Si hace algunos años, alguna persona osaba hacer el menor amago a siquiera intentar decir que sería conveniente que me ponga un traje, le estampaba una piña en la cara. Y si alguien me decía hace una semana que tenía probabilidades de ser abanderado probablemente lo hubiese humillado públicamente tratándolo de ignorante o hijo de puta. Menos mal, para mí, que no sucedieron ninguna de las dos cosas porque sino más de uno estaría intentando, con seguridad, devolverme el favor.
Esto sucedió el último sábado 29 de noviembre, en el Instituto Superior de Formación Docente Nº 52 Francisco Isauro Arancibia. Allí tuvo lugar, simbólica, y hasta casi falsamente porque todavía todos debemos finales,el acto de finalización de la carrera de Maestro de grado.
En la foto, estoy sacándome los mocos de la nariz con la bandera de ceremonia (y sí más vale, del orto no me los voy a sacar los mocos). Desde ya que eso de jugar y cagarse en los símbolos patrios no fue del agrado de todo el mundo. Muchas personas (entre ellos la vieja que aparece de fondo en la imagen), querían meterme la punta de la bandera en el ojete por irrespetuoso. Pero bueno, todos los que tienen la ofensa floja y no saben reirse, por suerte no visitan esta página. Aunque ahora que lo pienso los que se ríen y no se ofenden tampoco lo hacen.
Nunca fui de darle mucha importancia a estos actos, pero la carrera la sufrí tanto que quería ir a sacarle ese diploma de la mano a toda costa a ese instituto de porquería. Claro, después me dí cuenta de que el díploma es una verga y el título que en verdad sirve me lo dan el año que viene, pero ya fue.
No tengo más nada que decir, si quieren lean y si no se pueden matar. Chau.
"Y colorín colorado, este cuento se ha terminado"
Un póster para mirar de lejos
29/10/2008
No hay necesidad de explicar la foto. No voy a dar el nombre de la persona que allí aparece. No interesa que se llame Fernando Martín Arbore, y mucho menos importa que, aunque tiene 24 años todavía no terminó la secundaria.
Esta persona, cuya identidad queda absolutamente reservada empezó a ir al gimnasio hace más o menos un año. Y así como quien cree que drogándose va a tocar la guitarra como Charly García, creyó que yendo al gimnasio iba a tener más éxito con las mujeres, o con lo que fuese que prefiere su sexualidad.
Pero la vida se empeña en fregarle en la cara a la gente cuando se está equivocado. Y si la vida no lo hace, para eso están los amigos. Y acá estoy yo, utilizando este espacio para decirle a mi amigo, que es un ridículo de mierda. Su metrosexualidad lo transformó en una masa de musculatura disparejamente formada, que por otro lado no arregla todos sus problemas de actitud e inteligencia. En fin nene: sos un enfermo adicto al Stanozolol, que desarrolló 45 cm de musculatura para seguir con la misma actitud de cagón y no levantarte ni a la mina más puta y regalada de la galaxia entera. Siempre te hiciste el galán de lejos, y cuando hay que concretar terminás abajo de una cama haciéndote pis.
Hoy no estoy muy charlador sobre mi vida, así que dejo el post acá. Chau a todos.
"Quieres acercarte a mí, y solo te vas"
Vergüenza ajena
25/07/2008
Hacía mucho que no subía una autofoto (exceptuando, claro, aquella personificación de la Chilindrina que tanto daño le hizo a mi imagen), y pensé que podría ser el momento adecuado para hacerlo. La foto que elegí es, ciertamente, desagradable. Mi cara puede ser interpretada de muchas maneras. A algunos les parecerá que acabo de darle una patada con el dedo chiquito del pie a una silla, a otros que estoy cagando, y de ahi para arriba a cada uno de ustedes se les puede ocurrir las guarangadas que sea según el grado de putrefacción que exista en sus respectivas mentes.
Lo cierto es que no hay manera alguna, por más entusiasmo que le pongan, de que la imagen les resulte linda. Mi cara es una aglomeración de defectos. Parece que me hubiese peinado con una batidora eléctrica, mis encías son vomitivas, mi nariz es sorprendentemente enorme y los agujeros deformes entre sí, y aunque no se note en la imagen por una cuestión de mala resolución, les comento que Argentina no es el granero del mundo: yo tengo más granos todavía en la cara.
Y entonces la inevitable pregunta es ¿Por qué mierda subiste la foto pelotudo? No tengo una respuesta exacta para eso, pero presumo que es la manera más implícitamente eficaz de aceptarme como soy, y gritarle al mundo "¡Soy un asco que no tiene nada que envidiarle a nadie!". Porque, aún con esa caripela, que más que una cara parece un mapa de la Cordillera de Los Andes, tengo una novia que está más buena que jugar al Paddle (y sólo los que me conocen bien sabrán cuánto es eso).
¡Empecé las vacaciones de invierno! No sé en que voy a ocupar mi tiempo ahora, pero me caga de gusto saber que por casi un mes no voy a tener que sentir esa tortura en el alma que significa ir a estudiar. Realmente, tendrían que estar en mis zapatos para que sepan lo que significa para mí acudir a ese nido de ratas de doble discurso y olor a concha que se hace llamar Instituto Superior de Formación Docente Nº 52. Hay momentos en los que preferiría estar recibiendo picanazos, o incluso mirando a Tinelli... bueno, tal vez exageré con lo de Tinelli.
Creo que no tengo más nada que decir. ¡Ah sí!: gracias por todas las críticas al cuento que me dijeron por MSN. Chau a todos.
"La razón de mi éxito radica sobre todo en mi falta de belleza interior"
Instant-taneas de la vida del Hippie (NG)
