RANMA1/2
"Atrévete a Aceptarlo"


Capítulo #4:

“El peor engaño
del mundo"

Parte 2




Original de Rumiko Takahashi
Fanfic escrito por Felipe Torres durante octubre y noviembre de 1999
y editado entre el 6 de marzo y el 25 de abril del 2001.




I


	“Si tan sólo Ranma supiera lo que siento por él, esto no
estaría sucediendo. Soy una cobarde, nunca me atreveré a decírselo.
Ni siquiera lo hacía sentir como mi prometido. Qué boba fui...”.
	Así pensaba Akane llorando tirada en su cama boca abajo.
Sentía como el mundo se le venía encima: su novio posiblemente
tenía que casarse a la fuerza por un error que él mismo cometió,
y la ha dejado sola, sufriendo por un amor casi imposible.
	Tocan la puerta y Akane se seca las lágrimas. “Pase”, dice
media acongojada. Kasumi y Nabiki entran lentamente a la pieza.
Sabían perfectamente lo que le tenían que decir y tenían la
esperanza de que todo se resolviera lo antes posible.
	- Akane, tenemos que hablar contigo - le dice Kasumi.
	- Si es sobre Ranma, sólo vienen a perder el tiempo.
	- Lamentablemente, nos tendrás que escuchar quieras o no -
dice Nabiki casi ordenándole -. Verás, vino Ryouga y nos dijo algo
que quizás te ayude a recuperar a Ranma.
	- ¿¡Y quién les dijo que quería recuperar a Ranma, no se
dan cuenta que ese irresponsable podría casarse con la suelta de
Shampoo!? - contesta Akane agresiva, pero al ver que la actitud de
sus hermanas no había cambiado recobra la calma -. No se merece
que me ponga así por él. No quiero saber que existe.
	- Escucha Akane - prosigue Kasumi -. Quizás no creas esto,
pero Ryouga estaba esa noche en el parque y vio que Ranma nunca
tocó a Shampoo. Es más, Ranma se quedó dormido y Shampoo lo dejó
durmiendo en la banca y después se fue.
	No, no era suficientemente convincente para que Akane lo
creyera. Habían muchas cosas que no coincidían, como:
	- ¿Y qué me dicen del diagnóstico de ese doctor Nakamura?.
Esa es la prueba que tiene Shampoo.
	- ¿Y por qué no le preguntas al doctor Tofou? - opina
Kasumi -. Quizás él pueda decirte algo sobre ese doctor Nakamura.
	Akane lo tomó como un buen consejo. Iría a la mañana
siguiente a visitar la consulta del doctor Tofou.
	Después, Nabiki quiso salir a comprar una soda a la tienda
de la esquina y después ir a dar un paseo en la oscura noche para
pensar un poco en cómo solucionar el problema de Ranma y Akane...
	- ¿Lo ves narrador?. Yo nunca me equivoco en estas cosas.
Era muy difícil que Shampoo tuviera síntomas tan pronto. Además,
nunca he escuchado que diagnostiquen embarazo a la segunda semana.
No cabe duda que soy muy lista, ¿no?.
	Ya me lo dijiste Nabiki, y por favor no me interrumpas de
nuevo...
	- OK, pero sin enojarse. Ah, los jóvenes de hoy son tan
simples. Déjame ser, ¿quieres?.
	Está bien, está bien. Qué chica... Volviendo a la historia,
Ranma estaba sentado en la rama de un árbol en un lugar cerca del
río. Muy rara vez se le notaba que le preocupara algo, pero ahora
sí: tenía que hacerse responsable de algo que ni siquiera estaba
seguro cien por ciento. Además, había desilusionado a la gente que
lo quería.
	- Ranma, ¿por qué no bajas de allí?. Pareces un mono.
	- ¿Nabiki? - se extraña mirando para la calle.
	Dieron un paseo juntos y conversaban. Realmente, Ranma
necesitaba hablar con alguien.
	- Oye Ranma. No creas que estoy enojada contigo por lo que
pasó. Al contrario, veré la forma de ayudarte.
	- Realmente te lo agradezco Nabiki, aunque creo que ahora
nadie me puede ayudar. Me haré responsable de lo que suceda y si
es necesario me casaré con Shampoo.
	Ranma realmente se veía muy mal y Nabiki se dio cuenta. De
pronto, ella se detiene, y ante la sorpresa de Ranma, lo abraza
fuertemente.
	- No te preocupes. Ya se me ocurrirá algo. Recuerda que sé
manejarme en este tipo de situaciones.
	- Realmente te agradezco lo que estás haciendo. No me lo
esperaba de tu parte
	- No es nada... sólo son diez mil yens.
	Esto siempre pasaba, pero en esta ocasión Ranma no esperaba
que Nabiki lo hiciera.
	- No te pagaré nada, prefiero arreglármelas solo - contesta
toscamente.
	- Vamos, no te enojes. Fue sólo una broma.

	Shampoo se estaba acostando. Eran como las una de la
madrugada y el cielo estaba estrellado.
	Se saca el cojín que ocupa para disimular su embarazo y
pensaba: “Ahora sí. Ya nadie me podrá separar de Ranma nunca más”.
	Estaba tan tranquila que se durmió apenas se recostó en la
cama.

	Antes de que amaneciera, el maestro Happousai llega ebrio a
la casa Tendo. Eran como las cinco.
	Entró y tropezaba con todo. Sin embargo, había algo que lo
tenía contento: “Sin Ranma en la casa, Akane está libre y sin nadie
quien la proteja. Creo que le haré una visita a su habitación. Será
muy divertido...”.
	Mientras, Akane no podía dormir. Estaba pensando cuántas
posibilidades tenía Ranma de que ese bebé no fuera de él. Realmente
eran escasas.
	De repente, siente pisadas que venían de la escalera. Akane
se asusta cuando las pisadas se empezaban a escuchar cada vez más
cerca. La puerta se abre y tras la oscuridad los brillantes ojos de
Happousai se dejan ver.
	- Hola. ¿Cómo estás, linda Akane?.
	No sabía qué hacer. Antes, cuando Happousai la molestaba
siempre Ranma estaba allí para protegerla, pero ahora la situación
era distinta.
	- Descuida, no te haré daño. Yo sólo quiero un poquito de
cariño - decía el maestro mientras se acercaba a la cama.
	Nabiki, que había ido al baño por un vaso de agua, veía
sigilosamente lo que sucedía en la habitación de Akane: “Lo único
que faltaba. Que el maestro  Happousai se quiera pasar de listo.
Todo es por culpa de esa Shampoo. ¿¡Por qué Ranma la tuvo que
conocer!?. Es una tramposa y una víbora... pero dos personas
pueden jugar el mismo juego”, concluye su pensamiento con una
sonrisa de astucia.
	- ¡¿Maestro Happousai, cómo se atreve a acosar a una chica
embarazada, no sea descarado?! - exclama Nabiki tan fuerte que
Tendo, Genma y Kasumi despiertan y van a ver que pasaba.
	- ¿¿¿¡¡¡Embarazada!!!??? - exclamaron el maestro, Akane y
todos los que llegaron.
	Nabiki se acerca a Akane rápidamente y le conversa al oído.
	- Tú sólo sigue el juego. Confía en mí.
	- ¿Te das cuenta de lo que dijiste?. Me estás poniendo en
problemas muy serios.
	Más tarde, se reunieron todos los que habitaban la casa
Tendo en el salón de té a conversar del tema. Sound Tendo toma la
palabra, como siempre.
	- Akane, yo sé que parte de la culpa es mía por no ocuparme
de tus problemas femeninos... pero sí quiero saber una cosa - Akane
estaba muy nerviosa. Nabiki la metió en un problema aún mayor. Lo
que pretendía era muy difícil y tenía un alto precio -. ¿El padre
de esa criatura es Ranma, verdad?.
	Akane se sorprende. Creyó que le preguntaría otra cosa como
cuándo pasó o algo más indirecto. Antes de responder, mira a Nabiki
y ella mueve la cabeza afirmativamente.
	- Sí, papá. Él es - responde temerosa imaginándose lo peor.
	Hubo un silencio que rodeó todo el ambiente por un lapso
corto.
	- Bueno, aunque no era el método que quería - decía Tendo
mirando a Genma -, es una excusa para que se realice boda, ¿no cree
Saotome?.
	- Así lo creo, Tendo.
	Permanecieron serios por un rato y luego descargaron de
felicidad. Pasó lo esperaban hace tanto tiempo.
	- ¡¡¡Celebremos entonces!!! - exclaman los dos padres ante
la sorpresa de los demás, especialmente de Akane.
	- Pero, papá. Yo creí que te enfadarías conmigo porque...
	- Ay, hija. No pienses en eso ahora. No ves que es malo
para el bebé. Además, no creo que debas ir a clases por hoy, por
lo menos. Ya sabes, no queremos que le pase nada al bebé, ¿no es
cierto Saotome?.
	- Por supuesto Tendo. No queremos que nada postergue la
futura boda.
	- Pero es que... - persistía en su punto de vista pero
terminó por rendirse ante la alegría de los mayores -. Bueno,
celebremos entonces - concluye sin mucho entusiasmo.
	- ¡Kasumi, trae la champaña!. Esto hay que celebrarlo.
	Luego, Akane y Nabiki se fueron a conversar a la habitación
de la afectada para aclarar algunos puntos pendientes.
	- Nabiki, dime cuál es el motivo de este engaño. ¿Te das
cuenta que estamos actuando igual que la tramposa de Shampoo?.
	- No te preocupes. Todo es por el bien tuyo y de Ranma.
	- ¿Y me puedes decir qué gano yo con esto?.
	- No te hagas la que no sabes. Volviendo al tema, este
juego es sólo por algún tiempo. Mientras tanto, hay que averiguar
quién es ese tal doctor Nakamura y contactarnos con él.
	- Buena idea, ¿pero por qué tengo que estar embarazada?.
	- Cómo tan boba. Si Ranma llega a saberlo, la boda entre él
y Shampoo no se podrá hacer - aclara -. Ahora, vas donde el doctor
Tofou y le preguntas sobre el doctor Nakamura.
	- Bien, iré enseguida.

	Akane caminaba por una calle del vecindario camino al
consultorio del doctor Tofou. El cielo estaba despejado y el
ambiente de verano ya se sentía en el calor de la brisa.
	De pronto, al dar la vuelta en una esquina se encuentra
frente a frente con Ranma, chocando con él. Después de mirarlo a
los ojos por unos segundos, se da cuenta de que iba acompañado de
Shampoo. Su reacción inmediata fue dar vuelta la cara en forma
rápida, enojada y avergonzada.
	- Akane, ¿quieres fijarte por donde caminas?. No ves que le
puedes hacer daño a mi bebé - le reprime Shampoo abrazando más a
Ranma y acariciándose la barriga, o mejor dicho, el cojín.
	- No es para tanto, quizás no se fijó o quizás...
	- No necesito que me defiendas, Ranma. Mejor sigan con su
romántico paseo y déjenme en paz.
	Akane opta por seguir su camino, sin mirarlos al pasar por
el lado. Ranma mira como Akane se aleja cada vez más, pero Shampoo
lo recrimina y lo empuja logrando proseguir con el paseo, pero
seguía mirándola de reojo.
	Dos cuadras más allá, entra en el consultorio de doctor
Tofou. Él la recibe como siempre, muy alegre y dispuesto a ayudar
en lo que fuera necesario.
	Tofou es un hombre alto, muy atractivo (para las mujeres,
claro), inteligente, como de veinticinco años o más, siempre
vestido con un traje azul marino de karate, usa anteojos redondos
y tiene el pelo levemente amarrado en una cola muy corta.
	Akane le cuenta lo que pasó desde la noche en que Ranma
salió para juntarse con
Shampoo hasta lo que pasó hoy en la mañana.
	- Si lo que tú me cuentas es verdad, es muy grave lo que le
están haciendo Shampoo y su abuela.
	- Aunque en parte se lo merece, me gustaría que supiera
toda la verdad, pero no tengo cómo comprobar lo contrario.
	- Con respecto a la idea de Nabiki, nos podría servir para
mantener a Ranma lejos de Shampoo por el momento. Y con respecto
a ese doctor, yo me encargo de hacer algunasaveriguaciones. Si mi
memoria no me falla, él trabaja no muy lejos del centro comercial.
Iré a hacerle una visita.
	- Muchas gracias doctor - exclama con suma felicidad, pero
se controla de inmediato -. Todo sea para que Shampoo no se salga
con la suya.
	Tofou sonríe.
	- Bien Akane. Tendrás que ser valiente para hacer lo que te
voy a decir, pues yo pondré en peligro mi reputación y prestigio
como doctor con esto. Éste es el plan...

	Ya era mediodía. El sol calentaba suavemente y los pájaros
cantaban felices. Junto a ellos, Akane caminaba por la calle con
destino a realizar lo planeado con su amigo, el doctor Tofou.
Sentía mariposas en el estómago de puros nervios.
	Llega al restaurante de comida china de la bisabuela de
Shampoo, el Nekohanten. Entra y se ve que estaba lleno de clientes.
El pobre de Mousse estaba de mesero, mientras Shampoo le trataba de
dar la comida a Ranma en la boca, pero éste se negaba y prefería
comer solo.
	Pensó que había mucha gente para hacer lo que tenía que
hacer. Aprovechando, decide sentarse lejos de ellos y llama a
Mousse. Él corre de inmediato.
	- ¿Akane, qué haces aquí?. Es muy peligroso.
	- Luego lo vas a saber. Por mientras, tráeme un plato de
tallarines por favor, estoy que me muero de hambre. Y no le digas
a Ranma y a Shampoo que estoy aquí, menos a la abuela, te conviene
mucho.
	- Entendido. Te los traigo de inmediato.
	A pesar de ser algo despistado, el chino cegatón entendió
el mensaje y con mucha precaución le sirvió la orden a Akane.
	Ya con el plato de tallarines en la mesa, decide comer sin
llamar mucho la atención para no ser descubierta.
	Pasa el tiempo lentamente. Ya eran como las tres de la
tarde y la gente comenzaba a retirarse. Akane, ya con la visión
del restaurante más despejada, echa una ojeada hacia donde estaban
Ranma y Shampoo: él estaba comiendo por su cuenta y ella estaba
escribiendo algo. Mousse se sienta con Akane.
	- Míralos, es así todo el tiempo: por más que Shampoo le dé
atenciones, él no le responde en lo más mínimo - comentaba Mousse.
	- ¿Ah sí?. Pues en la mañana iban paseando por la calle muy
juntitos.
	- Eso fue porque la abuela lo amenazó con aplicarle una
moxibustión (truco para neutralizar la fuerza de una persona).
	- Qué raro. Yo creía que sólo el maestro Happousai sabía
hacer ese truco... ¿Y tú qué haz hecho al respecto?. No olvides
que eres el prometido de Shampoo.
	- ¿Y qué puedo hacer?. Tendrán un hijo juntos. Por la única
razón que no he regresado a China es porque tengo la esperanza que
no todo está perdido.
	- Eso te lo puedo asegurar - dice Akane. Se para de la
mesa y, ante la mirada extrañada de Mousse por ese comentario,
se acercaba a la mesa en donde estaba la pareja.
	Ranma seguía comiendo y Shampoo había dejado de escribir y
se había sentado al lado de él. Sin embargo, el acoso de ella era
tan insoportable que Ranma se corría para un lado, pero no hacía
mucho escándalo por el bebé.
	- Ranma, ¿por qué te escapas?.
	- ¿Será necesario que te lo diga? - contesta seriamente
pero comiendo, tratando de cortar lo más rápido posible la
conversación.
	- Te conviene tratarme mejor o sino le diré a mi bisabuela.
	Mientras más se acercaba, más nerviosa estaba Akane, a tal
punto que se imaginó una escena que podría pasar:

	Ella llega como una heroína ante una desconcertada Shampoo
y a un sorprendido Ranma.
	- No puedo creer que hasta lo amenaces. Y yo que creí que
se llevaban bien - dice Akane apareciéndose ante sus miradas.
Mousse observaba a la distancia.
	- A-akane, ¿qué haces a-aquí? - pregunta temerosamente
Ranma.
	- Akane, ya sabes que eres bienvenida como cliente, pero te
agradecería que no nos molestaras cuando Ranma y yo estamos juntos.
	- ¡Oye, no le hables así! - le reprime Ranma.
	- Sólo te traje esto Shampoo - dice mientras deja caer el
sobre que le dio el doctor Tofou. Shampoo mira el sobre y luego
a Akane llena de curiosidad.




II



	Siguiendo con el sueño...
	Shampoo lo abre sin pensar en lo que podía decir. Lo lee y
queda pasmada, anonadada, sorprendida, atónita. Luego de ese lapso,
se recupera un poco.
	- ¿Esto es una broma de mal gusto o qué pretendes?.
	- Tú que crees, Shampoo.
	- A ver, Shampoo. ¿Qué dice? - dice Ranma quitándole el
papel, pero Shampoo reacciona de inmediato y se lo quita y Akane
a ella -. Qué les pasa. Quiero saber qué dice, ¿o acaso no se
puede?.
	- Verás, Ranma - dice Akane muy decidida al principio, pero
después se da cuenta de lo que tiene que decir y las palabras no le
querían salir de su boca - Es que... Verás... Yo también estoy... -
balbuceaba mientras Shampoo se comía las uñas y Ranma escuchaba con
atención -. Yo también estoy embarazada de ti.
	Ranma al principio lo tomó con una sonrisa, pero luego le
sorprende tanto que dice “ahora sí que lo he escuchado todo” y se
desmayó allí mismo.
	Ambas chicas corren a socorrerlo. Akane lo toma del cuello
y Shampoo de la cabeza. Sus miradas se encuentran violentamente.
	- ¡Oye, Akane, no toques a mi prometido!.
	- ¡Cómo que tu prometido!. ¡Nunca lo ha sido ni jamás lo
será!. Además, yo quedé embarazada como una semana antes que tú,
así que tengo prioridad.
	- ¿Ah, sí?. Si te pasó antes, ¿por qué no se te nota en el
estómago?.
	Ese fue el detalle que se les olvidó planear, pero pensó en
algo rápido y resolvió en corto.
	- No todas las mujeres somos iguales. Es más, yo diría que
a ti se te notó demasiado temprano y tienes mucho para el poco
tiempo que llevas.
	Ahora la que estaba en aprietos era Shampoo, pero se libra
de inmediato.
	- Bueno, tú misma lo dijiste, no todas somos iguales,
aunque me parece muy extraño que no te hayas dado cuenta hasta
hoy.
	Se trataban de pillar entre ellas, cuál de las dos cometía
el error.

	Al terminar el sueño, Akane logra convencerse de que algo
así podría pasar, así que eso iba a hacer.
	Todavía no se daban cuenta que ella se acercaba pues
estaban concentrados en su discusión. Le faltaban dos mesas
por pasar.
	- Ya empezaste con tus amenazas Shampoo.
	- Es que nunca creí que fueras tan terco Ranma. Menos mal
que pasado mañana nos casamos. Ojalá que cambies tu actitud.
	Al escuchar esto, Akane desvía su trayecto y se oculta
debajo de la mesa que faltaba para llegar.
	- Por favor Shampoo, ni me lo recuerdes que no estoy de
humor.
	- Por lo menos, tengo la esperanza que algún día me querrás
como yo te quiero a ti - dice poniéndose acaramelada nuevamente.
	- Espérate sentadita.
	Akane no aguanta más y se escabulle mesa por mesa, sin que
nadie advirtiera su presencia. A la salida del restaurante, Mousse
la detiene. Akane tenía la cabeza baja.
	- ¿Qué pasó Akane?. ¿Por qué te arrepentiste?.
	Akane le costaba levantar la cabeza y abrir los ojos.
	- Se van a casar pasado mañana.
	Y se va corriendo desconsolada, mientras Mousse no salía
de la impresión; al parecer, su corazón se había destrozado.
	Lo peor de todo, es que a Akane se le cayó el certificado
del doctor en el camino.

	En otro lado de la cuidad, el doctor Tofou entraba al
consultorio del doctor Nakamura. Él era uno de los doctores más
importantes y con más prestigio en Tokio, y su consultorio parecía
un gran hospital.
	Por suerte no tenía consultas, así que atendió de inmediato
al doctor Tofou.
	Su oficina era enorme y elegante. Se preguntaba de dónde
la bisabuela de Shampoo habrá sacado el dinero para pagar la
consulta, si a lo menos le debieron haber salido diez mil yens.
"Mejor hubiera ido conmigo, le hubiera salido gratis", pensó.
	- Cómo está colega Tofou, ¿qué lo trae por aquí?.
	- Verá, quiero saber si hace como un tiempo atrás vino una
niña china de cómo dieciséis años a hacerse unos exámenes de
embarazo. Se llamaba Shampoo.
	- Es muy difícil saberlo. Me llegan muchos pacientes. Iré a
preguntarle a mi secretaria. Este teléfono se averió y aún no lo
han venido a reparar. Ya no hacen las cosas como antes. Discúlpeme.
	El doctor Nakamura sale de la oficina y a Tofou le da por
curiosear. De pronto, encima del escritorio, encuentra un montón de
certificados y todos firmados, pero nada escrito. Así que saca uno
y se lo guarda.
	Justo entra el doctor Nakamura, pero no lo vio.
	- Mi secretaria dice que una niña llamada Shampoo tuvo una
consulta conmigo, pero ese mismo día tuve que ir a una emergencia
al Hospital Municipal.
	- ¿Eso quiere decir colega que usted en ningún momento la
atendió?.
	- Así es colega. Ni siquiera alcanzó a pagar la consulta.
	Con esta información, Tofou empieza a armar el rompezabezas
del engaño de Shampoo.

	Ya de noche pero sin ganas de dormir, Ranma miraba las
estrellas desde la terraza de una pieza en la casa de la bisabuela
de Shampoo. Recordaba con tristeza las innumerables veces que
compartió este momento junto a Akane y que nunca aprovechó para
estar a gusto con ella. Nunca creyó que la extrañaría tanto.
	- ¡Futuro yerno, ya es muy tarde! - grita desde adentro
Cologne.
	- Espere abuela, iré a dar una vuelta. Regreso enseguida.
	Y salta a la calle desde ahí, con rumbo incierto, dejándose
llevar por el sentido de la noche.
	Después de caminar durante media hora, se da cuenta que
pasa frente a la casa de los Tendo. Mira hacia adentro y todas las
luces estaban apagadas. Creyó que la suerte lo trajo hasta aquí o
que realmente quería venir y no se daba cuenta.
	- No sé por qué tengo estas ganas de ver a Akane. Nunca
antes me había pasado. Debe ser porque he vivido tanto tiempo con
ella, y ahora que no, debo extrañarla un poco.
	Trataba de buscarle una explicación lógica, pero mientras
lo hacía, saltó la muralla y pasó por el jardín, luego trepó hasta
el segundo piso y llegó hasta la ventana de Akane. Puso la oreja
para ver si había algún ruido. Al no escuchar nada decidió abrir
la ventana y entrar.
	Mientras tanto, Akane no podía dormir, estaba tirada en la
cama con pijama y boca arriba escuchando música con el “personal
estéreo” de Nabiki, así que no escuchó cuando Ranma forzó la
ventana.
	Ranma entró como un verdadero ninja: ni un sólo ruido.
Akane no se dio cuenta y seguía escuchando música, tarareando la
melodía. Ranma la mira pensando: “Me imagino lo tranquila que
debe estar sabiendo que yo no estoy en casa... No sé por qué estoy
aquí, pero en fin, creo que ya es hora de irme. Ya hice lo que
tenía que hacer”.
	Pero cuando Ranma se alistaba para irse, Akane murmura unas
cuantas palabras:
	- Menos mal que Nabiki me lo prestó, necesitaba distraerme
un poco. El tema de mi embarazo realmente me tiene muy nerviosa. Si
tan sólo Ranma estuviera aquí conmigo, todo sería más fácil...
Claro, él ya tiene otro compromiso y de seguro no le agradaría nada
saber que tiene otro hijo conmigo, así que desistiré.
	- ¿¡QUÉ, EMBARAZADA DE MÍ!? - exclama Ranma abriendo toda
la boca, no muy fuerte. Akane lo escucha y se saca los audífonos. Lo
ve tapándose la boca.
	- Ranma, ¿qué haces aquí? - pregunta temerosa.
	- ¿Yo? - dijo atontado todavía -... Sólo vine a dar una
vuelta, pero nunca me imaginé que me encontraría con una sorpresa
así - contesta riendo de ironía.
	- Qué raro, creí que te sorprenderías más al escucharlo.
	De repente, Ranma se toma la cabeza. Por fin entiende en
la situación crítica en la que estaba y sale rápidamente por la
ventana, sin que Akane pueda alcanzarlo antes.
	Esa noche, Ranma no durmió.

	Al día siguiente, Akane fue a preguntarle al doctor Tofou
qué había pasado ayer y él le contó. Por supuesto, Akane no entendió
mucho.
	- No es tan mala la situación Akane. Creo saber lo que pudo
haber sucedido pero necesito más información, aún hy muchas cosas
que no encajan en esta historia.
	Cada vez las cosas estaban peor para ella: Ranma no tomó
muy bien su supuesto embarazo y no se supo nada concreto de la
falsedad de Shampoo. Se le empezaba a pasar por la cabeza que
Ryouga quizás se podía haber equivocado.
	Y hablando de él, supo que las cosas iban igual que hace
tiempo y que Ranma se casaba al día siguiente, así que decidió
intervenir. Se consiguió una grabadora de bolsillo y partió a la
casa de Shampoo.
	Decide entrar por el restaurante. Sin que nadie lo viera,
entra a la cocina y se moja la cabeza con agua fría convirtiéndose
en Pchan, y en su hocico llevó la grabadora. Se paseó por la casa
y en una habitación encuentra a Shampoo peinándose. Entra y se
oculta, esperando a que Shampoo dijera algo comprometedor.
	Aguardó veinte minutos hasta que comenzó a hablar sola, así
que echó a andar la grabadora.
	- Por fin, desde mañana nadie me podrá separar de Ranma. Mi
esfuerzo valió la pena, aunque no haya sido el método más honrado,
pero sirvió. Si se entera que entré a la oficina del doctor mientras
la secretaria estaba distraída y saqué un certificado firmado, de
seguro que Ranma nunca me lo perdonaría.
	Pchan para la grabadora y sale de la habitación, pero justo
Shampoo se le ocurre mirar para allá y descubre a Pchan.
	- ¡Oh no, es Ryouga!. ¡¿Qué hago?!. ¡Se lo dirá todo a
Akane! - exclama en chino -. Debo actuar de inmediato, no perderé
el tiempo con ese cerdo, de seguro no sabrá llegar a la casa de
los Tendo, no antes que pueda hacer algo.
	Y corre a la habitación de Ranma. Él estaba echado en su
cama destruido y confundido. Había estado pensando en muchas cosas.
Shampoo entra de sopetón.
	- ¡Ranma, tienes que casarte con Shampoo de inmediato y no
te atrevas a contradecirme! - le ordena prepotentemente.
	- Has lo que quieras, pero terminemos con esto de una buena
vez - contesta sollozando.
	- Entonces arréglate que partiremos a la iglesia en media
hora. Primero llamaré al Padre para avisarle.
	Ranma ya no oponía resistencia. Su mente estaba tan turbada
que para él la mejor solución era terminar de inmediato con el
problema.
	Ya terminada su misión, Pchan, es decir, Ryouga se marcha
rápidamente y toma rumbo a casa de los Tendo. El único problema es
que no sabe qué dirección tomar, justo como lo quería Shampoo.

	Ranma estaba listo. Se había vestido entero de negro y la
camisa blanca, la abuela se vistió muy elegante y Shampoo de novia,
que por cierto se veía muy hermosa (alucino con sólo imaginármela).
Salieron de inmediato con dirección a la parroquia del vecindario,
siendo vistos por todos incluyendo a Ukyou.
	Ella no lo podía creer y llama de inmediato a Akane por un
teléfono público. Ella atiende y Ukyou le cuenta desesperadamente.
Pero la abuela la descubrió y le aplicó el truco de la explosión,
dejándola inconsciente, pero alcanzó a darle el mensaje a Akane,
quien no pierde ni un segundo y corre hacia la parroquia.
	Ella llega en la parte donde el Padre dice “si hay alguien
que se opone a esta unión que hable ahora o calle para siempre”.
Ranma tiene la cabeza baja y espera a que el cura diga que ya están
casados y salir de esta presión. Shampoo le dice al Padre: “¿Para
qué pregunta eso si no hay nadie?. Además, este es un matrimonio
que no se puede posponer”.
	- ¡Pues yo me opongo! - grita Akane desde la entrada.
	Shampoo y Ranma se dan vuelta lentamente y encuentran a
Akane caminando hacia ellos, mientras en la entrada aparecen el
doctor Tofou con Ukyou en brazos, Mousse, Genma y toda la familia
Tendo.
	- Tú no te puedes oponer porque yo estoy esperando un...
	- Tú no estás esperando a nadie. Ranma, escucha: todo esto
es una farsa para engañarte. Yo sí estoy embarazada de ti.
	- ¡¿QUÉ?! - se preguntó él y la mayoría.
	- Shampoo tiene un certificado que dice lo contrario. Qué
tal si nos muestras el tuyo y veremos si estás mintiendo o no -
propone la china.
	- Sí Akane. Demuestra que no estás mintiendo - dice Ranma
seriamente, mientras Shampoo sonríe malévolamente.
	Akane lo empieza a buscar pero sin éxito.
	- Ups... Se me perdió - dijo y el doctor Tofou se toma la
cabeza.
	- ¿Lo ves Ranma?. No le hagas caso y mejor sigamos con la
ceremonia.
	Pero Ranma estaba perdido en sí mismo. Los ojos se le
achicaron, se le subió la sangre a la cabeza, ahora se dio cuenta
de lo que iba a hacer.
	- No... No puedo hacerlo.
	Y corre. En su camino se le atraviesa la abuela Cologne,
desafiándolo a pasar. Pero ella le mira los ojos a Ranma llenos de
desesperación y odio mezclados. Eso bastó para dejarla paralizada.
	Akane sale tras él, y más atrás los demás.
	- ¡Ranma, detente por favor!.
	- ¡Déjame!. ¡Todos ustedes me quieren ver destruido. Ya no
quiero más compromisos!. ¡Ya no me importa el bebé de Shampoo o el
tuyo!. ¡¡¡Sólo déjenme en paz!!!.
	No sabía para donde corría. Sin darse cuenta, cruza una
calle y venía un camión. Cuando éste toca la bocina, ahí recién se
da cuenta pero no reaccionó. Akane se lanzó empujando a Ranma hacia
la vereda; menos mal, el camión ni siquiera la tocó.
	Después de unos segundos inconsciente, Ranma se levanta
preocupado únicamente de Akane y de su supuesto bebé. Se acerca
donde estaba ella y la acomoda en sus brazos. A parecer, el susto
lo hizo recapacitar.
	- He sido un tonto - murmura mientras despierta Akane -. Te
traté muy mal y tú arriesgaste tu vida y la del bebé para salvarme.
	- Hice lo que cualquier persona hubiera hecho... Al menos,
se postergó el matrimonio.
	Ranma le acarició el abdomen con delicadeza. Ambos sonríen.
	- Al parecer, no le pasó nada... - pero se pone a pensar
profundamente -. Un momento... ¿Cómo puedes estar embarazada de mí
si nunca a pasado nada entre nosotros?.
	Akane no alcanza ni a pensarlo cuando llegan los demás. Se
preocupan de Akane y del bebé, pero ella quería decirles que en
verdad ese bebé no existía.
	De pronto, llegan Shampoo y su bisabuela muy disgustadas,
por cierto.
	- Ranma, déjate de tonterías y regresemos a la iglesia -
exclama Shampoo prepotente.
	- ¡Cómo se te ocurre pensar en eso con lo delicada que está
Akane!.
	- ¿Y aún le sigues creyendo?. ¿No te das cuenta que inventó
todo esto para molestarnos?.
	- La que está mintiendo eres tú - contra ataca Akane -, ¿o
me vas a negar que lo que tienes ahí es un cojín?.
	Shampoo se toca inmediatamente el cojín poniéndose muy
nerviosa.
	- Cómo te atreves a dudar de algo tan delicado. No tienes
ninguna prueba.
	Y de la nada, aparece Pchan todo sucio; al parecer, nunca
dio con el camino correcto y se metió en problemas, agotándose por
ello. Además, traía la grabadora en su cuello y al ser pequeño no
aguantaba tanto peso colgando.
	- Pchan, ¿qué te pasó... y qué traes ahí?.
	Pchan salta a sus brazos y Akane le saca la grabadora y la
prende, enterándose todos del plan de Shampoo y su bisabuela. Las
miradas no se desviaban de ellas.
	- Shampoo, ¿fuiste capaz de engañarme de esa forma? -
pregunta Ranma decepcionado.
	Shampoo no puede contestar y con la vieja Cologne empiezan
a retroceder poco a poco.
	- ¿Ésta era la prueba que me pedías Shampoo? - le pregunta
Akane sarcásticamente.
	- Será mejor que nos vayamos nietecita - dice Cologne.
	- Está bien, pero no te me escaparás tan fácilmente Ranma.
Ya te darás cuenta que esa chica que está allí no te merece -
advierte Shampoo escapando con Cologne perdiéndose en el horizonte.
	Ranma exhala profundamente sonriéndole a Akane.

	Ha pasado un día completo, y Ranma se ha comportado más
caballero que nunca con Akane, supuestamente por el bebé.
	En la cena, Sound Tendo y Genma Saotome proponen un brindis
por el futuro bebé y por los padres. A Ranma por primera vez no se
le ve enojado por una situación así; pero Akane no se sentía bien,
tenía que decir la verdad. Sólo estaba buscando el momento preciso
para hacerlo.

	Al día siguiente, Ranma y Akane fueron a la escuela después
de mucho tiempo de inasistencia.
	A la hora de almuerzo, Ranma se había acomodado debajo de
la sombra de un árbol. Pensaba de lo que se había salvado.
	Akane llega a acompañarlo, estaba dispuesta a decirle todo.
Se sienta a su lado con las rodillas en alto, apoyando su cabeza
en ellas por un rato. Luego, levanta la cabeza y lo mira fijamente.
	- Sabes, hay algo que debo decirte...
	- No hace falta que lo digas - dice serio -. Ya sé que no
estás embarazada... Nunca ha pasado nada entre nosotros, en cambio
con Shampoo no estaba seguro.
	- En cuanto llegue a casa les diré todo a la familia, pero
por favor no te enojes conmigo, yo sólo lo hice para...
	- No importa por qué lo hiciste, pero sí te lo agradezco.
Gracias a ti y a los demás el matrimonio no se realizó - Ranma,
frío como siempre, se pone de pie -. El descanso ya terminó, es
hora de volver al salón de clases - Akane baja la cabeza triste,
pero él ofrece su mano sonriendo -. Vamos, ¿no querrás llegar
tarde o sí?.
	- No, claro que no - responde aceptando la ayuda y juntos
van a clases. Por lo menos, no terminaron enojados.
	Mientras Akane camina algo contenta y aliviada, Ranma
mantiene una actitud fría, tosca, distante; empieza a reflexionar.
Está enojado consigo mismo por ser tan mentiroso y cobarde para
enfrentar la situación con Shampoo, y tan frío para enfrentar la
situación con Akane.
	Pero aún le queda mucho tiempo para arreglar las cosas, le
queda toda una vida.

Un fanfic de LG
(c) 1999 Felipe Torres.


Creí que con este final terminaría mi saga, pero al leerlo por tercera vez me sentí inmensamente insatisfecho. Faltaban muchas cosas por resolver y muchas cosas por decir. La razón principal es que Ranma aún no acepta que ama a Akane y el título de mi saga es "Atrévete a Aceptarlo". Por ende, esta historia sigue y crean que aún queda mucho más.

Ya saben, mátenme escribiéndome un mail por cualquier reclamo o sugerencia.

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