En el mundo legendario de una isla abandonada hay un hombre en soledad, contemplando siempre el mar. Nada cuenta para él De la vida se apartó Nada trajo del ayer, solamente el corazón (fine) Sentado bajo el sol, entona en su guitarra un canto al amor, a un amor lleno de fe. Y cuando el sol se va y todo queda en sombra, el hombre duerme en paz, feliz su corazón. La isla hace* en su alma, una oasis azul donde reina la calma, bajo un cielo de luz. Talvez la soledad se refugió en el color de una canción. da capo al fine
*Um dem Satz einen Sinn zu geben, ist dieses "hace" unbedingt zu ergänzen, wenngleich es akustisch fast vollständig aufgeht: die 1. Silbe im Endungs-"a" von "isla", das Endungs-"e" im folgenden "en".