RANMA1/2
"Atrévete a Aceptarlo"


Capítulo #3:

"El peor engaño
del mundo"
parte 1


Original de Rumiko Takahashi
Fanfic escrito por Felipe Torres durante julio de 1999
y editado entre el 6 de marzo y el 26 de abril del 2001.




I


	De estatura mediana y muy hermosa, con bellos ojos de color
rojo-violeta y largo cabello azul, Shampoo es una adolescente de
dieciséis años, originaria de China que actualmente vive en Japón
junto a su bisabuela con el propósito de que algún día pueda
casarse con Ranma, aunque ya tiene un prometido, Mousse. Haría
cualquier cosa para que Ranma fuera el que la acompañara en el
altar, lo que fuera.
	Gracias a ese espíritu guerrero de las artes marciales no
se ha dado por vencida, aún sabiendo que Akane le lleva mucha
delantera. A pesar de sus transformaciones en gata al contacto
con el agua fría y teniendo consciencia del temor que tiene
Ranma a los gatos, sigue intentando poseer su amor. Sin embargo,
los intentos que ha hecho para separarlo de Akane han sido por
medio de trampas, magias, engaños, sabotajes, que sin duda, no
han dado resultado.
	Sin embargo, aún no ha probado un método muy vil y cruel,
el peor engaño que se puede hacer, pero que posiblemente le pueda
dar resultado.

	Era un hermoso día primaveral, como cualquier otro, y el
reloj de la escuela Furinkan daba las cuatro treinta y cinco. Al
sonar la campana, los estudiantes salen con rumbo a sus casas.
	Ranma y Akane, sin embargo, no toman el camino a casa, sino
que se van a una fuente de soda a tomar algo. ¿Quién lo iba a
pensar?. Si alguien hubiera visto cómo se llevaban cuando sus
padres los juntaron y los ve ahora, notaría la diferencia. No es
que se lleven tan bien, pero es un cambio.
	Shampoo, que estaba tomando una soda en ese local, los ve
entrar “muy felices, como dos enamorados”, pensaba ella. Nunca se
deprimía por él, al contrario, le daban más ganas de tenerlo no
importando el costo.
	Ellos no la ven, ni siquiera notan su presencia. Piden una
soda cada uno y se sientan en una mesa a tomarla y a conversar.
Shampoo se acerca para escuchar.
	- Ranma, fuiste muy amable en haberme invitado.
	- No tienes por qué darlas, Akane. Ya era hora de que
respondiera en algo, ¿no crees?.
	- ¿Por qué lo dices?.
	Ambos se avergüenzan. Akane baja el rostro sonrojada y
Ranma revuelve la soda con la pajilla muy nervioso.
	- Ya sabes, me ayudas a estudiar de vez en cuando, me
despiertas en las mañanas y muchas otras cosas más.
	- Bueno, lo seguiré haciendo con gusto si esto se sigue
repitiendo.
	- Me parece una buena idea.
	Mientras ellos reían muy contentos, Shampoo no podía creer
lo que escuchaba.
	- No puedo creerlo, no están peleando y, sin embargo, se
están llevando bien - pero sonríe posteriormente demostrando no
estar preocupada -. Pero no durarán mucho tiempo, de eso me
encargo yo.
	Más tarde, camino al restaurante chino de su bisabuela,
Shampoo iba pensando en la forma de separarlos de una vez y para
siempre. Se deleitaba con los hermosos colores que le ofrecían el
cielo y las nubes al atardecer: morado, azul y rojo, un hermoso
paisaje para pensar.
	Sin embargo, al bajar la vista se da cuenta de que estaba
en el parque, así que decide cruzarlo, además, le servía de atajo.
Pasaba por la pileta central, cuando del otro lado paseaba una
pareja de enamorados con un bebé en brazos de la madre, muy
felices por cierto. Su mirada se centró ahí, no le quitó la vista
de encima ni por un momento, hasta que se perdieron en el
horizonte.
	Se quedó un rato pensativa, haciéndole compañía la suave
brisa del atardecer que le hacía bailar su largo cabello azulado.
	De pronto, pareció como si el tiempo se hubiera detenido,
todo estaba en calma, hasta la brisa había cesado. Luego,
comprendió el significado de haber pasado por el parque, pues
le había dado la idea más descabellada y cruel para separar a
Ranma de Akane y de cualquier otra chica que se interesara en
él. Sin embargo, era un plan tan peligroso que debía calcular
todo, o sino, el más mínimo detalle que fallara, se descubriría
todo y tendría que decirle adiós para siempre a ese amor.

	De un viaje muy largo venía Ryouga. Ryouga Hibiki,
perteneciente a la secta de artes marciales Budo-kan, es otro
adolescente de dieciséis años que está enamorado de Akane. Es muy
despistado y desorientado, siempre se anda perdiendo. Por culpa
de Ranma cayó a un estanque en Jusenkyo, China, y por esa razón,
cada vez que cae al agua fría se transforma en un cerdito negro.
La ventaja que tiene Ryouga con esto es que Akane lo convierte en
su mascota y lo llama Pchan. Así, puede estar con ella todo el
tiempo que desee y sacarle celos a Ranma.
	Sin embargo, al convivir con ella de esa forma, se ha dado
cuenta del gran afecto que siente hacia Ranma. Ha sido testigo de
llantos, confesiones, lamentos, etc. Es por eso que realiza tantos
viajes, para olvidarse de ella, pero por más que lo intente, no
puede.
	A pesar de todo, últimamente se ha estado llevando bien con
Ranma (si es que se puede decir bien); claro, se conocen desde
hace mucho tiempo, pero desde ese entonces peleaban por cualquier
cosa. Trata de no pelear con él gracias a que Akane le dice que
no lo haga. Los tres son muy unidos en ocasiones.
	Sin embargo, Ryouga sueña con que algún día pueda vencer a
Ranma en un combate de artes marciales, deshacerse del hechizo
que lo tiene condenado a convertirse en cerdo y casarse con la
hermosa Akane. Con eso, podría morir en paz y sin ningún
remordimiento... Bueno, con eso se conformaba por ahora.
	Bueno, volviendo a la historia, Ryouga llegaba a la ciudad
al amanecer. Venía muy cansado y con sueño. Lo único que quería
hacer era volver a ver a su amada Akane y estar a su lado, no
importa de que forma, como hombre o como cerdo le daba igual.
	De tan soñoliento que andaba que no se da cuenta cuando una
viejecita lo rocía con agua cuando pasaba por una calle, así que
se transforma en cerdito. Se enoja consigo mismo, pero no le da
más vuelta al asunto y, bajo la sombra de un árbol en el parque,
toma una merecida siesta.

	Más tarde, casi anocheciendo, los Tendo y los Saotome
habían recién terminado de cenar el exquisito suchi que había
preparado Kasumi.
	El ambiente familiar que se sentía era el mejor desde hace
mucho tiempo, todos vivían en paz y armonía. Ni siquiera las
habituales peleas entre Ranma y Akane se hacían notar. Tendo y
Genma Saotome se llevaban mejor que nunca, jugando shogi (ajedrez
oriental) todo el día. Incluso, hasta el maestro Happousai no
molestaba en lo absoluto, vivía su mundo en su habitación junto a
toda su colección de ropa interior. Kasumi estaba cocinando mejor
que nunca y eso lo hacía notar Ranma, y Nabiki trataba de ayudar
en lo que podía.
	Sin embargo, todo esto iba a cambiar.
	Suena el teléfono como a las ocho de la noche, Kasumi
atiende con calma. Después de intercambiar un par de comentarios
con la persona que llamaba, Kasumi llama a Ranma, pues la llamada
era para él.
	- ¿Si?, ¿quién es?
	- Soy yo, Ranma. Shampoo.
	- Ah, hola, cómo estás - responde alegremente, como siempre
cuando alguien lo llama por teléfono.
	- No tan bien como tú, supongo. En fin, Shampoo tiene algo
importante que decirte pero no por teléfono. ¿Podrías ir al parque
en diez minutos?.
	- ¿Al parque?. ¿Y por qué no aquí o en tu casa?. Ya es de
noche, ¿cuál es el problema?.
	Shampoo no evita ponerse nerviosa, nunca ha podido ocultar
muy bien su cinismo como lo hace Nabiki Tendo, pero siempre se
las arregla para obtener lo que quiere.
	- Es que quiero que pruebes unos panes de hierbas chinas
que hice yo misma para que me des tu opinión. Si son buenos los
pondremos en venta aquí en el restaurante, y por supuesto, es
una sorpresa para mi abuelita y no quiero que se dé cuenta,
¿entiendes?.
	- Bueno, si es así, estaré allí en diez minutos.
	Al despedirse y colgar el teléfono, Shampoo ya saboreaba
la victoria, porque sabía que tratándose de comida Ranma aceptaría
hacer cualquier cosa.
	- Hasta el momento, la primera parte del plan se efectúa
con éxito - se animaba Shampoo.
	Por otro lado, Ranma lo que ya estaba saboreando eran los
panes chinos, pero no contaba con que Akane muy inocentemente le
preguntara quién era el del teléfono. Conociendo el carácter de
ella cuando Shampoo lo “acosa”, prefiere mentirle que era Ryouga
y que quería hablar algo privado con él en el parque. Todo
acompañado, por supuesto, con una sonrisa forjada pero efectiva.
	Lo único que le dice Akane es que por favor no se pongan a
pelear y que no volviera muy tarde.
	Las luces del alumbrado público son muy intensas ante la
oscura noche del vecindario, casi ninguna estrella en el cielo,
sólo con la ayuda de una luna creciente. No corría nada de viento
y la temperatura era agradable.
	Cuando él llegó, Shampoo lo esperaba con un canasto en la
mano.
	- Bueno, ya estoy aquí. ¿Dónde están esos panes?. Ansío
probarlos.
	Shampoo no dice nada, sólo quita el paño que cubría la
parte superior del canasto y el delicioso olor de los panes
calientes incitaban a Ranma a que los probase de inmediato. Eran
como cinco de ellos. Ranma saca uno al instante. Además, había
una botella de vino.
	- Traje vino para que no te atoraras - le dice Shampoo
mientras Ranma se comía el primer pan, tragándoselo de inmediato,
siendo este hecho el más importante en el desarrollo del plan.
	- ¿Vino?. No creo que sea prudente tomar vino en plena vía
pública. Además, como nunca tomo podría embriagarme. ¿O acaso
quieres verme tirado en el suelo con náuseas? - bromea el chico.
	- Ay, vamos, no tienes que tomártelo todo tampoco. Sólo lo
necesario.
	- No, Shampoo, mejor que no.
	- Está bien, como quieras.
	Pero Shampoo no contaba con que Ryouga, o más bien, Pchan
observaba todo esto, pero dormitando en los pies de un árbol
cercano. Creía que era un sueño y uno no muy alejado de la
realidad: Shampoo le tendía una trampa a Ranma.
	En su supuesto sueño, Pchan se da cuenta del engaño por la
inevitable sonrisa que mostraba Shampoo, pues siempre la muestra
cuando tramaba algo malo. Claro, Ranma no la notaba pues estaba
muy concentrado probando los deliciosos panes chinos.
	Repentinamente, Ranma cae al suelo cuando comía el último
pan, desmayado por el polvo somnífero que le puso Shampoo a los
panes. Sin embargo, no era el somnífero que ocupaba siempre,
sino que además tenía un extraño extracto de hierbas chinas que
se ocupaban hace miles de años para hacer que una persona
mientras dormía olvidara lo que había estado haciendo en el
momento de desmayarse, teniendo efecto desde que se prueba
el primer bocado.
	Además, el vino toma un papel importante en su plan, pues
al recordar qué estaba haciendo, Ranma concluirá que fue el vino
el causante de la amnesia, al no recordar que él se había negado
a tomarlo.
	La primera parte del plan estaba lista. Sin embargo,
Shampoo mira la hora de su reloj y decide marcharse, pues
todavía tenía que entregar varios pedidos a domicilio.
	El único error de Shampoo en todo esto fue que dejó a
Ranma acostado en una banca. Claro, para el plan no era mala
idea, pero hubiera resultado perfecto si Pchan no hubiera
estado mirando.
	- Listo. En quince días más te tendré en mis manos.
	Al ver a Shampoo alejarse en su bicicleta, Pchan cierra
completamente los ojos y se vuelve a dormir.
	La segunda parte del plan de Shampoo tenía que esperar.
¿Qué será lo que quiere hacer para necesitar quince días y
ahí recién comenzar a actuar?.
	
	A la mañana siguiente, Akane, que supuestamente iba a la
escuela, va al parque muy preocupada porque Ranma no había ido a
dormir a casa.
	Su corazonada no había fallado. Encontró a Ranma y a Pchan
durmiendo juntos en misma banca. ¿Pero qué hacía Pchan allí si
estaba durmiendo bajo un árbol?.
	Bah, no importa. Akane logra despertar a Ranma, y éste,
obviamente, no entendía nada. A ella no le interesaba tampoco,
así que lo acompañó a casa con Pchan en brazos durmiendo, para
que se tomara un baño y buscar sus cosas para ir a la escuela.

	Quince días más tarde, en la tarde, Shampoo llega a la
casa de los Tendo victoriosa, seguramente algo tramaba que la
hacía sentir tan segura. Se le veía con un sobre en una mano y
se tocaba el vientre con la otra.
	Al abrirse la puerta, se encuentra con Akane, con Pchan en
brazos.
	- Shampoo, ¿qué haces por aquí?.
	- Y qué crees, boba. Vengo por Ranma, ¡mi Ranma!.
	- Nunca te rindes, ¿verdad? - responde Akane bruscamente -.
¿Y qué es lo que vas a inventar ahora para atrapar a Ranma?.
	- Esta vez vengo a darle una noticia a Ranma y a los Tendo
que los dejará realmente impresionados. Ranma tendrá que...
	- ¡¡¡Tendrá que qué!!!.
	- ¿Quién es Akane? - pregunta Ranma desde la mesa.
	- Permiso, si no te molesta - dice Shampoo pasando por el
lado de Akane sin mirarla, dirigiéndose hacia el comedor.
	Ya Shampoo en la mesa, todos se reúnen para escucharla,
están los Saotome, los Tendo y también Happousai.
	- ¡Ya di lo que tienes que decir y márchate! - exclama
Akane.
	- Akane, por favor, no seas descortés - reprime Kasumi -.
Shampoo, puedes hablar.
	- Gracias, Kasumi... - todos ven como Shampoo se tocaba el
abdomen con afán y paciencia mientras sostenía el sobre. Akane
estaba segura de que el contenido del sobre era fundamental en
la visita de ella -. Vengo del doctor. Akane, quiero que leas el
contenido de este  sobre en voz alta.
	Shampoo se lo pasa y Akane lo recibe de mala gana, pero
lo tiene que hacer, así lo indicaba la mirada de su padre.
Lentamente abre el sobre, saca el papel de su interior, lo
extiende y prosigue a leer.
	- Dice: Según el diagnóstico realizado el doce de mayo del
presente año, la paciente presenta síntomas claros, y no hay
ninguna duda. Próxima visita en dos semanas más. Doctor Kojima
Nakamura...
	- ¿Pero síntomas de qué?. No expresa nada, qué mal doctor
es - opina Ranma.
	- Espera Ranma. Aún falta, por favor pon atención - le dice
Shampoo -. Vamos, Akane, dilo de una vez.
	- ... Aquí se señala el resultado del diagnóstico... -
Akane primero lo lee mentalmente y por la impresión la lengua se
le paraliza.
	- Trae acá, que no sepas hacer nada bien - le dice Ranma
quitándole el papel de las manos. Akane queda paralizada, ni
siquiera se da cuenta que le quitó el papel ni tampoco escuchó
sus duros reproches.
	Ranma tiene la misma reacción, pero desde las entrañas
alcanza a balbucear algo.
	- Quince días de embarazo.
	Para todos fue un golpe muy duro. Sin embargo, no se
imaginaban quien podría ser el padre. Akane logra salir de la
impresión y decide preguntar algo que la tenía intranquila:
	- Oye Shampoo, ¿y quién es el padre?. ¿Lo conozco?.
	Shampoo sonríe, mirando fijamente a Ranma con recelo. Éste
se siente incómodo, no es para más, cada vez entendía menos.
	- Por supuesto, Akane. Es más, está más cerca de lo que te
imaginas.
	Todos se dan cuenta de la mirada de Shampoo y la siguen
para ver de qué se trata. Al verlo, todos lo miran asombrado y
con una gota de extrañeza.




II



	- ¿No me digas que eres tú, Ranma? - pregunta Happousai.
	- ¿¡Cómo que yo!?. ¡Eso es mentira, lo puedo asegurar!.
	- Más te vale, Ranma - le dice Nabiki, mientras Akane
suspiraba tranquila.
	- Oye Shampoo, ¿¡cómo puedes hacer una acusación de ese
tipo sin tener pruebas concretas, no ves que el futuro de mi dojo
está en juego!?.
	- No haría una acusación sin pruebas, señor Tendo. Verán,
hace días llamé a Ranma por teléfono en la noche para que nos
juntáramos en el parque y ahí sucedió todo.
	- ¿Fuiste tú? - se preguntaba Akane. De pronto, mira a
Ranma con enojo -. ¡Ranma, tú dijiste que había sido Ryouga el
que te llamó!.
	- No pienses mal, Akane. Shampoo está mintiendo, no te
dejes engañar así.
	- Oye Ranma - dice Kasumi. Ella había permanecido en
silencio pensando en los hechos. Claro, ella era la única que
sabía que fue Shampoo la de la llamada telefónica -. ¿No piensas
decir la verdad?.
	Y a Ranma le consta que Kasumi sabía, pues fue ella que le
dijo que lo llamaban por teléfono. Con cabeza agachas decide qué
hacer.
	- Sí, lo admito... Fue Shampoo quien me llamó.
	Después de esto, todos se transformó en una terrible
discusión, todos en contra de Ranma, especialmente Tendo. Pchan
se salió de los brazos de Akane y se dirigió al baño. Shampoo
se puso delante de su amado, pero Ranma le reclamaba que saliera
al instante. Akane sólo bajó la cabeza a llorar y Kasumi la
consolaba. Sin embargo, decide salir corriendo a su habitación
llorando.
	Ranma advierte esto y logra zafarse de Shampoo y de los
demás para ir detrás de ella. Pero se le atraviesan esta vez en
el camino Ryouga, Mousse, Ukyou y Kodachi, muy enfurecidos, por
cierto.
	- ¿Qué hacen ustedes aquí?.
	- ¿¡Cómo que mi amor Shampoo está embarazada de ti? -
reclama Mousse -. ¡Te mataré!.
	- ¡Yo lo haré primero, no permitiré que lastimes de esa
forma a Akane! - exclama Ryouga.
	- ¡Ranma, esto no es justo! - le dicen Ukyou y Kodachi.
	- ¡Basta, no tengo tiempo para discutir con ustedes! -
concluye Ranma ya harto de la situación. De pronto, llega Kuno
Tatewaki.
	- Déjenlo en paz, ya era hora de que Ranma sentara cabeza
con Shampoo.
	- Sólo lo dices porque quieres quedarte con Akane - dice
Mousse.
	- Si quieres entrometerte hermano, no tendremos piedad
contigo - le dice Kodachi.
	Y mientras Kuno peleaba con los otros, Ranma aprovechaba
para ir en busca de Akane. Sube las escaleras y corre por el
pasillo. Al llegar a la habitación, toca la puerta llamándola.
	- ¡Vete, no quiero verte!.
	- Akane, sólo deja que te explique lo que pasó. Te prometo
que después no te molesto más.
	Él estaba pesimista. Conocía perfectamente a ella y sabía
que con esto no lo perdonaría jamás. Sin embargo, no podía creer
las palabras “está bien” que provenían desde el interior de la
habitación. Su corazón latía muy rápido, tanto que lo escuchaba
fuerte y claro.
	Akane abre la puerta, pero se queda ahí, prohibiéndole el
paso. Ya sin lágrimas en los ojos, pero con una actitud que al
propio Ranma lo hacía temblar de miedo.
	- Y según tú no recordabas que había pasado.
	- Verás, es cierto que me junté con ella, pero sólo fue
para probar unos panes que había preparado, pero de allí no
recuerdo más. Tienes que creerme Akane.
	- ¿Y por qué habría de creerte?.
	- Porque es la verdad. Además, sería una locura y una
irresponsabilidad lo que supuestamente le hice a Shampoo.
	De repente, Ranma se calla. Algo le llegó a la mente. Lo
último que recuerda es que Shampoo le ofreció vino.
	- ¿Qué pasó Ranma?.
	- Ahora recuerdo que Shampoo me ofreció vino,  y desde
allí no recuerdo nada más.
	- ¡Y más encima te emborrachaste! - pero se logra calmar.
Al parecer, lo logra entender, las piezas se estaban ordenando
poco a poco en su mente -. Ya entiendo, por eso no recuerdas lo
que hiciste.
	- Creo que así es. Bueno, si es así, lo que dice Shampoo
puede ser verdad. ¿Lo ves Akane?. Todo tiene solución.
	Ranma se alegra, pues lo que supuestamente hizo no lo
realizó en forma consciente. Sin embargo, Akane no piensa lo
mismo.
	- Aunque no estabas consciente, es el hecho lo que vale.
	- ¿Qué quieres decir con eso? - pregunta intrigado.
	Akane se voltea para que él no vea su sufrimiento.
	- Debes hacerte responsable de tus actos, así que será
mejor que te vayas con ella de una buena vez. Ese bebé no tiene
la culpa por tener un padre tan inmaduro. ¡Así que ya sabes,
vete de aquí!.
	- ¿Realmente es eso lo que quieres?.
	- Sí, eso es lo que quiero - miente titubeando.
	Sin más remedio, Ranma arregla sus cosas en su mochila,
se despide de los demás con mucha tristeza y se va con Shampoo
al restaurante a vivir. Akane lo miraba desde la ventana de su
habitación, viendo como Ranma se le iba de su vida.

	Ha pasado una semana desde que Ranma ha estado viviendo en
la casa de Shampoo. Ella y su bisabuela lo han tratado como un
verdadero rey, pero él no se siente a gusto, claro que disimula
por el bebé que espera Shampoo y por lo poderosa que puede ser su
bisabuela.
	- Espero que estés a gusto aquí, Ranma.
	- Claro, abuela, no se preocupe. Estoy muy feliz aquí -
contesta con esa sonrisa que siempre logra engañar.
	En un momento de tranquilidad, Ranma había ido al parque a
pensar un poco. Trataba de recordar lo que había pasado esa noche,
pero por más que intentaba no podía lograrlo. Para él, todavía
seguía siendo una situación muy extraña.
	- Todavía no puedo creer lo que hice. Es cierto que yo
hago las cosas sin pensar, pero si realmente hice eso lo debería
recordar. Además, yo nunca tomo vino, es raro que no recuerde si
tomé o no.
	Pero de pronto, comenzó a recordar otro tipo de situaciones
que habían pasado en el parque. Las tantas veces que había venido
junto a Akane, las tantas peleas que tenía con Happousai, la vez
que se fue a vivir en la parte de los juegos con su papá y las
innumerables peleas con Mousse y Ryouga.
	- ¡¡Ryouga, eso es!!. Recuerdo que Akane me dijo que esa
mañana desperté junto a Pchan. Quizás él vio algo en la noche.
	Y partió en busca de Ryouga, más que mal, ¿qué podía
perder?. Era la única manera de librarse de tal responsabilidad.
	Lo busca por toda la cuidad. Tokio es una cuidad demasiado
grande.
	Al final, lo encuentra en un sector muy alejado del
vecindario, casi llegando a las afueras. Está muy cansado, se
le fue todo el día. Ya estaba atardeciendo y Ryouga cocinaba
algo junto a su carpa.
	- Ryouga, qué bueno que te encuentro.
	Sin embargo, la alegría que irradiaba Ranma se contrastaba
notoriamente por el disgusto que irradiaba Ryouga.
	- ¿¡Qué haces aquí, Saotome!?. ¡Mejor anda a hacerle
compañía a tu novia!.
	- Sólo te pido un momento, es algo de suma urgencia.
	- ¿¡Sabes que por tu irresponsabilidad, Akane está
sufriendo mucho!?. ¡Tuve que escapar de la casa porque no pude
soportar verla tan destruida!.
	- Sí, tienes razón, pero lo que tengo que preguntarte
puede cambiar las cosas.
	- Está bien, pero sólo lo hago por Akane.
	Ryouga al final desiste en su indiferencia contra Ranma
y accede a que le pregunte. Ranma le cuenta que Akane lo había
visto dormir como cerdo junto a él esa mañana y le preguntó si
de por casualidad había visto lo de la noche.
	Ryouga lamentablemente no se acordaba de nada. Sólo
recuerda que despertó en la habitación de Akane.
	Ranma se retira decepcionado, un poco triste porque Ryouga
al final lo echó de allí. Había perdido toda esperanza, lo único
que esperaba era lo que le preparara el destino.

	En la casa de los Tendo estaban cenando, pero sin Akane.
Se vivía un ambiente silencioso, triste, acongojado.
	- Cómo hecho de menos a ese Ranma, ya no tengo a quien
molestar - comenta Happousai.
	- Yo también lo extraño - dicen Kasumi y Nabiki más tristes
que él.
	- Sí, nunca pensé cuánto quería a ese muchacho - explaya
Tendo.
	- Oiga, Tendo. Ojalá no sea una molestia que me quede aquí
a vivir - opina Genma.
	- No se preocupe, Saotome. Usted aparte de ser un amigo, es
uno más de la familia. Además, Ranma necesita estar sólo para
reflexionar en lo que hizo.
	- Sí, es mejor que lo deje solo por ahora.
	- Difícil que esté solo si vive en esa casa - opina
Nabiki -. A pesar de todo, siento pena por él. Es una injusticia
que viva con Shampoo si no está enamorado. Él ama a Akane y
debería estar con ella a su lado. Además, no puedo dejar de creer
que en toda esta situación hay gato encerrado.
	- Boberías, jovencita. Si realmente amara a Akane, no
hubiera hecho lo que hizo - dice Happousai.
	- Creo que el maestro tiene razón esta vez - opina Kasumi.
	- Siempre la tengo.
	- Por más que he intentado de que se casen, creo que ahora
no tiene remedio. Esperaba que mi dojo quedara en manos de Ranma.
¡Esto pasa por lo mal que ha educado a su hijo, Saotome!.
	Pero Genma se echa agua fría con un balde y se convierte
en panda, sacando un letrero con algo escrito y una pelota de
playa. El letrero se lo pasa a Tendo para que lo lea y se pone
a jugar con la pelota.
	- ¿A ver?. Aquí dice: “Yo no sé nada, sólo soy un panda
que quiere divertirse”.
	Todos quedan mirando al panda con rabia, pues siempre
escapa de los problemas con el mismo método.
	- Y pensar que lo tendremos que aguantar por el resto de
nuestras vidas. Por cierto, ¿dónde está mi pequeña?.
	- Está en su habitación. Dijo que no quería comer -
concluye Kasumi.
	En su habitación, Akane sufría una de sus peores crisis
emocionales. Estaba tirada en su cama, llorando a ratos, no
queriendo hacer nada, ni siquiera iba a la escuela.
	Lo único que hace es recordar algunas situaciones que
ha vivido al lado de Ranma: la vez que pelearon por primera
vez en el dojo, cuando él se comportó como gato y la besó, las
situaciones inesperadas en la obra de teatro, la vez que fueron
a la playa y los problemas con las pastillas del amor, la vez
que ella lo acompañó cuando él perdió su fuerza, cuando estuvo a
punto de casarse con Shampoo por ese hilo mágico y ella lo
impidió, las Navidades que pasaron juntos, las innumerables
veces que ha luchado contra muchas chicas por él... y esto sigue
(me sé los capítulos de memoria, ¿verdad?).
	Al final, concluye que “él no vale nada”, pues a pesar de
los recuerdos que tienen juntos, siempre anda sufriendo por culpa
de él. Bueno, así es el amor, ¿no Akane?.

	Ryouga, acostado en la carpa, reflexiona en la visita que
le hizo Ranma. De pronto, recuerda el supuesto sueño que había
tenido. Comienza a pensar y a pensar y se da cuenta de que en
realidad no fue un sueño y que en verdad estaba con Ranma la
mañana siguiente.
	- Si esto realmente pasó, Ranma nunca la tocó, es más, él
se desmayó y Shampoo lo dejó durmiendo en una banca y se fue al
instante... - reflexionaba asombrado del engaño que estaba siendo
víctima su amigo -. Esto lo tiene que saber Akane..., pero...
	Había un problema, tenía que decidir qué hacer, qué era lo
mejor. Es cierto que al estar Ranma con Shampoo, Akane quedaría
libre para que él pueda conquistarla; pero por otro lado, no
podía permitir tal engaño que estaba siendo víctima Ranma y que
Akane sufriera tanto por ello.
	Ya decidido, resuelve en actuar de inmediato, tenía que
avisarle a Akane, no importa la hora, esto no puede seguir así.
	Eran alrededor de las diez de la noche y en la casa de los
Tendo quedaban Kasumi y Nabiki en pie, tomando té caliente por
las frías noches de primavera.
	Ryouga al verlas, decide decirle a ellas porque no se
atrevía a ver a Akane en el estado emocional en que se encontraba.
	En cuanto Ryouga terminó la versión de la historia, ellas
van de inmediato a despertar a Akane a contarle lo que pasaba.
	- Oye, narrador, yo estaba casi segura que había gato
encerrado, ¿recuerdas?.
	Sí, ya lo sé Nabiki. No es para emocionarse tanto.
	¿Qué sucederá si Akane descubre que en realidad Ranma no es
el padre de ese bebé?. ¿Shampoo realmente estará embarazada o
sólo es un invento para atraparlo?... O quizás quiera ganarse un
Oscar, quién sabe. ¿Pero qué pasa con el diagnóstico del Dr.
Nakamura, será verdad?.


Continuará...
Un fanfic de LG
(c) 1999 Felipe Torres.


Se supone que este iba a ser el último capítulo pero por mi cabeza pasaron muchas ideas y el resultado es que que las situaciones se empezaron a dar y la historia se alargó. Vean el descenlace en el próximo capítulo.

Ya saben, mátenme escribiéndome un mail por cualquier reclamo o sugerencia.

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