¿Existe la maldad?

En vez de dar por supuesto que conocemos la respuesta a esta pregunta, ¿qué tal examinar las cosas con más detalle?

El viejo punto de vista: los malos son los otros

En los debates sobre la situación actual del mundo abunda una forma de pensar que culpa a otros de los problemas percibidos. De alguna forma se considera que existe una "culpa" o "maldad" encarnada en determinadas personas, así como en su forma de actuar o pensar. Por ejemplo, se culpa a ciertos políticos o empresarios, a los miembros de determinadas organizaciones, a quienes profesan determinadas religiones, a los "intolerantes", a los "violentos", a aquellos que actúan "al margen de la ley", etcétera.

Según la ideología de cada uno, se considera que "los malos" son unos u otros. Pero casi todas las ideologías comparten la creencia en que la maldad existe.

Las nuevas ideas: encontrar la armonía

Queremos proponerte aquí un punto de vista diferente. Una forma de plantearlo es la de Wayne W. Dyer en su libro "Inspiración. Encuentra tu verdadera esencia":

“Cuando vemos cosas en nuestro mundo que etiquetamos como "malas", lo que vemos en realidad es a gente que se está alejando de su fuente, no a individuos atrapados por las garras de un poder maligno.

En nuestro mundo hay muchas actividades que parecen motivadas por la maldad, pero debemos tener cuidado de no otorgar poder a una fuerza que no existe. Sólo hay gente que se aleja de su fuente con comportamientos opuestos a la energía creativa de su interior. Cuando tenemos pensamientos que reflejan odio, crítica y exclusión, nos estamos alejando de nuestra fuente. Cuando esos pensamientos no espirituales estallan en la forma de actividades terroristas, por ejemplo, los llamamos maldad. Aunque las etiquetas peyorativas que utilizamos pueden aliviar en cierta forma nuestros sentimientos de rabia e indefensión, no nos ayudan a conectar con el espíritu. Es imperativo que todos aquellos que buscan una vida de inspiración analicen la dirección de sus pensamientos y comportamientos en función de su acercamiento o alejamiento del espíritu. Condenar ciertos comportamientos como una fuerza maligna es una forma de pensar que nos aparta del mundo espiritual.”

Como ves, esta forma de ver las cosas plantea que dividir a la gente entre "buenos" y "malos" nos perjudica como individuos y como especie.

¿Te imaginas cómo puede cambiar nuestro mundo si nos animamos a replantearnos la costumbre de acusar a otros de su "maldad"?

[Subir]

En una palabra
La forma de ver el mundo que pone en conflicto a "buenos" y "malos" se llama maniqueismo.

¡Ojo! Nuevos disfraces para el bien y el mal
Algunos intelectuales "occidentales" sostienen que los "valores occidentales" son "abiertos y universalistas" y que se contraponen a otros sistemas de valores "cerrados e intolerantes". ¿Te suena esta forma de pensar?