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¡Ehhhh...stúpidos!
Ignorantes, analfabetos funcionales, cortos de entendederas, serviles y apáticos... agréguese a estas lindezas de nuestros diputados los gritos homofóbicos que, según ellos, nunca profirieron. Si sus trifulcas y agarrones terminaran en beneficios para el país se justificaría ese comportamiento. No es el caso, obviamente. Con estos legisladores ¿a quién extraña que seamos un país subdesarrollado?
NOVIEMBRE,
2017. Hay personas que se preocupan
exageradamente cuando los diputados y los senadores
se agarran a trompadas y se insultan mutuamente. Sin
embargo, la falta de civilidad, la furia
incontenible y la ausencia total de diplomacia son
cosa común entre los legisladores en buena parte del
mundo. Hace algunos años, en Italia, hubo una
trifulca donde incluso se arrojaron ceniceros e
hasta alguien desprendió las sillas para utilizarlas
como proyectiles; de hecho hay referencias
históricas de golpes, puñetazos y recuerdos
maternales entre legisladores desde tiempos de la
Roma y la Grecia antigua.
Lo que nos debe preocupar, y más enfocadamente en el
caso de México, es que esos agarrones y peleas no
traen beneficio alguno al ciudadano común y solo
resultan en más canonjías para nuestros diputados,
senadores y sus partidos políticos. Si se tratara de
peleas y mentadas pero ello al final trajera
acuerdos entre las facciones, el asunto sería
positivo. Desafortunadamente nos quedamos solo con
la patética exhibición del nivel educativo de
quienes según esto nos representan para después
darnos cuenta que las leyes que aprobaron solo nos
habrán de garantizar más y más años de jodidencia.
Hace algunos días hubo un agarrón en la Cámara de
Diputados. Ya entrada la madrugada se rompió la
civilidad y los diputados priístas, y en especial
las diputadas, comenzaron a entonar el "ehhhh puto"
hacia sus contrincantes como si se tratara de un
partido de futbol y no de un recinto donde se está
cocinando el futuro del país. Nótese que incluimos
el "diputadas", muchas de ellas electas para
supuestamente defender los derechos de las minorías
sexuales.
El líder de la bancada prísta, César Camacho Quiroz,
quizá con la, idea de que los mexicanos somos
pendejos --y quizá no ande tan errado: ¿cómo es
posible que la mayoría de los votantes decidieron
traer de vuelta al poder federal a ese partido?--
dijo que, no, es falso, las diputadas no dijeron "ehhh,
puto" sino "ehhh, bruto". Eeeeh....túpido, sin más.
Sin embargo y a diferencia de las sanciones que la
FIFA aplica a la Federación mexicana cada vez que se
escucha el susodicho grito homofóbico en los
estadios, hasta el momento nadie ha multado a
nuestros groseros legisladores; antes bien, ellos
mismos se acaban de premiar con un "bono" adicional
de 800 mil pesos a sus ya de por sí abultadas
dietas, con lo que, sumado su sabroso aguinaldo,
hará que cada uno de ellos pase una Felicísima
Navidad gracias al casi millón y medio de pesos por
concepto de haber desmadrado al país todavía más de
lo que ya está.
¿Y ya mencionamos que, como parte de esa inmerecida
compensación, nuestros diputados no pagarán un solo
peso de Impuesto Sobre la Renta? ¿Qué pasaría si un
contribuyente evadiera el ISR por concepto de casi
dos millones de pesos percibidos en un ejercicio
fiscal?
Algunos legisladores de oposición denunciaron que al
interior del baño de caballeros de los diputados
había varias botellas de vino vacías. Porque quizá
el lector no lo sabe, pero el Congreso cuenta con su
un bar propio donde nuestros legisladores,
sudorosos, ojerosos y agotados de tanto trabajar por
el bien y el progreso del país, consumen toda clase
de licores, algunos de ellos con valor superior a
los 80 mil pesos por botella, como reportó hace
algún tiempo la página animalpolitico.com. Uno no se
explica cómo, si existe un bar en el Congreso con
los anaqueles llenos con botellas de Buchanans,
Domaine Montrachet y Domaine Jean-Louis Chave
Ermitage para goce y disfrute de nuestros
diputados (obviamente, los hay de gustos menos
refinados que se conforman con un Don Pedro o un
six de Modelo) haya necesidad alguna de dejar
los envases vacíos en los sanitarios de ese recinto.
Las carretonadas de dinero que reciben nuestros
diputados representan una enorme pérdida para el
erario dadas las nulos o, peor aún,
contraproducentes aportaciones. Sería bueno que
alguien le recordara a Peña Nieto que una de sus
promesas de campaña fue reducir el número de
diputados plurinominales, auténticos parásitos por
ni tuvieron que asolearse para hacer campaña
proselitista. Pero qué se puede esperar tratándose
del mismo mandatario que con el rostro serio y
adusto nos dijo, en red nacional, "se acabaron los
gasolinazos".
Ehhhstúpidos absolutos, los diputados se irán
contentos a celebrar las fiestas navideñas, aunque
debemos estar preparados porque el siguiente año es
fin de sexenio y se llevarán "dietas" y prestaciones
propias de jeques. En este México lindo y querido,
se puede dar el caso de pendejos (y pendejas) que se
enriquecen demencialmente, aun si pegan gritos
homofóbicos.
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