Ranma1/2 Fanfics, parte de El Mundo de Ranma1/2 by LG, presenta:

"ALGO QUE QUEDÓ EN MÍ"

fanfic escrito por Felipe Torres durante octubre y noviembre del 2001



Capítulo #1: "Todo por un juego"


Ya era algo de todos los días, aunque suene extraño, que Ranma y Akane llegaran temprano a la escuela... ¡¡¡Sí, en serio!!!. Llegaban primero que Nabiki; desde hace una semana, eran de los primeros.

Exactamente hace una semana tuvieron una conversación sin mucha relevancia en el comedor, ellos solos. Estaban viendo televisión y comiendo unas galletas preparadas por Kasumi. Todo partió con un inocente comentario de Ranma.

- Oye, Akane. Hoy sí que tuvimos que coorrer en la mañana, casi nos dejan afuera de la escuela... Por lo menos, así me mantengo en forma.
- Siempre le ves el lado positivo a tu flojera. ¿No te da vergüenza llegar siempre último a la escuela y que todos te queden mirando al entrar al salón?. Pues a mí sí.
- La verdad es que a mí no. Me da iguall lo que la gente piense de mí.
- Ja. En tu posición no te queda otra, ¿no? - al darse cuenta que su broma no causó efecto en Ranma, cambia su tono de voz a una más seria -. Hablando en serio, creo que deberíamos salir más temprano en las mañanas, ¿no te parece?.

Ranma deja de ver la televisión desviando su vista hacia Akane. La miraba extrañado. Ella se da cuenta y sonríe dulcemente.

- ¿Quieres decir que debo despertarme mmás temprano?. No, señor, de ninguna manera.
- Ay, vamos. No queda mucho para las vaacaciones de verano, haz un esfuerzo hasta esa fecha.
- Oye, un mes completo es mucho tiempo.. Si actualemnte me duermo en clases de historia, imagínate cómo será si duermo menos.
- Puedes dormirte más temprano, aunque sabes perfectamente que el sueño no es el culpable que te duermas en clases.
- Sí, me aburro. ¿Y qué?. ¿Molesto a allguien?... ¡No!. Ni siquiera ronco.
- Bueno, está bien. No insistiré más.... Pero creía que podías aceptar el desafío.

La palabra "desafío" reboloteó en la mente de Ranma un rato. Akane la supo hacer, sabía que Ranma no podía rechazar un desafío, por muy insignificante que fuera.

- ¿Y quién te dijo que no podía, Akane??. ¿Cuándo empezamos?.

Y así sucede todas las mañanas desde ese día. Ranma y Akane salen de la casa a las 7:45 de la manaña y se van tranquilamente caminando a la escuela, llegando a su destino diez minutos después.

Esta mañana ya se sienten algo más familiarizados con el ambiente solitario de la escuela. Los primeros días se sintieron extraños al ver la escuela tan vacía, al caminar por los pasillos y no encontrarse a casi nadie, al llegar al salón y ver a uno que otro compañero.

El día de hoy, entraron al salón y no había nadie. Dejaron sus mochilas en sus puestos y se sentaron en los respectivos.

Ranma deja escapar un largo suspiro que llegó a los oídos de Akane, que luego pudo escuchar un comentario de su prometido.

- No fue mala la idea de llegar más temmprano. Comienzas el día más relajado, sin prisas ni presiones, sin "Ranma Saotome, te cortaré esa trenza" ni "Akane Tendo, te amo" - Akane suelta una risa muy breve -... Ahhhh, es una buena forma de empezar el día.
- ¿Lo ves?. Te dije que era buena idea.. En realidad, ya me estaba cansado de cargar baldes con agua fría cada vez que llegábamos atrasados.
- La verdad es que a mí también.

Pasaron cinco minutos sin que ninguno de los dos se dijera una palabra. Akane buscaba algo en su mochila, cuando lo encuentra se acerca a Ranma, sentándose en el puesto de adelante.

- Casi se me olvida, Ranma. Nabiki trajjo ayer este folleto. Toma, léelo - dice pasándoselo. Ranma, al recibirlo, abre sus ojos en demasía.
- ¡¿Ya leíste esto, Akane?!. ¡Es grandiioso!. Una nueva fuente de soda abre hoy en la tarde. Tienen pasteles, helados de todos los sabores y una sección de dulcería. ¿Pasamos después de la escuela?.
- Te acompañaré, pero quedé de ir a la casa de Sayuri a las 5:30. Si vamos, ¿después me acompañas a la parada del bus?.
- ¡Adonde tú quieras!. ¡Qué bueno, hacee tiempo que no voy a una fuente de soda!...

Akane se deleitaba mirando a Ranma expresarse con tanta naturalidad y emoción. Apoya sus codos sobre el banco de Ranma y su cabeza descanzaba en la palma de sus blancas y suaves manos. Sonreía.

Ranma detiene su parlamento porque se dio cuenta que ella lo estaba mirando fijamente. Se pone algo nervioso.

- ¿Qué me miras, Akane?. ¿Tengo algo enn la cara?.
- No - responde sin desviar la vista -.... Es que me gusta verte cuando hablas así.
- ¿Así cómo?.
- Así como ahora. Me gusta cuando hablaas de las cosas que te apasionan.
- Bah, son cursilerías tuyas - agrega hhaciéndose el desentendido.
- No son cursilerías, hablo en serio - insiste Akane bajando sus brazos acercándose más a él.
- ¿Y qué esperabas?. Ya sabes que sólo tú conoces mi debilidad por los dulces y los helados de chocolate, vainilla, fresa... En fin, ya sabes - se defiende sonrojándose.
- Eso también me gusta - agrega sonrienndo nuevamente.
- Pero no te sientas tan importante porr eso - su expresión se tornó dura, pero de inmediato volvió a ser serena -... ¿Me acompañarás?.
- ¿Y tú qué crees?.

Akane se acerca más a su prometido. No pasaron ni dos segundos y Ranma ya estaba con la temperatura corporal por las nubes, sentía que la mirada de Akane lo atraía hacia ella, invitándolo a disfrutar ese delicioso perfume.

Ella también se sentía igual, muy atraída por la mirada inocente de Ranma, algo que rara vez tiene la oportunidad de disfrutar.

- Hoy te pusiste perfume, Akane - dice entrecortado.
- Es el de Nabiki, ¿te gusta?.

Ranma traga saliva con dificultad. Quería acercarse a ella pero no se atrevía, era uno de los pocos desafíos que no podía hacer frente con facilidad, las mujeres.

El perfume de la chica lo hacía sentirse en las nubes, estaba completamente idiotizado. Si fuera por él, seguiría deleitándose con ese aroma por más tiempo, pero debía parar. Esto podría terminar en algo comprometedor.

- No te viene el perfume. No va contigoo.

Ranma creía que con ese frío comentario, Akane se disgustaría y se iría, pero la chica ni se inmuto. Es más, sonrió.

- No te creo.
- No me importa. Sólo estoy pensando enn esos helados con fruta o con chocolate.
- Te apuesto lo que quieras a que no.

Instintivamente, acercan sus rostros cada vez más para juntar sus labios, como la atracción de dos polos opuestos en cámara lenta.

Sólo se dejaron llevar, no pensaron en nada más. Se seguían acercando. Habían cerrado sus ojos, algo completamente normal en situaciones de este calibre.

La punta de sus narices se encontaron, ambos sintieron escalofríos. Hicieron una leve pausa en su avance. Cuando estaban a punto de retomar el avance, los gritos y reclamos de sus compañeros se dejaron escuchar.

- ¡Dale, Ranma!. ¡No te detengas ahora!!.
- ¡Mándale el chupón y listo!.
- ¡Se quieren, se quieren, se quieren!..

Mientras Ranma y Akane trataban de acallar a la multitud, habían dos personas en un rincón del salón que no estaban tan contentas como sus demás compañeros: Ukyou Kuonji e Hikaru Gosunkugi.

- No le cocinaré más a Ranma. No hasta que me de una buena explicación.
- Tendré que hacer un nuevo hechizo parra separar a ese par.
- Buena idea.

En la hora del almuerzo, Ranma caminaba solo por el patio de la escuela. Estaba comiendo un pan. Atrás de él, una chica lo venía siguiendo hace poco rato. Él aún no se había dado cuenta.

Un sonido particular hizo que el muchacho volteara. Era Nabiki quien le había sacado una fotografía.

- Quédate quieto... Sonríe - dice Nabikki sacándole otra foto, ahora de perfil. Ranma, por supuesto, no sonríe.
- ¿Se puede saber qué rayos estás hacieendo?.
- ¿No me digas que no sabes?. Mira, estta es una cámara fotográfica. Con ella...
- Sabes perfectamente que no me referíaa a eso, Nabiki.
- Ya lo sé, tonto. Qué crees que hago, te saco fotos, qué otra cosa.
- ¿Y a quién se las vas a vender?. Miraa que no quiero que después esas fotos anden desparramadas por ahí; además, sabes perfectamente que no me gusta que hagas negocios a costa mía y sin mi permiso.
- No son para venderlas. Son para mí.
- ¿Para ti?. ¿Y para qué las quieres?.
- Eso no te importa... Yo venía a hablaarte de otra cosa - se acerca a Ranma y caminan juntos por el patio -. ¿Es verdad lo que se anda diciendo por ahí?.
- ¿A qué te refieres?.
- Me dijeron que hoy Akane y tú estuvieeron a punto de besarse.
- ¿Eso te... dijeron? - pregunta sonrojjándose. Nabiki sonríe maliciosamente -. No creas nada de lo que dicen...
- Tienes razón - lo mira a los ojos fijjamente -. Es difícil encontrar a alguien en estos días que hable con honestidad, ¿verdad, Ranma?.

Ranma, muy nervioso, asiente con un gemido. Se sintió muy identificado con el comentario hecho por la hermana de su prometida. Instintivamente, el muchacho desvía la mirada a un costado, evitando los ojos color pardo de la chica.

- Oye, Nabiki. ¿No creerás que realmentte intenté besarla?. Los demás interpretaron mal la situación. ¿No querrás información que no vale nada por ser errada, verdad?.
- Bueno, si es errada tienes razón, no vale absolutamente nada.
- ¡Bien!. Entonces será mejor que lo ollvides y hagas oídos sordos, ¿te parece?.
- De acuerdo - le sonríe dulcemente -. Bueno, nos vemos.
- Claro, que te vaya bien - se despide Ranma haciendo señas con la mano.

Nabiki se da media vuelta y lentamente se aleja del muchacho. Éste suspira aliviado, un gran peso de encima se había sacado. "Ufff, qué bueno que convencí a Nabiki, o si no, hubiera tenido que aguantar a una multitud de locos exigiéndome una explicación".

No muy lejos de ahí, Nabiki se sienta en la copa de un árbol a tomar leche con chocolate de un envase individual.

- Fue un buen intento, pero nunca me haas sabido mentir, mi querido Ranma... Sin duda, esta información me dará muchos dividendos... Pero por ahora lo dejaré en paz... sólo por poco tiempo.

En lo más alto del edificio, apoyada en las rejas de contensión, Akane tenía a su entera disposición el paisaje del vecindario e incluso más allá. Pero no estaba concentrada en eso, más bien su mirada estaba perdida en el horizonte, sumida en sus pensamientos.

"Ah... Por poco y cometo un error en la mañana... ¿Qué me habrá pasado?... No quiero que se forme una imagen equivocada de mí... Además, no quiero que crea que estoy interesada en él... Pero... me gusta, me gusta mucho".

Ranma, sin quererlo, había llegado donde estaban sus amigos Hiroshi, Daisuke y otros de sus compañeros. Se notaba que estaban conversando de algo delicado o, por lo menos, de un secreto, de algo que no se podía hablar a viva voz.

- Hola, chicos. ¿Qué hay de nuevo?.
- ¡Ranma! - se ven sorprendidos ante laa presencia del muchacho.
- ¿Qué pasa?. ¿Interrumpo algo? - de prronto su expresión cambia de extrañeza a agresiva -. Ah, ya sé. Estaban hablando de lo que pasó en la mañana, ¿verdad?. Miren, primero les voy a decir que...
- Espera, Ranma - interrumpe Daisuke -.. No estábamos hablando de eso.
- No específicamente - complementa Gosuunkugi. Sorpresivamente Hiroshi le pega un codazo en el estómago a Gosunkugi
- ¿De qué están hablando?. No estoy enttendiendo nada.

Gosunkugi se agacha un poco tomándose el estómago con ambas manos.

- No importa... Es que a fetiches le duuele el estómago y le estábamos preguntando qué podía haberle caído mal - le sonríe Hiroshi haciéndose el idiota -. Nos vemos en el salón.
- Sí, claro. Algo que le cayó mal, creeen que soy idiota - murmura Ranma.

Y los seis muchachos se fueron rápidamente a conversar a otro lado llevándose a Gosunkugi a empujones. Pero algo estaba claro en la mente del muchacho: algo raro estaban tramando.

Decidió seguirlos sigilosamente. Los siete muchachos se metieron al salón donde se guardaban colchonetas, caballetes, barras, etc.; un sin fin de artefactos para hacer educación física.

El salón estaba a oscuras, se acomodaron como pudieron. Ranma, gracias a su ingenio, logró abrir una ventana y entró al salón sin hacer ningún ruido. Se presta para escuchar.

- No tenías que haberme golpeado tan fuuerte.
- Casi lo arruinas todo, Gosunkugi. Si Ranma se entera no salimos vivos de esto.
- Pero entonces, ¿sigue en pie eso de lla apuesta?.
- ¿Una apuesta? - se pregunta Ranma.
- Claro que sigue en pie. Lo que pasó een la mañana no cambia en nada las cosas.
- Es verdad. Todos fuimos testigos que Ranma no se atrevió a darle un beso a Akane. Si no se atrevió cuando estaban solos, nunca lo va a hacer. Es hora que otro se avive.
- Tienes razón. Además, siempre anda diiciendo que no está interesado en Akane. No creo que se enoje porque uno de nosotros tenga una aventurilla con ella.
- Entonces, ¿por qué hoy casi la besa?..
- De puro caliente que es. Una simple ddebilidad, pero nada importante.
- ¿De puro caliente? - se pregunta Ranmma ingenuamente -. ¿Qué me quiso decir con eso?.
- Bueno, volviendo con el tema de la appuesta, ¿quiénes intentarán la hazaña y quiénes creen que Akane no caerá?.
- Yo intentaré besar a Akane - dice Gossunkugi.
- Yo también - dicen otros dos.
Los demás dicen que no lo podrán lograr. Serán tres por un lado y cuatro por otro.
- Bueno, muchachos. Ya saben, esto no ttiene que salir de aquí, somos nosotros siete. Nadie más participa en la apuesta. Y no se pueden echar para atrás, si Akane cede ante alguno de ustedes, esa persona tendrá derecho a tener de sirvientes por un mes a los que dijeron que no podía, ¿quedó claro?.

Todos asienten. Ranma tenía sentimientos encontrados. Por un lado, se alivió que ellos pensaran que lo que pasó en la mañana fue una mera debilidad, nada importante; pero por otro lado, no le gustó para nada la actitud de los que se suponen eran sus compañeros de clase, sus amigos, Hiroshi y Daisuke. Se sintió traicionado y dolido, además, porque ponían en juego de esa forma a Akane, eso no se hace.

Pasan las horas. El reloj de la escuela marcaba las 4:30 de la tarde. Ranma sale de la escuela en compañía de Akane y juntos toman el rumbo hacia esa nueva fuente de soda.

Pensaban que se sentirían incómodos por lo que pasó en la mañana, pero no fue así. Actuaban como si no hubiera pasado nada. Pero el muchacho no se podía sentir indiferente con lo que escuchó en la hora de descanso. En todo caso, sólo eran pinceladas de indiferencia que la chica no notaba.

Camino al nuevo local, divisan una manguera conectada a una llave. Ranma aprovecha para cambiar de cuerpo, transformándose en la chica pelirroja.

Unas cuadras más allá estaba la fuente de soda. Como Ranma suponía el local estaba repleto de gente, pero eso no lo iba a detener, de ninguna manera.

- ¿Crees que debamos entrar?. Se ve quee está lleno.
- No, señor. Estuve esperando esto todoo el día. No me echaré para atrás. Ahora, si tú quieres irte...
- No, no quiero irme. Entremos.

Posterior a la interrupción, Akane entra al local seguido por la pequeña pelirroja. Una vez adentro, con mucha fortuna, encuentran una mesa desocupada. Un mesero con buena pinta, piel morena y alto y fornido, llegó a su mesa y aprovecharon para hacer su pedido.

Mientras esperaban echaron un vistazo más minucioso al interior local. En realidad, buscaban caras conocidas, alumnos de la escuela Furinkan, pero al parecer ellos eran los únicos. No obstante, habían muchas escolares de otras preparatorias.

No se entretuvieron mucho mirando, ya que el mesero no se demoró ni cinco minutos en traer los helados para las señoritas. Ran-chan hizo uso de sus encantos femeninos para agradecer la rápida atención. Akane fue más discreta, con una simple sonrisa y un "gracias" fue suficiente.

Ran-chan comenzó su ritual, algo grotesco pero se notaba que estaba disfrutando mucho ese momento, sonriendo mientras comía. Akane, mucho más señorita para comer, miraba cómo se deboraba el helado con grandes bocanadas.

Ran-chan hace una pausa para relamerse los labios.

- Está rico, ¿no?.
- Claro que sí, Akane. Me gustó este luugar: es fresco, es agradable y el servicio es muy rápido, a pesar que hay tanta gente. Deberíamos venir otro día, ¿no te parece?.
- Me encantaría. Ojalá no sea caro.
- No te preocupes por eso, tenía algo dde dinero guardado - seguía sonriendo -. Esta vez yo invito.
- Pero Ranma... - se sorprende sonrojánndose.
- No se hable más del asunto... ¡Meseroo, otra ronda por favor!.

Akane desiste en su intento por detenerlo, ya que sabe que no lo logrará. Tenía que aprovechar cuando se ponía amable. Sonrió y siguió comiendo su helado.

La segunda ronda fue algo más calmada. Ahora Ran-chan disfruta cada bocado de su helado, al igual que Akane. Aparentemente, la chica pelirroja parecía disfrutar este momento, pero su mente estaba en otro lado, lejos de ese lugar. No podía olvidar lo que escuchó en la hora del almuerzo en la escuela. "¿Cómo pueden apostar por algo tan tonto?... Y yo que creí que eran mis amigos. Me las van a pagar, Sato, Nomura, Hayasaki, Kawamoto, Gosunkugi, Hiroshi y Daisuke... Hijos de puta".

- ¿En qué piensas? - pregunta Akane.
- En los hijos de... Eh, en nada, en naada - responde saliendo del trance.
- ¿En los hijos de quién?.
- ¡De nadie, te estoy diciendo!.

Se la queda mirando, mientras ella seguía comiendo su helado. "¿Fue realmente debilidad, algo sin importancia?. ¿Por qué me sentí tan atraído por ella?... ¿Me gustará?", seguía pensando Ran-chan.

- Fue buena idea que te hayas transformmado.
- ¿Por qué lo dices?.
- Porque aquí hay mucha gente que no tee conoce. No creo que hubieses querido entrar como hombre a un lugar como éste.
- Tienes razón. Sólo mira a tu alrededoor. ¿Ves a algún hombre aquí dentro?. Sólo los meseros, todas las demás personas son mujeres.
- Será por lo que dice en el folleto quue te pasé en la mañana.
- ¿Qué cosa?. ¿Qué más decía el folletoo? - pregunta sacando de su bolso el folleto -... Ah, ya veo por qué hay sólo mujeres aquí: "Tenemos pasteles, helados de todos los sabores y una sección de dulcería. Además, sensuales meseros que harán de su estadía agradable".
- ¿Qué?. ¿Acaso no lo leíste en la mañaana?. Éste es un lugar exclusivamente para mujeres.
- ¿Exclusivamente para mujeres?.

Ran-chan les echó un vistazo a las mesas adjuntas y vio que las algunas chicas mantenían conversaciones bastante amenas con los meseros. Ran-chan frunció el ceño.

- Tienes razón, Ranma. Este lugar es unn paraíso - dice sonriendo.
- Dilo por ti mismo - murmura.

Media hora más tarde salieron del local y, por supuesto, Ranma había vuelto a su forma habitual. No cruzaron palabras, sus mentes estaban demasiado ocupadas, esclavas de los pensamientos más profundos y sinceros. Caminaban a la parada del bus.

Ambos tenían su vista dirigida al pavimento, aunque de vez en cuando echaban una breve mirada hacia al lado, tratando de encontrar los ojos del otro pero nunca con éxito.

- Con respecto a lo que pasó en la mañaana - abre Akane la conversación, Ranma se pone algo nervioso -... No faltó la gente que pensó que nosotros nos habíamos puesto de novios, ¿qué ridículo, no? - comenta algo irónica, esperando respuesta.
- ¿Nosotros?. ¿De novios?... Ridículos,, ¿en qué estaban pensando?.

Nuevamente el silencio reinó. Pero esta vez no duró por mucho tiempo.

- Sería divertido, ¿no crees?.
- ¿Qué cosa?.
- Eso... Ser novios.
- No lo sé... Nunca he tenido una - ressponde nervioso.
- Yo tampoco... Podríamos jugar a que llo somos... Digo, para ver qué pasa.
- Bueno... podríamos intentarlo.

Sin saber por qué, sus ansias fueron más que el orgullo. En vez de seguir intentando con la mirada, prefieren hacer algo más atrevido: la mano derecha de Ranma comienza lentamente a rozar la izquierda de Akane (y viceversa). No pasó mucho rato hasta que al fin se toman de la mano y no se sueltan jamás. No lo entendían, aún no lo asimilaban, mariposas bailaban en sus estómagos y hormigas merodean por sus cabezas. Lo que estaban sintiendo ya no era un juego.

Sincronizadamente, sueltan una moderada risa; sus miradas aún no se encontraban. Comienzan a jugar con la inercia del movimiento de sus manos tomadas, como si fuera un columpio que es empujado para obtener más impulso.

Niños, ingenuos niños que aún no conocen la dimensión de la palabra "amor", pero que poco a poco se van sintiendo identificados con tan grande sentimiento. Simpatía, atracción, amistad; nada se comparaba con esto, con el fuerte y rápido palpitar de su corazón, con el leve aumento de su temperatura corporal, con sentir algo tan fuerte y diferente definido simplemente como "algo inexplicable".

Detienen su caminar en una esquina esperando que el flujo vehicular se disipara un poco para poder cruzar al otro extremo de una gran avenida. Durante la espera...

"No dejaré que esos imbéciles se acerquen a Akane, no mientras yo esté con ella... No dejaré que nadie me la quite", pensaba Ranma decidido.

"¿Qué estará pasando?. ¡Me está tomando de la mano y no me quiere soltar!. ¿De verdad me quieres, Ranma?", pensaba Akane ilusionada.

Por fin dejan de pasar los automóviles y cruzan al otro lado de la acera. Akane apoya su cabeza en el brazo derecho de Ranma. Éste estaba cada vez más acalorado, pero lo extraño era que no estaba nervioso o avergonzado, es más, se sentía muy a gusto.

Al fin llegan a la parada del bus. Sayuri vivía cerca del centro de Tokyo. Akane pensaba ir a pie, pero como Ranma le pidió que lo acompañara a la fuente de soda tendrá que irse en locomoción a la casa de su amiga.

En la parada había una especie de banca. Ranma se sienta y Akane, sorpresivamente, en sus piernas. Akane rodea el cuello de Ranma con sus brazos y él rodea con los suyos su cintura. Se miran fijamente, se deseaban mutuamente.

- No sé que está pasando, se supone quee estamos jugando - dice Akane.
- Yo tampoco sé...

Y por fin, lo que no se pudo consumar en la manaña, concluye en un beso tímido, inocente, frágil. Se notó inexperiencia por parte de ambos, nadie quería tomar la iniciativa, sólo se dejaron llevar por el romántico momento.

Mientras se besaban, Ranma acaricia una mejilla de Akane con la palma de su mano y luego la desliza hacia su pelo. Akane, por su parte, lo atraía más hacia sí. Sin duda, ambos disfrutaban esta instancia.

Lentamente separan sus labios unos diez centímetros de distancia. Se miran fijamente, su respiración era agitada, se podían confundir en cada exhalada, casi sincronizadamente.

- ¿Qué fue eso? - pregunta Akane.
- No lo sé... Nunca antes me había pasaado... ¿Y a ti?.
- ¿A mí?... Tampoco... Oye, estamos en una siuación algo comprometedora, nos podría ver alguien conocido.
- ¿Y qué?... ¿Acaso te molesta que esteemos así?.
- No, todo lo contrario... Me gusta muccho.

Y se vuelven a besar. Se abrazaron muy fuerte, como si algo o alguien los quisiese separar... En todo caso, si alguien "problemático" los encontraba así, eso es precisamente lo que pasaría. Se mantuvieron así por un rato más.

El tiempo pasó volando (se han dado cuenta que esto siempre pasa). Ya eran casi las seis y media. Akane, aún abrazada a Ranma, mira su reloj de pulsera y se exalta.

- ¡Dios mío, la hora que es!. Ranma, deebo irme ahora o si no se me hará muy tarde. Además, Sayuri debe estar preocupada porque no llego.
- De seguro tu reloj se descompuso o allgo así. Quédate un poco más, ¿sí?.
- Ya sabes que quiero quedarme, pero yaa me comprometí a ir a su casa a hacer esa tarea. Tú deberías hacer lo mismo.
- No te preocupes por eso, se la copiarré a alguien y listo.
- Siempre tan perezoso - dice sonriendoo. Ranma la besa de improvisto y ella le responde sin dudarlo, pero no duró ni medio minuto -. Ya Ranma, tengo que irme... Ahí viene el autobus.

Akane se pone de pie y hace parar el bus. Ranma también se pone de pie, se acomoda su bolso en la espalda y le da a Akane el suyo.

- No llegues muy tarde. Recuerda que hooy Kasumi hará omelet para la cena.
- Allí estaré - dice al momento que el bus se detiene y abre la puerta -... Mantengamos esto en secreto, por lo menos por ahora, ¿te parece?.
- Sí, es lo mejor.
- Nos vemos.

Akane le da un pequeño toponsito en los labios y se sube al bus sonriendo. Ranma se toca los labios con sus dedos aún no saliendo del lógico trance de la situación. Akane había asomado su cabeza por una ventana del autobus.

- ¿Y eso por qué fue? - preguntó Ranma,, casi gritando.
- ¡Por los helados!... Y porque te quieero.
- ¿Y por qué?. No te escuché - dice ya que no escuchó lo último.
- ¡Después hablamos!.

Justamente el autobus partió. Akane le hacía señas con las manos a Ranma y éste le respondía de igual forma. Cuando el bus se perdió en el horizonte, Ranma reaccionó. Ya no pudo ocultar su felicidad, una gran sonrisa se le dibujó en su rostro, pero aún no sabía por qué había pasado lo que pasó.

Nuevamente se toca los labios con sus manos, aún no lo podía creer. ¿Se lo habrá imaginado alguna vez?. Creo que la experiencia es lo único en esta vida que no se puede pagar.

- Nos besamos... Guau... ¡¡¡WOOOOOOOOOOOOOOOOOOOW!!!.

Y saca del alma un grito ensordecedor, como si se hubiera ganado un viaje a Jusenkyou o el premio mayor de la lotería... Creo que se ganó algo mucho, mucho mejor...


Esta historia continuará...

Fanfic by LG
(c)2001 Felipe Torres


Independiente de muchos factores que influyen al evaluar un fanfic, para mí esta historia es muy especial... En el último capítulo, en esta sección, se darán cuenta el por qué...

Ojalá me acompañen en este nuevo proyecto... ¡AH!. Ya saben, si quieren darme su opinión, crucificarme, matarme o alabarme, envíenme un emilio.

Al siguiente capítulo

Volver a fanfics

Hosted by www.Geocities.ws

1