La Casa del Hada


Poema para leer a solas


Gregorio Echeverr�a



Et tu resteras inmobile nue debout
avec ta bouche rouge comme les piments rouges
pendus sur le mur blanc�
Jacques Pr�vert: Dans ma maison.




Deg�stalo en voz baja y a media luz. No habr� m�s claves
que tu sed y mis vertientes. Empezar�s ley�ndolo
ley�ndome o yo lo leer� porque la voz en el poema importa
me importas ley�ndome desnud�ndome (tan poco ignorar�s del hombre al concluir sus versos)�
acceder�s descalza a mi placenta�
de minotauro yacente en su oquedad sem�ntica,�
profano en las secretas artes de la seducci�n,�
testigo s�lo en sus ingles�
de las mordeduras de la impaciencia y la erosi�n del beso.
Conjugar�s mi huso con tus ovillos avanzando hacia el poema,�
te arder�n las palabras en el vientre, devanar� en tu sexo�
mis tormentas, morder�s las estrofas�
desnudando la piel para el rel�mpago.�
Entrecierra tus ojos, d� al fuego este poema y huye del cr�ter.

No te atrevas.�
                                                                                              

�/ San Isidro, marzo 1990
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