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Qué alguien nos diga qué ocurrió con Stevie Wonder

Incontenible, de talento generoso e indiscutiblemente genial, esta leyenda de Motown inexplicablemente cayó en las propuestas pobres y dudosas indignas de lo que nos había ofrecido

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JUNIO, 2009. El último gran hit de Stevie Wonder lo tuvimos en 1982. Era una canción convencional, rayana en lo irritante. Llevaba el nombre de "I Just Called to Say I Love You", que al ser parte del soundtrack de la cinta Lady in Red le ayudó a que llegara a la cima de las listas. Pero ello no le quitaba ápice alguno de ser una tonada mala, indigna del maestro Wonder, algo que la mayoría de sus fans interpretaron como un traspié temporal aunque en realidad fue el principio del declive del cual Stevie Wonder, hasta hoy, no ha podido reponerse.

Wonder es un ejemplo claro de cómo hay momentos en que un megatalento legendario viviría mejor en el retiro. La última presentación importante del cantante ocurrió el 20 de enero durante el inicio del gobierno de Barack Obama. Según quienes estuvieron ahí, Wonder se mantiene en buena forma; la gente rugió con sus hits más conocidos pero quedó con un signo de interrogación en la cara al escuchar su material más reciente. Lo cierto es que, desde hace 27 años, Stevie Wonder no ha hecho nada relevante, esto, claro, en el aspecto musical.

Pero con lo realizado en dos décadas, el también compositor ha ganado un cetro como gigante del funk y el soul, un genuino diamante al cual Motown, la disquera donde ha grabado casi toda su vida, no sabía qué hacer con él, según aceptó su fundador Berry Gordy Jr. en su autobuografía: "Al ver a ese niño de imagen tan frágil, con anteojos negros varias tallas más grandes pensamos si alguien así sería atractivo para el público. Pero al comenzar a tocar el ambiente se transformaba... su capacidad era increíble".

Stevie Wonder nació con el nombre de Stephen Hathaway, con un peso mucho menor al normal. Se le colocó en la incubadora y por un terrible descuido su sentido de la vista quedó irremediablemente dañado. Aunque quedó al cuidado de su madre y su abuela, desde niño mostró una obstinación a hacer las cosas por su cuenta; no aceptaba que lo trataran como un minusválido ni que hicieran las cosas por él. Pero desde pequeño mostró tener un oído excepcional: escuchaba góspel pero también a Mahalia Jackson, Billie Holliday, Louis Armstrong y en especial a Duke Ellington. Apenas acababa de cumplir 10 años y ya tocaba la armónica, los tambores y producía música aporrando el piano. Unos meses más tarde y con el nombre de Little Stevie Wonder, ya se presentaba en el Apollo, ubicado en el Harlem.

Al público se lo ganaba con facilidad al estar en el escenario debido a su chisporroteante carisma, pero afuera, el apenas adolescente Stevie Wonder ya estaba sumamente maduro para su edad; era un férreo negociador, a veces pecaba de pedante y reflejaba cierto complejo de superioridad. Pero en Motown, donde grababa, le cumplían todo lo que solicitaba. "[Stevie] era un chico bastante profesional. Te prometía tener lista una canción para determinada fecha y por la madrugada llamaba por teléfono para confirmar muchas horas antes en que debía hacerlo. Era hiperactivo y por eso los flojos lo detestaban", escribió en su biografía Berry Gordy Jr., fundador de Motown.

Al mismo tiempo su imagen se hizo más adulta. Apoyó sin reservas el movimiento pro derechos humanos de Martin Luther King, contrajo matrimonio antes de cumplir los 20 años y se dedicó a escribir canciones de alta calidad, la mayoría de toque romántico, como "Mon Cherrie Amour", "Yester Me, Yester-You, Yesterday" y "For Once in MyLife", entre otras. Para fines de los sesenta Stevie --ya sin el "Little"-- era junto con Marvin Gaye el artista más redituable para Motown. En esos años abrazó nuevamente la espiritualidad, moderó su carácter y se hizo una persona más comprensiva.

                                             El ultrafunk Stevie

Al iniciar los setenta Stevie Wonder optó pos diversificarse. Se aficionó a escuchar nuevos ritmos, como el bossanova, al cual homenajea abiertamente en su hit "You Are the Sunshine of my Life", de 1973. En ese año cuando graba Talking Book, considerado obra maestra por la mayoría de sus fans pues contiene "Superstitious" hecha a base de sintetizador Moog y que llegaría a distinguir a la música realizada por los negros durante los años setenta. Llegó un momento en que el resto de los artistas parecían principiantes comparados con Wonder: "Stevie nos lleva años luz al resto", refirió el ya fallecido Billy Preston, quien rindió su propio homenaje con "Outtaspace" en 1975.

Lo increíble en aquellos años era cómo Stevie Wonder daba giros a su estilo y asimilaba una extensa rama de influencias. Lo mismo grababa temas de los Beatles con su muy particular estilo que manejaba sintetizadores e instrumentos de viento con enorme precisión, De hecho ese objetivo fue el génesis del álbum Original Musiaquarium I que incluye la majestuosa "Sir Duke", un homenaje a su ídolo Duke Ellington y que llegó a convertirse en su cuarto número uno de las listas R&B.

Otros hits suyos de la época fueron "Pastime Paradise" --cuyo riff luego sería sampleado por el rappero Coolio para su "Gangsta's Paradise"-- "Boogie on Reggae Woman", "You Haven't Done Nothin'" e "Isn't She Lovely", entre otras. Al terminar la década Wonder se metió de lleno en el reggae y los ritmos africanos, algo que queda reflejado en su LP Hotter Than July que incluye "Master Blaster (Jammin')", otro número 1 de 1980.

Y entonces algo pasó.

Wonder se convirtió en vocero del movimiento antiaparheid en Sudáfrica. Fue en una de esas reuniones donde se topó con Paul McCartney, con quien deseaba grabar algo desde hace rato pero no había podido hacerlo por problemas legales. Tras solucionar éstos y llegar un acuerdo entre Motown y EMI ambos grabaron "Ebony and Ivory", acerca de la armonía racial. Era una canción que demeritaba en mucho el trabajo de los dos y sin embargo llegó al número uno. Los
fans del ex Beatle comprendían que su desliz se debió a la reciente desaparición de Wings. Pero de Wonder no cabían explicaciones; quizá, que su activismo político había afectado su trabajo musical.

A los pocos meses apareció un nuevo material de Wonder que incluía "I Just Called", canción que se convirtió en hit pero que dejaba un extraño sabor entre sus fans más exigentes. Siguieron otros temas como "For Your Love", "Don´t Drive Drunk", cuyo mensaje era bueno aunque algo desaconcertante por parte del maestro, así como "Overjoyed", olvidable pese a varias escuchadas. De aquel momento lo más rescatable podría ser "Happy Birthday", dedicada a Martin Luther King.

¿Quedaron atrás los mejores días del maestro Wonder? Si nos fiamos de la calidad interpretativa ésta no ha menguado, como lo demostró en la pasada ceremonia de posesión de Barack Obama. Pero en lo referente a trabajos recientes e innovadores hay pocas noticias que enviar a casa.

© copyright, Derechos Reservados, 2009 

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