La Casa del Hada
                                  ENSAYO BREVE

                                                Jos� D�az D�az

Aproximaciones a:

                                    
� DELIRIO� de LAURA RESTREPO
    
Esta novela , ganadora del premio Alfaguara 2004, de la escritora colombiana Laura Restrepo, es significativamente importante, en la medida que es un triunfo literario, al expresar la realidad cercana de Colombia en su m�ltiple complejidad humana y social, logrando ganarse al lector universal, a partir de una historia local no necesariamente de inter�s para todo el mundo.
Narrada con una t�cnica que descarta los signos de de puntaci�n al estilo tradicional, para enfatizar el natural flujo de conciencia de los personajes y la libertad omniciente del narrador que salta de la primera a la tercera persona sin aviso alguno; ubica a DELIRIO, como una novela que sigue la evoluci�n de este g�nero literario desde James Joyce, en sus famosos mon�logos de Molly Bloom, en Ulises; pasando por los mon�logos de Ursula Iguar�n en Cien a�os de Soledad, de Garc�a M�rquez; y muy recientemente en la escritura de Jos� Saramago, el premio nobel portugu�s.

La tendencia de la narrativa a suprimir la puntuaci�n en la escritura, bien puede entenderse , como lo acota Octavio Paz (Obra Poetica I ) , a parecerse m�s al habla; y como la poes�a, �llegar a la expontaneidad, a un manar de la boca inspirada, cascada de sonidos y sentidos��. Esta t�cnica narrativa que se acerca a la manera como el cerebro humano elabora su comunicaci�n de conciencia fluyendo en un natural desorden, yendo hacia adelante o hacia atr�s en el tiempo, mezclando recuerdo, presente y futuro; fijando su atenci�n sobre espacios multiples a la vez; es todav�a mas v�lido de utilizarlo en una tem�tica donde la distorsi�n de conciencia de sus personajes le dan vida al tema central de la ficci�n : la locura.

El tema de la Locura es de car�cter universal y muy caro especialmente para la literatura, pero en este caso, al ser escogido como el asunto central de la Ficci�n, nos impele a puntualizar sobre el aspecto filos�fico-social de su significado. Debemos indagar, entonces, sobre : Qu� es la �normalidad �. Desde qu� ubicaci�n se apropia el hombre de su realidad , de su capacidad de adaptaci�n a ella , ya sea a partir de su aceptaci�n de las normas establecidas o desde una conducta neur�tica y contestataria. Evidentemente, en DELIRIO, se trabaja este aspecto con magistral ternura, exaltando a la universalidad un t�pico que , desde un personaje de provincia, (Colombia), Agustina, se convierte en el personaje universal , de cualquier pa�s de la tierra,que vive en constante lucha con su realidad para conseguir darle alg�n sentido pleno y reconciliador con lo mas importante que tiene : su Vida.

� La mujer que amo se ha perdido dentro de su propia cabeza, � dice Aguilar (pag. 12); y su peque�o hijo To�o le pregunta:� Cierto, pap� , que uno es loco por dentro?�( pag. 141) Como el pa�s de Agustina es desde muchos puntos de vista una locura, ella en su sensibilidad y pureza de esp�ritu, se adapta en sus mismos t�rminos, rechazando los lazos de salvamento los cuales son en este caso: la mediocridad y la doblez de moral; el triunfo de la apariencia sobre la autenticidad, la manipulaci�n de conciencias y necesidades sobre el respeto a la dignidad e igualdad de la persona humana (� Que pobres son los ricos de este pa�s,�, dice Escobar�); etc. En fin, el logro alcanzado por la novelista Laura Restrepo ha sido el de proponer desde una est�tica de la novela , en su m�s actualizada vigencia, la deplorable desquiciada realidad de una sociedad, y acompa�ar ,desde la conciencia abierta de sus personajes, la ruta hist�rica y por lo tanto, ,pasajera, del delirio colectivo.


                                
Jos�  D�az 

                                ENSAYO BREVE

Los � CUENTOS DE SEDA Y DE SANGRE�De FREDA MOSQUERA

Pareciera que es la mujer quien carga sobre su lomo,la tarea de expresar de modo m�s natural y directo la cosmovisi�n de Ser, en el mundo. Cada pueblo tiene su mitolog�a, a veces convertida en religi�n, explicaciones sagradas y m�gicas sobre la creaci�n del universo, de la vida, y del hombre. Este es justamente el punto de partida y la plataforma desde la cual la escritora colombiana FREDA MOSQUERA , origina sus Cuentos de Seda y Sangre, para desarrollar la hermosa aventura literaria de encontrarle una imagen v�lida a la vida y a la eterna condena de hallar un sentido convincente a la existencia.

Inicia ,entonces ,Freda sus diecinueve cuentos , recreando de la mitolog�a Chibcha, la historia de Bachu�. Y de la madre-dios , madre �tierra, surge el hijo que a su vez ser� el padre de la humanidad.Exaltaci�n del incesto para conjurar la angustia del ser separado y dividido en sexos que siempre estan condenados a buscarse para en una fusi�n ocasional, sentirse UNO, cual es la expresi�n absoluta de la belleza.

De esta manera, los cuentos de Seda y Sangre, a trav�s siempre de protagonistas con nombre de mujer,nos llevan a instancias l�mites donde no hay escape posible para huir de la desnudez del cuerpo, para entrar en su simbolog�a, porque aqu�, � el alma quiere ser vista�, como afirmara Deepak Chopra en su relato Almas Gemelas. Freda Mosquera, con ubicuidad de diosa, va mostrando la vida, hilando, en el delirio de la inocencia, las verdades ancestrales de nuestra existencia: la mujer-madre mujer-tierra, el cuerpo, el sexo, el orgasmo.

As� como en Jos� Saramago: � �los sue�os son lo que mantienen el mundo en su �rbita��, en Freda, los sue�os son el territorio en el cual se conjura la soledad y el sufrimiento y en donde se libera la vacuidad cotidiana, y se reconcilia el coraz�n con su propia conciencia. En esta b�squeda angustiosa , los personajes de estos entra�ables cuentos , nos llevan por espacios reales y ficticios, por escaleras y pasillos,pasajes secretos, t�neles y callejones sin salida;por escalinatas y pasadizos, gradas, pelda�os y rendijas, mansiones deshabitadas y habitaciones oscuras, realidad alf�n opaca y obligado tr�nsito de la vigilia insoportable, reino de la penuria y la carencia existencial, al sue�o: paraiso exquisito , libertad absoluta , tierna placenta ajena al dolor y a todo sufrimiento.

Dentro de este contexto, podemos entonces vislumbrar, el sentido liberador del Erotismo que inundan los cuentos de Freda Mosquera, como en el siguiente pasaje del cuento El Septimo Piso: ��y se transformaron en un ser inverosimil, de dos cabezas y un solo cuerpo palpitante.Luc�a se sinti� vasija de barro, tumba profanada ,franja de tierra;y el hombre fu� de nuevo, alfarero de manos sabias para modelar caricias , arque�logo impaciente en busca del eterno femenino y sembrador lujurioso de su simiente m�gica. Lucharon contra el tiempo para no romper el hechizo, pero volvieron a ser Dos, que se evocaban desde mundos separados��



                                                             
Jos� D�az D�az



                         
�Memorias Amorosas de un Afligido�


                                                       
de Jes�s I. Callejas


Antih�roe y afligido personaje es , en verdad , el protagonista sin nombre de �sta novela conceptual, que narra a fondo las desventuras existenciales de una vida que deambula entre la incoherencia y el sinsentido de sus actos.
Lineal en su historia, situada en espacios evaporados, y de aparente f�cil lectura; su autor nos va introduciendo a un mundo �ntimo mezcla de encontrados sentimientos de dolor y tristeza, incomprensi�n y abuso, pleno de emociones que desestabilizan por su sensible irracionalidad y ternura desbordada.

Pero la pulpa de la novela se encuentra mas all� de compartir los desgraciados insucesos de un borrachito sexoloco que despotrica sobre todo y sobre todos. La pulpa la encontramos al acercarnos a su espiritu cr�tico de autodidacta que ha bebido en el pozo de los grandes maestros de la Filosof�a, llev�ndolo a un eclecticismo vacilante y a un vivir de rodillas, agobiado ante la immensurable inconsecuencia de la raz�n para darle sentido a su m�sera existencia.

Entonces, Callejas inicia una Cr�tica de su Tiempo, directa, profunda y desgarrada, tanto en lo conceptual, como en el propio argumento de su ficci�n( o sus memorias).Evidentemente, el adolescente que nada entre lagos de semen, el borracho que nada entre lagos de licor, el promiscuo insaciable; se constituye en la met�fora perfecta para abofetear una sociedad a la cual considera mediocre.

Ese acto �ntimo y solitario de la masturbaci�n, b�squeda individual y sensorial de un cuerpo que se descubre y reafirma, recobra repentinamente en el personaje de Callejas una simbolog�a de extraordinaria complejidad : es el camino para huir del aburrimiento , es la protesta ante el autoritarismo,es la �nica confortable compa��a , es la puerta que abre a una dimensi�n desconocida donde el placer empuja al �xtasis de la energ�a total. Es el arma del aprendiz de artista que blande en su mano la sustancia de la vida con la cual moldear� sus creaciones y as�, jugar� a ser Dios: el � gran pajero universal�,( pag. 60 ). El onanismo, en �ste personaje, pasa de ser un acto repudiable , a un acto liberador, donde la conciencia abrumada de pobreza espiritual y de dolor, se trastoca por la magia de su propia energ�a, en espacio de potencial sublimidad creativa y poderosa fuerza asertiva de su existencia.
Y se refugia en el Arte para paliar su angustia: � �me agobian la religi�n y el estado�solo debo interesarme en el arte, las formas de la belleza, sin dogmas que cuestionar, sin inoportunas preguntas. Si pudiera asumir as� la vida, , si el misterio me bastara�(pag.62 y 116). Y m�s adelante agrega:� En toda propuesta est�tica aparece un itinerario inconfesado por la rec�ndite existencia de lo humano una obligada mirada hacia el dolor, su directa consecuencia, y es que el hombre siempre recrea los m�seros eventos de esta vida armado de lo �nico que misteriosamente ha sido dotado, un v�lido pero inutil anhelo por transformar la realidad aparente, es decir, por conocer. El artista con las indescifrables formas, el fil�sofo con el escalpelo de sus especulaciones, el hombre com�n en una esquina al lanzar sus chistes hacia el lejano orbe de la cotidianidad, no buscan sino conocer�� ( pag.397).

La Cr�tica a la religi�n, la podemos sintetizar a partir de su propio texto, cuando dice: �No entiendo el cristianismo-Sali de su seno- esa mezcolanza de estoica filosofia griega y judaismo religioso. No, no lo entiendo, Palabras trag�ndome.Sem�ntica borrosa, lluviosa p�gina,,,me desangro en la maldita p�gina sin dejar de chillar como un cordero crucificado�� (pag.122).Pero no todo es incompresi�n , resentimiento u odio en Callejas, �l dice querer a la humanidad cuando manifiesta:� Siento reprimido amor por mis cong�neres, pero, qu� puedo yo saber del amor?. Similar a lo que dice Maria Rad� en su libro Perlas Negras: � Amo a la humanidad con un amor incondicional, ilimitado e inagotable, tan grande y tan profundo, que me faltan palabras para expresarlo. Amo a la humanidad, l�stima que no me gusta la gente��.

Poeta de Mirada barroca donde la exuberante forma reboza el contenido, Callejas es un escritor prestado a la narrativa. Diletante y decadente, nos abruma con sus pat�ticas y casi siempre acertadas elucubraciones a trav�s de la historia de la filosofia, de la literatura, del arte y del cine.En algunos de sus textos, pesadillas y sue�os ( ver carta a su esposa loca, pag153) el autor extrema el formalismo del lenguaje hasta l�mites donde el contenido significativo se soporta solo en el pavor de las palabras que como ramas sin arbol desgajan un sentido alucinado y alterado , hilarante y ca�tico de la realidad. La raz�n no todo lo puede, ser�a la met�fora v�lida con que Callejas confronta al propio lector. Este tipo de texto, constituye para la nueva literatura un reto que busca revaluar la teoria del conocimiento y ajustar los escuetos l�mites entre la realidad y la fantas�a, entre la normalidad y la locura.

Carlos Ruiz Zaf�n, en su novela La Sombra del Viento, nos dice de la Lectura, que es: ��un ritual �ntimo�que un libro es un espejo y que solo podemos encontrar en �l lo que ya llevamos dentro�� (pag. 476). Quiz�s esta afirmaci�n sea v�lida cuando tengamos el libro de Callejas en nuestras manos y como imperativo �tico sintamos en carne propia la necesidad de dilucidar sobre el controvertido limite entre la pornografia y la er�tica.
Las Memorias Amorosas de un Afligido, de Jes�s I. Callejas, cubano radicado en la Florida, ahondar� la brecha entre el silencio o la aceptaci�n alborozada de su trabajo literario, pero m�s que eso, la desnudez de su alma , avivar� entre las fuerzas antag�nicas que cohabitan subterr�neas en lo profundo de nosotros mismos, el deseo de ser mejores


                                       
   Aproximaciones a:




LOS FANTASMAS EN EL ESPEJO de Luz  Macias.





   Recientemente, en el patio de Books & Books de Coral Gables , se present� el libro de cuentos de la escritora  y editora  colombiana  Luz Macias, gran impulsora  de la Literatura en espa�ol que se produce en nuestro medio. El libro consta de 18 cuentos hermanados todos  por una tem�tica  bien dif�cil de afrontar  como lo es  la del sufrimiento humano, y la degradaci�n del mismo, ante la ausencia  de valores  que lo rescaten y lo salven de la desventura y la desdicha. Los personajes  de los cuentos de Luz Macias son antih�roes  que desde un comienzo est�n abocados al abismo y solo la muerte los libera  de la desgracia de haber nacido.

La envidia y la vanidad; el machismo que enloda toda relaci�n de pareja, los personajes  de alcantarilla y sordidez; el ejercicio del sexo no como er�tica creativa sino como simple desahogo carnal, son sus ambientes y asuntos preferidos.  Su pluma no tiembla para  hurgar  en lo m�s rec�ndito del psiquismo humano, justo en el area oscura  del vicio y la ruindad de sentimientos, en ese infierno que subyace  en el fondo de cada hombre, producto de una sociedad igualmente maniquea  y carente de genuinos valores �ticos.

Ese � naturalismo literario�, sinembargo,  est� salvado de caer en la cesta de la antiliteratura, gracias  a su laboriosa   t�cnica narrativa de los espacios y los tiempos, que combinados  con la libertad  absoluta y sin barreras en el acercamiento a la conciencia de sus personajes , logra entregarnos  en la desnudez triste de la miseria humana, el desgarramiento de un ser que sufre el sinsentido de su vida. A este punto, Luz Macias  logra a trav�s del recurso del Mon�logo Interior,  con su  fluir libre  de  conciencia y por el milagro de la palabra,  devenir en  catarsis liberadora y salvadora para sus protagonistas , que de anodinos y viciosos los convierte en llagas con destellos de lucidez  y de grandeza  a pesar de su innoble condici�n .
Sus mon�logos Interiores  que de alguna  manera nos hacen  recordar a los de  Molly Bloom en el Ulises  y m�s tarde a los de Ursula Iguar�n , en Cien A�os de Soledad  , nos est�n indicando la libertad ide�logica de la escritora al penetrar sin barreras en el alma de sus criaturas; con esa inusual capacidad  de asumir el psiquismo masculino desde su condici�n de mujer,  dejando sentado de una vez por todas, que el ser humano no es cien por ciento  macho o cien por ciento hembra, sino  una gama  de los dos. La polaridad absoluta no existe.

    En su hermoso cuento: �Me llaman Mar�a�, Luz Macias, desarrolla a fondo esa ambiguedad ps�quica de su personaje central consiguiendo un exitoso desenlace inesperado que imprime en la narraci�n una especie de golpe bajo de hondo trasfondo psicol�gico. Es una recuperaci�n del elemento Androgino en el ser humano. Dan Braun en su libro El Codigo Da Vinci, exalta este concepto a trav�s de Leonardo Da Vinci  y su pintura La Mona Lisa. En la pag. 153 podemos leer:�- En realidad Leonardo estaba en sinton�a con el equilibrio entre lo masculino y lo femenino.Cre�a que el alma humana  no puede iluminarse a menos  que incorpore los dos elementos�la Mona

Lisa no es ni hombre ni mujer . Incorpora un mensaje sutil de lo androgino. Es la fusi�n de los dos.�

Los fantasmas en el espejo, es una muestra valiente y descarnada de la  decidida vocaci�n  de Luz Macias de asumir una posici�n  est�tica  sobre la  sociedad y el hombre contempor�neo ,desde el lado m�s dif�cil:�describir su Esp�ritu empobrecido, que deambula err�tico por los opacos contornos de un  tiempo sin Esp�ritu.



                                               
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� RELIQUIA DE LOS FRUTOS� DE MARIA ANGELES MENDEZ


Cuando, por rara casualidad , nos topamos intempestivamente con versos que nos tocan a fondo, de inmediato nuestro esp�ritu despierta de su letargo y voraz se alimenta del pan que reci�n llega a su puerta. Tal fue la sensaci�n, para decirlo de algun modo, de mi encuentro con el primer libro de Poes�a de Maria Angeles Mendez: Reliquia de los Frutos.

Esta obra conformada por la trilogia: � Cielo de Mercurio� (25 poemas); �Reliquia de los Frutos �( 33 poemas); y � Soliloquio del Tiempo�(25 poemas ); nos entrega , sin ambages, una nov�sima propuesta est�tica , enraizada en la m�s honda y transparente producci�n po�tica de todos los tiempos, pues en su escueto y original lenguaje , se recrea en lo elemental de la palabra, alejandose del artificio vano del verso f�cil, como �nica v�a para llegar a la genuina esencia de lo humano, a la verdad profunda de la vida
Pero ,dejemos que sea la propia poeta quien nos diga c�mo siente el universo que le ha correspondido vivir
:��Solo la tibieza eclesi�stica de los altos dioses, la imperturbada gota que seca sus bordes en la luz , la miseria de la soledad perceptible en aquellos que se abandonan al amor para sustentarse, solo nosotros �nicos herederos de un universo, rozados para siempre por arcos donde los caminantes chocan con su estrella, nosotros y para siempre, palpamos un mundo donde el sue�o se apaga detr�s de otro sue�o, y andamos fieles, desnudos, hasta donde el v�rtigo de la emanaci�n nos toca��. ( tomado de su Ponencia , ante el Xl Encuentro internacional de mujeres poetas, 8-19-2003). Como afirma Alejandra Pizarnik, la poes�a no es una Carrera, sino un Destino.

Y es que, la Propuesta Est�tica de Reliquia de los Frutos, va justo a fusionar por la magia de la palabra el mundo real con el mundo on�rico; el estado de conciencia de vigilia con los estados irracionales y subconcientes, para devenir una nueva y m�s completa realidad, logrando una catarsis que aplasta y supera la visi�n alienante que tenemos del mundo y de las cosas. Si como dijera Mart�:� la fruta no se acaba en la c�scara��, entonces y a trav�s de un lenguaje premonitorio, asistimos sin lugar a dudas, a los bordes de un conocimiento sensorial que rompe las barreras del sentido tradicional y de la l�gica cotidiana . Se logra y se configura un producto sem�ntico nuevo , dando un remez�n a la Lingu�stica tradicional , donde el Significante , supera y rebaza los l�mites del Significado y la apertura y rotura de la palabra deja libre el entorno para una plena y por ende m�s aut�ntica relaci�n en la postura del hombre consigo mismo, y con los dem�s .

En este orden de ideas, la Po�tica de Maria Angeles M�ndez, puja por rebasar los l�mites de la palabra, para entregarnos el eco del silencio, la vibraci�n de lo imposible de decir con sonidos verbales ; y a partir de un collage postmodernista, sugerirnos en im�genes que estallan solas, un nuevo mundo por descubrir.
En sus versos sentimos la presencia de Rimbaud y su �Barco Ebrio� , en ese dejarse llevar hasta el total abandono; vibramos en el erotismo desbordado mas all� de Delmira Agustini; sentimos los espacios tristes poblados de fantasmas, de Juan Juan Rulfo; o la hondura desolada del poeta cubano Raul Hernandez Nov�s
Adriana Herrera, periodista cultural de El Nuevo Herald, dice en el Pr�logo al libro de Maria Angeles, al referirse a una de sus lecturas ��Su poema abri� en infinitos fragmentos la noche y cuando todo era somnolencia, ofici� su estallido de cometa, el p�lpito dulce y furioso de sus creaciones. Eran palabras desnudas de artificio,como reci�n hiladas por una ni�a �ondina �adolescente-hechicera-sacerdotiza-mujer-anciana ,de la cual manaba, como de una arteria a un tiempo infinitamente sutil e incontenible, a borbotones, la belleza�� Maria Angeles alcanza una comuni�n inmediata con el lector, y nos gu�a como maga y cordero a la vez, para lograr esa unidad indivisible y milagrosa. Podemos leer en sus versos�
� Pero no le digas a nadie que a veces hablo a solas.

Bajo el cielo murmuro cosas que no conozco,
olfateo en mi cuerpo los dias de la lluvia
me cubro el pelo con raices, me peino frutos.�
As� como se declara criatura poseida y voz de otras voces mas profundas, en otros versos nos indica c�mo siente la poes�a:
��La poes�a es un estado dulce y resbaladizo en los tuetanos,
porque desnuda se lleva la soledad inigualable bajo los puentes
su madero trizado, la cara de un pez.
Por ello nacen animales invisibles que el viento arrastra,
llantos en la ventana del amor escribiendo n�meros.
Porque habla de planetas habitados por duendes,
mutiladas sombras al roc�o��

La piroctecnia multicolor de sus im�genes, el estallido desbordado de su lenguaje connotativo, se centra en los temas mas caros al alma humana. La p�rdida y recuperaci�n de la Inocencia, sintetiza, la caida del hombre , pero a su vez, su levantamiento vigoroso, lo cual caracteriza a su Poes�a dentro del plano de un optimismo transcendental.

��Solemnes Pegaso y yo,
abrimos las puertas de los astros, derramamos luces
Te dije que la inocencia viene en esta pulpa de caballo libre
En estas alas donde caen sabios los colores,
Donde descalzas las musas se inclinan a pastar
Y posan como un ave.

De ese sentimiento de despojo vertical donde el amor es la �nica salvaci�n para superar � la miseria de la soledad� , la poeta salta, m�stica y posesa, privilegiada a las regiones del no-ser , de la trascendencia absoluta. As�, leemos en el poema Soliloquio del Tiempo:

He quedado desnuda sin mi cuerpo
Voy despacito por la aureola transparente
Y la Mirada profunda donde nacen los espejos
Ya no estoy, solo escucho el siseo de mi mundo favorito.
Colores Cruzan esta condici�n Antigua de equivalencia
Universos cris�lidos, puro Dios
Donde quemo la pobreza, la transformo
Donde existo, sobre la nada
Nada
Y soy nunca�

Su liberacion por la belleza absoluta,, la salva de la muerte, y se mofa de ella , cuando dice:
� La muerte bajito anda,
despacio entre los cedros anda�
la muerte silva con su muleta de ca�a.�

Y ,para terminar, quisiera anotar la relevancia de lo elemental y lo sencillo, de lo simple y lo escaso en una po�tica que toca los l�mites con la inanidad , espacios reales y del alma , que Maria Angeles Mendez transforma en genuina Poes�a, como Criatura iniciada.

Estos son los �ltimos versos del �ltimo poema de su libro Reliquia de los Frutos:

��Siempre so�� con la paz endulzando la leve ca�da del fruto, el vaho de la mancha donde la quietud hace un c�rculo y reposa el jugo. Porque el descenso no es m�s que retomar el golpe y ascender.Amo la persistencia de la nada, sus innumerables formas en el estanque donde ruedan desconocidos astros apu�aleados por piratas desafiando lo inmortal. Yo s� de un universo que a ciertas horas nos atraviesa y pelea contra nosotros��



                                             
ENSAYO BREVE
 
                                              
Jos� D�az D�az

                                     

                                          
Aproximaciones a:


                      
� EMMANUEL�, poes�a de RUBI ARANA


Pocas veces la historia de la literatura, encuentra libros de Poes�a que conmuevan tan hondo los sentidos y el intelecto a la vez , como este libro de la poeta nicaraguence Rubi Arana. El Hermetismo la cifra m�gica,, la Mistica, y la Filosofia, van por delante; la plenitud de una cosmovisi�n del universo, el mundo y la vida, encuadran los rasgos de la conciencia humana, para desarrollarse a borbotones en el silencio donde se da la plena comunicacion. Aparente contradicci�n, que desemboca en la verdad del ser.

Sinembargo, el sortilegio de su Poes�a, nos acerca al mas ac�, cuando el cuerpo se le escapa al absoluto. Las tres partes que conforman su libro son sus tres hijos, ella es todo el libro; y nosotros su espejo. Panteista declarada, Rubi se sabe luz y sombra a la vez, �r�plica de Dios�, � fuego hecho polvo.�
Octavio paz , en su ensayo po�tico � El mono Gram�tico�, nos induce a entender que el lenguaje, no es la realidad y que la comunicaci�n total se da en el silencio, Rubi lo da por hecho, cuando dice: � ,,,El fin no es la cr�tica literaria: liberarse de la energ�a de este placer/ que hizo al mundo y hace al poeta./ Sin despreciar palabra inconsciente/ luego consciente ordenandola de acuerdo/ al sonido y no a la gram�tica/ as� se fue formando la vida.� Y en su Arte Po�tica reafirma:� Dios y poes�a nacen en silencio/ A Dios no lo formaron las palabras.�

La aut�ntica poes�a siempre se roza y eso sucede cuando leemos en � Reliquia de los frutos� , los versos de Maria Angeles Mendez, poeta cubana, al repecto: � Dicen que la primavera es la piel en busca de los �rboles�/ que la tierra muestra su cara en la semilla/ pero nadie toca los reflejos profundos de la sabia y ve nacer el fruto.� , y Rubi contesta : � Oro.Silencio.Crepusculo. Penumbra y energ�a universal/ semilla y muerte : hijas de la tierra/ hermanas de la tierra�� � �alli renace la vida como la primavera/ loor a la embriagante primavera hija del sol / y llena de tumbas floridas�!�

Leer a Rubi Arana, es permitir que nuestro silencio siempre oculto se llene, por un instante de ese toque divino que emana su poes�a. Y cuando su cuerpo se le escapa a la plenitud, nos deja versos como estos de su poema:� Donde infinitamente el tacto�

��,y para perdonar la eternidad / bebes el instante, dejas pasar la pregunta y ahogas un minuto de Junio a orillas de un cuerpo./ Y desde el mineral a la muerte, del arbol a Dios,/ t�, interminable,/ en que vaso de carne estrangulas/ la sed de una gota de luz/ y como un impotente usas la lengua/ para arrancar convulsions las u�as para sangrar el tacto/ y destruyendo espacios necesarios/ como una muestra cotidiana � de la primera lagrima a la primera estrella/ del primer sol al ultimo crep�sculo/ aprisionando un l�mite de espada del espasmo a la eternidad , de la pasi�n al fruto��


                                                
Jos� D�az D�az



                    Los  ESPACIOS  OPUESTOS
,

                                  
poemas de Patricia Maiorana

 

   Adentrarse en la poes�a de Patricia Maiorana, es develar  entre espejos que copian pero no reflejan, el secreto de su tesoro � �sazonar la vida con palabras��(pag. 59). M�s all� de esa tabla de salvaci�n, no podemos escapar  a su  verdad : el dolor y la soledad , la p�rdida de la inocencia, la b�squeda sin tregua del  Origen del hombre; la  b�squeda de la trascendencia  a partir de un cuerpo que sufre. El silencio que comunica ser� la pulpa del ser real.

   El tono de su poes�a deambula por territorios  imbricados donde  conceptos e im�genes luchan por asir  la esencia  de lo humano, con un desbocado af�n por salvarlo de lo onodino y lo superficial. Patricia  es redentora y sus versos elevan  ,desde  lo m�s elemental del universo: la tierra , el cuerpo y los sentidos, a ese Hombre, que a pesar de todo, est� dotado para Permanecer sobre el tiempo que lo  oprime y lo denigra. ��aprisa-no hay tiempo-/  lleguemos al cielo/ ma�ana/ habr� muerto abril/  y mis p�jaros / habr�n muerto.�(pag. 13)

    La poeta  rescata el yo superficial de la vanalidad  y la inautenticidad de la apariencia, al  apuntalarlo a su yo profundo, pleno de origen y de antiguedad, de placer ingenuo, a pesar del pecado impuesto: ��porque siempre fui, / desde el principio del tiempo/ �sta que me llamo/ para ser �sta que es/ y �sta que fu� lo que deb�a ser/ lo que fue so�ado/ lo que estaba escrito� (pag. 21); y con esa misma fuerza  que la enraiza con solidez de pir�mide  que vuela al infinito, acepta la soledad  del ser dividido que solloza  la angustia de la  separaci�n. El existencialismo sartriano, la golpea cuando dice: ��yo soy el contenido/ la que vive equidistando de los otros/ es solitaria y terrible/  �sta tarea�. (pag, 8).

   Pero , su  incomodidad metafisica de�estar en el mundo� se agudiza al sentirse , en su rol femenino,  desencantada  con la  relaci�n  de su gemelo. No encuentra unidad que eleve y redima, que complemente y enriquezca ese posible e ideal acoplamiento de pareja , sobretodo porque su erotismo se plantea en los terrenos de lucha y venganza, de v�ctima y de victimario, de sierva y se�or. Ser�n esos, acaso,los ESPACIOS OPUESTOS ?. Su  uni�n se solaza en el dolor mientras patea a su bestia que la agrede � �la piel es un l�mite vencido al roce que la inflama / de pie o hincada frente al Dios erecto / soporta la inclemencia del abuso / y, al saberse desgarrada, canta.�(pag.16)�- C�mo duelen estos clavos, c�mo los arranco si el dolor es tan dulce?�- Porque m�o es lo que me abate y me levanta/ lo que me obliga a las penas m�s severas�� (pag.57) y, m�s adelante agrega:- �Eras la tierra de vientre blando / tierra como de eunucos calentandose al sol / bestia inoperante /pobre mont�n de huesos/ tu ignorancia no alterar�  el curso de la luna��(pag.18). Su vertical desencanto desemboca en   la  ruina de la pasi�n �� Y arbitrariamente/descoloco los sitios/La sangre hacia afuera/el coraz�n bajo la lengua/el sexo mordido/te vertebro los labios/te ubico un ojo/en la planta del pie/Para saberte as�/amorfo, enanizado/c�clope monstruoso/para el horror/para la nausea/para dejar de amarte./

Pero la mujer sufriente de � l�cida lujuria� fiera insatisfecha�de entrepiernas ahullantes y mendigo��, acepta el pacto planteado cuando escribe:- �No puedo sustraerme al hechizo de su daga,/ tajeando mis dos ojos, abiertos a la noche�� (pag.40).

   En todo caso, la poes�a de Patricia Maiorana no se estanca en recrear el oscuro signo del machismo . Su trascendencia a partir del cuerpo, es declarada cuando canta:�-un roce, acaso adquirir� vocaci�n de vuelo�por sobre los cuerpos sigilar�n las almas�la piedra del muro podra so�ar sus propias catedrales�para yacer, como la luna en la noche, sin urgencias de otra luz��(pag. 60). Espacios Opuestos,  primer libro de  �sta poeta argentina, se constituir�, ciertamente, en el inicio  de la construcci�n de una po�tica  de plena solidez literaria.

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