San Juan Bautista de la Salle


Cuando de la Salle hubo completado sus cursos clásicos, literarios y filosóficos y se graduó,
fue enviado a París al seminario de San Sulpicio el 18 de octubre de 1670. Durante su residencia en el seminario, asistió a
clases de teología en la Sorbona. Allí, bajo la dirección de Louis Tronson, progresó de tal modo en la virtud que M. Lechassier,
superior general de la congregación de Sn. Sulpicio, dejó el siguiente testimonio: "De la Salle fue un constante observador de la regla.
Su conversación fue siempre agradable e irreprochable. Parece que nunca ha ofendido a nadie, ni ha incurrido en censura por parte de nadie."
En el seminario, de la Salle se distinguió por su piedad y por el vigor de su progreso intelectual y la habilidad con la cual manejaba asuntos
teológicos. Nueve meses después de su llegada a Paris, su madre murió el 19 de julio de 1671 y el 9 de abril de 1672, su padre falleció. Dicha
circunstancia lo obligó a dejar San Sulpicio el 19 de abril de 1672. Aún no tenía veintiún años y ya era el jefe de su familia y por consiguiente
tenía la responsabilidad de educar a sus hermanos. Su atención se dedicó a los asuntos domésticos y mantuvo una administración discreta y casi empresarial.
El canónigo Blain decía que en esta época padeció muchos temores. Desconfiando de su propia inteligencia, de la Salle tenía el recurso de la oración y de
asesores discretos, entre ellos, Nicolás Roland, canónigo y teólogo de Reims, un hombre de gran discernimiento espiritual. Actuando bajo la dirección del último,
el futuro fundador fue ordenado subdiácono en Cambrai por el Arzobispo Ladislas Jonnart el 2 de junio de 1672.