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ANÁLISIS, COMENTARIO Y DEMÁS

 

Y demás/Música

 

 Rick James, el superfreak

Cuando por fin alcanzó la fama, Rick James ya iba en pleno declive. De pionero a presidiario, pasó a la historia con un apodo que, al principio, detestaba.

ENERO, 2006. Mientras se encontraba en una "reunión", un entrecomillado que implicaba pasar "un buen rato" con las chicas, Rick James fue interrumpido por uno de sus guardespaldas quien le advirtió que alguien deseaba verlo.

"¿Y quién es?", preguntó James. "Lo siento, señor, pero me pidió que no le dijera. Prefiere verlo en persona".

"Muy bien, vamos", pidió el cantante a su séquito aunque el guardaespaldas hizo otro ademán. "Creo que quiere verlo a solas", comentó.

Un tanto irritado. James se puso encima una bata, la amarró por la cintura y fue al cuarto de visitas. Ahí estaba un Mick Jagger embriagado quien se levantó de su asiento, abrió los brazos y trastabilló hacia James.

"¡Superfreak!", gritó Jagger, emocionado. "¡Pero qué ganas tenía de conocerte!"

Hubo un tiempo en que todos querían, como Jagger, conocer a Rick James, sobre todo en 1981 cuando el tema "Superfreak" dominaba las ondas radiales con una inusitada mezcla de R&B y punk. Pero también hubo un momento en que Rick James se convirtió en paria, alguien a quien muchos aplicaron la "ley amnesia" una vez que cayó en desgracia. El de Rick James es un caso bastante común en el mundo de la música pop donde el artista alcanza la fama con rapidez para luego hundirse lentamente entre las drogas o excesos y una pésima administración financiera, aunque James cuenta con el nada orgulloso registro de haber pisado la cárcel.

Si bien a James se le identifica con los 80, la verdad es que sus incursiones en el medio de remontan a los sesenta cuando trabajaba en Motown y aún se hacía llamar James Ambrose Johnson. Tras registrarse en la Marina pasó una temporada en Toronto sin reportarse con lo cual se le acusó de desertor. Después regresó a Estados Unidos donde grabó con varios grupos y cuando logró un contrato con Motown su mánager se robó el dinero por adelantado de modo que al ser acusado delató a James ante la Marina.

Para mediados de los setenta, con el funk en etapa terminal y la música disco en lo alto, los otros géneros, incluido el rock, parecían condenados a desaparecer antes, claro, de la llegada del punk. Una vez que James logró regularizar su situación volvió a la música con una propuesta interesante, esto es, un R&B sazonado con imágenes punk y sintetizadores, algo que, aunque no se conocían entre ellos, Prince también ya trabajaba en un garage de Minneápolis. Así pues y tras negociar su contrato con Motown, James lanzó un disco en 1978 y del cual la canción "You and I" se convirtió en hit monumental.

                                         Bomba de tiempo

Desde los sesenta, James había adquirido un apetito desmedido por el sexo femenino, se ufanaba de haber tenido relaciones con más de mil mujeres y que muchas de ellas eran seducidas al enterarse que él era quien cantaba "You and I". No es difícil imaginar que esa cantidad se duplicó cuando el tema "Superfreak" fue un hit aun mayor durante 1981. Sin embargo él detestaba que la prensa y los locutores de radio se refirieran así de él pues la letra no se refiere a James sino a una mujer (la primera estrofa abre con "She's a very kinky girl/Es una chica bastante calenturas). Posteriormente aceptó que se le llamara de ese modo, seguramente porque el apodo también lo describía a él.

Despues del "You and I" el talento de James ya era innegable, de manera que cuando "Superfreak" se adueñó de las listas de radio, el cantante ya había adquirido estatus de suprestrella con todo lo bueno y malo que ello conlleva. Para mediados del 82 ya era multimillonario y, como mencionamos al principio, una celebridad con la que todo el mundo quería tomarse fotografías. Sin embargo el consumo de drogas también se intensificó; James las tomaba desde los 60 pero en su momento de mayor fama se había aficionado a la cocaína; de hecho su proveedor era conocido como "Mr. Snowman" (Señor hombre de nieve).

A mediados de 1982 James tuvo otro hit con "Give it to me" aunque, predeciblemente, su fuerza fue menor. Pero a James parecía dejar de importarle la música para entonces; alcohol, drogas y sexo eran la constante del "Superfreak", tanto así que a la mañana siguiente de una "fiesta", según uno de sus guardaespaldas, "había gente dormida en el piso de la suite del hotel sin que nadie recordara cómo habían llegado ahí ni quiénes eran".

En otra de esas ocasiones James y un amigo suyo visitaron a la leyenda del funk Sly Stone en San Francisco y quedaron impresionados en cómo el músico consumía cocaína en la forma de freebase (fumada). Al salir, ambos acordaron no volver a consumir cocaína luego de ver cómo Stone se había esclavizado a ella. Sin embargo la promesa duró poco: a los pocos días regresaron y la probaron junto con Stone.

Para 1985 la freakmanía ya había pasado si bien James se dedicó entonces a producir discos, entre ellos el de un grupo femenino llamado The Mary Jane Girls el cual, según una ex integrante, "fue horrible. Rick James nos gritaba por equivocarnos en las coreografías, nos insultaba, era exigente en exceso y perfeccionista enfermizo". Esta obsesión por la disciplina contrastaba con la vida personas de James, quien desde el "Superfreak" se había convertido en un desastre, por lo menos. 

En 1986 produjo un disco para el actor Eddie Murphy y del cual la canción "Party All the Time", gracias a la constante rotación por MTV, se convirtió en hit tibio. Aparte de haberla escrito, James participó en los coros y tocó algunos instrumentos. Sin embargo de ahí en adelante comenzó la caída libre de Rick James.

La portada del álbum Street Songs, donde viene "Suprefreak", lo muestra de espaldas mientras es detenido por un policía. Después de la portada del disco Soul Survivors de Lynyrd Skynyrd --donde los miembros aparecen envueltos en llamas mientras caen del cielo semanas antes que sufrieran un fatal accidente aéreo-- no había habido una imagen tan premonitoria. En 1993 se le declaró culpable de haber golpeado y secuestrado a dos mujeres y de haberles quemado la planta de los pies con cigarrillos encendidos. Las pruebas eran suficientes por lo cual se le sentenció a dos años de prisión.

Aparentemente, durante su encierro James se había reencontrado con la religión y dejó las drogas por un tiempo además de haber compuesto "más de 100 canciones" en prisión. Para entonces su salud ya estaba minada o, más bien, le había cobrado la factura. En 1996 James salió de prisión dispuesto a regresar a la música; sentía que el rap tenía una deuda con él pues MC Hammer había sampleado parte del "Superfreak" en la canción "U Can't Touch This", un hit mundial de 1990 que le trajo a James importantes regalías que le sirvieron para financiar a sus abogados. Decenas de artistas hip hop también habían tomado extractos de sus canciones, incluidas "You and I", hecho que tenía al cantante más que presente en las nuevas tendencias musicales.

Desafortunadamente James volvió a caer en las drogas poco después de abandonar la penitenciaría, razón por la que no pudo concretar ningún proyecto. Y para colmo de su infortunio, durante una presentación sufrió un leve derrame cerebral. El "Superfreak" había dejado de ser una figura controvertida e inclinada a los excesos; ahora era el centro de burlas y chascarrillos en programas de TV; la frase "I'm Rick James, bitch!" (¡Yo soy Rick James, perra!), con la cual el cantante "cortejaba" a las chicas, pasó a ser parte del léxico norteamericano gracias a esos programas.

                                      El triste adiós del Superfreak

El 6 de agosto del 2004 Rick James fue encontrado muerto en su residencia de Los Ángeles. Su peinado de "caireles africanos" tan famoso en los 80 se había transformado en calvicie casi total. Una figura a quien los críticos habóan llamado "digno sucesor de James Brown" terminó sus días abandonado; las regalías de su célebre canción y la versión de MC Hammer (quien, irónicamente, también se fue a la bancarrota) sirvieron para que económicamente no tuviera tantas carencias, pero daba lo mismo pues al servicio funaerario acudieron fans y amigos ccercanos pero muy pocas celebridades con las que solía fotografiarse en sus años de fama.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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