M u s i g r a f í a s

Mauricio Smith
Un eximio colonense que dejó el nombre de todo Panamá muy en alto

Manuel Vega Loo
y Daniel Domínguez Z.

La Prensa - Ago. 6, 2002
Gran Flautista
Mauricio Smith nació en la provincia de Colón, en 1931. Comenzó su bregar a los 6 años de edad. Fue su padre, D. N. Smith, quien le regaló su primera flauta, instrumento que le permitió llevar sus dones a medio mundo.
Mauricio tiene su nombre inscrito en la historia de la música del siglo XX. Fue un panameño que desde muy joven se abrió camino entre la competitiva selva musical y logró hazañas que pocos han alcanzado.
Recuerda el experto en jazz Roberto A. Mariette que Smith «estudió solfeo bajo la tutela de Carlos Grant, violinista de la Orquesta Sinfónica Nacional. A los 18 años se decidió finalmente por la flauta e ingresó al Conservatorio Nacional donde queda bajo la tutela del maestro Eduardo Charpentier».
Siendo muchacho formó parte de la banda de los Bomberos de Colón, y en 1952 se integró a la Banda Republicana. Participó en varios conjuntos típicos, y cuando Benny Moré se presentó en Panamá, Mauricio fue uno de los músicos que lo acompañó.
Además sabía descifrar los secretos de la trompeta, la armónica y el saxofón, a la par que fue compositor, arreglista y orquestador.
Como actor apareció en series de televisión como Kojak y Law and Order, así como en las películas Six Degrees of Separation y Die Hard with a Vengeance. Además compuso temas para las producciones Crossover Dreams y Dionysos.
En 1961 viajó a Nueva York y triunfó. Sobre este traslado, le contó a Omar Batista que al llegar a la Gran Manzana acudió a una presentación del ya fallecido cantante cubano Vicentico Valdés; este lo invitó al escenario y la gente dejó de bailar para escuchar quién estaba ejecutando, ya que era distinto al resto de los flautistas de la época.

Enseñanzas que perduran
A Mauricio Smith no solo se le recordará por sus aportes a la ejecución de los instrumentos de viento, especialmente la flauta, sino también por la educación gratuita que dio en los talleres anuales en Jamboree Juventud. Durante nueve años el músico no faltó a sus citas con los jóvenes, quienes lo esperaban con ansia, para enseñarle lo que él había aprendido a lo largo de cinco décadas de fructifera actividad.
Leslie Ducruet, directora general de Jamboree Juventud, al conocer la muerte de Mauricio, expresó que se encontraba muy triste con su partida, ya que él fue un incansable colaborador y amigo. «Tengo que resaltar que siempre dictó los talleres gratuitamente desde 1993; ese era su compromiso con el país», indicó.

Sus colegas lo echan de menos
El cantante Luis Arteaga conoció a Smith en esos días cuando religiosamente a Jamboree. Para Arteaga, Mauricio es un artista que «confió en su talento y capacidad. Y decidió romper las limitaciones del medio local y se lanzó a conquistar sus sueños. También es un ejemplo de que Panamá aún necesita crear sus propios espacios, porque sino los artistas seguirán emigrando o sobreviviendo en otros oficios alejados de la música».
Un momento inolvidable que tuvo con Smith fue hace tres años, cuando Arteaga tocaba en el antiguo bar El Aleph. «Mauricio subió inspirado al escenario y agarró la flauta y comenzó a descargar conmigo. Fue tan emocionante lo que hizo que se me saltaron las lágrimas mientras cantaba».
Henry Gorgona, una de las voces principales de la orquesta de Roberto Delgado, también tuvo hace dos años (2000) el privilegio de trabajar junto a Mauricio, cuando el flautista dictaba sus ya míticas clases a la muchachada en los salones de Atlapa. Aquel momento, rememora Gorgona, fue «algo impresionante. Aunque estaba enfermo, siempre dio lo mejor de sí».

Calidad humana y artística
Mauricio no solo le abrió las puertas del mundo musical al percusionista Edie Montalvo y al flautista Néstor Torres, también animó a seguir la carrera de músico al pianista Danilo "Cholo" Pérez. No por menos, colegas suyos de Panamá lo recuerdan como un ser humano sencillo, cálido, humilde y trabajador.
El trompetista Vitin Paz conoció a Mauricio en la década del cincuenta cuando el primero trabajaba en la Banda de los Bomberos y el segundo para la Banda Republicana. «Siempre lo distinguía mucho por su preparación. Siempre fue un buen músico y siempre fue muy dinámico», destacó Paz.
Por su lado, Roberto Mariette, ex presidente de la Asociación de Músicos de Jazz Panameños, indicó que con la muerte de Smith se ha perdido un ícono de la música internacional.
Mariette resaltó que podía tocar tanto salsa como jazz y blues, sin dejar de lado otros géneros.
Por su parte, Fidel Morales, profesor de música y baterista cubano que reside en Panamá desde hace años, anota que Smith es la prueba de «hasta dónde puede llegar una persona con visión y talento».
Comenta Morales que Smith era tan talentoso que podía improvisar a partir de cualquier tema y armonía. Vio al genio en acción cuando lo visitó en Nueva York en 1998. «Mauricio me llevó al Blue Note, el más importante club de jazz de la ciudad, y participó en una descarga, donde tocó todos los formatos musicales hasta las 5 de la mañana».

Honores por partida doble
El martes 6 de agosto, durante el Concierto Conmemorativo al centenario del natalicio de Luis Russell, se recordaron los aportes musicales de Mauricio. El mismo se efectuó a las 7:00 p.m. en el Teatro Balboa. Alberto Barrow, organizador del evento por parte de la Alcaldía de Panamá, destacó que «Mauricio fue un extraordinario músico afropanameño, cuya destreza con una gama de instrumentos de viento le ha merecido la admiración de sus colegas en varias latitudes, y ha desbrozado el camino para alcanzar un sitio envidiable, especialmente, entre los cultivadores del jazz».
Mauricio Smith compartió escenario con personalidades como: Machito, Tito Puente, Mongo Santamaría, Ohta San, Camilo Azuquita, Vitín Paz, Don Ho, Chubby Checker, Tito Rodríguez, Cachao, Willie Colón, Dizzy Gillespie, Eartha Kitt, Chocolate, Margarita Escala, Tobías Plicet, Leonidas Cajar, Jimmy Bosch, Johnny Pacheco, Charlie Mingus, Armando Boza, Egbert King, Iván Lashley, Eddie Palmieri, Miami Sound Machine, César Concepción, Emilio del Real, Harry Belafonte, Sonny Stitt y Roberta Flack, entre otros.
En Broadway participó como compositor en puestas de escena como: No, No Nannette, Dr. Jazz, The First, Raisin y estuvo en la orquesta que tenía el programa de televisión "Saturday Night Live", de la cadena norteamericana NBC.
El 26 de julio del 2002, en Nueva York, la American Society le brindó el que fuera el último homenaje en vida, en el cual participaron músicos como: Héctor Martignon, José Gallegos, Frank Valiente, María Elena Tabón, Héctor Zarzuela, Robert Pitre y Mario Rodríguez.
Este legendario flautista panameño falleció la noche del sábado 3 de agosto del 2002. De acuerdo con el Dr. George Priestley, amigo personal de Smith y quien reside en la Gran Manzana, el músico padecía de un cáncer de próstata desde hacía 10 años.

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