Marion Berguenfeld

Iré en sentido contrario
llegaré agitada al bar
comenzará el azul
un rito de café dulce en la boca.

Al afuera entraremos juntos
y en una pieza de hotel
haremos tanto ruido
tanto desorden
que asomarán
las cosas invisibles.

Volveré a casa en sentido contrario
segura de haber girado
el eje anciano del mundo.

 



Luisa Berutti

Muy arriba

Ahora estoy en la montaña
del otro lado de la ausencia
Y las piedras caprichosas
son obstáculos lejanos
que se deslizan
por el sendero
fundido de nieve,
para calmar la sed
de plegarias
amanecida de llanto

Jorge Boccanera

Polvo para morder III 

Bésale las piernas a la poesía
aunque diga que no que aquí nos pueden ver.
Bésale las palabras, hurga su lengua hasta
que abra los brazos y diga ¡Santo Dios!
o hasta que santodios abra los brazos de escándalo.
Bésale a la poesía a la loba
aunque diga que no que hay mucha gente que aquí
nos pueden ver. Bésale las piernas las palabras
hasta que no de más, hasta que pida más
hasta que cante. 






 

 

 

 

Osmar Luis Bondoni

El Poeta

   El Ángel Rotundo bajó un atardecer y le dijo:
   —No tienes alternativa. Deberás renunciar al amor o a la creación.
   Él ni lo pensó siquiera. Su respuesta fue inmediata, su tono seguro:
   —Renuncio a la creación; no podría vivir sin Ana María.
   Siete días y siete noches después murió víctima de un extraño mal cuyo origen las sucesivas autopsias no consiguieron develar.

 

 

Leonor Bonfanti

                            el silencio que reviste la palabra exacta
                                                                      
Edgar Bayley 


el reclamo del poeta
la respuesta que se esfuma
en las hojas del gomero
hoy amanecido con dos hojas
que extraviaron el verde

la palabra exacta


tal vez cantando riendo llorando
entre las páginas de un libro caído
huraño
solo

porque no encontraste la palabra exacta
con qué decirme            hasta luego

 


 

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