Era el alma perdida,
era el alma buscada,
que solo el verdadero amor
podía encontrarla.
El sueño
de un caballero,
despertar a despertar a
su amada
que en el castillo
tranquila soñaba.
Sacar del castillo,
poder despertarla,
seria la utopía
de su caballero del alma.
Era el sueño,
el sueño de primavera,
el sueño que solo querría
un alma sincera.
Que alegría
doncella
encontraste tu caballero
ese hombre que por vos cruzó
casi el mundo entero.
Roció
Brachero 7ºB
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Anoche soñé
con Dios
¡que regocijo tan grande!
sentir que él me transmita,
lo que yo quiero contarles.
Su cara no era muy nítida,
pues su fulgor me cegaba
Me hablaba como a una hija,
y yo atónita lo miraba
cuando por fin pude hablarle
Le dije: -vos sabes Padre,
yo creo en ti firmemente,
pero por Ser Humano,
necesitaba yo verte.
Apoyándome sus manos,
me habló Dios dulcemente
No necesitas tu verme, para creer firmemente.
Porque tu me ves a diario,
mirando tu alrededor
en el cielo que te ampara
en la lluvia y en el sol,
en los ojos de tu madre,
y en todo aquel que de amor.
Ya no busco una presencia,
ni una imagen, ni una cara,
todo está aquí dentro mío
Así me lo enseño Dios.
Brenda Magistocchi
7ºB
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