LA
TEORÍA SINTÉRGICA
Fundamentos teóricos
de Jacobo Grinberg-Zylberbaum
en torno al fenómeno del chamanismo
LA
LATTICE DEL ESPACIO TIEMPO
La mecánica cuántica
actual ha desarrollado una concepción acerca de la estructura
del espacio que nos va a servir de punto de partida para intentar
explicar el trabajo de Pachita.
El concepto de la lattice
consider que la estructura fundamental del espacio es una red
o matriz energética hipercompleja de absoluta coherencia
y total simetría. A esta red se le denomina lattice y se
considera que en su estado fundamental contribuye al espacio mismo
omniabarcante y penetrado de todo lo conocido.
La lattice permanece
totalmente invisible hasta que alguna de sus porciones (por cualquier
causa) altera su estado de coherencia. Una partícula elemental
es precisamente una desorganización elemental de la lattice
en cualquiera de sus localizaciones. Cualquier átomo o
compuesto químico es una particular conformación
estructural de la lattice con respecto a su estado fundamental
de máxima coherencia.
La concepción
de lattice surgió de los estudios de cristolografía,
porque la estructura de cualquier cristal es una lattice de alta
coherencia que se asemeja a la lattice del espacio.
A partir de Eisntein,
el concepto de espacio ha sido inseparable del tiempo, por lo
que la consideración de la lattice del espacio tiempo se
refiere a ambos unificándolos. Si la lattice desapareciera,
el espaio y el tiempo harían lo mismo.
Cualquier objeto "material"
es en realidad una organización irrepetible de la estructura
de la lattice. En su estado fundamental de total coherencia, fuera
de la misma lattice no existen ni objetos ni alteraciones temporales.
Es únicamente cuando la lattice cambia su estructura fundamental
que el tiempo transcurre y los objetos aparecen.
EL
CAMPO NEURONAL
El cerebro humano es
la conformación más compleja conocida de la estructura
de la lattice (exceptuando la estructura fundamental de la lattice
misma). Cada una de las doce mil millones de neuronas del cerebro
humano junto con todas sus conexiones anatómicas son otras
tantas alteraciones de la estructura fundamental de la lattice.
Cada vez que una neurona se activa y su membrana celular cambia
su potencial de reposo produciendo cambios eléctricos de
superficie, la lattice cambia su conformación. El conjunto
de las modificaciones de la estructura de la lattice que resultan
de toda la actividad del cerebro crea una alteración colosalmente
compleja de la lattice.
Esta alteración
ocurre en todas las dimensiones del espacio y se le denomina campo
neuronal. El campo neuronal de un cerebro vivo contínuamente
interactúa con la lattice produciendo en ella confirmaciones
energéticas a las que denominamos imágenes visuales.
En realidad, el campo
neuronal y la lattice firman una unidad y es la misma lattice
la que sirve de fundamento al campo neuronal. Sin embargo, por
razones didácticas, hablaré de interacción
entre el campo neuronal y la lattice cuando haga referencia al
efecto que el cerebro tiene sobre la estructura de la lattice.
El mundo que conocemos
resulta de la interacción entre el campo neuronal y la
lattice. Todos vemos un mundo similar porque la estructura de
nuestros cerebros es muy parecida y por lo tanto, los campos neuronales
que producimos son semejantes aunque irrepetibles y únicos
en cada momento.
Existen, sin embargo,
diferentes niveles de interacción y prácticamente
un infinito número de conformaciones que el campo neuronal
puede adoptar.
Las estructuras cerebrales
que más se han utilizado durante la evolución son
las más fijas estructural y energéticamente hablando.
Esto explica la relativa fijeza de nuestra percepción visual.
Al mismo tiempo, las estructuras cerebrales más nuevas,
evolutivamente hablando, no tienen tal fijeza ni producen campos
neuronales tan parecidos. Por ello las creaciones intelectuales
y el pensamiento son tan variables y con tante capacidad de originalidad
aunque ambos, el mundo visual y el mundo del pensamiento tienen
el mismo origen en la interacción del campo neuronal y
la lattice.
De acuerdo a los estudios
de la conciencia que indican que ésta posee valores discretos
dando lugar a niveles cualitativamente diferentes de la experiencia,
es posible suponer que la interacción entre el campo neuronal
y la lattice posee una congruencia solamente con ciertas bandas
o niveles mientras que otras no. Por ello existen mundos auditivos
diferentes de los visuales u olfativos y niveles particulares
que la conciencia mística oriental conoce tan bien.
Algunos niveles de interacción
solamente son accesiobles después de un entrenamiento riguroso
mientras que otros son más cotidianos y comunes. En todos
los niveles, sin emabrgo, el cerebro afecta la estructura de la
lattice.
EL
TRABAJO DE PACHITA
Tal como el lector podrá
constatar a través de la lectura de este libro, el nivel
de conciencia de Pachita era extraordinariamente diferenciado.
Durante las operaciones que realizaba ella era capaz de materializar
y desmaterializar objetos, órganos y tejidos. El manejo
de las estructuras orgánicas, le permitía realizar
transplantes de órganos a voluntad, curaciones de todo
tipo y diagnósticos a distancia con un poder y exactitud
colosales.
Estar junto a Pachita
era una experiencia única en la cual se experimentaba el
poder de su mente capaz de conocer los conenidos del pensamiento,
ñas intenciones y las experiencias más íntimas
de sus colaboradores y pacientes como sifueran un libro abierto.
Además Pachita lograba penetrar en el tiempo prediciendo
eventos futuros como si su campo neuronal en interacción
con la lattice del espacio tiempo decodificara y modificara la
estructura temporal de la realidad.
Todos estos portentos
pueden ser explicados si se acepta la posibilidad de que las modificaciones
de la lattice producidas por el campo neuronal de Pachita eran
capaces de modificar sustancialmente aquélla produciendo
conformaciones similares a la de los objetos (en caso de las materializaciones)
o retornos a la estructura de la lattice de los objetos (en el
caso de las desmaterializaciones).
Pachita poseía
un control único sobre su campo neuronal transformánsolo
y modificando con él a la estructura de la lattice. Aunque
sus efectos parecían ser milagrosos se basan, de acuerdo
con esta hipótesis, en el mismo mecanismo que todos utilizamos
para crear nuestras imágenes o nuestros pensamientos.
LOS
ÓRBITALES DE LA CONCIENCIA
La existencia antes mencionada,
de niveles discretos congruentes en la interacción del
campo neuronal y la lattice explica que el Hermano Cuahutémoc...
De acuerdo a la hipótesis que he presentado, el campo neuronal
de Pachita era capaz de interactuar en forma congruente con una
banda de la lattice que ella denominaba Cuahutémoc. A estas
bandas la teoría sintérgica las denomina orbtales
de conciencia. La teoría sintérgica sostiene que
la experiencia es la interacción del campo neuronal con
la lattice.
LA
CONCIENCIA DE UNIDAD
El campo neuronal es
capaz de mimetizar la estructura fundamental de la lattice. Esto
se logra encrementando la coherencia ínter y transhemisférica.
Cuando la coherencia cerebral es así incrementada, el campo
neuronal deja de modificar la estructura fundamental de la lattice
y la conciencia se vuelve de Unidad. en este estado de Unidad
total desaparece el ego y el sujeto de la experiencia se vuelve
una especie de "rey de la creación" capaz de
modificar la realidad desde sus orígenes.
No puedo expliocar la
existencia de Pachita y sus efectos a menos que acepte que ella
había logrado llegar a la conciencia de Unidad. Esto me
explicaría su capacidad de reconocer cualquiera de las
mentes que se le aproximaba y su habilidad de hacer aparecer su
conciencia en diferentes localizaciones del Universo. Pachita
decía ser capaz desalirse de su cuerpo y hacer aparecer
su experiencia en localizaciones extracorpóreas. Esta capacidad
implicaba entre otras la de poder focalizar su atención
total en diferentes porciones de la lattice.
EL
FACTOR DE DIRECCIONALIDAD Y EL PROCESADOR CENTRAL
Normalmente hacemos algo
similar con nuestra atención; la focalizamos en diferentes
regiones de la interacción entre el campo neuronal y la
lattice. La capacidad atentiva de Pachita era, sin embargo, extraordinariamente
acrecentada. En ambos casos; la de la atención normal y
la de la acrecentada, se requiere de un factor explicativo además
de la interacción entre campo neuronal y lattice. A este
factor la teoría sintérgica lo denomina factor de
direccionalidad.
El factor de direccionalidad
hace aparecer la experiencia consciente en diferentes regiones
de la lattice y requiere de la existencia de un controlador del
mismo al que la teoría sintérgica denomina procesador
central. Acerca de éste último poco se sabe y solamente
se puede conjeturar que pertenece al Observador independientemente
de la lattice y el campo neuronal.
Este Observador en diferentes
tradiciones se ha denominado Ser, Purusha o Atman. La existencia
del Observador se encuentra en la forntera del conocimiento científico
precisamente por la necesidad de considerarlo independiente de
la lattice. La aceptación del Observador como independiente
del mundo físico no ha sido aceptada por la ciencia aunque
para Pachita era una realidad incuestionable.
EL
HIPERCAMPO
Una consecuencia de todo
lo que antecede es la idea de que sumada a la organización
propia de la lattice y a su interacción con el campo neuronal,
sea necesario considerar a las interacciones entre todos los campos
neuronales existentes en el seno de la lattice. A esta lattice
que incorpora todos los campos neuronales se le denomina hipercampo.
Pachita parecía
poseer la capacidad de decodificar el hipercampo conociendo, de
esta forma, el estado de la conciencia planetaria. Esta capacidad
de decodificación no era pasiva puesto que ella afirmaba
que, a través del Hermano Cuahutémoc se realizaban
misiones planetarias de direccionalidad y modificación
del hipercampo.
Cualquier alteración
del hipercampo afecta a todos los campos neuronales y por lo tanto
determina cambios en la conciencia individual y colectiva.
Una de las fascetas más
extraordinarias de Pachita era precisamente si trabajo en el hipercampo
y su ideal de transformación para el bien de la humanidad.
Jacobo
Grinberg-Zylberbaum
Ciudad
Universitaria, 19 de mayo de 1987.