HOMBRES LOBO

La existencia de los hombres lobo es muy antigua, la primera vez que se habl� de estas criaturas fue en la mitolog�a griega y la leyenda narra la historia de Lycaon, el primer rey de Arcadia, que fund� un culto pagano a los dioses del Olimpo y en sus ceremonias asesinaba a personas inocentes como ofrenda a su supuesto dios y le ofrec�a la sangre como prueba de su devoci�n. Cuando las historias de las atrocidades que comet�an Lycaon y su grupo llegaron a o�dos del dios Zeus, �ste decidi� investigar si eran ciertas las brutales historias que le narraban. Al comprobar que todo era verdad, se present� ante Lycaon y le revel� su identidad para pedirle explicaciones y administrarle un castigo. Los miembros del culto enseguida le hicieron ofrendas para enmendar sus atroces ceremonias, pero Lycaon no crey� que se tratara del dios Zeus y para probar si era en realidad la deidad que anunciaba ser, le prepar� un fest�n consistente en carne humana de un ni�o, pensado que si era el verdadero dios se dar�a cuenta enseguida y rechazar�a la comida ya que el canibalismo era un pecado muy grande en la cultura griega. Zeus reconoci� inmediatamente en que consist�a la cena y la repudi�, ante esto y para evitar la ira del dios supremo, Lycaon huy� al campo; una vez all� se dio cuenta de lo que Zeus ten�a reservado para �l, y lentamente comenz� a transformarse en un hombre lobo. El t�rmino �licantrop�a�, que designa a las personas que se creen lobos, deriva del nombre Lycaon.

Aunque los antiguos griegos y romanos, y hasta cierto punto los �rabes, cre�an en la existencia ocasional, localizada, de los hombres lobo, la situaci�n era muy diferente en la Europa de la Edad Media, �poca en que se supon�a que el proceso de transformaci�n de la persona en bestia era un fen�meno cotidiano. Todav�a hoy, en algunas regiones, esta superstici�n contin�a. En Galicia, la tradici�n del lobisome sigue tan arraigada como la de las meigas, y tampoco en Europa central y en Escandinavia ha desaparecido del todo esta creencia. �Cu�l puede ser el origen de un fen�meno tan universal y todav�a tan vivo? El punto de partida de la superstici�n del hombre lobo es probablemente una costumbre de las sociedades primitivas; �sta consist�a en disfrazarse de animales para explorar el terreno. Como los lobos, merodeaban en busca de alimento, y es l�gico pensar que las informaciones sobre ellos deb�an representarlos como poseedores, en sus disfraces, de todas las propiedades feroces del animal al que imitaban y, finalmente, incluso de la de poder asumir forma de animal, completa o parcial, durante per�odos m�s o menos largos. Algunas de las historias de los indios norteamericanos sobre hombres lobo representan a estos seres s�lo con cabeza, manos y pies de lobo. La transformaci�n en lobo en Francia, Alemania, Escandinavia y algunos pa�ses de la Europa oriental la causa una camisa o faja confeccionada con piel de lobo, una supervivencia de la capa o manto que originariamente cubr�a todo el cuerpo.

La licantrop�a y los hombres lobo constituyen evidentemente un tema complejo, plagado de trampas, y para comprenderlo a fondo hay que tener en cuenta cuestiones tales como la magia negra, el canibalismo, la demencia, la credulidad, los bajos niveles de inteligencia, el sadismo, la embriaguez, la susceptibilidad, la fantas�a, la proyecci�n astral y la rabia. La medicina de la antig�edad pudo haber confundido f�cilmente la forma licantr�pica de la psicosis con la rabia canina contagiosa, transmisible a los perros por mordeduras de lobo y al hombre por mordeduras de perro, y que mueve a hombre y perro a atacar y morder a todo ser que se ponga a su alcance, difundiendo con ello tan terrible enfermedad.

A diferencia del vampiro, el hombre lobo se transforma �nicamente durante la luna llena, ataca animales o seres humanos indistintamente y sus ataques son inconscientes y al azar. El hombre lobo generalmente amanece desnudo y sin recordar nada. Cuando toma conciencia de su metamorfosis, procura permanecer encerrado o encadenado, para evitar hacer da�o.

Protecciones:

  • Armas de plata (balas, espadas, cuchillos, puntas de lanza, flechas, etc.) como a un ser humano, si penetran en su cuerpo, los mata.
  • El pentagrama (estrella de 5 picos) pintado con sangre de animal, los aleja, pero no los destruye.
  • El fuego, como todo animal salvaje, los ahuyenta. Si se queman, mueren.

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    Literatura sobre Hombres Lobo

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