Estructura de la Organización de las Naciones Unidas ante el establecimiento del Nuevo Orden Económico Internacional

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"Las estrategias fatales del neoliberalismo resultan de su pecado original: su gula infinita e incontrolable, que pretende someter a todos los órdenes del ser a los dictados de una racionalidad globalizante y homogeneizante, preparando las condiciones ideológicas para la capitalización de la naturaleza y la reducción del ambiente a la razón económica" .

 

El trabajo pretende dar un mirada a la Organización de las Naciones Unidas, desde su estructura hasta las nuevas concepciones y problemas que debe enfrentar dicha institución ante el nuevo sistema. El objetivo general es dar una noción del organismo y plantear lo que ha hecho y ha dejado de hacer por la presión de países protagonistas en el ámbito internacional.

 

Estructura de las Naciones Unidas

Asamblea General

La Asamblea General es el principal órgano deliberativo. En ella están representados todos los Estados Miembros, cada uno con un voto. Las votaciones sobre cuestiones como paz y seguridad, así como el ingreso de nuevos miembros y cuestiones presupuestarias se deciden por mayoría de dos tercios. Las demás, por mayoría simple. La labor cotidiana de las Naciones Unidas responde primordialmente a las decisiones de la Asamblea General, expresión de la voluntad de la mayoría de los Miembros.

Consejo de Seguridad

Tiene la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales. Está integrado por 15 miembros, cinco de los cuales son permanentes (China, los Estados Unidos, la Federación de Rusia, Francia y Reino Unido) mientras los diez restantes son elegidos por la Asamblea General por un período de dos años. El periodo de los miembros no permanentes concluye el 31 de diciembre del año indicado. Éste es el único órgano de las Naciones Unidas cuyas decisiones son de obligado cumplimiento por los Estados Miembros. Los demás órganos de Naciones Unidas hacen recomendaciones.

Consejo Económico y Social

El Consejo Económico y Social es el principal órgano coordinador de la labor económica y social de las Naciones Unidas y de las instituciones y organismos especializados que constituyen el sistema de las Naciones Unidas. Está integrado por 54 miembros, elegidos por la Asamblea General para un periodo de tres años. Cada miembro tiene un voto y el Consejo toma sus decisiones por mayoría simple.

 

Corte Internacional de Justicia

La Corte Internacional de Justicia es el principal órgano judicial de las Naciones Unidas. Resuelve controversias entre los Estados partes y emite opiniones consultivas para las Naciones Unidas y sus organizaciones especializadas. Su Estatuto forma parte integral de la Carta de las Naciones Unidas.

Secretaría

La labor cotidiana de la Organización está a cargo de su Secretaría, integrada por funcionarios internacionales que trabajan en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York y en oficinas en todo el mundo. La Secretaría presta servicios a los demás órganos de las Naciones Unidas y administra los programas y políticas que estos elaboran, prepara estudios sobre temas tales como los derechos humanos y el desarrollo sostenible, organiza conferencias internacionales y realiza programas de información para dar a conocer a los medios de comunicación la labor de la Organización.

Hasta 1986, la Asamblea General aprobó el Derecho al Desarrollo, el cual se gestó en 1977 y adquirió forma en 1983, cuando fue reafirmado el derecho al desarrollo como parte integrante de los derechos humanos. Esta declaración sitúa al ser humano, de modo individual y colectivo, en el centro de toda actividad económica, y lo considera, por tanto, sujeto y beneficiario principal del desarrollo.

La Declaración de las Naciones Unidas para un Nuevo Orden Económico Internacional (Resolución de la 6ta. Sesión Especial de la Asamblea General de la ONU, adoptada el 10 de mayo de 1974 en Nueva York) pide un nuevo concepto de desarrollo, que tenga en cuenta la satisfacción de las necesidades y los deseos de todos los habitantes de la Tierra, el pluralismo de las sociedades y el equilibro y armonía entre el hombre y el ambiente. Lo que se busca es la erradicación de las causas básicas de la pobreza, del hambre, del analfabetismo, de la contaminación, de la explotación y de la dominación. Tratar, como se hacía anteriormente, estos problemas cruciales de una manera fragmentaria no es de algún modo adecuado para la situación.

 

Establecimiento del Nuevo Orden Económico Mundial y pasividad de la ONU

Con la consagración del nuevo sistema monetario internacional y la conformación de las tesis neoliberales, la expresión dominante es lo económico y esta visión expansiva significa el inicio de la expresión planetaria de la globalización. El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, son reconocidos como pilares multinacionales para el sostenimiento de este sistema económico y financiero. El mandato del FMI, de acuerdo con el Convenio Constitutivo, es fomentar la cooperación monetaria internacional, el crecimiento del comercio internacional y un sistema estable de tipos de cambio, lo que determinó que hasta finales de la década del setenta, en materia de políticas internacionales se centrara casi exclusivamente en aspectos macroeconómicos. El organismo entonces, opta por estabilidad cambiaria y liberación comercial, puntos focales en el establecimiento del nuevo orden económico internacional.

El Banco Mundial, propugnó redefinir sus funciones para dar mayor importancia a los desequilibrios sociales internos de los países y su relación con la marcha de la economía internacional.

Sin embargo, las política del Banco Mundial y el Fondo Monetario no se han orientado por completo a satisfacer las necesidades básicas de la población y luchar contra la pobreza, han mantenido un sesgo ideológico y encubren las relaciones económicas y financieras del sistema capitalista y la dinámica de acumulación capitalista. Sobrevaloraron los incrementos de productividad, sin cuestionar los sistemas políticos establecidos, y promovieron la introducción de los "paquetes básicos" para la producción agrícola, la atención de la salud, el bienestar y la educación, manteniendo, en consecuencia, los grandes desniveles e inequidades de lo superior a lo mínimo en materia económica y social para la mayoría de las poblaciones, marginadas del modelo propugnado y proyectado a nivel mundial y en los diversos países.

Este enfoque economicista debe sufrir reconsideraciones importantes. La pobreza debe ser encarada como una situación extrema para la humanidad, y tiene que ser resuelta para continuar la aplicación del modelo de crecimiento económico. El desarrollo es algo más que ajuste, más que presupuestos equilibrados, gestión fiscal y salud.

De esta manera, cada vez es más usual referirse a "la globalización" para explicar el acontecer económico, político, y cultural internacional. La afirmación sobre el imperialismo sustituido por la globalización no es aventurada, y lo comprueban el puñado de estados que dirigen de manera abierta y directa la mayor parte del mundo. Las Naciones Unidas y los organismos financieros eran la esperanza.

La Organización de las Naciones Unidas pretende ser un organismo evidentemente global que representa a todos los países, pero en realidad -para intervenciones efectivas- sólo puede actuar con el consentimiento de un minúsculo número de poderosas potencias militares. Estas son los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China), cada una de las cuales tiene el derecho de vetar cualquier intervención.

Lamentablemente la ONU ha cubierto a esos países y es posible que haya declaratorias de guerra según convenga. También pueden impedir que la ONU actúe bajo determinadas y forzosas circunstancias. Concretamente los casos de Kuwait y Nicaragua en las dos décadas pasadas. Incluso en los casos donde países desaprueben y bloqueen alguna acción militar de la ONU, la OTAN ha demostrado adaptarse, ignorando las llamadas para soluciones negociadas y usando las resoluciones de la ONU como excusa para la guerra. Llamando y autorizando las intervenciones aliadas, la ONU barría con su establecido principio de no injerencia en los asuntos internos de los Estados, dando pie a un nuevo principio que ya no distinguía entre los externo y lo interno de un estado, sino entre acciones pacíficas y acciones que ponían en peligro la paz y la seguridad internacional. Teóricamente, las fronteras políticas quedaban deslegitimadas bajo ciertas circunstancias, un nuevo mundo sin divisiones.

El mecanismo del Consejo de Seguridad por el cual las principales potencias controlan la ONU es conocido por todos. Sin embargo, lo que tiene mayor importancia son los mecanismos existentes por los cuales las principales potencias, y los Estados Unidos en particular, pueden controlar la economía mundial.

Las tres instituciones están diseñadas a manera de favorecer a las naciones occidentales, por que aportan mayores recursos que el resto. La estructura interna de la toma de decisiones da a los Estados Unidos la posibilidad de bloquear cualquier decisión que vaya en contra de sus intereses económicos. Estos países son prácticamente parte de la estructura de la ONU, y por eso tienen más peso que la organización misma.

En el caso del Fondo Monetario, la Unión Americana tiene un 17% de voto, aunque se requiera 15% para veto. El Banco Mundial, ha designado siempre a un ciudadano norteamericano como presidente.

Debido a los problemas de endeudamiento, estas organizaciones han adquirido presencia; ningún país puede quedar al margen, porque perdería la capacidad de comerciar internacionalmente, o más bien, comerciar con Norteamérica y Europa. El nuevo orden económico es siempre polarizado.

La adopción del sistema se ejerce desde adentro: la mayoría de economías latinoamericanas están controladas por licenciados en economía nativos pero educados en Estados Unidos. No es un mensaje izquierdista o revolucionario, pero Estados Unidos ha construido un Nuevo Orden Mundial en el que ellos controlan todas las tácticas económicas y militares, y cualquier organización mundial los ha ayudado o ha sido indiferente. Así no hay necesidad de contar con un control imperialista directo a la antigua usanza. A través de la ONU, FMI, Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio puede establecer las reglas del comercio global con sus socios menores, las naciones del Grupo de los Siete.

A pesar de todo, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció que la UNCTAD sigue siendo "el punto focal más apropiado dentro de Naciones Unidas para el tratamiento integrado del desarrollo y los temas vinculados al mismo". Para este fin, según se informa, tiene especial importancia política que el Grupo de los 77 mantenga una posición coherente y aumente su solidaridad en torno al tema de la ONU en los campos económico y social. Afirma la organización que existe la necesidad de una participación total y efectiva de los países en desarrollo en el proceso de toma de decisiones y resolución de los problemas económicos mundiales a través de un multilateralismo fortalecido así como de poner en práctica un mecanismo eficaz de coordinación de política macroeconómica multilateral sobre bases mundiales que apunte a promover un crecimiento equitativo de la economía mundial, aunque en práctica sea prácticamente imposible.

Se habla que el "Crecimiento económico sostenido y desarrollo, particularmente de los países en desarrollo, constituye el principal objetivo que debe ser prioritario para la comunidad internacional.", aunque la UNCTAD haya perdido fuerza casi hasta el punto de la desaparición.

 

Hace un año, la producción mundial crecía a un ritmo del 5.6% — el más alto de los últimos 20 años —. Hace una año, Asia oriental experimentaba dificultades, pero nadie preveía la gravedad de la caída. Hace un año, Asia meridional, donde vive el 35% de los pobres de todo el mundo, no conocía todavía las pruebas nucleares, y parecía que podría disfrutar de un crecimiento del 6% en los años futuros. Quizá más. Los países en desarrollo habían emprendido un camino que prometía un crecimiento sostenido durante el próximo decenio. Hace un año, había optimismo sobre Rusia y su fuerte equipo reformista. Y luego llegó un año de turbulencia y confusión. Asia oriental, donde se estima que más de 20 millones de personas recayeron en la pobreza el año pasado, y donde, en el mejor de los casos, se prevé un crecimiento desacelerado e inestable durante varios años. Rusia, castigada por la crisis económica y política, atrapada entre dos mundos, entre dos sistemas, en ninguno de los cuales se siente cómoda. Japón, la segunda economía mundial, tan importante para la recuperación de Asia oriental, con un gobierno empeñado en la reforma económica, y a pesar de todo en fase de recesión, con repercusiones profundas no sólo en Asia sino en todo el mundo. Pruebas nucleares en la India y Paquistán. Amenazas de guerra en Eritrea y Etiopía. Bombas terroristas en Kenya y Tanzania. Y, para completarlo todo, El Niño — el peor de la Historia — con toda su fuerza devastadora, especialmente para los pobres. En Bangladesh, las inundaciones sumergieron a dos terceras partes del país durante más de dos meses, echando por tierra muchos de los recientes progresos sociales y económicos. En China, el anegamiento de la región del río Yang Tse causó la pérdida de 3500 vidas, destruyó 5 millones de viviendas y desalojó a 200 millones de personas. Hoy, mientras hablamos de la crisis financiera, 17 millones de indonesios han recaído en la pobreza y, en toda la región, un millón de niños ya no regresarán a la escuela. Hoy, mientras hablamos de la crisis financiera, en todo el mundo 1300 millones de personas subsisten con menos de un dólar al día; 3000 millones viven con menos de dos dólares al día; 1300 millones no tienen agua potable; 3000 millones carecen de servicios de saneamiento, y 2000 millones no tienen electricidad. ¿Este es el Nuevo Orden Económico Internacional?.

 


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