RANMA1/2
"Vidas Paralelas"


Fanfic by LG
Capítulo #1


Ranma1/2 es original de Rumiko Takahashi.
Fanfic escrito por Felipe Torres durante septiembre del 2001,
y editado entre el 2 y el 11 de octubre del 2001.




	Un muchacho hablaba con el doctor Tofu en la consulta bajo un ambiente muy tenso.
	- Siento que hayas tenido que venir desde tu país para acudir ante mi persona.
	- Me dijeron que usted me daría cierta información - le dice el muchacho con extraño
acento y muy pausado.
	Tofu se para de su asiento y mira hacia el exterior por la ventana. Afuera estaba
atardeciendo.
	- Dime, muchacho, soy todo oídos.
	- Es un tema muy delicado - se lamenta con voz cansada -. Se trata de mi padre,
doctor.
	- ¿Tu padre?. ¿Lo conozco?.
	- Me gustaría saber dónde está... Lo necesito por asuntos personales... Verá, se
separó de mi madre cuando yo era muy niño, lo último que supe fue que había viajado a
Japón a consultarse con usted y posteriormente se quedó a vivir en este país.
	Tofu se voltea para mirar a su paciente. El muchacho del acento extraño lo miraba
fijamente y muy decidido. Eso le gustó al doctor.
	- ¿Cuál es el nombre de tu padre?. Quizás al escucharlo me acuerde de él y pueda
ayudarte a encontrarlo.
	- Gutiérrez... Lucas Gutiérrez.
	El doctor frunció el ceño.
	- Cómo olvidar ese apellido, me costó un mundo poder pronunciarlo bien - sonríe -.
Sí, me acuerdo de él.
	- Dígame, doctor. ¿A qué vino a Japón a consultarse con usted?.
	El doctor hace una leve pausa.
	- No puedo decírtelo.
	Para el muchacho fue como si le cayeran veinte toneladas de concreto encima.
	- ¿Pero por qué, doctor?. He viajado tanto para que me digan que no se puede saber
por qué mi padre ha venido a Japón, es injusto.
	- Como profesional, no puedo dar ese tipo de información. Si él no quiere que sepas
por algo será.
	- ¡Por favor, doctor, no lo veo desde hace 12 años!. ¡¿Cómo va a saber que lo ando
buscando?! - exclama exaltado.
	- Tranquilízate, no ganas nada con ponerte así - el chico se calma haciendo que el
doctor vuelva a sonreír -. Lo que puedo hacer por ti es tratar de contactarlo para que se
comunique contigo, ¿te parece?.
	El muchacho sonríe también, muy agradecido.
	- Lo que usted diga, doctor. Lo que usted diga...

	El muchacho sale de la consulta del doctor. Su expresión era más alentadora
comparada con la que había llegado a Japón. Le habían dado una esperanza. Debía aprovechar
esta oportunidad.
	- Vaya, vaya... Tendré que esperar más... Ojalá que el doctor tenga éxito y pueda
contactar con el viejo ese - murmuraba en su idioma.
	Mientras caminaba a la pensión donde se estaba quedando en este barrio, miraba el
hermoso atardecer que le ofrecía el naranjo cielo.
	- Ah, Japón... Es tal y como me lo había imaginado... Incluso aún mejor, creo.
	En eso, en dirección contraria a él, venía caminando una chica comiendo un helado
de chocolate. Era de estatura mediana, pelo liso, corto y castano, grandes ojos café y
muy atractiva para él. Vestía ropa de calle y traía unas bolsas, cuya propaganda era de
una tienda de ropa, al parecer.
	Pasó sin que él la mirara a los ojos, más bien procurando no llamar la atención de
la chica, quien no pudo evitar sorprenderse de la gran estatura de la persona que había
pasado en dirección contraria a ella, pero tampoco lo miró directamente, seguramente por
la misma razón.
	"Qué bonita es esa chica, ¿qué edad tendrá?... Ojalá viva por aquí cerca... Quizás
la vuelva a ver", pensó el muchacho extranjero al momento de entrar a una gran casa que
seguramente era la pensión donde se estaba quedando.
	La chica que había visto hace poco entró a una casa que quedaba en la otra cuadra.
Al entrar, una voz dice su nombre:
	- Nabiki, ¿por qué llegaste a esta hora?. Se supone que estarías aquí temprano.
	- Lo siento, Kasumi. Es que me se me pasó la hora en el centro comercial. Me compré
ropa muy "top" para ir mañana a la universidad.
	- Bueno, está bien. Apresúrate que la cena está lista.
	- Ya voy.

Vidas Paralelas, capítulo 1: "DE MUY LEJOS LLEGÓ"
Un nuevo año escolar había comenzado. Las vacaciones de invierno habían terminado. Mes de marzo, lunes 5; 8 y 25 de la mañana aproximadamente. Ranma y Akane corrían en dirección a la escuela. Se veían algo alterados, y cómo no si, para variar, iban atrasados y en su primer día de clases de este año, su último en la preparatoria. - Akane, ¿qué hora es?. - Las 8 y 27 - responde mirando su reloj de pulsera -. No creo que alcancemos a llegar a tiempo. - Entonces, debemos acortar camino. Ranma toma en brazos a Akane y comienza a saltar de tejado en tejado. En un abrir y cerrar de ojos, ya estaban caminando por un pasillo que los conduciría a su nueva sala de clases. - No era necesario que me cargaras - dice Akane molesta -. Pude haberlo hecho sola. - Eres muy lenta, Akane. Hubieras llegado atrasada. Akane no alcanza a contestar debido a que habían llegado a la puerta de su salón. - 3°F. Aquí es... ¿Lista para nuestro último año?. - Lista, Ranma. Abren la puerta y entran. Ven a todos sus compañeros del año pasado y comienzan a saludar a sus amigos, cada uno por su lado. No pasó mucho tiempo cuando se asoma un profesor. Para la sorpresa de todos, era la pequeña profesora Hinako Ninomiya. - Hola alumnos, qué lindo verlos de nuevo - decía muy contenta saltando de alegría, como una niñita... De verdad parecía una. - Buenos días, maestra - se escuchó al unísono al alumnado. La profesora se sentó arriba de su mesa, empezó a jugar con los pies. - Alumnos, tenemos un alumno nuevo. Quiero que ustedes lo reciban muy bien y sean atentos, ¿ok?. ¡Entra ya!. Todos los alumnos dirigen su vista a la puerta. Ésta se abre y entra un muchacho bastante alto y maceteado, de ojos grandes, de cara redonda y mirada al frente, serena y agradable. Más que nervioso, estaba emocionado. "Qué alto es" fue lo que murmuraron todos los alumnos del salón. Hasta Ranma estaba asombrado. - No parece ser japonés, ¿verdad Akane? - le murmura Ranma. - Claro que no, tonto. Se nota que es extranjero - responde de la misma forma. La profesora prosigue con la presentación. - Su nombre "Luis Gutierez"... Qué raro nombre, ¿así se pronuncia?. - Es "Luis Gutiérrez", profesora - facilita el nuevo alumno, lento al pronunciar las palabras. (Por si no lo sabían, estimados lectores, en el idioma japonés la pronunciación de la "doble r" no existe. Así mismo, las letras "r" & "l" tienen la misma pronunciación, que es "ere") - Ah... Eso mismo... Eh... él tiene 19 años y ha venido desde América. - Mucho gusto - se inclina. - ¡Ah, veo que hablas perfecto el japonés! - se sorprende Hinako al igual que el alumnado. - Gracias, no es para tanto - dice sonriendo. - Habla raro, ¿no crees Akane? - murmura Ranma. - Es obvio, Ranma. Su acento es diferente, pero su japonés es muy bueno para ser extranjero - responde Akane. - Comparado con el de Shampoo, cualquiera es bueno. Aunque ella ha mejorado mucho - comenta indiferente -. No es gran cosa. - Bueno, eh... eh - la profesora tiene problemas para decir el apellido de manera correcta -... ¡Guti!. Bienvenido a la preparatoria Furinkan... Uyyyyyyy, suena encantador. - ¿"Guti"? - se preguntó el alumnado con una gota irónica de sudor. - Siéntate en ese puesto desocupado. Le indica el puesto que estaba detrás de Ranma. La mirada de "Guti" no titubeó. En una ojeada rápida, mira a todos sus nuevos compañeros. Alguien le llamó la atención: un chico que no vestía el uniforme, sino en su lugar ropas chinas, usaba el cabello largo amarrado en una trenza. Se miran fijamente. "Su mirada es penetrante", pensaba "Guti". "Es extraño, no hizo ningún un gesto al mirarme fijamente", pensaba Ranma. - ¿Le pasa algo, "Guti"? - pregunta la profesora. - No - responde volteando hacia la maestra sonriéndole. Después de esto, se sienta en su puesto. "Ya estoy en esto, no puedo echarme para atrás". En la hora del almuerzo, una buena cantidad de alumnos se habían acercado al puesto de "Guti". Ranma y Akane también estaban ahí. - Mi nombre es Yuka y ella es Sayuri - se presentan las amigas de Akane. - Yo soy Hiroshi y él es Daisuke - se presentan los amigos de Ranma. - Hola... Un gusto conocerlos - habla con dificultad. - ¿Y llevas sólo dos meses en nuestro país?. Me parece increíble que sepas hablar tan bien nuestro idioma - le dice otro. - Hace tiempo que estoy estudiando el japonés y algunas de sus costumbres. - ¿Sabes algunas de nuestras costumbres? - pregunta Akane mostrándose interesada con el tema -. ¿Podrías mostrarnos algunas de las tuyas?. - Claro - contesta "Guti" poniéndose de pie -. En mi país se saluda a los hombres con un apretón de manos - le da la mano a un compañero al azar, a Hiroshi, y éste le sonríe aceptando el saludo -. Y a las mujeres se les saluda con un beso en la mejilla. Y delante de todos, le da un beso a una chica en la mejilla; a Akane. Todos, al no estar acostumbrados, se sorprenden un poco, pero Ranma se mostró más que sorprendido. - ¡No te aproveches de las circunstancias, Gutie... Gutie... Guti!. - No me aprovecho de nada, me pidieron costumbres y ahí tienen un par de ellas - responde muy calmado y lento. - Es verdad, Ranma - lo tratan de calmar todos. - A mí no me engaña tu lento juego de palabras... ¡¿Quieres pelear?!. Ranma se pone en posición de pelea. "Será muy alto, pero se nota que su condición física es mala. Debe ser lento, será fácil ganarle de un sólo golpe". - No lo tomes así. No quiero pelear contigo - decía ya no tan calmado -. No es mi costumbre pelear con la gente. - ¡Oh, oh!. Ya es muy tarde, cuando Ranma se pone así nadie lo puede detener - comenta Daisuke. - ¡Ranma, ya basta!. ¡Deja de portarte como un niño!. Ranma no escuchaba las palabras de Akane y de sus demás compañeros. Aún no dejaba la postura de pelea. Guti respira muy profundo y se acerca a Ranma. - Está loco, Ranma lo va a despedazar - murmura Akane. - Quiero que sepas que no me gusta pelear. Creo que las cosas se arreglan de otra forma. Los puños deberían utilizarse como último recurso, no para problemas personales. El extranjero estaba parado enfrente de Ranma, lo miraba fijamente. Ranma aún no dejaba esa postura de pelea, sin embargo, algo le hacía sentir inseguro. Todos estaban expectantes con lo que iba a pasar. - A diferencia tuya, "Guti" - poniendo irónico énfasis en esta palabra -, a mí sí me gusta pelear... ¿Y sabes otra cosa?. Hablas mucho y no dices nada - dice Ranma -. No eres más que un cobarde... ¡Pelea!. El extranjero no movió un sólo músculo. Por dentro tenía algo de temor, pero debía ser fuerte. "Si no puedo ganarle con la fuerza, al menos debo intentar ganarle con la mente. No me gustaría tener un ojo morado en mi primer día de clases aquí", pensaba el extranjero en su idioma. Ante la sorpresa de todos, el extranjero ofrece un apretón de manos y le sonríe. Ranma, extrañado, deja la postura. - Disculpa, no sabía que te incomodarían mis costumbres. Ranma mira sorprendido la mano de "Guti" frente a él. Se sentía extraño, por más que quería darle el golpe de gracia, algo lo hacía dudar. - Guarda tu cínica amabilidad. A mí no me engañas, cobarde. Ranma retoma su postura de pelea. El muchacho extranjero se sintió decepcionado y retira su mano. Los demás esperaban lo peor. Debido a la tensión nadie notó los ruidos afuera del salón. Era Kunou, quien entró bastante alterado. - ¿Qué hace aquí Kunou?. ¿No debería estar ahora en la universidad? - se pregunta Akane sorprendida. Se dirigía amenazante hacia Ranma y "Guti". Vestía ropas de entrenamiento de kendo y llevaba consigo su espada de madera. Ellos aún no se habían dado cuenta. - ¡Te detesto, Ranma Saotome!. ¡Dime dónde está la ardiente pelirroja!. Voltean y ven a Kunou Tatewaki y a su amenazante bokutou (espada de madera) frente a sus narices. - ¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!. No alcanzan a reaccionar al ataque. En la enfermería, curaban a Ranma y al nuevo alumno. Este último sentía algo de dolor, en cambio Ranma estaba un poco mejor. - Parece mentira que alguien tan grande como tú pueda quejarse tanto - comenta Ranma cerciorándose que todos sus huesos estuvieran en su lugar. - Cállate. Si no me equivoco, ambos estamos en la misma enfermería y por la misma razón. - ¡Pero yo no me quejo tanto como tú, "Guti"!. - Bah, no vale la pena discutir por eso... ¿Y quién era ese?. - ¿Ese?. Su nombre es Tatewaki, Kunou. El año pasado egresó de esta escuela. No sé qué mierda estaba haciendo aquí. - Saotome, cuide su vocabulario - le reprime la enfermera. - Sí, lo siento. El extranjero ríe un poco. Más tarde, Ranma y el extranjero caminaban juntos por un pasillo dirigiéndose a su salón de clases. - Oye, eh... eh... ¡Ay, qué problema!. - ¿Te cuesta pronunciarlo?. - Sí. Creo que en nuestro idioma no existe ninguna palabra con esa pronunciación. - Si te causa problema, puedes decirme "LG". - ¿"LG"?. Qué ridículo, no lo haré. - Son las iniciales de mi nombre. Es más fácil, ¿no?. Ranma se detiene a pensarlo un poco. Trata de pronunciar el nombre largo y luego las iniciales. Obviamente, se inclina por la opción más corta. - Por lo menos es más fácil de pronunciar... Desde ahora serás LG. Puedes llamarme por mi nombre si quieres. - Bien, desde ahora te llamaré Ranma. - Perfecto. Pero Ranma suelta una risa burlona. - ¿De qué te ríes?. Sé que mi nombre y mi acento son raros para ustedes, pero... - No, no es eso... "LG" - mueve la cabeza negativamente riéndose-. Es que es muy gracioso, cómo alguien puede autollamarse "LG". - ¿Acaso prefieres...? - y pone cara y voz de amanerado -. ¿"Guti"?. Ranma suelta una carcajada y LG lo acompaña. - ¿Sabes?. No eres tan antipático como creía. Llegan a la entrada del salón de clases. - Qué cambio. Hace poco me querías moler a golpes. - Eso ya es pasado. Vamos, entremos al salón. Ya las clases habían terminado por el día de hoy. Ranma, Akane y LG caminaban por los pasajes de Nerima. Ranma caminaba por encima de las rejas de contención, a metros del caudal de agua. - No había tenido oportunidad de disculparme contigo. No quise ofenderte - le dice LG a Akane. - No te preocupes, son tus costumbres. No me ofendí en lo absoluto... No soy tan atrasada como otro - contesta mirando de reojo a Ranma. - Ay, Akane, eso ya pasó, ¿verdad LG?. - Claro, Ranma - responde sonriéndole. - ¿LG? - pregunta Akane mirando a LG. - Son sus iniciales - aclara Ranma -. Es más fácil, ¿verdad?. - Puedes llamarme también así - interviene LG -... si quieres, claro, eh... - Tendou, Akane Tendou. - Bueno, señorita Tendou, puedes llamarme "LG" si quieres. - Dime Akane no más. LG le sonríe. Se sentía muy cómodo con la compañía de ellos. Pero nuevamente vuelve a sentir algo de nostalgia, por recordar a qué había venido a este país tan lejano. "Ay, debo olvidarme de eso y tratar de pasarla bien mientras esto dure". Luego, mira a Ranma y siente curiosidad. - ¿Cómo puedes caminar por ahí sin caerte?. Tienes muy buen equilibrio. - Puedo hacer esto y muchas otras cosas más. Akane hace que LG se agache y le habla al oído. - Será mejor que no le subas el ego. Se pone insoportable. - ¿Ah, sí?. - ¿Qué le estás diciendo de mí, Akane? - pregunta Ranma bajando a la calle. - No seas perseguido, Ranma - responde Akane indiferente. LG ríe un poco ante el comportamiento de ambos. De pronto, otra duda le surge y no evita preguntar. - Ustedes por el apellido obviamente no son hermanos, ¿son parientes?. - Eh... - duda Akane. - No... ¿Por qué la pregunta? - pregunta Ranma algo nervioso. - No lo sé, como siempre están juntos me imaginé que serían hermanos. Pero como Akane me dijo que su apellido era Tendou y tú eres Saotome, no pueden ser hermanos. Deben ser buenos amigos entonces. - S-sí - tartamudea Akane. - Acertaste - dice Ranma muy nervioso -. S-somos amigos. - Ahhhh, qué equivocado estaba... - sonríe malicioso -. También se me pasó por la mente que eran... como es que se dice en japonés... ¿novios?. Ranma y Akane detienen su paso. Ambos estaban sonrojados y evitaban mirarse. Ambos sintieron escalofríos. - ¿Q-qué te hizo pens-sar es-so? - tartamudea Ranma muy ruborizado. - Nada en especial - dice LG mientras sigue su camino con las manos en su nuca -. Sólo me lo imaginé. Ranma y Akane lo quedan mirando extrañados. Estaban parados en medio de la calle, una fuerte brisa pasó dejando el aullido del viento resonando en sus oídos. - Es muy extraño, ¿verdad? - musita Akane. - Creo conocer ese tipo de personalidad... No puedo recordar a quién se parece - responde pensativo. Lo lograron alcanzar y siguieron caminando con rumbo a la casa de los Tendou. - Oye, LG... eh... ¿cómo creíste que Akane y yo pudiéramos ser...?. Eh... bueno... t-tú s-sabes, ¿no?. - No, Ranma. No sé - responde burlón sin desviar la vista del frente. Ranma y Akane aún estaban nerviosos, pero no quieren que LG se sienta incómodo. - Ranma, cómo tan tonto. LG, lo que él quiere preguntar es cómo tú... eh... t-te imaginaste q-que... - pero Akane se pone igual de tartamuda que Ranma. - Estoy bromeando. Sé que me quieren preguntar. Es que como Ranma se descontroló cuando te saludé yo pensé que ustedes dos podrían... - ¡No me descontrolé, no digas cosas que no son! - interrumpe Ranma. - ¿Ves lo que te digo, Akane? - dice LG. Akane suelta una pequeña risita. - ¡Tú no te rías!. ¡¿Ves lo que causas con tus ridículas suposiciones, LG?!. - Entonces debo suponer que te enojaste conmigo porque no te gustan mis costumbres occidentales - plantea LG entrando en su juego astutamente. - C-claro, eso - responde Ranma nervioso -. Me parece ridículo que se saluden con un beso, ¿por qué tanta confianza en un saludo...?. No contaba que una bicicleta le cae desde el cielo y la chica que venía en ella se cuelga del cuello del pobre afectado. - Nii hao, Ranma. ¿Querer que Shampoo lo salude al estilo occidental? - pregunta la hermosa china. - ¡Ya suéltame, Shampoo!. ¿Por qué no puedes ser más reservada en tu saludo?. LG se agacha un poco para preguntarle algo al oído a la enfurecida Akane. - Parece que realmente me equivoqué con ustedes dos. ¿Ella es su novia?. - Eso quisiera ella. Al ver que Akane se estaba enojando cada vez más, decide no seguir preguntando y se dispone a presenciar el espectáculo. - ¿Por qué Ranma sentirse tan incómodo? - pregunta Shampoo asfixiándolo. - ¡¿No ves que Akane está aquí, Shampoo?!. ¡¿O acaso Mousse te pegó la ceguera?!. - ¿"Shampoo"?. ¿"Mousse"?. ¿Todos tienen esa clase de nombres?. No me sorprendería que su abuela se llamara "Fragance" - opina LG al aire. - Se llama Cologne - aclara Akane aún molesta. - ¿"Cologne" de colonia?... Ah, qué bien - murmura sarcásticamente con los ojos entreabiertos. Shampoo advierte la presencia del muchacho grande, suelta a Ranma y se acerca a LG muy curiosa. Lo mira de pies a cabeza, mira cada uno de sus rincones. LG se sentía muy incómodo, no entendía qué diablos estaba buscando esta chica. - Tú ser raro. No parecer japonés. "Vaya, después de todo, Shampoo sí tiene algo de cerebro", pensó Akane. LG le dice a Shampoo, en forma de murmullo, unas palabras inentendibles para Ranma y Akane. La pareja se mira extrañada. Shampoo mueve su cabeza en forma afirmativa y le responde de la misma forma. - Ahhhhh, qué interesante... Gracias - dice LG tratando de no reír. - De nada. Bie la, Ranma - y Shampoo toma su bicicleta yéndose de ese lugar. - Nos vemos, Shampoo - se despide Ranma. LG se acerca a Ranma y Akane. Ellos están sorprendidos. - ¡Increíble, también sabes chino!. ¿Qué le dijiste? - le pregunta Akane. - ¿Y qué te respondió? - continúa Ranma. LG no aguanta y suelta la risa. No puede controlarla. - ¿Era chino?. No tenía idea, le dije lo primero que se me vino a la mente. Quizás qué cosa le habré dicho. Ranma y Akane se caen de espalda al estilo anime. - ¡¿Y entonces por qué te respondió?! - pregunta Ranma. - No lo sé... Eso es lo que más risa me da. Se vuelven a caer. Casi llegando a la casa de los Tendo, LG se detiene frente a una gran casa. - ¿Por qué te detienes? - pregunta Ranma -. ¿Te extraviaste?. - Aquí estoy alojando. Es una pensión. - ¡Qué bueno!. Nosotros vivimos en la siguiente cuadra. Si quieres, puedes ir a visitarnos cuando quieras - dice Akane. El extranjero los quedó mirando muy sorprendido. - ¿Escuché bien? - preguntó LG. - ¿Qué cosa? - dijo Ranma. - Eso, ¿ustedes viven en la misma casa?. De donde yo vengo, es muy mal visto que... - No, no es lo que crees. Aquí también es mal visto, lo que pasa es que... Pero Akane le pega un codazo en el estómago a Ranma. - Mañana te explicamos, ¿si?. Ahora nos tenemos que ir. - Claro, nos vemos - se despide no muy convencido. LG entra a la casa. Ranma y Akane toman rumbo a la suya. - ¿Tenías que golpearme?. ¿Qué tiene de malo que LG sepa que vivimos en la misma casa?. - Cállate. Como si no supiera que ibas a decir otra de tus estupideces. - Bah, qué sabes tú. Ranma desvía su mirada a un costado molesto. "¿Cómo lo supo?. ¿Lo habrá adivinado?. ¿O habrá sido mera casualidad?", pensó el muchacho de la trenza. "Eres tan predecible, Ranma Saotome", pensó ella. Kasumi ya tenía lista la cena. Akane había estado todo este tiempo en su habitación desde que llegó a casa y Ranma se había cambiado de ropa. Había ido al dojo a practicar un poco, saliendo de allí sólo hace unos diez minutos. En estos momentos, estaba tomando una ducha en el baño. "¿Qué me habrá hecho dudar?... Quizás sus ojos son la clave... Él me miraba de tal manera que no pude atacarlo... Hay algo en él que me hizo sentir vulnerable por un pequeño instante", pensaba Ranma bajo la ducha. Cuando ya todos estaban sentados en torno a la mesa, Kasumi se dispone a servir la cena. - Oye, Nabiki. ¿Hoy tuvieron clases en la universidad?. - Cómo crees, Akane. Sólo era el día para inscribir las asignaturas, ¿por qué la pregunta?. - Es que ese lunático que tenías como compañero de clase fue a meter sus narices a la escuela y golpeó a un alumno nuevo - se adelanta Ranma. Genma y Happousai no se integran a la conversación debido a que sus bocas estaban demasiado ocupadas. - Si se refieren a Kunou, no me pregunten. Él estudia algo muy diferente a lo mío. Ustedes saben que las espadas y el kendo no van conmigo. - De seguro se desocupó y fue a visitarlos a la escuela - opina Tendou mientras leía el periódico. - ¿Visitarnos?. No creo que esa sea la palabra indicada, papá - agrega Akane. - Así que un nuevo alumno llegó a su clase. ¿Y por qué no lo invitaron a cenar? - pregunta Kasumi sonriendo. - ¿No crees que estás exagerando un poco? - opina Ranma. - Es verdad, Kasumi, es su primer día de escuela y recién lo estamos conociendo - continúa Akane -. Además, creo que él se sentiría incómodo aquí. No es de este país. - ¿Ah, sí? - se pregunta Nabiki interesándose -. ¿Y de dónde viene, Akane?. - Es de América, creo que del sur. - ¿Un occidental?. ¿Y cómo pudo comunicarse con ustedes? - pregunta Tendou dejando a un lado el periódico. - Debe ser muy bueno en la mímica - bromeó Kasumi, haciendo que varios soltaran una risa. - Aunque no lo crean, sabe hablar japonés. No muy pulido, pero mucho mejor que el de Shampoo - responde Ranma. - Le decimos LG, tiene 19 años y es muy grande, mucho más que Kunou - continúa Akane. - ¿19 años?. Quizás en América esa sea la edad para estar en 3° de preparatoria... O quizás repitió un año. - No lo creo, Nabiki. Debe haber otra razón - dijo Ranma pensante. - ¿LG? - se preguntó Kasumi -. ¿Por qué le dicen así?. ¿No me digan que ya lo están molestando?... Pobrecito. - No es eso - la detiene Akane sonriendo -. Él mismo dijo que le llamáramos así. - Es que su nombre es algo complicado de pronunciar. LG son sus iniciales - Ranma detuvo sus palabras para comer algo -. Se me olvidó preguntarle por qué está estudiando aquí en Japón. Debe ser todo tan diferente para él, no lo entiendo. - Él tendrá sus razones, Ranma - opina por fin Genma. Al día siguiente, se escucharon unos gritos devastadores que rompieron el silencio de la mañana. - ¡¡¡Ranma, estás atrasado!!!. ¡¡¡LEVÁNTATE!!!. - ¡¡¡No grites de esa forma, pareces hombre!!!. - ¡¡¡Y tú eres una linda pelirroja!!!. Akane le tira agua fría con un balde a Ranma y éste tiene que dejar la cama para escapar del acoso del maestro Happousai. Más tarde, Ran-chan y Akane corrían rumbo a la escuela. Estaban muy atrasados, como siempre. Pero Akane rompe la dura ley del hielo entre ellos. - ¿Piensas llegar así a la escuela?. - ¿Qué tiene de malo?. Ya todos saben que me transformo en mujer y el único que no sabía era el bobo de Kunou, que ya no está. No hay ningún problema. - ¿Acaso se te olvida alguien?. - Los maestros también saben. Ya deja de molestarme, ¿quién se me podría olvidar?. - Por ejemplo... LG. - ¿LG?... Ups. Pero era demasiado tarde para volver por agua caliente ya que estaban frente a la escuela y estaban a punto de cerrar la entrada. Tuvieron que entrar, no les quedó otra salida. Una vez adentro, tratan de ir a la cocina de la escuela por agua caliente, pero no contaban encontrarse a LG cerca de ese lugar. - Hola. Buenos días, Akane - se inclina LG. Al notar la presencia de la pelirroja se inclina también -. Buenos días, señorita. - Buenos días - corresponde Akane al saludo. - Hola, tú - responde Ran-chan -. Creo que no se ha dado cuenta, Akane - murmura Ran-chan. - Es tu problema, Ranma. Debes aclararlo con él ahora. - Akane, ¿ella se llama Ranma también?... Es un gusto conocerla, señorita Ranma. Ran-chan se acerca a LG y lo mira a los ojos. - Me llamo Ranma... Ranma Saotome.
Esta historia continuará...
Un fanfic de LG
(c)2001 Felipe Torres
Hola a todos, soy LG otra vez. "¿Será coincidencia?. ¿Será el mismo LG de la historia?", se pueden estar preguntando... Quiero aclarar que, hablando en el estricto régimen de la palabra, NO SOY YO, yo no me llamo Luis Gutiérrez, es sólo un alcance de apodos. Jajaja...

¿Pero por qué andará buscando LG a su padre, cómo reaccionará frente a esta chica pelirroja que dice llamarse "Ranma Saotome", se habrá dado cuenta que son la misma persona?... Todo esto y más en el siguiente capítulo.

Gracias a ustedes por seguir leyendo mis fanfics y ojalá me sigan en este nuevo desafío personal.

Ya saben, si quieren matarme, crucificarme o alabarme, envíenme un emilio.

Al siguiente capítulo

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