Cortázar
habla de Borges
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"...
Borges pronunció una conferencia en Córdoba sobre literatura contemporánea
en la América latina. Habló de mí como un gran escritor, y agregó: 'Desgraciadamente
nunca podré tener una relación amistosa con él porque es comunista'.
Cuando leí la noticia en los diarios, me alegré más que nunca del homenaje
que le rendí en La vuelta al día... Porque yo, aunque él
esté más que ciego ante la realidad del mundo, seguiré teniendo a distancia
esa relación amistosa que consuela de tantas tristezas. Me temo que
esa posición no sea entendida por los que cada vez pretenden más que
el escritor sea como un ladrillo, con todas las aristas a la vista,
el paralelepípedo macizo que sólo puede ajustarse a otro paralelepípedo.
No sirvo para hacer paredes, me gustan más echadas abajo..."
De carta a Fernández Retamar del 20 de octubre de 1968 |
"....
En principio soy -y creo que lo soy cada vez más- muy severo, muy
riguroso frente a las palabras. Lo he dicho, porque es una deuda que
no me cansaré nunca de pagar, que eso se lo debo a Borges. Mis lecturas
de los cuentos y de los ensayos de Borges, en la época en que publicó
"El jardín de senderos que se bifurcan", me mostraron un lenguaje
del que yo no tenía idea (...) Lo primero que me sorprendió leyendo
los cuentos de Borges fue una impresión de sequedad. Yo me preguntaba:
'¿Qué pasa aquí? Esto está admirablemente dicho, pero parecería que
más que una adición de cosas se trata de una continua sustracción'.
Y efectivamente, me di cuenta de que Borges, si podía no poner ningún
adjetivo y al mismo tiempo calificar lo que quería, lo iba a hacer.
O, en todo caso, iba a poner un adjetivo, el único, pero no iba a
caer en ese tipo de enumeración que lleva fácilmente al floripondio..."
"El humor de Bioy, por ejemplo, me gusta mucho
porque, al igual que el humor de Borges, es de directa raíz anglosajona
(...) Bioy y Borges, rechazando como rechacé yo eso que los españoles
llaman humor y que no es nada más que el chiste macabro y, en general,
de muy mala calidad, han sabido meterlo en la estructura mental y
lingüística del español y darle una especie de derecho de ciudad que
le quita, digamos, el fondo anglosajón y lo vuelve perfectamente argentino
y latinoamericano. En ese sentido yo encuentro una gran afinidad de
mi propio humor con el de Bioy y con el de Borges."
"... en
la actualidad, cada vez que se menciona a Borges inmediatamente la
gente se divide en bandos perfectamente diferenciados... En América
latina, diría yo. En otros lugares se lo conoce como escritor; y lo
que pasa en América latina es que en estos últimos años, además de
su trabajo como escritor, hemos conocido los puntos de vista geopolíticos
de Borges. Esto ha creado con respecto a él un antagonismo manifiesto
de parte de mucha gente que no puede aceptar cierto tipo de declaraciones
hechas por alguien cuya palabra tiene tanta repercusión en el interior
y en el extranjero. Yo personalmente no puedo aceptar que diga, por
ejemplo, que el único defecto de Estados Unidos es haberle dado educación
a los negros. Sin embargo, Jorge Luis Borges ha escrito algunos de
los mejores cuentos de la historia universal de la literatura. El
escribió también una Historia Universal de la Infamia."
"... La gran lección de Borges no fue una lección
temática, ni de contenidos, ni de mecánicas. Fue una lección de escritura.
La actitud de un hombre que, frente a cada frase, ha pensado cuidadosamente,
no qué adjetivo ponía, sino qué adjetivo sacaba. Cayendo después en
cierto exceso que era el de poner un único adjetivo de tal manera que
usted se caiga un poco de espaldas. Lo que a veces puede ser un defecto."
De "Cita 4" en Revista La Maga, edición especial Homenaje a Cortázar,
noviembre de 1994
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