La Casa del Hada

              
FESTIVAL DE CINE INTERNACIONAL DE MIAMI, 2005


La vig�simosegunda entrega del Festival de Cine Internacional de Miami se ofrece de febrero 4 al 13, inici�ndose con la premiere de Modigliani, co-producci�n entre Gran Breta�a, Francia, Italia, Alemania y Rumania, supuesta biograf�a (como todas) del pintor italiano Amedeo Modigliani, centrada en el per�odo de sus a�os finales en el Par�s posterior a la Primera Guerra Mundial.

La pel�cula, dirigida por el guionista y cineasta escoc�s Mack Davis, es protagonizada por Andy Garc�a, actor cuya indiscutible simpat�a va en justa proporci�n con su inadecuada selecci�n para el autodestructivo personaje, a lo que contribuye catastr�ficamente el trazado al cual es sometido �ste en un gui�n sensacionalista repleto de estereotipos y situaciones al l�mite que confunden pathos con gui�ol. En Amadeus, Mozart aparec�a reducido a una grotesca caricatura, a patrones de bufoner�a bajo retumbantes fragmentos sinf�nicos y oper�ticos; aqu� Modigliani sucumbre a los hist�ricos brochazos de una paleta psicod�lica que refleja m�s un video televisivo que un largometraje f�lmico. Las caracterizaciones de Picasso (�personificado nada menos que por un actor iran�, Oman Djalili!), Utrillo y Gertrude Stein son sencillamente lamentables. No obstante, hay que rescatar la sensitiva interpretaci�n de Elsa Zylberstein como Jeanne Hebuterne, atormentada pero fiel mujer del pintor. A la producci�n le han colgado una partitura tecno-rock inmisericorde, abusiva con los decibeles auditivos de los espectadores. No es que sea anacr�nica, es insoportable. Modigliani, muerto antes de los cuarenta a�os, transitador de un terrible sendero, merec�a m�s silencio, m�s introspecci�n y menos esc�ndalo; hay que liberarlo del s�rdido facilismo conque este filme ha intentado describir la horrorosa incomunicaci�n que anida en la creaci�n art�stica -un acto de soledad insoportable e insobornable cuando es verdadero-, comprender el frustrado af�n de su alma por expresarse mediante incontables trazos que lo elevaron sobre las miserias vitales e igualmente lo lanzaron al abismo de sus circunstancias. Pero en fin, la vulgaridad salpica la pantalla una vez m�s y �sta es la pel�cula superflua que -�pese a cinco pa�ses involucrados!- inaugura un festival de cine.

Varias proyecciones inciden en el tema de la guerra bajo diferentes contextos y en espec�fico en el de la infancia en ellos insertada. Tal sucede con Voces inocentes, que cuenta con un argumento poderoso: una joven madre y sus tres hijos atrapados entre el corrupto ej�rcito y la brutal guerrilla en la guerra civil en El Salvador. La posible cr�nica de ese n�cleo familiar desmoronado se malogra, pues se opta por el camino f�cil d�ndole credenciales de residencia al melodrama en sentido flagrantemente ortodoxo. Luis Mandoki es un director que ha demostrado buen oficio en el cine comercial norteamericano (Trapped, con Charlize Theron y Kevin Bacon es eficiente muestra), es quiz�s por tal parad�jico logro que no ha podido desprenderse de sus rezagos hollywoodenses con un largometraje (de factura M�xico-USA-Puerto Rico y hablado en espa�ol) que marca su incursi�n en un tema crucial en la reciente historia latinoamericana. Por otra parte lament� el enorme desperdicio de la egregia actriz Ofelia Medina en un rol de poca enjundia para su talento. Algunos han criticado la postura parcial del filme con relaci�n a la pol�tica norteamericana hacia Latinoam�rica sin ahondar en la corrupci�n de sus gobiernos, otros censuran lo contrario. Como no creo en la parafernalia ideol�gica de ninguna vertiente pues considero ambos bandos -derecha e izquierda- saturados de bribones que s�lo velan por sus propios intereses, mi intenci�n se enfoca hacia la evaluaci�n cinematogr�fica y sobre semejante base esta melosa y efectista pel�cula arroja m�s intenciones que logros.

Superior es la muy buena co-producci�n iraqu�-iran� Turtles Can Fly, realizada sin las concesiones usuales cuando del socorrido tema se trata. En la antesala a la invasi�n de Estados Unidos a Irak un ni�o apodado Sat�lite se gana la vida instalando antenas, mientras contrata a otros para desactivar bombas en campos minados. Es curioso que desde la infancia los humanos se hagan gregarios para imponerse a los dem�s y poder sacar ventajas de ellos explot�ndolos. Se suceden situaciones poco originales -no hay mucho in�dito en ese macabro anecdotario- pero totalmente despojadas de caracter manipulativo porque se aceptan como perfectamente cre�bles. La tosca poes�a que permea inquietantemente el filme otorg�ndole un leve tono surrealista en ciertos momentos me hizo recordar el cine del desbocado realizador bosnio Emir Kusturica. Sin embargo Turtles Can Fly no empa�a su planteamiento t�citamente demoledor: justificada o no, en la guerra los ni�os siempre pierden.

La co-producci�n franco-iran� Stray Dogs aparenta sobrepasarla en novedad argumental lo cual no la hace mejor pieza de cine. A la ca�da de los barb�ricos "talibanes" en Afganist�n, dos peque�os hermanos quedan abandonados al ser encarcelados sus padres y ante la imposibilidad de poder dormir en una u otra de las prisiones deciden, aconsejados por otro ni�o deambulante, robar para que los env�en con cualquiera de aqu�llos. Como la previamente mencionada Turtles Can Fly, esto es neorrealismo estilo Medio Oriente con grueso humor incluido, y a pesar de su validez se percibe la sagacidad del cineasta que pierde foco al dejarse tentar por las trampas narrativas, lo que se muestra en secuencias muy largas y p�rdida de ritmo. El tremebundo impacto provocado por las peleas de perros y el entra�able homenaje a Ladrones de bicicletas, que por cierto llega demasiado tarde, lastran una interesante pel�cula que no cristaliza sino por momentos.

En otro �mbito regresa  el sobrevalorado actor ingl�s Daniel Day-Lewis tras su �xito en Gangs of New York, de Martin Scorsese, en la pretenciosa The Ballad of Jack and Rose, escrita y dirigida por su esposa Rebecca Miller, hija del legendario dramaturgo norteamericano Arthur Miller quien es solamente conocido para algunos por su matrimonio con la diva de pl�stico Marilyn Monroe durante las postrimer�as de la "�poca dorada" de Hollywood en los '50. Plet�rica de hojitas y flores de calendario, de ropa al sol mecida heroicamente (una pulcra s�bana ostenta la solitaria huella de la virginidad perdida, etc.), de im�genes supuestamente buc�licas que invitan al sue�o no a los goces f�unicos, esta "balada" de pretensiones elegiacas describe las vicisitudes de un ambientalista en su lucha personal a la par que su muy complicada relaci�n con su hija adolescente. No es una mala pel�cula, es simplemente aburrida y plana. Casi nada.

De Jap�n llega Nobody Knows, una de las dos o tres mejores mejores cintas de esta muestra y un excelente ejemplo de c�mo se puede recrear con inteligencia y sensibilidad el complejo universo de la infancia. Cuatro ni�os de diferentes padres son abandonados en un peque�o departamento por su vol�til y so�adora madre, mujer m�s enajenada que perversa en su ego�smo ante las reglas de la supervivencia. Sin asistir a la escuela, manteniendo un sistema de clandestinaje por temor a ser separados de descubrirse la alucinante situaci�n, los hermanos crean un frente com�n contra la monstruosidad de la vida diaria en su inevitable ciclo material: renta, electricidad, agua, alimentaci�n, todo agravado por el decreciente flujo de dinero suministrado por la madre. Con enfoque minimalista,  con la sutileza gestual, casi ritual, que los actores japoneses le deben al budismo zen cual premisa est�tica, el director Kore-Eda Hirokazu -nombre que no debe ser olvidado pues anuncia grandes sorpresas-, ha colocado su acuciosa c�mara sobre cuatro j�venes actores -el mayor, con tan s�lo doce a�os fue premiado en Cannes por su sobria actuaci�n- sin perderlos de vista un momento y, sorprendentemente, sin violar la privacidad de sus personajes. Ha dejado que los sentimientos fluyan estableciendo entre los ni�os un lenguaje sincr�tico en el que no hay cabida para el rencor sino para la solidaridad y la belleza mediante sus m�ltiples, escurridizos detalles. Con respeto y pudor hacia sus caracteres el cineasta logra reflejar en el espectador empat�a en un final abierto que me parece actualmente mucho m�s valeroso, por desechar un sensiblero desenlace feliz, de lo que me pareci� frente a la pantalla.

Espa�a destaca este a�o con Crimen Ferpecto, de Alex de la Iglesia, cineasta especialmente dotado para las situaciones absurdas y los personajes grotescos que definen su macabro sentido del humor. El d�a de la bestia (1995)  fue una extravagancia que aunaba farsa con terror en una trama disparatada en torno a la llegada del Anti-Cristo en el Madrid contempor�neo y Perdita Durango (Dance with the Devil) (1997), co-producci�n bilingue entre Espa�a, M�xico y USA con Javier Bardem y Rosy P�rez, especie de Bonnie and Clyde mezclada con brujer�a, result� un disparate de altura delirante. Crimen ferpecto arranca con tremendo octanaje pero en su segunda mitad se precipita en una catarata de clich�s y situaciones predecibles, lo que es lamentable por ser una comedia divertid�sima y generalmente muy bien ensamblada mediante di�logos cortantes como navajazos, derivando hacia el suspense con pisadas cojas. Un ambicioso, inescrupuloso y petulante vendedor de una tienda por departamentos est� a punto de lograr la promoci�n por la que tanto se ha afanado pero ... al provocar un crimen accidental se sucede una vor�gine de enredos resueltos de manera forzada. La aparici�n del fantasma del rival muerto (como en algunas comedias cl�sicas; pienso en el humor de Jardiel Poncela, por ejemplo) debilita mortalmente la eficacia del relato. Por suerte, las excelentes actuaciones de Guillermo Toledo y M�nica Cervera, as� como las de los actores que personifican a la chiflada familia de �sta, mantienen el din�mico ritmo de esta comedia que provoca un diluvio de inevitables, leg�timas carcajadas a pesar de sus fallas.

Un hombre despierta en un cuarto de hotel convertido en celda. Tras quince a�os de encierro es liberado misteriosamente y emerje salvajemente endurecido al mundo externo para comenzar una brutal venganza contra sus captores. Old Boy -t�tulo m�s ir�nico que extra�o- se muestra abundante en subtramas y giros narrativos que ponen al espectador al borde la butaca no pocas veces demostrando la considerable madurez alcanzanda por el cine de Corea del Sur, cine que en nada desmerece del japon�s ni en contenido ni en acabado formal. La pel�cula muestra un bagaje t�cnico que raya en lo virtuoso y su eclecticismo, que maneja impecablemente los resortes de una fotograf�a de variados tonos seg�n los cambios del estilo narrativo y una edici�n fulminante, la hace parecer a veces un thriller gangsteril, a veces un melodrama de suspense, a veces una comedia de humor negro, siendo todo eso a la vez. Filme violento, crudo, generoso en personajes retorcidos aunque multidimensionales, traspasa los patrones del del cine de entretenimiento gracias a su poderosa examinaci�n de las m�s obscuras �reas del comportamiento humano, �reas monstruosas y precisamente por eso fascinantes.

Holanda env�a Twin Sisters, nominada en la categor�a extranjera en la pasada ceremonia del Oscar. Dos hermanas gemelas hu�rfanas de madre son separadas al morir inesperadamente su padre lo que las lanza a emprender derroteros de sorprendente disparidad: una, no especialmente talentosa a pesar de la educaci�n que recibe, cae en el regazo de una rama familiar acaudalada en Holanda; la otra, de brillante disposici�n para el estudio, es enviada a Alemania con un matrimonio de parientes campesinos cuyo jefe de familia es un salvaje ejemplar (sin duda en todas las clases sociales existen tales expec�menes) que le veda el estudio, la golpea y la hace trabajar bestialmente. Cuando parece que las hermanas no se reencontrar�n sino en su vejez, ya que pronto comienza la utilizaci�n de "flasbacks" que en ocasiones resultan molestos, se suceden encuentros y desencuentros de ambas en la juventud. La rica se compromete con un jud�o, la pobre se casa con un soldado nazi hasta que tras varios giros del gui�n se llega a la pregunta clave del conflicto: �puede ser lo humano individual reconciliable con ideolog�a alguna? Este es un filme hecho en el eficiente estilo de los melodramas convencionales sin por ello dejar de mantener inter�s y ofrecer un mensaje depurado de fan�tico maniqueismo.

The Edukators, co-producci�n entre Alemania y Austria es quiz�s la m�s provocativa oferta del festival por las intenciones seudo-anarquistas de su planteamiento sobre la lucha de clases y la modificaci�n no violenta del poder. Dos j�venes se dedican a invadir mansiones de lujo para "rearreglar" sus mobiliarios. No robo, vandalismo, notas de amenazas a la clase burguesa vaticin�ndoles su "inminente" decadencia. Junto con esta trama que tiene bastante material por donde cortar se engarza un tri�ngulo amoroso entre ambos amigos y la novia de uno de ellos. La publicidad anuncia esta cinta compar�ndola rid�culamente con Jules and Jim, el rom�ntico cl�sico de Francois Truffaut; rid�culamente, repito, pues los conceptos entre una y otra difieren de modo abismal. El punto �lgido The Edukators se suscita cuando los tres personajes citados secuestran a un millonario ex-l�der de un movimiento juvenil en los '60 quien decepcionado se dej� atrapar por el sistema  transform�ndose en exitoso empresario. Muchos de aquellos abanderados sociales y "hippies" son ahora respetables se�ores de traje y corbata sentados tras un pulido escritorio. En determinado momento se produce un choque de indentificaci�n entre una y otra generaci�n a tal punto que comparten comida, licor y droga, lo que coadyuva ir�nicamente a una serie de inteligentes conversaciones en las que ninguno esgrime la raz�n del todo, como ocurre en la vida real. La publicidad ha tamizado el efecto que provoca un filme de semejante �ndole ponderando un tri�ngulo amoroso que no constituye en absoluto su pieza fundamental sino uno de sus componentes. Insisto, es dif�cil evaluar una cinta como �sta sin apasionamiento pues plantea verdades ineludibles a la par que muchas exageraciones. La lucha de clases como definitiva soluci�n a los males de la industrializaci�n (cuyas ventajas exigen a�n un alto precio) no ha funcionado para resolver las tremendas desigualdades de las sociedades actuales heredadas de las anteriores pero tampoco ha funcionado el desaforado capitalismo que campea globalizando el mundo y denostando nacionalismos como si fueran plagas. Estamos en la era de un nuevo imperio y la diferencia es que las fronteras ya no las borran las espadas sino el dinero. Hay que ser muy ingenuo para creer que un sistema de justicia y equidad puede funcionar a la perfecci�n en un mundo tan absurdo como el que nos ha tocado, pero s� se pueden mejor algunas cosas. Es totalmente v�lida la propiedad privada y el af�n individual por la superaci�n material pero ello debe ser balanceado por el estado en aras de un elemental equilibrio socio-econ�mico que se hace m�s y m�s remiso cada d�a, de lo contrario su pujanza es otra forma de sometimiento diferente s�lo en apariencia de las tiran�as comunistas que tanto nos repugnan.

Otra comedia espa�ola pero con una interesante idea mal desarrollada. Un polic�a de tr�fico traspasa la puerta de un ba�o en una gasolinera y se encuentra dimensionado en un gui�n de cine en el que un actor que no es sino �l mismo intepreta su vida con pavorosa exactitud. Deudas, conflictos maritales, afici�n a la coca�na, etc se acumulan para decidirlo a sacar ventaja de la situaci�n mediante la obtenci�n de una considerable suma de dinero. Fuera del cuerpo ha sido comparada con The Purple Rose of Cairo, la simp�tica comedia de Woody Allen con Mia Farrow, pero no veo demasiada similitud entre ambas. En la de Allen los actores entraban y sal�an de la pantalla, en la espa�ola el actor entra y sale de un gui�n de cine, pero los resortes de planteamiento y ejecuci�n son dis�miles. La pel�cula es d�bil y muy poco graciosa, es como un estornudo frustrado y la mon�tona actuaci�n de Gustavo Salmer�n no contribuye precisamente a paliar su tedio. Mejor parados salen Jos� Coronado (el Goya de Carlos Saura) y Goya Toledo (la modelo lisiada en Amores perros).

Result� una extra�a sorpresa la h�ngara Kontroll, f�bula moderna que se anuncia en su pr�logo como una lucha entre el bien y el mal, desarrollada en los s�rdidos andenes del metro de Budapest. Un asesino en serie encapuchado que lanza a sus v�ctimas a los ra�les cuando el tren pasa a gran velocidad; cinco inspectores de boletos, "t�picos" perdedores sociales, am�n de extravagantes; un alcoh�lico conductor de vagones; prostitutas; proxenetas; v�ndalos; ejecutivos; amas de casa, desfilan en bizarro muestrario por una trama que no pierde definici�n focal al entrecuzar caracteres dispares pero certeramente delineados. Uno de los inspectores, supuestamente un profesional en desgracia hasta la indigencia, encuentra el amor mientras persigue al asesino. Kontroll es una cinta que presenta varios niveles de lectura pero es principalmente una poderosa met�fora sobre la corrupci�n y las promesas quebradas en la Hungr�a posterior a la ca�da del Muro de Berl�n. Totalmente filmada en la estaci�n del metro propone un desenlace de redenci�n para sus dos personajes principales al sobrevenir el amanecer m�gicamente por sobre las escaleras el�ctr�nicas en lo que hombre y mujer ascienden a la luz de un nuevo para�so para recomenzar la vida libres de miserias adquiridas. Escena ingenua, cierto, pero irresistible. Lo curioso de esta pel�cula es que su director, Nimr�d Antal, es un joven de familia h�ngara nacido en California quien decidi� hacer un "crossover" a la inversa y se estableci� en 1991 en la tierra de sus padres para hacer el cine que le interesa. Este es su primer largometraje tras dos cortos; su capacidad para la observaci�n de tipos humanos, as� como su robusto sentido f�lmico lo hacen digno de mucha atenci�n de ahora en adelante.

Decepcionante es la brasile�a Nina, versi�n lib�rrima de Crimen y castigo. Dostoiewski a lo "punk" con droga, disipaci�n y sexo compulsivo. La vigencia del genial novelista ruso es indiscutible, lo que harta es la tremendista realizaci�n y la vulgaridad de las situaciones visuales aqu� presentadas. Hasta intercalan  animados -ya que la protagonista exhibe notable habilidad para el dibujo-, t�cnica asumida por los japoneses como propia e incluso utilizada por Quentin Tarantino en su divertida Kill Bill, Vol. 1. Lo �nico que me satisfizo de Nina, poderosamente influida por la claustrofobia, por la paranoia de Roman Polanski, es la actuaci�n de Myrian Mu�iz como la vieja usurera. Tras ese personaje cruel y mezquino hay una excelente actriz, fallecida no mucho despu�s de la filmaci�n de esta pel�cula

Symetria, polaca, es un drama carcelario que explora otro �ngulo aunque comience con lo usual: el hombre inocente acusado y sentenciado injustamente. El reo enviado a prisi�n para redimirse ante la sociedad termina convirti�ndose en un criminal. Al recibir la visita de su madre y peque�a hermana y, temiendo por �sta, ante la posibilidad de que un ped�filo reci�n llegado a su celda salga y vuelva de nuevo a sus actividades, concibe el plan de asesinarlo en complicidad con sus compa�eros de encierro, lo que llevan a cabo siniestramente. El eterno tema de la justicia por mano propia presenta impostergables interrogantes: �corrompe el sistema a los convictos con sus abusos? �es la naturaleza humana irremediable en su perversidad? �es necesario actuar cuando el sistema falla en proteger al ciudadano? Cuando el convicto, tras una intensa apelaci�n, est� a punto de recuperar su libertad, se despide de su abogado. La reja se cierra para quiz�s abrirse en poco tiempo y dejar en la calle a un hombre transformado. Seria pel�cula, aunque lenta y menos larga de lo que parece por su densidad.

La ni�a santa es una co-producci�n de Argentina, Espa�a e Italia, producida por los hermanos Pedro y Agust�n Alm�dovar. Contrariamente a lo que se espera nada tiene que ver con el estilo irreverente del �ltimo, ya que es una mesurada examinaci�n sobre el cruce entre teolog�a y despertar sexual en dos amigas adolescentes, una de las cuales se vincula extra�amente a un respetable m�dico casado y con dos hijos. Es interesante la combinaci�n de candidez religiosa y perversidad sexual que sus j�venes personajes muestran sutilmente. Adem�s, la realizaci�n tiene esa cualidad que los cr�ticos norteamericanos denominan "low key", que puede ser definida como tranquila o sosegada y que se aparta de la sensacionalista explotaci�n del asunto mediante detalles leves pero agudos. Es una pena que La ni�a santa no vaya a parar a ning�n sitio, se torna difusa sin resolver a  satisfacci�n ninguna de las subtramas que ha ido tejiendo con paciente laboriosidad y en cierto momento ya a uno le importa poco qui�n hace qu� y por qu�. Y es que el bostezo es el peor de los bar�metros.

Siguen los ni�os en desgracia con El cielito, argentina. Estereotipada historia de un muchacho itinerante que trabaja temporalmente en la huerta de un palurdo alcoholizado y escapa, al cometer suicidio la mujer de �ste, con su peque�o hijo a la capital donde peores eventos les esperan. El campo es ignorancia, la ciudad es violencia, se establece en una pel�cula cuya progresi�n se avizora a varias cuadras de distancia y que presenta nulo atractivo tanto en argumento como en estructura narrativa y que no consigue que el espectador se identifique con las penurias de sus personajes.

El ilustre realizador argentino Adolfo Aristarain aparece con la producci�n de su pa�s Roma, fino mural relatado en extensos "flashbacks" que abarcan desde el peronismo hasta la d�cada de los '70, ello propiciado por las memorias de un escritor exiliado en Espa�a durante m�s de 30 a�os y transcritas por un joven periodista. El t�tulo Roma no alude a la capital italiana sino al nombre de la madre del protagonista con quien �ste mantiene una bella, madura relaci�n, inusual en el cine e incluso en la literatura por su profunda inteligencia y adulta sensibilidad. Sus� Pecoraro, inolvidable Camila en la cinta hom�nima de Mar�a Luisa Bemberg, rinde una hermosa faena en el dif�cil rol de la madre, rol tramposo para cualquier actriz carente de su control emocional. En sus mejores escenas el director, generoso y sin embargo mesurado le permite dar lo mejor suprimiendo la m�sica, muleta favorita del melodrama cinematogr�fico, y la deja proyectarse a "cara limpia" en primeros planos cargados de honestidad. El actor espa�ol Jos� Sacrist�n personifica al escritor adulto, mientras que el inexpresivo Juan Diego Botto encarna tanto a aqu�l en su juventud como al periodista en la �poca actual. No s� cu�ntas porciones autobiogr�ficas de Roma le corresponden a Aristarain pero me atrevo a decir que, a semejanza de su h�roe, �l  tambi�n proviene de una familia librepensandora, despojada de mitos rid�culos y m�s atenta al �tico comportamiento entre los hombres que a sus rencores heredados por siglos de fanatizada historia. El cine de este realizador propone cambios de reconocimiento interno, �nicos que pueden asumir la existencia con capacidad de renovaci�n, o sea, con aptitud para el amor. Aristarain es un humanista, no me canso de repetirlo, un cineasta capaz de rebasar las fronteras pol�ticas que ha tenido que recrear en su obra por inevitables en el entorno de muchos de sus personajes, apelando al coraz�n humano no a la intolerancia generada por idea alguna. Su ideolog�a es la solidaridad entre los hombres y Roma,  pel�cula conmovedora, una de las mejores presentadas en el festival lo confirma con un muy bello mensaje que, cuidado, no carece de encantadora iron�a ante las tremendas contradicciones de este mundo. El escritor con melanc�lica mirada recorre el r�o que pasa sin volver a ser el mismo, como dijera Her�clito de Efeso, que simplemente transcurre ... como la vida.

Sequins, francesa, a pesar de mis prejuicios sobre el trillado argumento de la adolescente  embarazada y en subsecuente conflicto de comunicaci�n con su entorno, es una cinta que plantea con sensibilidad la relaci�n profesional y humana de su personaje principal con una costurera armenia experta en lentejuelas cuyo hijo ha muerto en un accidente. La llegada de un nuevo amor a la conmocionada vida de la joven es una subtrama agregada un poco a la fuerza en el esquema ya mencionado pero afortunadamente cristaliza al final y la no excesiva duraci�n del filme opera en su beneficio de modo eficaz. El acompa�amiento musical y la composici�n fotogr�fica, especialmente en interiores de iluminaci�n moderada y delicadeza para los detalles, funcionan como un sutil retablo barroco que recuerda la pintura de Jan Vermeer, por lo que se le ha comparado estil�sticamente con Girl With a Pearl Earring, basada en el libro hom�nimo que alude a la ficticia relaci�n del artista holand�s con una modelo.

Un fabricante de calcetines hace pasar a su empleada de confianza por su esposa ante la llegada de su hermano residente en Brasil que visita Uruguay tras un a�o del deceso de su madre. Agradable descubrimiento este filme uruguayo titulado curiosamente Whisky (no dir� por qu�), segundo largometraje de los j�venes Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll, cr�nica implacablemente silenciosa sobre la soledad en que se desenvuelve la insoportable rutina de este r�gido, hosco manufacturero y su empleada, una mujer que sue�a a trav�s del cine y de las migajas que la vida le ha lanzado y que se ve ante la radical decisi�n de replantear su triste vida. La cinta est� muy bien estructurada tanto a nivel de reveladora fotograf�a como de un montaje en el que la repetici�n de situaciones, a guisa de "leit motiv", logra transmitir la desesperaci�n que subyace en sus aparentemente impasibles caracteres. Las personificaciones de los tres actores prot�gonicos sorprenden por su inmediatez carente de artificios. Cinta agridulce, con un sentido del humor m�s pat�tico que c�mico que admite, no obstante su directa exposici�n, m�s de una lectura sustanciosa no s�lo a nivel psicol�gico sino social.

La sarabanda es una majestuosa danza cortesana popular en los siglos XVII y XVIII parecida al minu� y Saraband (2003), filme para televisi�n que parece ser el testamento de Ingmar Bergman,  muestra la refinada afinidad f�lmica que tal g�nero musical le merece al veterano cineasta con una levedad de esp�ritu que s�lo los grandes mantienen activa. Resulta impresionante que un hombre de 84 a�os haya podido hacer un filme de semejante lucidez intelectual, de renovada vigencia, sin traicionar la fidelidad tem�tica y est�tica de su extensa filmograf�a, en precisos movimientos musicales hasta el inobjetable desenlace de la historia. En 1973 Bergman film� Escenas de un matrimonio, serie de televisi�n de seis cap�tulos que condens� en una cinta para cine de casi tres horas. Las desintegraci�n de un conflictivo matrimonio interpretado por Liv Ullmann y Erland Josephson le permit�a al director varias elucubraciones, como siempre, personal�simas que derivaban en un final pesimista con respecto a la instituci�n matrimoial. Treinta a�os despu�s los personajes se encuentran al visitar ella la finca donde el ex-marido languidece entre espor�dicas aunque vitri�licas discusiones con un hijo de otro matrimonio a quien detesta siendo perfectamente correspondido  y su af�n por encauzar el talento musical de su nieta, patol�gicamente controlada por aqu�l. En realidad �sta  no es una secuela, sino una derivaci�n de la original pero los temas de Bergman siguen presentes: la t�nica existencialista expresada mediante un profundo nihilismo religioso en su parad�jica indagaci�n sobre Dios, el miedo a la muerte, la complejidad de las relaciones humanas sean filiales o amorosas, el af�n de posesi�n emocional, pero tambi�n el humor c�ustico y la compasi�n que de alg�n u otro modo encuentran v�a, pese a la depravaci�n de los valores, desde y hacia el coraz�n de sus personajes. Bergman es un artista �nico, como Welles, Fellini, Tarkovski y algunos otros, y su consistente visi�n del mundo merece un lugar cimero en el acervo art�stico-filos�fico del siglo XX. Saraband tal vez sea su despedida, una despedida que hace patente su genio para benepl�cito de los que aman el cine verdadero.


Entre los documentales han destacado:

Deep Blue (Gran Breta�a), de impresionante fotograf�a submarina; la din�mica Fabulous Fabio, sobre F�bio Gouveia, campe�n de "surf" brasile�o; La Sierra, estremecedor testimonio sobre la juventud tronchada en los combates entre paramilitares y guerrilleros en Medell�n, pero tan reiterativo que le sobra por lo menos media hora; En Route to Baghdad, acerca de Sergio Vieira, diplom�tico brasile�o de Naciones Unidos, muerto tr�gicamente durante sus gestiones de pacificaci�n en Irak; The Untold Story of Emmett Louis Till, sobre el no resuelto asesinato (inconcebible pero cierto) de un adolescente negro por supuestamente silbarle a una mujer blanca en el Mississippi de 1955; y Retrato incesante de Fernando Vallejo, que merece un comentario m�s extenso, no por sus m�ritos f�lmicos sino por su esnobista biografiado. El colombiano Fernando Vallejo es es uno de los mejores escritores hispanoamericanos actuales. Ha hecho literatura, ha incursionado en la biograf�a (una de ellas la de Jos� Asunci�n Silva), en las ciencias, ha rebatido a Darwin. Al p�blico le fascina que el pol�mico Vallejo se refiera al presidente de su pa�s como un hijo de puta; al p�blico le encanta que le pida la pata a su perra en cuatro idiomas (uno de ellos el franc�s con un acento atroz; �tal vez deliberado por los negativos comentarios que los franceses le merecen? No creo) para decir a continuaci�n que es pol�glota como el Papa (las bromas sobre �ste se repiten demasiado y pierden agudeza); al p�blico le cautiva con sabor culpable que se muestre ingenioso sobre su sexualidad; al p�blico le impresionan su postura ante la corrupci�n y su ferocidad iconoclasta frente a "consagrados" como Garc�a M�quez. Debo decir que todo eso me importa un r�bano. Vallejo rectifica a una periodista que lo cita como homosexual para asegurar que es bisexual pues le gustan los ni�os y los muchachos. Vallejo aconseja detener la reproducci�n de la especie humana y para eso sugiere que el mundo se convierta en un jard�n sexual infantil, total no le va a alcanzar la vida para poder copular con gente de todas las latitudes (�alude con especial inter�s a los chinos!). Despu�s de m� el diluvio, expresa t�citamente. Hay mucho histrionismo y pose publicitaria en la parafernalia injuriosa de Vallejo, en especial en los comentarios que la infancia le inspiran con despectiva persistencia. Habr�a que conocer los traumas de un individuo sin dudas altamente talentoso pero residualmente hip�crita cuyos pol�micos comentarios, en los que se mezclan en apropiada dosis el cinismo y la candidez, lo hacen expresarse con desd�n de los seres que se empe�a en redimir de manera contradictoria por no decir absurda. Ah, quiz�s en ese burdel planetario haya cabida para sus sobrinos y dem�s descendientes.


Otros eventos:

En un mini-ciclo dedicado a los cl�sicos aparecen: Five Easy Pieces, de Bob Rafelson, "road movie" que puso en �rbita a Jack Nicholson en 197O, tras una larga carrera en cintas menores. Bad Day at Black Rock (1955) de John Sturges, con Spencer Tracy, revalorizada en los �ltimos a�os por su connotaci�n pol�tica en relaci�n con la "caza de brujas" del senador McCarthy. Y Man of the West (1958), obra maestra de Anthony Mann, con Gary Cooper, uno de los mejores "westerns" en la historia del cine, elegiaca historia de un pistolero retirado que se ve forzado nuevamente a tomar las armas al ser arrastrado a la violencia.

Una retrospectiva del gran documentalista franc�s Jean Rouch.

Se programaron como en a�os anteriores diversos paneles y seminarios.

Y como cierre del festival la espa�ola Inconscientes, de Joaqu�n Oristrell, co-producci�n entre Espa�a, Alemania, Portugal e Italia, estrafalaria farsa ambientada en la Barcelona de 1913.

Copyright@

Jes�s I. Callejas (Cuba). Actualmente reside en Miami, Florida. Ha publicado varios
libros de relatos: Diario de un sibarita (1999), Los dos mil r�os de la cerveza y otras historias (2000),Cuentos de Callejas (2002) y Cuentos bastardos (2005). Adem�s, Proyecto Arcadia (Poes�a, 2003); y la novela Memorias amorosas de un afligido (2004). Sus rese�as de cine aparecieron en varias revistas locales, as� como en otras virtuales (La Casa del Hada). Tiene un libro de prosas po�ticas in�dito y se encuentra escribiendo otra novela, paralelamente desarrolla un libro sobre la influencia del cine en su vida, a la vez que expone en el mismo rese�as y cr�nicas de caracter hist�rico-cr�tico. Sus cuentos y novela han sido rese�ados por peri�dicos y revistas algunos de sus cuentos aparecen en el portal www.geocities.com/lacasadelhada, www.pulsegera.com/Rinc�n Literario y www.resonances.org.

Jes�s I. Callejas es descendiente de Manuel Curros Enr�quez, junto a Rosal�a de Castro, el mejor poeta de lengua gallega.
PORTADA
1