Es evidente que los antiguos habitantes del lago
poseían un profundo sentido mágico y religioso Muchos
de sus elaboraciones en cerámica muestran la representación
de ese mundo de mítico a traves de la elaboración
de ofrendas. Las pipas ceremoniales, las representaciones totémicas
de animales son encontradas como sus mejores tesoros en las tumbas.
Prevalece entre todas ellas la llamada Venus de Tacarigua, diosa
con tabla de deformación del hueso frontal y cuerpo de niña
que ha suscitado diversas interpretaciones entre artistas y científicos.
He aquí algunas de ellas:
“Los seres mitológicos
de Tacarigua son seres tenebrosos y lunares, se mueven en un mundo
concebido como dominado por la oscuridad, que es una alusión
inconsciente al mundo intraplacentario de la madre, a las sensaciones
sordas y subterráneas del feto inmerso en el líquido
amniótico. Las estatuillas femeninas parecen como si vieran
la luz reflejada desde afuera, espejada desde adentro, como la opalescencia
fosforescente del fondo lacustre. Son sublimes representaciones
de la Mater, placenta de la humanidad que resume el ayer y prepara
el futuro, la que alimenta al niño como la laguna alimenta
al indio con su humedad y sus peces, caracoles y quelonios.. “
Antolínez, G.
“Las diosas regían
los dominios de la vida y de la muerte. Dispensaban bienes y protegían
del abismo insondable. Sus ritos consagraban los productos de la
tierra, anunciaban los milagros de los cambios de estación
y exaltaban la sexualidad. Los cultos constituían epifanías
de la fuerza de la naturaleza.”Liscano,
J
...Hay Diosas poderosas que predominan en
la soledad.
En torno a ellas no existen ni el lugar ,ni mucho menos el tiempo...
Son las Madre Goethe
…Vemos como el paisaje de la cuenca comienza a llenarse de
la presencia del hombre. Los primeros vestigios de su presencia
aparecen en los petroglifos que se encuentran surcando los nuevos
caminos en su deambular desde el lago hacia el mar. Un taller de
ellos (mircropetroglifos) es encontrado por Peñalver en los
de las riberas del Lago en Guacara. Constelaciones, animales, seres
con escafandras, caminos geográficos. La imaginación
se desborda.
El hombre del lago caza, pesca, siembra y habita
la cuenca. Deja vestigios de sus viviendas, su cerámica,
sus muertos. La magnificencia del Lago lo maravilla y lo atemoriza,
le da el sustento y lo llena de terror. La diosa madre protege,
da fertilidad al suelo, atrae la lluvia. Hoy la llamamos la Diosa
de Tacarigua, con su semejanza a un ser mitad animal ( saurio, batracio?)
y mitad niña. Se representa en barro cocido con engobe pulido.
La tabla de deformación craneal está minuciosamente
resaltada o en su defecto aparece un gorro. Muy pocas aparecen con
muestras de embarazo o con un niño. Las grandes Diosas eran
vírgenes, no dependientes de varón alguno. Dispensaban
bienes y protegían de abismos insondables Todas sostienen
su cabezas deformes con sus pequeñas manos. Son estas, niñas
destinadas a rituales ceremoniales que representan la Diosa y que
no alcanzan la edad adulta o mujeres adultas con un sistema hormonal
alterado por la deformación craneal? Las venus, en las culturas
de mundo, constituyeron elaboraciones de un período del cuaternario
y después se dejaron de hacer por razones desconocidas. El
Lago guarda aun esas especiales y únicas elaboraciones en
profusas series, nunca repetidas y siempre iguales a si mismas.
La cerámica indígena más antigua
de la cuenca del lago es cocida, pulida y armoniosamente decorada,
sin pintura. Nos ubica en un sentido estético evolucionado
y exigente. La encontramos como ofrendas que acompañan a
los muertos, en las grandes urnas ceremoniales donde varios esqueletos
son posteriormente reunidos. Que los une? es linaje familiar o se
trata de un especial linaje jerárquico? Las pintaderas o
tatuajes se encuentran ocasionalmente en estas inmensas urnas de
barro con hermosos diseños en grecas o animales tallados
con impecable precisión en bajo relieve.
La piedra es también exquisitamente trabajada en collares
y pectorales. Filigranas de gran belleza que solo algunos pocos
individuos, seguramente muy importantes al grupo, ostentan estas
maravillas pétreas que asombran con la precisión de
su tallado en espacios donde la utilización del hierro es
desconocida
Cuando te dejo tu me acompañas
Por las penumbras densas del bosque,
Por los barrancos, sobre las cumbres
Donde se rasgan nubes informes,
Y cuando sacio mi sed descubro
Siempre tú cara entre mis manos
El primer rostro de entre tus rostros,
Abierto a mí por vez primera
Lespugue R.Ganzó
No estamos en Museos de Paris, Londres, México o Perú.
Estamos recorriendo las Exposición de los Museos de Antropología
en Maracay y el de Arte e Historia. Casa de los Celis, en Valencia.
Aquí mismo… Tan cerca de ti…
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