Olga Gonz�lez del Pico
A d�nde vas mujer
de la mirada p�lida ...
�Qu� buscas en el puerto
si ho hay barcos?, meridiano
en azul, ancla en la popa
han cortado la vena
de los vientos, tu velero
de amor ha naufragado
en el itinerario de las horas.
A d�nde vas mujer
de la mirada p�lida ...
No te vayas a dar como las ninfas
mira que la resaca es traicionera
te llevar� hasta el fondo
de su vientre y quedar�s
sumida a la inconciencia.
A d�nde vas, injerto de la vida
dale la espalda al mar
no dejes que te nublen
los sentidos, otro horizonte
le dar� a tu pena
nueva espiga de sol
para el soneto de tu primavera.
LA MUCHACHA
La muchacha de quince primaveras
se puso triste cuando el mar mir� ...
Dibujaba la tarde su silueta.
La muchacha era el sue�o de un poeta
y en el ala de un sue�o se escap�.
Su vestido de seda reflejaba
la gris tristeza de su coraz�n:
pensamiento que el alma aprisionaba;
suspiro detenido en oraci�n.
La muchacha de cintas amarillas
un perfume violeta nos dej� ...
Miraba el mar anclado a sus rodillas
y sin decir palabras se alej�.
En la playa quedaba su pa�uelo
olvidado tal vez como ese amor
que cit� a la gaviota para un vuelo ...
y el resplandor de un astro la ceg�.
DOY LA ESPALDA ... AL SILENCIO
Doy la espalda al silencio
al vac�o total de las preguntas
al infotunio de una noche
sin tiempo para el an�lisis
de lo que pudo ser y no fue.
Fragmentario goce de amor.
Estoy sentada en la falda
de todos los contornos.
El ala del viento roza mis sienes
el alfiletero de mis dudas
va clavando las agujas
de un por qu� sin soluci�n;
no tengo nada que coser
mi vestido de sue�os
est� lleno de hilachas.
Doy la espalda al silencio
y digo adi�s a los testigos
que me vieron marchar.
Al vac�o total de las preguntas
similitud en el centro propicio
de una noche de espera.
Estoy sentada en todos los contornos
�qui�n me dar� su ayuda?
al contenido de mi propia raz�n
segura como el ojo de luz
que llega hasta las rosas
he de sentir mi senda
en et�rea evasi�n, saeta azul.
Entregar� a la Madre Tierra
en lit�rgico amor, mi acto de fe.