Biografías Musicales Cuarteto D'Aida Elena, Omara, Haydeé y Moraima

Los compositores y músicos cubanos siempre han tenido la facultad de tomar influencias de otros países y usarlas en nuestra música. Para mediados de los años cuarenta, cantantes como Sarah Vaughan y Billie Holiday ayudaron a crear un nuevo estilo en la música cubana: El feeling. Y el estilo de los cuartetos vocales norteamericanos, con sus armonías dinámicas, también influyó en Cuba. En 1951 Aida Diestro, una pianista cubana con experiencia en coros religiosos, decidió crear su propio cuarteto femenino. Tenía dos cantantes con experiencia previa en otros grupos: Elena Burke y Omara Portuondo, quien también trajo a su hermana Haydeé, y completaron con Moraima Secada, cantante de la orquesta femenina Anacaona. Fueron muchos ensayos, buscando un nuevo sonido y el debut llegó en agosto de 1952, en uno de los mejores programas de la TV cubana. Eran tan pobres que, con los refajos de los trajes de noche de Elena y Omara, se hicieron los de las otras dos muchachas, pero desde su debut saborearon el éxito, y no les faltó trabajo.
Para el tiempo que grabaron este álbum (1957), eran experimentadas veteranas con una increíble combinación de voces. Aún, 35 años después, suenan frescas, vibrantes y jóvenes. Pero uno no puede imaginarse a 4 chicas cubanas cantando sin moverse. Ellas cantaban y bailaban, casi sin darse cuenta, y usted puede notarlo hasta en la forma de cantar. Para completar una combinación perfecta, les acompañó la orquesta de "Chico" O'Farrill, que ya era arreglista de orquestas como las de Benny Goodman, Stan Kenton y Dizzy Gillespie y sin perder su toque cubano, sabía agregar pinceladas del jazz moderno a su arreglo. Contó además con algunos de los mejores músicos cubanos del momento. Y había, además de la crema del repertorio de los compositores cubanos, aquella de los compositores borícuas Rafael Hernández y Rafael Cepeda.
Las D'Aida podían ser sensuales, tiernas, emotivas, al interpretar canciones como: 'Profecía' o 'No sé qué voy a hacer', o atrevidas, insinuantes, chispeantes, en guarachas como 'Totiri Mundachi' o 'Cachita'. Sin embargo, Aida, su directora, cometió un gran error. Eran tan buenas que, muy pronto, tres de ellas empezaron sus carreras como solistas: Elena y Omara, que aún cantan, y Moraima, ya difunta.
Otras cantantes ocuparon su lugar y el cuarteto continuó por bastante tiempo, pero la magia de estas 4 fundadoras, no volvió a repetirse jamás. A las grabaciones originales hechas en Cuba, se unen a este compacto, como bono especial, dos grabaciones hechas en México, mismas que no habían aparecido antes en LP.
Es realmente, una pieza de colección lo que tiene en sus manos. ¡Disfrútela!
Dr. Cristóbal Díaz Ayala (Hato Rey, Puerto Rico / Julio 1992)
Texto de la carátula interior, CD "El Original Cuarteto D'Aida" (P) & (C) 1992 BMG Music, NY.

 

Este disco fue grabado en 1957. Aida Diestro tuvo la suerte de reunir por entonces en su cuarteto a quienes iban a convertirse, con el transcurso de los años, en las más singulares intérpretes de las próximas décadas. Por si fuera poco, ella logró ver acompañados sus afanes armónicos de una pléyade de instrumentistas conducidos por un arreglista y director de orquesta temerario y genial: Arturo "Chico" O'Farrill.

El repertorio no puede ser más variado: de los cueros que abren 'Yényere Cumae' a las cuerdas obedientes que conversan 'No sé qué voy a hacer', de la cadencia del calypso en 'Matilda', los chachachás vibrantes, al lirismo de 'Tabaco verde' de Grenet y el 'Nocturno antillano', de Gutiérrez, transcurre mucho de lo mejor de una época musical particularmente pródiga: los cincuentas de La Habana.
Elena -que abandonaría la formación ese mismo año- es la voz grave que redondea definitivamente la sonoridad del cuarteto, Moraima lleva la voz principal en canciones y boleros, Omara es el centro de la guaracha, la voz suelta que juega e improvisa; Haydeé media aplicadamente entre aquellos tres vigores reunidos para cantar de manera casi inconcebible. Habían debutado en 1952 y ahora, en el '57, las D'Aida demostraban haber encontrado su plenitud.
Años más tarde, a medida que las fundadoras iban desertando, Aida trató de sustituirlas por otras voces de algún modo equivalentes a las originales, empero nunca el Cuarteto volvió a ser lo que había sido, por una razón sumamente sencilla: No hubo ni habrá posibilidad de conseguir -al menos en Cuba- cuatro figuras excepcionales como las que grabaron estas melodías.
Tiene Ud. en sus manos más que un documento musical francamente memorable, el testimonio de un suceso artístico irrepetible: La más completa experiencia cubana en verbo de cuarteto vocal; fortuna que concibió para nuestra historia sonora una mujer obesa que fumaba lentamente cigarrillos en largas boquillas de nácar: Aida Diestro.

Texto de la carátula interior, CD "Cuarteto Las D'Aida" (P) & (C) 1995 EGREM, Ciudad de La Habana, Cuba.