Ranma1/2 Fanfics, parte de El Mundo de Ranma1/2 by LG, presenta:

"ALGO QUE QUEDÓ EN MÍ"

fanfic escrito por Felipe Torres durante diciembre del 2001



En el capítulo anterior, Ranma había cometido uno de los peores errores de su vida al besar a Ukyou mientras tenía algo con Akane. Ocurrió en su salón de clases despúes de clases, valga la redundancia. Luego de eso, Ranma la fue a dejar al restaurante y camino de vuelta se encuentra con Akane en la entrada de la escuela.

Ranma estaba tan enojado con Akane (sin ninguna razón de peso) que cualquier cosa que ella le decía lo tomaba como un ataque a su persona y todo termina en una estúpida discusión que prácticamente echa por tierra lo que había pasado en estos últimos días entre ellos.

Nabiki había mirado todo lo ocurrido, ella sabía perfectamente que Ranma no era el hombre indicado para estar al lado de su querida hermanita.

Ranma se termina yendo de ese lugar dejando a Akane hablando sola. Cincuenta metros más allá toma consciencia de sus actos.

- Qué hice...



Capítulo #3: "Te lo mereces"


En la casa de los Tendou estaban todos preocupados por lo distanciada que se mostraba Akane con todos y también porque Nabiki no se portaba muy bien con Ranma, diciéndole indirectas o cosas muy directas y bastante hirientes.

En la noche, y gracias a una última desubicadez de Nabiki, Ranma sale de la casa a, según él, "dar un paseo". Instintivamente, toma el rumbo hacia el restaurante de Ukyou, lugar donde siempre va cuando había algo que le inquietaba.

Entra al restaurante, Ukyou antendía a unos clientes. El local estaba casi vacío. Al verlo, deja todo tirado y con la cara llena de risa va a recibirlo.

- Oh, Ranma mi amor, has venido a visitaarme. Pasa por favor.
- Sí, gracias Ukyou - contesta algo fríoo, Ukyou no lo notó.
- Siéntate, de inmediato estoy contigo.

Ranma se sienta apoyado en la barda mientras Ukyou trata de terminar luego su trabajo. Quince minutos más tarde, Ukyou cierra el local. Se acerca a Ranma y se sienta a su lado.

- Estoy tan contenta que me hayas venidoo a ver.

Ukyou se acerca para besarlo pero Ranma evita el contacto, se veía triste.

- Ukyou... Lo que hicimos no está bien.
- ¿Pero por qué no está bien?. Cuando doos personas se quieren deben estar juntos y yo te quiero mucho, Ranma.
- Sí sé, Ukyou... Yo también te quiero.... pero...
- Ranma, no me digas que estás arrepentiido - musita Ukyou poniéndose algo triste también.

El muchacho estaba en jaque, no sabía que responderle. Si le decía que sí, le destrozaría el corazón a la pobre chica; pero si le decía que no, estaría mintiendo, pero sabía perfectamente que ya había mentido mucho y se le ocurrió pensar que una mentirilla más no dañaría a nadie.

- No, cómo se te ocurre, Ukyou - y se abbrazan quedándose así por un buen rato -... Claro que no.

Eso era lo que más rabia le daba al muchacho: no estaba arrepentido de haber besado a Ukyou, al contrario, lo tomó como la experiencia más extravagante, alocada, peligrosa, fuera de lo común que había tenido en la vida.

Al día siguiente, ya se rumoreaba en la escuela la supuesta relación que estaban sosteniendo Ranma y Ukyou, comentarios que por supuesto llegaron a oídos de Akane a la hora del almuerzo por medio de sus amigas Yuka y Sayuri.

- Ay, chicas, por favor. ¿De dónde sacarron eso? - pregunta Akane no creyendo una palabra de lo que habían escuchado -. Ranma será todo lo que ustedes quieran... pero eso... No, no puede ser - concluye riendo.
- Bueno, eso fue lo que nos dijeron a noosotras - se defiende Sayuri.
- Ahí está Ukyou. ¿Por qué no le pregunttas?.
- Está bien, le preguntaré, pero sólo paara desmentirlo... Es más, creo que sé incluso quién empezó este rumor.

En sus pensamientos, Akane le daba vueltas al asunto. No era que lo creía imposible o ridículo... no quería creerlo.

- ¡Ey, Ukyou!. Ven un poco - la llama Akkane.

"Oh no, es Akane... ¿Ya lo sabrá?. No se ve enojada... Bueno, ahora Ranma es mío, no tengo por qué preocuparme", pensó Ukyou.

Ukyou se acerca. Akane sabe que Ukyou no pierde oportunidad para decirle a medio mundo que Ranma es su prometido, así que le pregunta abiertamente si los rumores los inventó ella.

Ukyou sonríe, Akane no sabe por qué.

- Ni yo empecé los rumores, ni son realmmente rumores.
- ¿Qué quieres decir?. No entiendo.
- ¡Es verdad!. Ranma y yo estamos juntoss, ¿cómo te quedó el ojo?.

Akane tardó en asimilar lo que había escuchado, tenía una mezcolanza en su mente, tenía que ordenarse primero. Aún así, ya recuperada, no daba crédito a esas palabras burlescas.

- Es broma, ¿verdad?.
- No, no es broma. Si quieres, puedes prreguntarle a MI Ranma. Está allá conversando con sus amigos.

Akane, inexpresiva, no demora en decidir su próximo movimiento. Va en busca del susodicho. No demora en encontrarlo, estaba a unos pasos de donde estaban ellas. Ranma la ve acercarse y teme lo peor. "Dios mío, dios mío, Akane ya lo debe saber... Con qué cara voy a mirarla ahora".

- Ranma Saotome, debemos hablar - dijo ssecamente.

Ranma se separó de su grupo de amigos y se quedó conversando con Akane a unos escasos metros de ellos. Todos miraron cuando Akane, al parecer, le pregunta algo y Ranma, tardando en responder, asiente tristemente con la cabeza. Acto seguido, se escuchó en toda la escuela la cachetada que ella le dio en toda la mejilla, un golpe fuerte, seco, merecido.

Luego, cabizbaja, Akane se retira de ese lugar. Todos la miraron y luego hicieron lo mismo con Ranma, quien no podía ocultar la marca que le habían dejado en el rostro.

En la tarde, en la casa de los Tendou se libró una terrible discusión entre Ranma y Sound, el dueño de casa. Estaba en juego el honor de su hija, no iba a dejar que un muchacho inmaduro e irresponsable lo pisoteara como si se tratara de un viejo tapete.

Ranma se defendía argumentando que no quería herirla pero que las cosas sucedieron de tal forma que no pudo evitarlo. Genma, padre de Ranma, lloraba avergonzado en un rincón del comedor. Pero, al final, toda la culpa recayó en él, en Genma, por haber criado de manera irresponsable a su hijo.

Aunque le dolió hacerlo, Tendou tuvo que echar a los Saotome del dojo, por lo menos, hasta que las cosas se hayan calmado un poco, pero esto era tan falso que Genma ya se había hecho la idea de buscarse otro lugar estable donde vivir por el resto de sus vidas.

Quizás todo pasó muy rápido, quizás se tomaron decisiones muy apresuradas, quizás malas decisiones, pero de lo que estaba consciente Akane era que todo lo que estaba pasando era para mejor. Eso se repetía siempre cuando echaba de menos a Ranma en la casa; "es lo mejor, es lo mejor".

Esa noche, en el parque, Ranma y su padre estaban sentados, junto con sus cosas, en una banca. No se habían hablado desde la salida de la casa de los Tendou, pero Ranma comenta algo:

- No sé por qué armaron tanto alboroto eesta vez. Tanto escándalo por un simple beso.
- Si fueras más hombrecito y te hubierass arrepentido de tus actos, quizás no estaríamos aquí... Es más, si le hubieras sido fiel a Akane, ni siquiera habrían motivos para que nos hubieran echado de la casa.
- ¡Yo creo que si tú no me hubieras compprometido con una de las hijas del señor Tendou...!.
- ¡¡¡Ranma, por favor!!!. No sigas - susspira Genma llorando -... No sigas buscando excusas, hijo... Cuando eras pequeño, mi sueño, en realidad, el sueño de cualquier padre es que su hijo algún día se parezca a él. Ahora, en el presente, maldigo el día que te convertiste en esto, en lo que eres, en la astilla del palo mayor.
- Papá... - murmura Ranma soltando lágriimas -. Lo siento, no llores, no quiero herir a más personas.
- Ese dojo, esa casa, eran las únicas opportunidades de tener una vida digna, de tener un lugar donde vivir decentemente. Ahora no tenemos nada, ni siquiera la amistad y el cariño de la familia Tendou.
- Es verdad... No creo que ahora iremos a donde mi mamá, ¿o sí?.
- Tampoco es mala idea... pero, tú sabess... la maldición... la espada...
- No digas nada, papá... Te entiendo, meejor pensemos en otra cosa.
- ¿Sabes, hijo?... No lo tomes a mal, peero hay un lugar donde podemos ir. Lo que no sé es si sea la decisión correcta, podremos echar las cosas más a perder.
- No importa, más mal de lo que están.... ¿Dónde papá?.
- Donde Ukyou.

Ukyou los estaba esperando, ella imaginaba la suerte que correrían en la casa de los Tendou cuando se enteraran de la "aventura de Ranma con ella". Tenía una pieza de alojados, ahí se quedan los dos, pero en la noche sólo el panda pudo conciliar el sueño. Ranma no podía sacarse de la cabeza a Akane, lloró toda la noche... Ya de nada le servía, debió haberlo pensado antes de actuar. Lo que más recordaba era esa escena en la parada del autobús cuando se besaron por primera vez (cap.1 de este fanfic)... Qué culpable se sentía.

Al día siguiente, el restaurante de Ukyou se llenó de gente, pero no eran precisamente clientes. Eran Shampoo, Kodachi, Ryouga, Kunou, Gosunkugi y el señor Tendou. Lo sabían todo referente a lo que había pasado entre Ranma y Akane hace pocos días, y venían a pedirle explicaciones al muchacho. Además estaba Mousse, quien siempre aprovechaba cualquier motivo para descargar su furia. La explicación era simple: Nabiki había hecho correr el rumor.

Entre todos le dieron una paliza a Ranma que lo dejaron moribundo en el suelo del restaurante. Más encima, cuando Ukyou supo el motivo de la golpiza, con su enorme espátula lo echó de su casa con todas sus cosas y le dijo que nunca más volviera por estos lugares.

El señor Tendou, al darse cuenta que Genma nuevamente se quedaría sin un lugar donde alojar, se apiadó de él y lo invitó nuevamente a vivir con ellos, pero a Ranma lo dejó ahí, solo y abandonado en la mitad de la calle, mordiendo el polvo, inconsciente.

Genma, como siempre prefiere estar bien él, no se inmuta en darse cuenta que su hijo se quedará solo y sin un lugar donde vivir, ya que ni Shampoo ni Kodachi querían saber de él por ahora.

Ranma despierta en la noche. Apenas abrió los ojos sintió que todo su cuerpo estaba hecho pedazos. Se dio cuenta que estaba dentro de su saco para dormir y a sus pies flameaba una fogata. Se encontraba en un lote baldío, a unas cuadras de la casa de los Tendou.

- ¿Qué pasó?... ¿Quién está ahí?... ¿Erees tú, papá? - pregunta muy adolorido cerrando los ojos nuevamente.
- No te esfuerces... Debes descansar - lle dijo una voz bastante fría.

El corazón de Ranma saltó, él trató de enderesarse para ver si su oído no le estaba jugando una mala broma. Al ver a la persona, le dio gracias a Dios: era Akane.

- Pero Akane... ¿Qué haces aquí?. Si tú papá sabe que estás aquí se enojará mucho contigo.
- No me importa. Te dieron una paliza. CCualquier persona, hasta tú te mereces ayuda en tu estado... No malentiendas las cosas por favor. Apenas hierva el agua me iré.

Se da cuenta que la voz de Akane se escuchaba con mucho, mucho rencor; aún no lo perdonaba. Ranma mira la fogata y se da cuenta que se estaba calentando una tetera. Luego, mira hacia un costado y ve un tarro con café. No entendió tantas atenciones, no las merecía. Además, ella se mostraba tan molesta que se hacía mucho más daño que estuviera aquí que si no estuviera.

Esa noche hacía frío. Akane llevaba puesto guantes de lana, una bufanda y un abrigo, todo de color rosa.

- No lo entiendo, Akane. ¿Por qué haces esto?. No merezco tus atenciones.

Akane no respondió de inmediato. Ahora se volvió más sumisa, más sensible.

- ¿Sabes?. En parte, pero sólo en una peequeña parte... me siento culpable.
- ¿Culpable tú, pero por qué?... Yo comeetí el error, yo te fui infiel, no tú.
- Ayer en la noche, mientras hacía esfueerzos en vano por dormir, recordé que un día, mientras estábamos juntos, no quisiste cenar. Estabas encerrado en tu habitación y yo fui a ver qué te pasaba, ¿recuerdas?.
- Sí, me acuerdo - responde poniéndose ttriste, igual que Akane.
- Esa noche me preguntaste si me interessaría que lo de nosotros fuera algo más que estarnos escondiendo de todos y llevar esto en secreto. Me puse a pensar qué hubiera pasado si hubiera respondido que sí.
- No, Akane. Eso ya pasó, no puedes senttirte mal por eso.
- Ranma, si yo no me la jugué por ti, ¿qqué puedo esperar yo de ti?.

Ranma quedó en estado de shock. En ese momento, el agua de la tetera hirvió. Akane le echa un poco de ese agua en una taza y posteriormente le echa café y azúcar. Se la deja cerca de Ranma.

Akane se iba cuando...

- Akane, no te vayas todavía... Nosotross tenemos...
- Tómate eso caliente - dice Akane detenniendo el paso, luego se voltea y continúa -. Ahora vivimos en realidades distintas, Ranma, en mundos distintos. Lo de nosotros no puede ser.
- Pero Akane..
- Tú ya me perdiste - una lágrima brota de sus pardos ojos -... Y yo ya te perdí.

Akane se iba, Ranma quería pararse y detenerla pero le faltaron fuerzas, todos sus músculos le dolieron y cayó vencido en el saco.

- ¡Akane, vuelve! - y comienza a llorar -... Yo te quiero.

Akane nuevamente voltea, estaba llorando también.

- Yo tambien te quiero, Ranma... Pero quuizás yo no soy la mujer de tu vida... Adiós.

Akane se alejó rápidamente, sin mirar atrás. El llanto de Ranma paró, como si se hubiera congelado. Estaba estupefacto, no coordinaba palabras.

A la media hora, después de salir del trance, sintió la garganta seca y recordó el café caliente. De caliente le quedaban las ganas, estaba frío; además, asqueroso, Akane le había echado demasiado azúcar. Molesto, tiró la taza contra el fuego extinguiéndolo casi al instante debido al frío contenido.

Entre triste y enojado, además de adolorido, logró conciliar el sueño.

A la mañana siguiente, Ukyou se despierta de mejor humor. Después de ducharse, baja al primer piso para abrir el restaurante. Sin embargo, se sentía sola, muy sola, quizás arrepentida de haber echado de esa forma a Ranma de su casa.

- Mejor no lo hubiera hecho... ¡Ya sé!. Le pediré si quiere volver, de seguro debe estarla pasando mal por ahí.

Pero Shampoo y Kodachi llegaron a ese lugar. Ukyou las ve, sabe perfectamente a qué han venido.

- ¿Dónde está Ranma?. Me gustaría hablarr con él - pregunta Shampoo algo triste.
- Tendrás que esperar tu turno. Yo debo disculparme primero con él - interumpe Kodachi con la misma actitud.
- Lo siento, chicas. Ranma ya no vivé aqquí... Pero les propongo lo siguiente. Estoy segura que no se rehusarán...

Las chicas se acercan a Ukyou y las tres empiezan a conversar, sin pelearse. La proposición era la siguiente: las tres se unirían para buscar a Ranma y cuando lo encuentren se decidirá con quién debe ir. Las otras dos, nada de tontas, aceptan el desafío.

Perdieron la mañana completa. Hacía un calor insoportable, las tres chicas estaban sudando debido a los 25° del mediodía, más o menos.

Se sentaron en el parque a descansar un poco. Incluso, tenían un poco de hambre.

- Rayos... ¿En dónde diablos puede estarr? - se lamenta Ukyou.
- Estar segura que no muy lejos. Él no ppuede estar lejos de Shampoo por mucho tiempo - se decía la bella china.
- No te sigas haciendo ilusiones. De segguro Ranma debe haber ido a mi casa hoy en la mañana para verme y yo aquí perdiendo el tiempo con ustedes - se queja la rosa negra -... Y más encima este calor insoportable...
- ¡Si te quejas tanto, entonces vuelve aa tu casa!. ¡No te necesitamos para encontrar a Ranma! - le reclama Ukyou sacando su espátula gigante.
- ¡¿Con que esas tenemos, eh?!. ¡Pelea! - le contesta Kodachi no dejándose pisotear.
- ¡Cálmense las dos!. ¡Por única vez noss necesitamos las unas a las otras!. ¡Debemos pensar en qué lugar puede estarse quedando Ranma!.

Las otras dos se calmaron y se sentaron a pensar junto con Shampoo. Pasó mucho rato pero al fin la ampolleta se les prendió a las tres al mismo tiempo, exclamando enérgicamente:

- ¡El lote baldío!.

Las tres salieron corriendo del parque con dirección a ese lugar, cada una convencida que Ranma se iría con ella después de todo.

Grande fue su decepción cuando llegaron al lugar y no estaba. En su lugar, estaba un viejo vestido con arapos y un sombrero negro al estilo "giligan", durmiendo plácidamente apoyado en la muralla, que al parecer se recuperaba después de una noche de parranda.

- ¿Y qué tal si le preguntamos al borraccho?.
- No seas tonta, Shampoo - musita Ukyou rendida -. Sería como preguntarle a Ryouga qué dirección tomó.
- Es verdad, pero no perdemos nada con ppreguntar.

Kodachi se acerca al viejo, lo agitó tres veces para despertarlo hasta que lo consiguió. El viejo, al abrir los ojos, murmuró:

- Creo que bebí demasiado... Estoy vienddo brujas en leotardo (el traje que llevaba puesto la rosa negra).

- ¡Pero qué viejo más insolente! - le grrita Kodachi furiosa mientras Ukyou y Shampoo se reían en secreto -. ¡Este viejo no nos dirá nada, está todavía alucinando!.

Las otras dos más se ríen, ahora no pudiendo ocultarlo, haciendo que Kodachi estalle en ira. Las ataca y ellas tratan de defenderse pero estaban tan tentadas de la risa que no pueden evitar algunos golpes de la experta gimnasta.

El viejo aplaudía sonriente por presenciar tan increíble espectáculo de tanta habilidad y belleza.

- ¡Qué buen espectáculo!. ¡Más, más!.
- ¡No estamos para su diversión, viejo ppayaso! - le reclama Kodachi acercándose nuevamente.
- Kodachi, por favor. No seas tan dura ccon el señor - le dice Shampoo sentándose frente al viejo al igual que Ukyou.
- Señor, debemos preguntarle algo.
- ¡Oh, ahora estoy viendo hermosos ángelles caídos del cielo!. ¡Pregunten lo que quieran!.

A las dos chicas le caen gotas de sudor por la frente, mientras Kodachi sigue maldiciendo en silencio al viejo arapiento.

- Señor, queremos pregunarle que si por casualidad no ha visto por aquí a un muchacho de nuestra edad, tiene el pelo amarrado en una trenza, viste una camisa china de color roja y, de seguro, llevaba consigo un gran bolso de campaña.

El viejo hace un esfuerzo para pensar. Se friega la barbilla y se rasca la cabeza, mira hacia arriba, etc.

- ¿Dices que es de su edad?.
- Sí - dicen a coro las tres.
- ¿Y tiene una trenza?.
- Sí - asienten cada vez más esperanzadaas.
- ¿Viste ropas chinas?.
- ¡Sí!.
- ¿Y llevaba un gran bolso?.
- ¡Exacto!. ¿Lo ha visto? - preguntan inngenuas.
- No - responde sonriendo y tomándose laa nuca.

Las chicas caen de espaldas. No tardan en recuperarse y enfrentar furiosas al sonriente borracho.

- ¡¿Quién creer que ser usted, viejo esttúpido?! - dice Shampoo.
- ¡No estamos aquí para perder el tiempoo con sus estúpidas bromas! - preosigue Ukyou.
- ¡Les dije que no nos fiáramos de él! -- apunta Kodachi.
- Tranquilas, tranquilas... Qué los jóveenes de hoy no aguantan una broma... El chico que ustedes buscan se fue de madrugada, como a las cinco más o menos.
- ¡Cómo sabemos que eso es verdad! - ressalta Ukyou.
- No me puedo equivocar - seguía sonreinndo el viejo -. Esa fue más o menos la hora en que vine a parar a este lugar. Uf, estaba realmente mareado, fue una noche pa' puro tomar y tomar...
- ¡Ya, no siga!. No queremos saber cómo la pasó anoche - volvió a resaltar Ukyou.

Muy cerca de allí, Akane venía de la escuela. Se sintió mal y la enfermera la mandó de vuelta para la casa. Pero ella, aunque fuera por un instante, quería pasar a ver a Ranma al lote baldío. No quería hablarle ni saludarlo, sólo quería verlo aunque sea de lejos.

Al llegar al lugar, ve a las tres locas hablando con un viejo arapiento. Ve para todos lados y no ve a Ranma ni ningún rastro de que alguna vez estuvo allí.

Se acerca a las chicas.

- ¿Qué pasa, chicas?.

Los ojos de Akane y Ukyou se encontraron y ambas reaccionaron de inmediato con un gesto de rencor y desvían la mirada al instante.

- Este viejo borracho dice que ya se fuee - le contesta Kodachi.
- ¡Yo no soy nigún viejo borracho! - se defiendo el arapiento.
- ¿Cómo que Ranma se fue?. ¿Y adónde? - preguntó Akane.
- Cuando yo llegué de madrugada, él ya ttenía todas sus cosas listas y lo vi marcharse. Y no me pregunten más porque no me acuerdo.

Akane sintió un extraño presentimiento, sabía perfectamente que las cosas entre Ranma y ella habían tomado rumbos distintos, pero tuvo la sensación que estarían más distanciados que nunca, que quizás no lo volvería a ver en no sé cuánto tiempo... Y ella quería verlo.

En un lugar muy alejado de Tokyo, de la capital, específicamente en el interior de un espeso bosque, Ranma caminaba por un sendero no teniendo idea por dónde se encaminaba. Su destino era incierto, lo único que quería era alejarse de esa ciudad, de sus amigos... y de Akane.


Esta historia continuará...

Fanfic by LG
(c)2001 Felipe Torres


Algo de pena da lo que le está pasando a este muchacho, ¿verdad?. ¿Se lo merecerá de verdad?. Eso sólo el destino, y el cuarto y último capítulo lo dirán.

La verdad es que por un momento pensé en dejar de escribir esta historia. Definitivamente no es mi estilo, pero soy y me creo escritor de fanfics y debo ser capaz de escibir cualquier cosa. Además, ha medida que fui escribiendo esto me fui dando cuenta que puedo darle vida a las emociones guardadas en el interior de cada persona que se pueda ver reflejada en la temática y en las circunstancias que ocurren en este fanfic. Por supuesto no tienen que ser los mismos acontecimientos.

Ojalá me sigan acompañando en este nuevo estilo para mí... ¡AH!. Ya saben, si quieren darme su opinión, crucificarme, matarme, alabarme o animarme, envíenme un emilio. Para mí es muy importante sus opiniones.

¡"Granela"!.

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