S A D E L A S            

                       

          Sociedad Amigos de la Salud

                                   Manuel C. Martínez M.                               

 

El CARÁCTER HISTÓRICO de la INDIGENCIA INDÍGENA

 

Estímase en 500 años (1/2 milenio) el intervalo de congelación evolutiva sufrido por todas las etnias que cohabitaban el largo continente preamericano, sito entre los grandes océanos: Atlántico, por el Oeste europeo, y Pacífico, por su Este.

 

Abstracción hecha de si la versión bíblica acierta o yerra, o privan otras versiones paleontológicas y antropológicas, en sus hipotéticas atribuciones sobre el origen de los habitantes de este continente, es un inequívoco caracterizarlos como sociedades con cultura propia y estable a la sazón. Su estudio y observación cronológica permite identificarlos también como una mezcla de primitividad y civilización: unos, tribualmente configurados, de variado grado, y otros, con una composición social que en nada podían envidiar a los más desarrollados del Norte africano ni del mediodía europeo de marras.

 

 En cuanto a sus hordas imperantes,  podrían emparangonárselas con los famosos bárbaros frenadores de los abusos imperiales de la Roma pentaseglar. Como sea, los historiadores   están contestes en que nuestros antepasados núcleos genésicos permiten ubicar cronológicamente a esos venezolanos ( a quienes hoy observamos como  <<ocupados>> en    labores u oficios olímpicamente llamados mendicantes, y desenvueltos como expertos nómadas)  a ellos debemos sociológicamente  ubicarlos en la misma fase o era cronológica donde fueron detenidos por los invasores modernos que liderizó, entre otros, Cristóbal Colón.

 

Lo demás es historia trillada para bien de las clases poderosas actuales, y para los neohistoriadores a quienes nos toca rescribir y reversionar la estimación de  que dichos habitantes hoy siguen diciéndonos: Aquí estamos, a pesar de la congelación que sufrimos en nuestro autóctono desarrollo societocualtural. Tales hab. no son, ni mucho menos, ningunos flojos, sino simples y llanamente: una gente nómada cuyo grado de desarrollo los mantiene como simples recolectores, aunque de billetes y de devaluadas monedas en sustitución de frutas y yerbas, hoy adquiribles sólo en los mercados característicos de la misma economía moderna que otrora les  devastó lo suyo.

 

 Lo más interesante de estos recolectores contemporáneos es que , a diferencia del filotecnócrata, jactancioso, parlanchín y <<vitoqueado>> hombre de modernidad, es que, vistos en la tubular perspectiva del tiempo, ellos sí tienen valores propios: Sus yerbas y terapéutica, sus límpidos  idiomas; sus hábitos de vestir, comer, beber y calzar; su estilo de vida, sus Dioses y su valiente esperanza en que quienes una vez le truncaron su desarrollo caigan en la cuenta de que ninguna civilización desaparece íntegramente, porque sería tanto como suponer la posible desaparición del genoma humano por ocasionales y mediocres traumatismos sociales.

 

◄    

SADELAS-PUBLICACIONES

PORTAL

@ 

1
Hosted by www.Geocities.ws

1