La Casa del Hada
       XXII FESTIVAL DEL NUEVO CINE LATINOAMERICANO


                                                  
Mario Naito L�pez


Aunque las cinematograf�as brasile�a y argentina fueron las m�s favorecidas a la hora de las premiaciones del XXII Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, en opini�n de este cronista la muestra mexicana presentada en el certamen competitivo result� la m�s potente desde el punto de vista art�stico.

Amores perros, �pera prima del realizador Alejandro Gonz�lez I��rritu, atrapa al espectador desde el inicio por el inusual ritmo fren�tico del primer relato. Un din�mico montaje, equiparable al de cualquier filme sobresaliente de un Scorsese, y un ins�lito manejo de la c�mara en una pel�cula de un director debutante, han deslumbrado a los cr�ticos de casi todas las latitudes, quienes han reconocido de inmediato a un talento audiovisual inusitado. Esta tr�ada de historias interconectadas, hija evidente del legado narrativo de Tarantino tanto por la estructura f�lmica como por el rejuego temporal, no puede ocultar su devoci�n kieslowskiana en cuanto a la incidencia de la casualidad en el desenlace de las an�cdotas respectivas. La manera en que el novel artista mexicano entrecruza personajes y destinos nos remite incuestionablemente a Pulp fiction y a la conocida trilog�a del fallecido cineasta polaco. Como en toda primera obra integrada por varios cuentos, Amores perros no puede despojarse de los desbalances habituales en el impacto y el metraje entre cada uno de los segmentos f�lmicos. Al igual que en Luc�a, de Humberto Sol�s, la historia preliminar es la m�s extensa y la que deja al p�blico sin aliento. El segundo relato, para muchos el m�s pobre argumentalmente, no obstante permite entrever un sutil dise�o psicol�gico de caracteres. A diferencia de muchos otras interesantes cintas mexicanas de los �ltimos a�os, en que se abordan temas muy aut�ctonos, el filme de Gonz�lez I��rritu irradia universalidad, lo que posiblemente le otorgue la condici�n de cl�sico en un futuro inmediato. Aunque distinguida con el modesto galard�n a la mejor �pera prima, Amores perros bien merec�a haber recibido uno de los tres principales Corales.

Otro cineasta mexicano, pero este uno bien conocido entre nosotros, Arturo Ripstein present� a concurso As� es la vida, una adaptaci�n contempor�nea de la tragedia de Medea en la versi�n de S�neca. Filmada en formato de video digital, la cinta muestra las constantes habituales del autor de El castillo de la pureza y Profundo carmes�: su universo de atm�sferas opresivas y cerradas, y su �enfoque cuestionador de la vieja tradici�n del melodrama�. Haciendo gala de su filiaci�n posmodernista, emplea un tono par�dico distanciador en medio de escenas tr�gicas, introduciendo un tr�o cantor de boleros que resume el significado del fatum. No obstante, apoyarse en una fuente teatral, y utilizar mon�logos y circunloquios, los di�logos de Paz Alicia Garciadiego �esposa y fiel colaboradora de Ripstein� y el movimiento de la c�mara y los actores, proporcionan tal autenticidad que en ning�n caso puede considerarse al filme como una yuxtaposici�n de escenas representadas. Un conjunto de formidables int�rpretes permite entregar uno de los m�s eficaces trabajos dram�ticos que se hayan visto en largo tiempo en el cine latinoamericano. La pel�cula obtuvo el premio especial del Jurado y el de la Federaci�n Internacional de la Prensa Cinematogr�fica, sin�nimos ambos de excelencia o novedad art�stica.

Dentro de la muestra mexicana, otra de las pel�culas significativas fue La ley de Herodes, de Luis Estrada, mordaz e ir�nica s�tira de la sociedad azteca en tiempos del gobierno del presidente Alem�n. En ella un pobre hombrecillo es designado alcalde en una peque�a municipalidad, luego de que otros tres anteriores destinados al cargo han sido linchados por una muchedumbre embravecida. Esta locuaz farsa nos hace ver c�mo el poder corrompe hasta los m�s infelices y c�mo para poder mantenerlo se llega hasta l�mites inadmisibles. La cinta fue reconocida con el Coral de edici�n.

Brasil tuvo la suerte de conquistar el Gran Premio Coral, el m�ximo trofeo del Festival, con Yo, t�, ellos, de Andriucha Waddington. El filme fue bien acogido por los cr�ticos y espectadores, gracias al desenfado con que asume la aparici�n de una c�lula familiar inusual en un rec�ndito paraje de la regi�n nordeste del gigantesco pa�s sudamericano. Una agradable puesta en pantalla que no desaprovecha la ruda belleza de la localidad, acoge a un cuarteto de personajes que transgrede las normas habituales de la moral con un simp�tico humanismo. Como v�rtice principal desencadenador de las pasiones desbordadas, Regina Cas� trasmite todas las sutilezas que su rol requiere. El jurado de ficci�n del Festival hubiera dado en la diana de conferir su premio de interpretaci�n femenina a la recordada int�rprete de A marvada carne, en lugar de otorgarle solamente una menci�n especial. La pel�cula de Waddington fue distinguida, adem�s, con el Coral a la mejor m�sica. Los brasileros tambi�n recibieron sendas distinciones en las categor�as documental y de animaci�n, as� como el galard�n al mejor cortometraje de ficci�n, con BMW Rojo, sobre las peripecias de una familia pobre con un autom�vil ganado en un concurso, al que convierten finalmente en un lugar donde vivir.

Nada novedoso mostr� la delegaci�n argentina, al menos en el g�nero de largometrajes de ficci�n. Nueces para el amor, de Alberto Lecchi, superbeneficiada con un segundo premio Coral, expone la relaci�n amorosa entre dos j�venes que se ve truncada por los acontecimientos pol�tico-sociales que sacudieron al pa�s austral durante la dictadura militar, y los intentos por revivir a�os m�s tarde aquella vieja pasi�n en cada uno de los encuentros que vuelven a tener los personajes. No obstante la frecuente recurrencia del tema en la cinematograf�a rioplatense, la cinta muestra buen oficio en el trazado de caracteres y la creaci�n de situaciones, tratando de evitar los lugares comunes de estas historias melodram�ticas, elementos que seguramente tom� en consideraci�n el jurado para su decisi�n. Buen desempe�o el de Ariadna Gil, actriz de probadas dotes, a quien se adjudic� el galard�n en su apartado correspondiente. Esperando al Mes�as, de Daniel Burman, recompensada con el tercer premio, pretende explorar los estados an�micos de varias individualidades y sus b�squedas personales, ya sea de identidad o amor. Siguiendo una estructura coral, cada vez m�s en boga en el panorama cinematogr�fico internacional, mediante una puesta en escena caracterizada por su austeridad, donde se pone �nfasis en los ambientes y las emociones, el filme se dispersa bastante de su objetivo central y pierde comunicaci�n con el espectador. Plata quemada, de Marcelo Pi�eyro, demuestra el elevado nivel t�cnico y profesional alcanzado por el realizador, pero su historia particular de delincuentes homosexuales resulta demasiado previsible y no exenta de ciertos regodeos esteticistas.

Chile y Per� ten�an grandes esperanzas de aparecer incluidos en la n�mina de galardones principales. Coronaci�n, del chileno Silvio Caiozzi, ven�a precedida del festival de Montreal con lauros a su director. Pero su historia de decadencia de una familia aristocr�tica parece no haber despertado mucho inter�s en el jurado, quien s�lo destac� la direcci�n art�stica del filme. Tal vez el recuerdo de la fiesta de los mendigos de Viridiana o ciertas torpezas narrativas al no definirse claramente quien lleva en el relato las riendas dram�ticas de la acci�n, hayan posibilitado subvalorar la apreciaci�n de una cinta estimable. Tinta roja, del peruano Francisco Lombardi, aunque acreedora al Coral de mejor director, decepcion� a la mayor�a de los cr�ticos, por su visi�n simple e ingenua del mundo de la prensa sensacionalista. Tras una larga acumulaci�n de hechos y personajes expositivos, el conflicto viene a aparecer insuficientemente fundamentado m�s all� de la mitad del filme. La toma de conciencia inesperada del protagonista, al final, es otro de sus aspectos m�s discutibles e inveros�miles. Tanto en una cinta como en la otra, se observa un acertado nivel interpretativo. Los actores Julio Jung y Gianfranco Bero merecieron el premio de actuaci�n masculina compartido por sus respectivas labores en las dos pel�culas.

Cuba present� al certamen Lista de espera, de Juan Carlos Tab�o, y Hacerse el sueco, de Daniel D�az Torres. Ambas pel�culas entroncan en la l�nea habitual que viene desarrollando el cine nacional en el �ltimo lustro: la comedia o s�tira costumbrista con elementos de cr�tica social. Cada una a su modo logra articular una simp�tica historia, donde abundan muchos chistes y frases ocurrentes, e igualmente se permite el lucimiento de los actores en la m�s variada gama de personajes. Pero no hay en ninguna de ellas un an�lisis profundo de aspectos de nuestra realidad contempor�nea, algo que desde hace tiempo los cr�ticos vienen exigi�ndole a nuestra cinematograf�a, y que el p�blico m�s avezado tambi�n demanda.

Uno de los filmes en concurso de mayor impacto exhibidos en el Festival fue la coproducci�n franco-hispano-colombiana La virgen de los sicarios, de Barbet Schroeder, considerada la mejor obra sobre Am�rica Latina realizada por un cineasta no latinoamericano. El retrato sobrecogedor que el cineasta entrega de la ciudad de Medell�n, refleja la p�rdida de la condici�n humana que encuentra un escritor a su regreso a su pa�s de origen. Al contemplar c�mo unos j�venes casi ni�os matan inescrupulosamente a cualquiera que tenga la menor confrontaci�n con ellos, se percata uno de la regresi�n social a que est�n expuestas las nuevas generaciones del lugar.

Paralelamente a la exhibici�n de las cintas en competencia, el XXII Festival program� otras numerosas y atractivas ofertas. El panorama cinematogr�fico internacional, ya habitual desde hace algunos recientes a�os, permiti� acceder a algunos de los t�tulos m�s laureados en los cert�menes m�s importantes de los �ltimos a�os. Entre ellos, tres Palmas de Oro de Cannes (La eternidad y el d�a, de Theo Angelopoulos; Rosetta, de los hermanos Luc y Jean-Pierre Dardenne; y Bailar en la oscuridad, de Lars von Trier); una Concha de Oro de San Sebasti�n (La perdici�n de los hombres, de Arturo Ripstein); algunas cintas reconocidas con grandes premios del Jurado (El viento nos llevar�, de Abbas Kiarostami) o galardones de direcci�n (Yi Yi, de Edward Yang) o actuaci�n (In the mood for love, de Wong Kar-wai o Una relaci�n particular, de Fr�d�ric Fonteyne). Se realizaron homenajes al cineasta peruano Francisco Lombardi y al actor italiano Vittorio Gassman, presentando algunos de sus filmes; retrospectivas del maestro franc�s Robert Bresson y del director y actor argentino Leonardo Favio, as� como muestras de cine independiente norteamericano, chicano, alem�n, canadiense, espa�ol, franc�s e italiano y de cl�sicos de la filmograf�a latinoamericana. Hubo presentaciones especiales de determinadas obras por alg�n inter�s espec�fico, y de pel�culas y documentales procedentes de algunas escuelas de cine y otras instituciones de Am�rica Latina, Espa�a y Estados Unidos.

Como siempre, se desarrollaron los seminarios, exposiciones y dem�s actividades que se organizan en nuestro pa�s en este evento cinematogr�fico anual que acontece cada primera quincena de diciembre. Aparte del tradicional encuentro del Universo Audiovisual del Ni�o Latinoamericano, en esta ocasi�n se efectu� uno dedicado al tema de los Hispanoparlantes en USA: cine, cultura, perspectivas. En el teatro �Amadeo Rold�n� tuvo lugar un concierto de Chucho Vald�s y Chano Dom�nguez, en el marco de la inauguraci�n del Festival de Jazz. Se hicieron los lanzamientos de nuevos libros de autores cubanos sobre el s�ptimo arte: M�s all� de la linterna, de Frank Padr�n, Carpentier en el reino de la imagen, de Luciano Castillo, y Memorias del Octavo Taller de Cr�tica Cinematogr�fica, compilaci�n de Juan Antonio Garc�a Borrero.

El XXII Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana puso una vez m�s de manifiesto que nuestra capital es la plaza id�nea para actualizarse en el horizonte f�lmico de esta parte de nuestro continente, a la vez que posibilita a la poblaci�n cubana la perspectiva de enfrentarse a algunas de las pel�culas recientes m�s sobresalientes filmadas en otras latitudes.

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