fasenlinea

com

ANÁLISIS COMENTARIO Y DEMÁS

 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Otros textos de Internacional

Los Presidentes: Bill Clinton

 

 

Internacional

Un acercamiento a la palinofobia de los medios

La animadversión de los medios norteamericanos hacia la fallida ex candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos se contrapone al argumento de que, si ya carece de importancia política, la saña en su contra resulta inexplicable. No lo es tanto: lo que ella representa es lo que más repudian los progres norteamericanos

Versión impresa

NOVIEMBRE, 2009. La página electrónica Slate realizó un divertido experimento. Pidió a sus lectores que opinaran sobre un párrafo extraído del nuevo libro de Sarah Palin. La respuestas indignadas abundaron: "esto es lo peor que he leído en mi vida, lleno de irritante cursilería... ¿cómo un editor se atrevió a publicar semejante cosa?", escribió una indignada dama. Tras las opiniones, el autor de la columna escribió "creo que olvidé mencionar algo: en realidad ese párrafo abre el libro Sueños de mi Padre, de Barack Obama", con lo cual evidenció que muchos de los más fervientes admiradores del actual presidente no han leído a una obra que tienen en altísima estima.

Tras haber estado dormido por casi un año, el odio de los medios hacia Sarah Palin resucitó una vez que la ex gobernadora de Alaska anunció la salida de su libro. Desde dos semanas antes comenzó el bombardeo acompañado de adjetivos increíblemente coincidentes entre columnistas, periodistas y conductores de noticieros en el sentido que Palin pertenecía a un pasado tan vergonzoso como reciente. "No debiera ocuparnos tanto tiempo hablar de un cadáver político", escribió Mauren Dowd en The New York Times; el conductor George Stephanopulous coincidió en llamarla "alguien que debe quedarse en casa" mientras el supuesto columnista "conservador" David Brooks, también del New York Times la consideró "una vergüenza". Lo curioso es que sin Palin ya carecía de peso e importancia políticas ¿por qué molestarse entonces a atacar su figura casi sin parar?

El mensaje es bastante obvio: Lejos de ser un "cadáver político", Palin debe ser la pesadilla recurrente de muchos columnistas estadounidenses (y aun mexicanos); incluso se llegó al ridículo, por parte de la Associated Press, de "verificar" toda la información contenida en esa obra. Pero la barahunta truvo poco efecto pues a las 24 horas de haber salido a la venta, el libro había vendido más de 50 mil copias al tiempo que su aparición en el programa de Oprah Winfrey (una fan de Obama y cuyo público, se supone es "progresista") registró el nivel más alto de rating en su historia.

Cuando el entonces candidato John McCain anunció a Palin como su candidata a la vicepresidencia el antipalinismo surgió como reacción casi inmediata. Extrañamente, ninguna feminista se congratuló por el hecho que una mujer volviera a aspirar a ese puesto 24 años después que lo intentara Geraldine Ferraro con Walter Mondale; en vez de ello, se le atacó abiertamente horas antes de su nominación por parte de quienes se supone habrían de apoyarla.

Las críticas, por cierto, no fueron igual de intensas hacia John McCain, de quien lo más que se le censuró por parte de de The New York Times --y que después se vería obligado a retractarse-- fue que el ex candidato republicano había tenido una amante. Y e suq eno había que pensarle mucho al asunto: a sus casi 80 años de edad, las posibilidades que McCain no alcanzara a terminar su mandato eran bastante altas, algo que desde el principio horrorizó a los analistas "progresistas" de Estados Unidos.

Para tornar el asunto aun más extraño por parte de los antipalinistas en ningún momento han recordado a sus lectores o televidentes que la mujer ganó las elecciones con un 81 por ciento de los votos mientras sus niveles de popularidad no bajaron del 75 por ciento, esto en un estado que por mucho tiempo se distinguió por su apatía en las urnas. El repunte tras su nominación en la carrera McCain vs. Obama hizo que en menos de una semana las preferencias del primero dieran un salto de 12 puntos, al final insuficientes ante la campaña demócrata, perfectamente trazada y con un manejo mediático envidiable.

Ahora bien, ¿cuáles son las posibilidades reales de Sarah Palin para en 2012? Ciertamente ha logrado representar a una parte del electorado que se identifica con el Partido Republicano pero por el otro su ala más "progresista" a la que pertenecen McCain y buena parte de sus actuales legisladores difícilmente la apoyarían para lanzarse a la aventura presidencial. "Lo que ocurrió con Palin es un fenómeno similar, con algunas variantes, a lo sucedido con Hillary Clinton", escribió el columnista Noah Goldberg, "al final la corriente más 'dura' se impuso en las elecciones primarias".

Lo que sí queda claro es que cada vez que Sarah Palin haga algo públicamente los medios se abalanzarán sobre ella, como lo hicieron durante ocho años con George W. Bush. Será prácticamente un hecho.

© copyright, Derechos Reservados, 2009

¿Desea opinar sobre este texto?

[email protected]

[email protected] 

_____________________________________________________________________________________________

 0 comentarios

 

 

Inicio

Nacional

Internacional

Cibernética

 

Literatura

Cine

Medios

Y demás