Canarias ha carecido a lo largo de casi toda su historia de una bandera que representara al conjunto de islas que componen su territorio. 

Los primeros testimonios de ense�as relacionadas con Canarias son los estandartes representados en las ilustraciones de los manuscritos de las dos cr�nicas sobre la conquista de las islas por los normandos J�an de B�thencourt y Gadifer de La Salle, conocidas por el t�tulo com�n de Le Canarien.

Cuando posteriormente se emprendi� la anexi�n del archipi�lago a la Corona de Castilla, la empresa fue llevada a cabo bajo las banderas y pendones de la Monarqu�a castellana o de los nobles y jefes militares que acometieron la conquista en nombre de los reyes o del suyo propio. Hay que se�alar que, de los llamados �Pendones de la Conquista� que se conservan en Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife y La Palma, s�lo el de Gran Canaria tiene visos de ser contempor�neo a la �poca que se les atribuye.

El llamado Pend�n de la Conquista de Tenerife, conservado en el Ayuntamiento de La Laguna. V�ase el dictamen de la comisi�n municipal de estudio, de julio de 2004

Pend�n de la Conquista de La Palma, conservado en el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma

Como muestra de su vinculaci�n con la Monarqu�a, en las principales ciudades del Archipi�lago existieron estandartes o guiones reales, tales como la denominada "bandera general", que el regidor Pedro de Vergara entreg� al alf�rez mayor de Tenerife Francisco de Valc�rcel el 17 de enero de 1561, "de tafet�n blanco y azul y amarillo e con una cruz colorada", coincidiendo los tres primeros colores con los de la actual bandera canaria, lo que a falta de otros datos s�lo puede calificarse de asombrosa casualidad hist�rica. El mismo alf�rez mayor recibi� unos d�as m�s tarde el estandarte real, de tafet�n rojo y punta larga, que ten�a por un lado la imagen de la Virgen de Candelaria (patrona de Tenerife) y por el otro las armas reales, as� como el gui�n real con las armas de Castilla bordadas en oro, plata y seda, con guarnici�n amarilla.

Aparte de estos primeros ejemplares de ense�as particulares y/o reales, durante los siglos siguientes el archipi�lago no conocer� m�s banderas que las comunes a todos territorios gobernados por la monarqu�a hisp�nica, como puede comprobarse por los ejemplares de las banderas de las Milicias Provinciales de Canarias conservadas en el Museo Militar Regional (Santa Cruz de Tenerife), todas del siglo XVIII, o las descritas en este documento.

Bandera coronela del Regimiento de La Laguna, con cruz de Borgo�a, escudo real en el centro y escudo de Tenerife en las esquinas.

La primera disposici�n legal respecto a una bandera para Canarias es la Real Orden de 30 de julio de 1845, que establece la bandera de matr�cula mar�tima, distintivo de todos los puertos de la entonces �nica provincia, con cabecera en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, asign�ndole un aspa blanca sobre fondo azul, bandera que con el tiempo quedar�a como la propia de la isla de Tenerife.

En 1869 se crea la bandera de matr�cula del Puerto de la Isleta o de la Luz, en Las Palmas de Gran Canaria, dividida diagonalmente de amarillo y azul; igualmente, esta bandera acabar�a por representar a la isla de Gran Canaria.

Todo parece indicar que la elecci�n de estos colores y dise�os para las banderas de matr�cula mar�tima, tanto las canarias como las del resto de los puertos espa�oles fue meramente casual y sin otro significado que el de distinguir unas de otras, aunque en el caso de la de Las Palmas se ha intentado explicar el amarillo como "amarillo canario" (por el p�jaro hom�nimo) y el azul por el mar.

Por otra parte, la primera alusi�n literaria a una bandera de Canarias est� contenida en un poema del periodista lanzarote�o afincado en Madrid Jos� Betancor Cabrera, que publicaba con el pseud�nimo "�ngel Guerra" una narrativa costumbrista. En su �nico libro de versos, titulado All�, escrito en la capital de Espa�a en 1902 y publicado en Las Palmas de Gran Canaria en 1904, se incluye el poema "A la Bandera", cuyos versos dicen:

Gallardeas y te ufanas
con los colores m�s bellos:
Blanco, con blanco de gloria,
azul, con azul de cielo
(...)
Bandera, manto de virgen
�no sabes cu�nto te quiero!
No tienes color de sangre
�tienes colores de cielo!

"�ngel Guerra" se limita en este poema a describir los colores de lo que para �l es la bandera canaria, pero sin aclarar su disposici�n sobre el lienzo. Dichos colores coinciden con los de la primera bandera de matr�cula, aunque se refiere al azul como "de cielo", y no al tradicional azul marino que figurar� en todas las banderas desde las de matr�cula hasta la actual de la comunidad aut�noma, con excepci�n de la reivindicada por el movimiento independentista, que s� incluye la tonalidad celeste; sin embargo, esta alusi�n al cielo podr�a tratarse de un mero recurso po�tico obligado por la rima.

Otra alusi�n literaria a una bandera para Canarias la encontramos en un poema del pol�tico republicano federal tinerfe�o Nicol�s Est�vanez y Murphy, escrito al parecer en 1893 y publicado en el peri�dico Las canarias y nuestras posesiones africanas, editado en Madrid, el 19 de mayo de 1907. Poema en el que el autor expone su idea de una autonom�a para el archipi�lago dentro de la unidad espa�ola, de acuerdo con su ideario republicano federal:

(...)
La bandera espa�ola
ser� siempre bandera de mi patria.
Pero a la sombra del augusto lienzo,
con los colores de la madre Espa�a,
lucir� ante los mundos
la tricolor bandera de Canarias;
bandera que en mis sue�os
se me aparece roja, azul y blanca;
en lienzo rojo
el Teide azul de c�spide nevada
(...)

Aunque no hay constancia de que este dise�o llegara a materializarse, podemos aventurar su aspecto a ra�z de dicha descripci�n:

La primera bandera de la que se tiene noticia hist�rica de que ondeara efectivamente en alg�n momento en representaci�n del Archipi�lago fue la llamada "bandera del Ateneo de La Laguna", denominada as� por haber sido izada en la fachada de la sede de esta instituci�n en la primera d�cada del presente siglo, probablemente en 1907, permaneciendo all� durante alg�n tiempo, hasta que al parecer "hubo que retirarla para evitar males mayores" (seg�n afirma en sus Memorias Domingo Cabrera Cruz, uno de los fundadores del Ateneo). Esta es la primera vez que aparecen estrellas en una bandera que pretende identificar a Canarias, esta vez blancas y dispuestas sobre un lienzo azul en una distribuci�n que reproduce esquem�ticamente la posici�n de las siete islas en el mapa.

No parece aventurado suponer que la presencia de las estrellas estar�a influido por modelos americanos, importados por los numerosos emigrantes canarios que afluyen al otro lado del oc�ano acuciados por las sucesivas crisis; no hay que olvidar que la bandera de Venezuela, uno de los principales pa�ses receptores de emigraci�n canaria, contiene siete estrellas blancas sobre fondo azul que representan a los primitivos territorios integrantes de la Federaci�n en 1811.

La aparici�n de esta ef�mera bandera canaria tiene lugar en los a�os en que se inicia la crisis del sistema pol�tico de la Restauraci�n y adquiere un inusitado auge la pugna que enfrenta a los partidarios y enemigos de la divisi�n provincial. A consecuencia de todo ello, afloran en el debate intelectual, en la prensa y en la escena pol�tica la idea autonomista e, incluso, varios movimientos regionalistas que, sin embargo, fueron siempre minoritarios y tuvieron una existencia ef�mera. La bandera del Ateneo de La Laguna ser�a posteriormente asumida por el Partido Nacionalista Canario, creado en torno a la Asociaci�n Canaria de Cuba y fundado en La Habana en 1924, y figur� en la portada de todos los n�meros de su �rgano oficial de expresi�n El Guanche (segunda �poca). En el n�mero uno se public� un art�culo titulado "La bandera" en el que se afirmaba: "La misma ense�a, con sus siete estrellas en campo azul como su cielo", expresi�n esta �ltima que no debe tener un sentido literal, ya que el tono de azul que aparece en el dibujo de la portada es claramente el azul marino propio de las banderas de matr�cula. Ya antes de la fundaci�n del PNC la Asociaci�n Canaria de Cuba hab�a usado esta bandera en algunos de sus actos, lo mismo que algunos particulares tanto en la isla caribe�a como en el estado norteamericano de Florida. A menudo se la denomina como "la bandera de Secundino Delgado", m�s por ser �ste el fundador del PNC que por consider�rsele creador de la bandera. En los �ltimo tiempos la bandera del Ateneo ha resurgido como ense�a propia del renacido Partido Nacionalista Canario, recientemente integrado en la Federaci�n Nacionalista Canaria.

En 1931, la revista "Tierra canaria", editada en La Habana por la citada Asociaci�n Canaria,  reproduce en su portada una bandera muy similar a la del Ateneo, pero con seis estrellas dispuestas  en c�rculo alrededor de una central. Al parecer, el autor de la portada, el pintor Manuel Mart�n Gonz�lez, quiso hacer una reinterpretaci�n de la bandera del Ateneo, pero colocando a una de las estrellas, la que representar�a a Tenerife, en posici�n central.

El texto que explica la ilustraci�n dice as�: "...Una bandera que ya empieza a eclipsar a la bandera espa�ola. �Una bandera nuestra! Una bandera azul, que naci� de la uni�n rom�ntica del azul del cielo con el azul del mar en un milagro de fecundidad y, en la que Dios puso conmovido siete estrellas de luz, para simbolizar dignamente siete estrellas ca�das y marchitas, sobre el ruido del mar."

A mediados de la d�cada de los 50 emigrantes canarios forman en Venezuela una organizaci�n denominada Movimiento pro Independencia de Canarias (MIC), y probablemente desconocedores de la bandera del Ateneo y de otras propuestas anteriores dise�aron una bandera para Canarias consistente en dos franjas horizontales, azul la superior y amarilla la inferior, sobre las cuales se superpon�a una cruz de San Andr�s blanca. Se trataba, evidentemente, de una combinaci�n de las dos banderas de matr�cula de los puertos canarios.

Una bandera bastante similar, aunque no parece que tuviera ninguna relaci�n con la anterior, es la dise�ada por los integrantes del grupo autodenominado Rep�blica Independiente del Atl�ntico, creado a principios de los sesenta por estudiantes de la Universidad de La Laguna. Aunque no llegaron a convertirse en un grupo organizado pol�ticamente, planteaban la independencia como soluci�n pol�tica para Canarias, y en ese sentido dise�aron una bandera que como la del MIC se basaba en una combinaci�n de las de las dos provincias: dividida diagonalmente en cuatro tri�ngulos, azules el superior e inferior y amarillos los laterales, con un aspa blanca superpuesta y sobre el conjunto, en el centro, un c�rculo de siete estrellas rojas; este �ltimo color bien pudiera tener una significaci�n revolucionaria, y la disposici�n de la estrellas en c�rculo parece querer representar la igualdad de todas las islas, como posteriormente propondr�a el MPAIAC para sus estrellas verdes; por otra parte, no parece que los miembros de la RIA tuviesen conocimiento de la bandera del Ateneo ni contacto alguno con el Partido Nacionalista Canario ni con el MIC.

El movimiento Canarias Libre (CL) fue constituido en 1961 por un grupo de j�venes profesionales y abogados de Gran Canaria, entre los que destacaba Fernando Sagaseta. Entre sus miembros se encontraba do�a Carmen Sarmiento y sus hijos Arturo y Jes�s Cantero Sarmiento, quienes, desconocedores de las banderas precedentes, idearon una bandera tricolor formada por tres franjas verticales de igual tama�o, blanca, azul y amarilla. Este dise�o vuelve a combinar los colores representativos de las dos provincias, pero disponi�ndolos de forma que reproduce la situaci�n de ambas sobre el mapa, es decir, Santa Cruz de Tenerife (blanco y azul), a la izquierda por ser la provincia occidental, y Las Palmas (azul y amarillo) a la derecha como provincia oriental.

En el libro de Sergio Millares Cantero Fernando Sagaseta: la vida de un luchador irremediable se incluye el siguiente p�rrafo al respecto:

Arturo Cantero recuerda la fecha del 7 de septiembre de 1961, la v�spera del Pino, como una fecha clave porque fue la primera vez que se lanz� la bandera tricolor canaria. Fue confeccionada en la calle de la Peregrina por su hermano Jes�s, su madre, Mar�a del Carmen Sarmiento, y Arturo "sentados en una mesa enorme que ten�amos, uno cortaba el papel amarillo, otro el blanco y otro el azul. La elecci�n de los colores fue una simple superposici�n de los colores de las dos provincias. Y una vez confeccionada la bandera uno le puso con un bol�grafo CL. Hicimos dos mil o tres mil banderas y se lanzaron en Teror, la v�spera del Pino. Era una banderita de veinte cent�metros por diez"

Seguramente sin saberlo, los creadores de esta bandera estaban siguiendo el mismo criterio cartogr�fico de la del Ateneo de La Laguna, aunque sustituyendo las estrellas por la representaci�n crom�tica. De esta forma se consegu�a que ninguna combinaci�n provincial de colores prevaleciera sobre la otra, como ocurr�a con las propuestas del MIC o la RIA. Fernando Sagaseta intent� a�adir una explicaci�n ideol�gica al dise�o elegido, argumentando que las banderas revolucionarias siempre ten�an sus franjas dispuestas en sentido vertical, mientras que las mon�rquicas las ten�an en sentido horizontal, argumento que obviamente carece del menor fundamento.

Esta bandera tricolor, de fabricaci�n casera, fue lanzada en la localidad grancanaria de Teror por sus creadores y otros miembros de Canarias Libre el 8 de septiembre de 1961, durante la fiesta de la Virgen del Pino, patrona de Gran Canaria. A pesar de no contener ning�n texto aclaratorio, fue reconocida espont�neamente por parte del p�blico como la bandera canaria. Ha habido alguna confusi�n acerca de si esta primera bandera tendr�a las tres franjas iguales o si la franja azul ser�a m�s ancha; todo parece indicar que si los primeros ejemplares mostraban una franja central m�s ancha, ello se debi� simplemente a un defecto en el corte de las tiras de papel en que estaban rudimentariamente confeccionadas. Tampoco est� muy claro cu�l ser�a el tono de azul, si marino o celeste, pero no parece que �ste fuese un detalle considerado por su autor, y en los ejemplares que se usaron posteriormente no hubo ninguna uniformidad, si bien prevaleci� el azul marino m�s o menos oscuro.

Probablemente, un hecho que contribuy� a que la gente identificara a estos tres colores como los propios de Canarias es el de que desde hac�a bastantes a�os ven�an siendo usados por los dos principales clubes de f�tbol: el C.D. Tenerife (blanco y azul) y la U.D. Las Palmas (amarillo y azul), evidentemente como reflejo de las respectivas banderas insulares.

Algunos a�os despu�s, el 22 de octubre de 1964, el abogado tinerfe�o Antonio Cubillo, que hab�a estado vinculado a Canarias Libre, funda en Argel el Movimiento por la Autodeterminaci�n y la Independencia del Archipi�lago Canario (MPAIAC), a partir del Movimiento Autonomista Canario, y adopta una bandera tricolor inspirada en la de Canarias Libre, aunque incorporando en la franja azul un c�rculo de siete estrellas verdes de cinco puntas; esta es la primera vez que aparece el color verde en un bandera canaria, con la consecuencia de obligar a convertir el color de la franja central en azul celeste para poder distinguir las estrellas superpuestas.

El punto 25 de la Resoluci�n final adoptada por el MPAIAC el d�a de su fundaci�n establec�a al respecto: "la Bandera Nacional comprender� y constar� de tres bandas verticales del mismo tama�o, la primera blanca, la segunda, o sea la del medio, azul claro, y la tercera, amarilla. Sobre la banda central y en c�rculo ir�n siete estrellas verdes que representar�n la igualdad de las siete islas sobre el mar azul. El blanco, el azul y el amarillo ser�n los colores nacionales". Es de resaltar la contradicci�n en que incurre el texto cuando otorga la representaci�n del "mar azul" al azul celeste y no al azul marino, presente en las banderas provinciales; por otra parte, al establecer los "colores nacionales" no cita al verde de las estrellas y el azul no es identificado como "claro" ni celeste.

Antonio Cubillo explicaba la presencia de las estrellas en alusi�n a las que figuraban en la bandera del Ateneo de La Laguna, cuyo recuerdo le habr�a transmitido su abuela. Pero al no recordar ella ni el color ni la disposici�n de las estrellas, Cubillo decidi� disponerlas en c�rculo y darles el color verde para representar el continente africano, al cual Canarias pertenece geogr�ficamente y –seg�n el MPAIAC- �tnica y culturalmente.

Hay que a�adir que Antonio Cubillo ha declarado que es falsa la versi�n de la creaci�n de la bandera tricolor por la familia Cantero Sarmiento, aunque no ha aclarado si en ese caso fue �l quien cre� todo el dise�o o si s�lo a�adi� las estrellas a un modelo precedente. 

Seg�n Manuel Su�rez Rosales (ver Bibliograf�a) la bandera del MPAIAC es amarilla con un c�rculo blanco en el centro que lleva un s�mbolo verde correspondiente a la inicial de la palabra mazigia (bereber) azarug (independencia). Para el nacionalismo radical canario el Archipi�lago forma parte de la comunidad de pueblos bereberes, y por tanto el mazigio ser�a la lengua oficial de una hipot�tica naci�n canaria independiente. Las proporciones son 4:7

Sin embargo, en la web del actual MPAIAC (www.mpaiac.org) se dice que este movimiento asume como s�mbolo propio la bandera de las estrellas verdes.

Cuando llega la transici�n pol�tica, a partir de 1975, se desata una viva pol�mica sobre la bandera a utilizar por una futura entidad canaria autogobernada. Era evidente que nadie pensaba en la recuperaci�n de modelos que como la bandera del Ateneo apenas eran conocidos ni recordados. Los grupos pol�ticos de izquierdas se inclinaban por la salida constitucional de considerar a Canarias como "nacionalidad", mientras que la derecha y el centro abogaban por el concepto de "regi�n"; los independentistas quedaron reducidos a algunos grup�sculos sin apenas presencia en la vida pol�tica canaria. Tanto la izquierda como los nacionalistas coincid�an en propugnar el uso de la bandera de las siete estrellas verdes, mientras que la derecha y el centro, que aliadas constitu�an la mayor�a legislativa, optaban por la tricolor lisa.

Tambi�n parece que algunos grupos de izquierda usaron una bandera con estrellas rojas durante estos a�os.

Como curiosidad, cabe mencionar que durante la discusi�n del Proyecto de Estatuto de Autonom�a por la Asamblea Mixta (compuesta por los diputados y senadores por Canarias m�s los miembros de las dos Mancomunidades provinciales) el 22 de diciembre de 1980, el PSOE plante� la posibilidad de adoptar una soluci�n de compromiso, consistente en cambiar el color de las estrellas de verde a blanco, en recuerdo de la "bandera hist�rica" (es decir, la del Ateneo). Dicha propuesta, de haber tenido �xito, habr�a dado lugar a una bandera similar a �sta:

Aqu� puede consultarse la forma en que las diferentes propuestas de Estatuto que aparecieron en esos a�os recogieron el tema de la bandera.

Se fue imponiendo un cierto esp�ritu pr�ctico y de concordia entre todos los partidos con representaci�n, lo que llev� a la aceptaci�n general de la opci�n regional y de la bandera de Cantero Sarmiento. Finalmente, el Estatuto de Autonom�a de la Comunidad Aut�noma de Canarias, aprobado por Ley Org�nica 10/82, de 16 de agosto de 1982, estableci� en su art�culo 6: "La bandera de Canarias estar� formada por tres franjas iguales en sentido vertical, cuyos colores son, a partir del asta, blanco, azul y amarillo".

Al no existir ninguna disposici�n que desarrollara este precepto estatutario y especificara las caracter�sticas e intensidad de los colores de la bandera de Canarias, durante muchos a�os se usaron, especialmente en las de las instituciones oficiales, unos colores parecidos a �stos:

Sin embargo, mediante el Decreto 184/2004, de 21 de diciembre (BOC de 7-1-2005), modificado por Orden de 24 de noviembre de 2005 (BOC de 2-12-2005), se aprob� un Manual de identidad corporativa del Gobierno de Canarias donde, entre otras cuestiones, se especific� de forma precisa la tonalidad de los colores de la bandera:

Junto a la simple tricolor recogida en el Estatuto, se usa de forma oficial un modelo que incluye el escudo de la Comunidad, tambi�n definido por el citado Manual

Im�genes e informaci�n sobre el escudo de la Comunidad Aut�noma.