INT: Glenn Close, Dermot Mulroney, Jessica Campbell, Patricia
Clarkson, Joshua Jackson, Moira Kelly
Glenn Close y Dermot Mulroney
lideran el reparto de esta película coral en la que a través de
tramas múltiples se disecciona a la clase media americana. Tras
la cámara Rose Troche, directora que consiguió su hueco en el
cine independiente con ¿Go Fish¿. Ella nos da detalles de su
película.
Adiós al cine
gay. Hasta ahora centrada en temáticas de índole homosexual (Go
Fish, Ni en tu casa, ni en la mía) la directora Rose Troche
asume su cambio de registro: No quería encasillarme ni que me
colgaran la etiqueta de directora gay. Es demasiado fácil, de
modo que me propuse ampliar mi trabajo y no repetir, dice. Y
para ello adaptó el libro de relatos breves de A.M. Homes, sobre
cuatro días de la vida de cuatro familias vecinas del mismo
barrio residencial, que padecen idéntica soledad y frustración.
Película de
pérdidas 16 personajes se desenvuelven en esta crónica de la
infelicidad en la que hay matrimonios rotos o a punto de
romperse; enfermos terminales; profesionales que se sienten
ninguneados o niños colgados de muñecas Barbie. Y por encima de
todo, recuerdos dolorosos y deseos de redención por un pasado
que termina siendo común: Hay acontecimientos que nos hacen
madurar; otros que nos desbordan y otros que condicionan nuestro
presente. Y eso significa que hay cosas del pasado que no
sabemos dejar atrás. Sin embargo lo que establece la película es
que el único modo de dar un giro a nuestras vidas es no tener
miedo a perder, dice Troche.
Mito convencido.
Y en todo este popurrí de historias y personajes destaca la
presencia de Glenn Close: Le encantó el guión porque en
Hollywood no hay papeles para mujeres mayores de 35 años,
recuerda Rose Troche. Su único reparo fue viajar hasta Canadá,
donde rodábamos. Pero literalmente me puse de rodillas y aceptó.
Trabajar con alguien de tanto talento es toda una experiencia.
Ella contribuye a que en la película mis mujeres sean personajes
fuertes e importantes, concluye la cineasta. Elemento
fundamental de esta historia de historias es el montaje de
encadenados realizado por la habitual montadora de Robert Altman,
Geraldine Peroni, quien empleó siete meses para llevarlo a cabo.
Dato que aún adquiere más importancia si se compara con el
tiempo de rodaje: solo 35 días.