fasenlinea

com

ANÁLISIS COMENTARIO Y DEMÁS

 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Otros textos de Internacional

Y hacia dónde va Zelaya

La insulsa OEA

Veremos si funciona o si fue mera ingenuidad

Qué fue de las Falkland, este... Malvinas

No me ayudes, compadre occidental

La horma de Rodríguez Zapatero

Archivo

 

 

Internacional

 La propuesta de Obama perjudicará a la salud norteamericana

El sistema de seguridad social que desea aplicar Barack Obama en Estados Unidos difícilmente variará al desastre que esa estructura ha arrojado en otros países, México incluido. Pero si se considera que también sería una manera de obtener control político, se entiende la obsesión presidencial para lograr su aprobación

Versión impresa


SEPTIEMBRE, 2009. El sábado 12 más de millón y medio de personas se concentraron en Washington para protestar por lo que consideran es el "camino al socialismo" del presidente Barack Obama. Los carteles iban desde lo que se esperaba ("¡mentiroso!") hasta lo exagerado, como llamar al mandatario "un nuevo Stalin". Lo que sí es cierto es que las cartas presentadas por su gobierno apuntan a una planificación económica, quizá no al nivel de Cuba pero sí, por ejemplo, al de Francia y Alemania, en especial el sistema de salud que Obama quiere ver aprobado antes que termine el año.

Lo asombroso del caso es que el sistema de salud propuesto no contempla, por ejemplo, los costosos sistemas ya existentes como MediCare y administrados por el Estado, constituyen un barril que no parece tener llene y el cual a los contribuyentes está saliendo cada día más oneroso. Asimismo, ni el presidente ni sus asesores se han molestado en ver en lo que desembocaron sistemas similares en países como Canadá, y ni se diga en México, donde el sistema de salud pública terminó convertido en un monstruo que consume enormes recursos inversamente proporcionales a su ineficiencia.

Por ello es falso, como afirma Obama, que los ciudadanos serán libres de escoger su sistema de salud. Fue la misma promesa que se dio en otras latitudes cuando se implantó el sistema, pero al incrementarse el déficit de su financiación el Estado obliga a los otros sectores productivos a financiarlo. Así sucedió en México, por ejemplo, y en Estados Unidos no tiene porqué ser la excepción. A menos, claro, que los asesores de Obama --claramente influenciados por el espíritu de Keynes-- crean que luego de mil fracasos finalmente todo saldrá como se espera.

El sistema de salud en realidad constituye una arma de control económico que inhibe la creación de empleos. Véase el ejemplo de Francia donde se obliga al empleador a otorgar seguro social a un trabajador así sea eventual, o en Italia donde hay que seguir pagando al Estado el seguro de salud que corresponde a una posición laboral sindicalizada aunque nadie lo esté ocupando. En Argentina, el sistema de salud social ha llegado a consumir hasta el 35 por ciento de los ingresos de una empresa ante lo cual los servicios cada vez son peores pero eso sí, con hospitales rebosantes en personal de sobra.

Como conclusión inicial, se pensaría que entre su colección de DVDs, Obama tiene en primer estante una copia de Sicko, de Michael Moore, la cual ponía por las nubes, con argumentos tendenciosos, los sistemas de salud en Canadá, Francia y aun Cuba. Pero la razón puede deberse más al compromiso de Obama con los sindicatos que lo apoyaron y ayudaron a alcanzar la presidencia. Son éstos los principales beneficiados con un sistema de salud administrado por el Estado pues las empresas tienen que reportarles sus cuotas tanto en la contratación, despido o muerte de los empleados, sin mencionar los "fondos" de salud que representarían un manejo de millones de dólares para los zares sindicales.

La propuesta de Obama, por otro lado, vendría a ser una competencia desleal a quienes ya ofrecen servicio médico. Tiene razón Moore al apuntar los "elevadísimos" costos de la medicina privada en Estados Unidos, pero olvida mencionar que es el país que en proporción más invierte en investigación médica y el que ofrece los sueldos más elevados a quienes poseen una especialización en todo el mundo. ¿Dónde están las valiosas aportaciones que la medicina francesa, inglesa o alemana han aportado al mundo? La respuesta se remonta a décadas atrás.

El sistema de salud del presidente Obama constituye un abierto plan paternalista, inusual en un país que desde su origen ha promovido el éxito individual, factor que aún no ha sido asfixiado pese a otros programas como el Welfare, Bernie Mac y Fanny Mae y demás, que operan en este sentido. 

Las miles de personas que marcharon esa mañana de sábado en Washington protestaban porque el llamado Obamacare hará más onerosa la de por sí pesada losa del déficit público. Peor hay otra razón, esa misma que Octavio Paz expuso magistralmente en El Ogro Filantrópico: "Toda acción del Estado suele ir acompañada con un discurso plagado de buenas intenciones. Por ello no cabe esperar que un Estado que nos asfixia con su amoroso abrazo aceptará que quiere perjudicarnos".


Textos relacionados

Si Obama exhuma a Keynes, inhumará a Estados Unidos

Décadas después de haber caído en el descrédito, las teorías keynesianas son desenterradas por el gobierno de... [Febrero, 2009] 

© copyright, Derechos Reservados, 2009

¿Desea opinar sobre este texto?

[email protected]

[email protected] 

_____________________________________________________________________________________________

 0 comentarios

 

 

Inicio

Nacional

Internacional

Cibernética

 

Literatura

Cine

Medios

Y demás