, filosófico e ideológico, tiene que rescribirse sólo por nuevos historiadores de las nuevas repúblicas que hayan dado al traste con toda la Historia ya pasada de moda de, por ejemplo, la IV república venezolana.
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