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Azteca, señal débil

Un proyecto recibido con entusiasmo se ha plagado de chabacanería y publicidad patiño. Un vistazo a Televisión Azteca

 

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ANÁLISIS, COMENTARIO Y DEMÁS

   

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Azteca, señal débil

 

Un proyecto que al inicio fue recibido con entusiasmo hoy está plagado de chabacanería, fórmulas gastadas y eso que llaman publicidad patiño; incluso su mejor programa se hunde en la mediocridad. Un vistazo a Televisión Azteca.

MAYO 2005. Parecía una idea redonda: el Estado mexicano ponía en venta a Imevisión, su cadena televisiva que ya empezaba a tener cierto margen de ganancia pero que aún era ínfima en relación a su enorme pasivo.

A la distancia, aquel proyecto, de nombre Televisión Azteca, se ve anegado, tanto así que dos joyas de su corona, DeporTV y Los Protagonistas, van en franca caída; la chabacanería abunda en emisiones como Tempranito, Sexos en Guerra y el esquema repetitivo de La Academia, esto sin mencionar sus noticieros cada vez más hundidos en el morbo, con reportajes sobre teiboleras, casas de masaje y niños de la calle, el tema preferido de los alumnos de Sicología y Comunicación, pero que debiera evitarse en una empresa televisiva de alcance nacional.

¿Qué pasa en Televisión Azteca? ¿Cómo fue que una empresa dinámica, creíble, veraz y comprometida con la calidad vea sumergirse sus raitings dramáticamente?

Un ejemplo claro lo constituye la telenovela Mirada de Mujer la cual desde su primera parte arrebató preferencias a su rival Televisa. Sin  embargo a los cuatro años se le agregó continuación a esta historia la que no había necesidad de alargar. Salvo, claro, por el aspecto monetario. Es cierto que Mirada de Mujer rompió ciertos arquetipos de la telenovela convencional, pero finalmente era una telenovela más. Como resultado, la secuela no pudo despegar pese a su horario estelar.

Pero las novelas no son el principal problema de TV Azteca aunque ningún experimento reciente les ha funcionado. Lo más alarmante ha sido el deterioro de su barra deportiva que por muchos años noqueó a Televisa en raitings y análisis más elaborados. La televisora se encuentra lamentablemente sumida en segmentos ya irritantes como la marioneta Tachidito y lo que se conoce como publicidad patiño, esto es, que los mismos conductores de un programa se vean obligados a promocionar productos debido a que la televisora compra espacios dentro de la emisión, algo que debió haberse quedado en la televisión de los años cincuenta, ¿no se supone que la barra comercial se inventó para, precisamente, incluir comerciales en ella?  

Desaveniencias

"Me da mucho gusto que seas tu. Conozco a tu familia y sé que son trabajadores. Enhorabuena, cabrón" fue como el fallecido "Tigre Azcárraga" recibió a Ricardo Salinas Pliego poco después de obtener la concesión de los canales 7 y 13 en 1993, según escriben Claudia Fernández y Andrew Paxman en su libro El Tigre, de Editorial Grijalbo.

Salinas Pliego pertenece a la familia dueña de la cadena de tiendas Salinas y Rocha, misma que por años se anunció en Televisa, y logró la concesión licitada pese a no estar empapado en las telecomunicaciones. Hasta entonces había sido un empresario de electrodomésticos y para el efecto adquirió varias salas de cine abandonadas que habían sido propiedad de la Compañía Operadora de Teatros. Salinas Pliego las transformó en las tiendas Elektra.

Al principio solamente existía la señal del Canal 13 --la del 7 servía como repetidora-- pero cuando Salinas Pliego cambió el nombre de Imevisión por Televisión Azteca ("señal con valor") tomó como principal socio accionista a Moisés Saba, otro empresario mueblero también ajeno a los medios electrónicos pero quien le había ayudado a "pujar" dentro de la licitación.

Salinas Pliego prometió "apertura y democracia" en sus frecuencias así como una programación "amena y original"; y aunque en un inicio había dicho que los canales 7 y 13 serían sólo de "cultura y entretenimiento", lanzó al aire el noticiero Hechos, conducido por Javier Alatorre al mismo tiempo que 24 Horas, de Televisa, vivía sus últimos días dentro del canal 2. El segundo flanco a atacar por parte de Salinas Pliego fue el de las telenovelas.

Los primeros golpes contra Televisa fueron certeros. Por ejemplo, la empresa publicitaria Unilever anunció que se iría con TV Azteca, algo que cayó como bomba en la televisora de Azcárraga y luego, seducido por un sueldo de ensueño, el conductor Paco Stanley también emigró a la llamada "televisora del Ajusco" y tras él varios actores que por años habían sido consentidos de Televisa, entre ellos Angélica Aragón, Ari Telch, Humberto Zurita, Christian Bach y Rogelio Guerra así como el comediante Héctor Suárez, "vetado" por Televisa tras hacer un chiste insípido sobre el presidente Carlos Salinas en la emisión de Verónica Castro.

También se fue a Azteca Argos Televisión, una empresa dedicada a rodar teleseries "de mayor contenido social". Luego de algunos proyectos de bajo raiting, Argos consiguió su primer gran hit con Nada Personal, la historia de un procurador corrupto implicado con narcotraficantes. En la historia participaban actores del llamado Nuevo Cine Mexicano como Manuel Jiménez Cacho, Demian Bichir y Claudia Ramírez. Junto con la mencionada Mirada de Mujer, la productora de Emilio Zurita también transmitió telenovelas que salían de la fórmula sacarina: una de ellas, llamada El Candidato, inclusive relacionaba su historia con lo que ocurría en la política real de ese momento.

El asesinato del conductor Paco Stanley en una calle de la capital en pleno mediodía marcó el giro de TV Azteca hacia lo que hoy es. Aquella misma noche un fúrico Salinas Pliego transmitió un mensaje en sus canales donde culpaba al entonces Jefe de Gobierno Cuauhtémoc Cárdenas del "insólito clima de violencia en el DF" que le había costado la vida a Stanley aunque sin mencionar en lo absoluto las probables causas del homicidio. Se acusó a un delincuente común apodado "El Chocorrol" del asesinato mientras que Mario Bezares, comparsa suyo en el programa ¡Pácatelas! fue luego detenido con el argumento de haberle tendido una trampa a Stanley pues éste fue ultimado mientras Bezares "casualmente” entraba al sanitario de un restaurante mientras el conductor lo esperaba dentro de un auto, donde fue asesinado. El noticiero Hechos también endureció su discurso contra el gobierno de Cárdenas por la violencia en la capital pero disminuía el tono cuando tocaban responsabilidades al gobierno federal entonces encabezado por Ernesto Zedillo.

Poco después la relación de Salinas con Saba también se agrió. Este último optó por retirarse de la televisión al mismo tiempo que Salinas entablaba otra alianza, esta vez con Eduardo Moreno Valle, concesionario del canal 40 que desde su nacimiento había navegado en números rojos. Salinas Pliego aseguró, otra vez, que el Canal 40 "sería una alternativa cultural” para lo cual reestrenó Mirada de Mujer en horario del mediodía. Evidentemente la brújula de ideas del también empresario estaba bastante desorientada.

Otro programa que alcanzó alto raiting fue Ventaneando conducido por Paty Chapoy, antigua protegida del animador Raúl Velasco. Aunque era una emisión de chismes de la farándula, el modo de presentarlos era insólito en la televisión mexicana. Sin embargo uno de sus conductores, Juan José Origel, se fue a Televisa donde le ofrecieron la emisión La Oreja con el mismo formato. La "guerra de las televisoras" comenzaba a perder calidad con pasmosa velocidad.

Las desaveniencias parecen ser el estigma de Televisión Azteca, pues prácticamente todas sus áreas la has han padecido. Chapoy entró en un conflicto personal con la cantante Gloria Trevi luego que ésta decidiera que "siempre no" iba a dejar Televisa. Como respuesta, Azteca dio amplia difusión a Aline Hernández, una excorista de la Trevi quien había escrito un libro donde narraba el "terror psicológico" que la cantante y Sergio Andrade aplicaban a las adolescentes incautas que buscaban la fama y entraban a sus "centros de capacitación".

El área de telenovelas también tuvo choques: Argos Televisión salió de la barra por cuestiones monetarias mientras que Zurita y Bach también abandonaron la televisora. Pero sin duda una de las escisiones más importantes se dio cuando parecía conformarse la fusión de Televisa con Radio ACIR y donde José Ramón Fernández transmitía su emisión de Los Protagonistas. Apenas se vislumbró la posibilidad Fernández dejó ACIR porque, dijo, no deseaba estar a las órdenes de los Azcárraga. El conductor había trabajado en Televisión Independiente de México (TIM) pero saltó al entonces canal 13 estatal casi al mismo tiempo en que la empresa era absorbida por Telesistema Mexicano, fusión de la cual surgió Televisa en 1973.

Salinas Pliego entró nuevamente en disputas, esta vez con Moreno Valle con lo cual Azteca y Canal 40 terminaron su breve colaboración. El asunto siguió creciendo hasta que, a fines del 2002, elementos policíacos y de  TV Azteca tomaron por la fuerza las instalaciones retransmisoras del canal 40 ubicadas en el cerro del Chiquihuite. Pese a que ambas partes habían actuado con negligencia, la imagen que presentó Salinas Pliego fue la de un personaje cerrado y dispuesto a usar la fuerza por sobre la razón.

Televisión Azteca también adquirió los equipos de futbol Tiburones del Veracruz y Ates Morelia con lo cual se aplicó un estacazo letal a las emisiones deportivas pues de repente ambos equipos carecían de fallas, solían ser víctimas del arbitraje, siempre inclinado a las escuadras propiedad de Televisa con lo cual Los Protagonistas y DeporTV cayeron en el vicio que por tanto tiempo criticaron, es decir, el favoritismo.

Gema desgastada

Cuando Azteca todavía era propiedad estatal, José Ramón Fernández pensó en un concepto que transformaría la cobertura tanto de Juegos Olímpicos como mundiales de futbol: agregó sketches cómicos, cápsulas extradeportivas respecto al país anfitrión y, sobre todo, la presencia de Andrés Bustamante, quien a diferencia de otros comediantes que se basan en la agresión y la burla personal, empleaba un humorismo blanco, familiar e insuperable en muchos flancos. La fórmula, aplicada por primera vez durante el Mundial 86 tuvo un éxito fenomenal y dejó atrás, muy atrás, al staff de Televisa. Esa sería la primera vez donde José Ramón Fernández se cobraría con la televisora de Chapultepec; otra fue el cachirulazo que ya tendremos oportunidad de comentar en otra ocasión.

Para los Juegos Olímpicos en Corea Los Protagonistas mejoraron aún más; la cuesta arriba continuó con los Juegos Olímpicos de Barcelona, Atlanta 96 y Sydney 200, así como los mundiales de Estados Unidos 94, Francia 98 y Corea del Sur 2002 cuando en Televisa, desesperados, lograron llevarse a Víctor Trujillo "Brozo" con lo cual se ganó la enemistad de José Ramón Fernández (Bustamante ha mantenido íntegra su independencia; trabaja como freelance pero también ha aparecido en emisiones de Televisa donde, por supuesto, han intentado seducirlo). "Ai luego", fue la respuesta, entre seria y jocosa, que el Güiri Güiri dio a Adal Ramones cuando éste preguntó en su programa si le interesaría integrarse a Televisa.

Ese "ai luego", claro, es José Ramón Fernández --a quien también Ramones ha invitado a su programa aunque éste prefiere declinar-- para quien Bustamante representa el activo más valioso cada vez que hay justas olímpicas o mundiales de futbol.

Cuando Imevisión fue privatizada, Salinas Pliego también ubicó a José Ramón Fernández como una de sus piezas clave y con ello el poblano adquirió más poder. Tras un conflicto laboral el veterano comentarista Carlos Albert salió de TV azteca pero en todo momento José Ramón fue respaldado por su jefe en esta acción que antecedió a que luego ocupara la Dirección General de Noticieros, ya no sólo la deportiva.

Paradójicamente, la presencia de José Ramón Fernández fue "cortada" en los domingos por DeporTV pues si anteriormente duraba dos horas y media (de 6 a 8:30 P.M.) hoy sólo dura 60 minutos con una cobertura casi exclusiva de futbol.

Sin embargo y como se vio en los pasados Juegos Olímpicos de Grecia Los Protagonistas cayó en algo que hasta entonces había esquivado con suerte; la chabacanería. Una emisión incluía segmentos pretenciosos que nada tenían que ver con lo deportivo, ya no digamos olímpico, escritas y dirigidas por Jesús Ochoa, actor que había participado en la telenovela Nada Personal, así como un desperdicio de recursos para filmar escenas de Ya Cayó ---enésima versión de la "cámara escondida"-- en las calles de Atenas, cobertura deficiente de muchas disciplinas, locutores gritones (ver la competencia de Ana Gabriela Guevara terminó, sin duda, en jaqueca para infinidad de televidentes) y, para colmo, inclusión forzada de los miembros de La Academia y la publicidad patiño, ya comentada al principio. Comparado con otras coberturas, Los Protagonistas en Atenas se había sumergido en la mediocridad, y pudo haber tenido peor suerte sin la presencia de Bustamante quien, probablemente, salvó los ratings aunque Televisa informó que, por primera vez, había superado a Los Protagonistas en cuestión de preferencias. La gema había perdido mucho brillo.

Calidad a la baja

Un síntoma claro de la falta de ideas y creatividad en Televisión Azteca es el reciclamiento de fórmulas extendidas hasta el agotamiento. Es el caso de algunas series como Los Simpson, aunque se trata una serie extranjera a la cual ya no le queda mucho al aire. Pero la mayoría de programas tiene por lo menos tres años de vida, si no es que más.

Ventaneando tiene el mismo formato pero lo único que ha cambiado son sus conductores; Tempranito se llamaba originalmente Tempranito 2000 lo cual nos da una idea de un proyecto en involución y donde, además, los únicos que parecen divertirse son los conductores, no así los televidentes; Sexos en Guerra presenta el añejo concepto de "Sexo supuestamente débil contra sexo supuestamente fuerte", y con muchas limitantes en cuestión de ideas; La Entrevista con Sarmiento es de los pocos programas que se salva aunque, como indicó un artículo de la revista etcétera, muchas de las entrevistas habían sido espacios pagados sin que se informara de ello al público.

Ya cayó ha llegado al extremo cruel de jugar bromas a los mismos empleados de TV Azteca; El rival más débil tampoco es original; está basado en la emisión británica The Weakest Link pero al menos contiene información general interesante (excepto esas preguntas ridículas como "¿a qué generación de La Academia pertenece el cantante Yahir?") aunque ya se ha manejado su probable salida del aire.

A propósito de La Academia, en sus "recesos" ha habido una mala copia que artísticamente no va a ningún lado. ¡Ah! Y no olvidemos la deplorable cobertura que TV Azteca a dado a la entrega del Óscar la cual la televisora ha transmitido los últimos cinco años.

Ante la baja considerable de anunciantes, reciclaje de reciclajes, noticieros con tendencia al amarillismo, a lo gore y a los encabezados siniestros (¡Terror en el Bosque!¡Pesadilla en el Estado de México!) y sin recursos a la mano para ganar en rating, se exprime hasta lo último a unos Peluches ya opacos por el uso y crece el desprestigio de la empresa inclusive los problemas judiciales de Salinas Pliego en Estados Unidos. ¿Se puede vislumbra runa recuperación de todo lo que TV Azteca ha perdido los últimos años?

Ojalá que así sea, por el bien de la televisión mexicana, famosa por abarcar mucho y aportar poco.

   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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