“PRONUNCIAMIENTO SOLEMNE DE LA VILLA DE SAN GIL”

Excelentísimo Señor.

Los miembros de la municipalidad de San Gil que subscriben, y todos los vecinos en unión del pueblo en masa, que de repente se ha presentado en la plaza de esta Villa, ante V.E. respetuosamente exponemos y representamos: que a consecuencia de haberse sabido que la Convención de Colombia reunida en la ciudad de Ocaña se ha disuelto, sin expedir ni sancionar resolución alguna, respecto a la forma de gobierno que se esperaba; y habiéndose discurrido, y considerando atentamente la lastimosa situación en que se halla hoy día toda la República, los males que producirá la disolución de la gran Convención, si en tiempo el mismo pueblo que les había delegado sus poderes no da un paso enérgico y vigoroso para libertarse de la espantosa anarquía y de la guerra civil; y reflexionado por otra parte que ni el congreso de mil ochocientos veintisiete, ni la Convención de Ocaña han podido calmar los ánimos, ni restituirnos la tranquilidad, y el bienestar público; que a más de esto, V. E. es el único que en medio de tantas disenciones ha conservado un poderoso ascendiente, y un influjo benéfico sobre cada uno de los colombianos; hemos convenido por un acuerdo unánime en que V. E. sea el lazo de unión, y el baluarte en que se estrellen los partidos encarnizados que aquejan a la República. A este fin, Excmo. Señor, el pueblo y demás suscriptos con arrebato de júbilo, han proclamado a V. E. Jefe Supremo y absoluto, queriendo revestirlo bajo este nombre con todas las facultades que el mismo pueblo puede tener para atender a su propia conservación, y para precaverse de las inauditas desgracias que le sobrevendrían. Si no hallase en V. E. a un héroe que todo lo sacrifica por el pueblo. Excmo. Señor: el pueblo de San Gil amigo del orden, y siempre sumiso a las leyes, ha manifestado hoy con entusiasmo y energía la confianza que tiene en V. E., y espera que los salve de cualquier trance de la anarquía. SAN GIL, junio diez y seis de mil ochocientos veintiocho. Excmo. Señor.

Francisco Rueda, Juan de la Cruz Otero, Francisco Rivero, Martiniano Gómez, José María Vargas, José Ignación Durán, Inocencio de Vargas, Presbítero Juan de Dios Martínez, Pedro José Gómez Vesga, Miguel Silva, Rafael Durán, José María Silva, Eloy Durán, Benigno Otero, José Ignacio Suárez, José Ignacio Uribe, Juan de Dios Meléndez, Domingo Silva, José Agustín Meléndez, Ignacio Uribe, Domingo Mutis, Tomás Vesga, Joaquín Reyes, Ruperto Martínez, José Rodríguez, Francisco Amaya, Doroteo Paredes, Antonio Durán, Matías Prada, Bernabé Villafrades, Julián Amaya, Felipe Rueda, Cayetano Galvis, Jose Vega, León Vargas, Pedro Durán, Nepomuceno Otero, Juan José Fernández, Vicente Castellanos, Vicente Amaya, Ignacio Martínez, Juan de Dios Meléndez Estengo, Antonio Martínez, Félix Beltrán, Zoilo Vlllafrades, Camilo Ordóñez, Joaquín Rueda, Francisco Rueda, Francisco Sepúlveda, Ramón Monsalve, Fernando Meléndez, José María Durán, Ramón Reyes. Siguen otras firmas. Es fiel copia de su original, San Gil fha. ut supra. Félix Hernández, secretario.

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