Aunque
los fabricantes tienden a vendernos las cámaras como máquinas
perfectas y autosuficientes, capaces por sí solas de realizar
fotografías maravillosas a través de todos sus automatismos,
la cámara necesita de un ojo y un cerebro
que la controlen para conseguir producir buenas fotografías.
Por ello, trataremos de profundizar en la función de cada
uno de los elementos esenciales de la cámara a
fin de que podamos hacer un uso inteligente de la misma. |