Ganadores y Participantes
del Concurso literario 2001.

Categoría A
Poesía:
Soñe con Dios
Seudónimo
SOL
Brenda Magistochi 7º B
El sueño
Seudónimo
Dew
Rocío Bracheo 7º B
Cuento:
La teoría
Seudónimo
Ray Sabato
Flores Juan 8º F
El misterio de Saúl
Seudónimo
C.M.
Marino Ayelén Magali 7º
Categoría B
Poesía:
Abuelo eterno
Seudónimo
Ariadna
Costa María Alejandra
Cuento:
El día que las máquinas reemplazaron
a sus amos Seudónimo
Trebuchet
Flores Pedro 9º F
Categoría C
Poesía:
Vuela
Seudónimo
Alma de diamante
Corrias Santiago
3º Producción

No dejes de volar
Seudónimo
Cielo
Galimberti María Paula
3º A
Cuento:
Una verdadera crema
Seudónimo
Melusine
Loperena Eva
2º B Humanidades
Participantes 2001
Agustina S. Jaller, 8º F.
Débora Fernández,
2º Humanidades.
Nancy S. Malinelli, 7º C.
Mariana Rozanec, 7º B.
Sebastián Quercia,
3º Producción.
Laura González, 7º B.
Estaban Di Paola,
2º A Humanidades.
Juan F. Ávalos, 8º F.
Florencia J. Zitlli, 7º B.
Aldana R. Ulolina,
2º Humanidades.
José M. Rozanec,8º B.
María F. D’Agostino, 1º B.
Magalí Roade, 9º D.
Ayelén Sandray, 8º C.
María F. Squillaci, 7º C.
José M. Rozanec, 8º B.
Eliana Uhaldegaray, 7º A.
Lucas Uhaldegaray,
3º Humanidades.

¡Felicitaciones a todos los participantes y ganadores!


El sueño.
Soñé con Dios.

Era el alma perdida,
era el alma buscada,
que solo el verdadero amor
podía encontrarla.

El sueño de un caballero,
despertar a despertar a
su amada
que en el castillo
tranquila soñaba.

Sacar del castillo,
poder despertarla,
seria la utopía
de su caballero del alma.

Era el sueño,
el sueño de primavera,
el sueño que solo querría
un alma sincera.

Que alegría doncella
encontraste tu caballero
ese hombre que por vos cruzó
casi el mundo entero.

Roció Brachero 7ºB

Anoche soñé con Dios
¡que regocijo tan grande!…
sentir que él me transmita,
lo que yo quiero contarles.
Su cara no era muy nítida,
pues su fulgor me cegaba
Me hablaba como a una hija,
y yo atónita lo miraba
cuando por fin pude hablarle…
Le dije: -vos sabes Padre,
yo creo en ti firmemente,
pero por “Ser Humano”,
necesitaba yo verte.
Apoyándome sus manos,
me habló Dios dulcemente…
No necesitas tu verme, para creer firmemente.
Porque tu me ves a diario,
mirando tu alrededor
en el cielo que te ampara
en la lluvia y en el sol,
en los ojos de tu madre,
y en todo aquel que de amor.
Ya no busco una presencia,
ni una imagen, ni una cara,
todo está aquí dentro mío…
Así me lo enseño Dios.

Brenda Magistocchi 7ºB

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