Que el Señor
te bendiga [...] todos los días de tu vida y que veas a los hijos
de tus hijos. Sal. 127, 5-6
Al abordar
el tema del Antiguo Testamento en 6º EGB, consideramos sustancial
y propio de la catequesis encarnar las realidades de hasta 3.500 años
de antigüedad con las vivencias cotidianas de nuestros educandos
de 11 años.
Parece una misión imposible sin embargo fue una experiencia plena
y enriquecedora.
La estructura de nuestra programación de 6º parte de 3 ejes:
Quiénes somos, De dónde venimos
y Hacia dónde vamos.
Son éstas preguntas para desarrollar toda la temática catequística
de un año, tanto como para hacérnoslas como adultos y aún...
¡ cuánto más como Nación.!
Así, siguiendo una novela capítulo a capítulo e intentando
de esta manera fomentar el placer por la lectura (la trama es dinámica
y atractiva) se reflexiona acerca de las aventuras de un grupo de niños
de la misma edad que ellos, que parte hacia Punta Arenas en busca de restos
fósiles, acompañando a un tío arqueólogo,
Vicente. Este personaje los conduce en un viaje hacia nuestros orígenes.
Les cuenta sobre sus abuelos, reflexionan sobre el exilio, los inmigrantes,
los aborígenes...
Este es el punto de partida para que con pasión y entusiasmo nuestros
alumnos se lanzaran a la búsqueda y reconstrucción de datos
de nuestros antepasados.
Por ejemplo, Mariano Occhiuzo, María Eugenia Kuhn y Jazmín
Cureses llegaron a averiguar los nombres y datos de sus choznos (los padres
de sus tatarabuelos). Rocío Fabbro entrevistó a su abuela
y nos trajo una grabación de sus anécdotas. Nos reímos
muchísimo con las historias que la nona Rosa vivió a bordo
del barco cuando venía de Italia.
Los docentes habíamos planeado hacer una celebración con
los abuelos al concluir la etapa, pero los chicos del turno tarde fueron
los más ansiosos. Querían ¡que vengan ya! Fue así
que el día 28 de junio vinieron al colegio los abuelos, que fueron
recibidos con calidez y espontaneidad bajo el lema: Todos los nietos
pertenecen a nuestro corazón.
Al escuchar la canción El abuelo de Alberto Cortés,
no faltaron las lágrimas. El recuerdo de los que no están
y la nostalgia de los tiempos pasados, tenía mucho para enseñarnos.
Y así, compartiendo las delicias que nos cocinaron las abuelas
aprendimos cuáles eran los juegos con los que se divertían
en su infancia.
Se sucedieron fotos y anécdotas, juegos y cantos. Hasta pudimos
reconstruir la historia del Colegio Sagrado Corazón de Jesús,
a través de los relatos y las fotos de los abuelos de Anabella
Fracasso. El abuelo de Ignacio Rodríguez nos contó anécdotas
de su bisabuelo que fue mayoral en tiempos de Urquiza y debió exilarse
en Uruguay.
Apañadores en sus travesuras, coeducadores junto con los padres,
en tiempos en que en la familia todos necesitan trabajar, el rol de los
abuelos es de vital importancia.
Como nos cantaba nuestro entrañable cronopio Louis Armstrong, ellos
aprenderán mucho más de lo que nosotros conocemos, a lo
largo de sus vidas. Sólo Dios sabe qué futuro les tocará.
Ojalá sea mejor que el presente que vivimos. Pero lo que sí
sabemos es que los docentes desde nuestro lugar y las familias desde el
suyo, les estamos dando las mejores herramientas que pueden usar para
enfrentar las dificultades que les toquen sobrellevar: los valores. Porque
como tan bien nos resaltaba la encíclica GRAVISSIMUM EDUCATIONIS,
la familia es la primera escuela de las virtudes que necesita toda
sociedad.
Mara Romina Vignau
Catequista EGB 1 y 2.
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